No hay mejor lugar que los brazos de mamá

Como muchos domingos que tengo un ratillo libre, algo raro en mí, nos hemos metido a la cocina a hacer algo dulce. En esta ocasión son bollicaos caseros rellenos de nocilla. Son muy fáciles de hacer, los niños pueden ayudar perfectamente, y están muy buenos. Eso sí, ¡¡cuidado que engordan!! Sara se lo ha pasado de maravilla llenando los bollicaos, la mitad de la nocilla caía dentro y lo que quedaba pegado en la cuchara iba a parar a su boca…

Hay que tener en cuenta que hay que dejar reposar la masa 1 hora antes de hacerlos y otro rato antes de hornearlos, así que hay que ser previsores con el tiempo. Yo lo hago con la thermomix, pero se puede hacer con una batidora normal.bollicaos

Ingredientes

  • 100 gr de leche
  • 30 gr de aceite de oliva
  • 2 huevos
  • 250 gr de harina
  • 10 gr de levadura de panadería o 1 sobre de levadura
  • 50 gr de azúcar
  • 1 pizca de sal
  • 1 bote de Nocillabollicaos (2)

 Preparación

  • Mezclar la leche con la levadura.
  • Añadir 1 huevo y el resto de los ingredientes, menos la nocilla y mezclarlo todo bien.
  • Poner la masa en un bol, taparlo y dejar reposar una hora.
  • Dividir la masa en tantas porciones como bollicaos queramos hacer. Yo la he dividido en 8, para que no salgan muy grandes.
  • Sobre una superficie limpia y con harina espolvoreada, estirar cada porción de masa intentando hacerlas redondas.bollicaos (4)
  • Poner en el centro una cucharada de nocilla, a lo largo pero sin llegar a los bordes.
  • Doblar los bordes hacia adentro y enrollar cada bollicao por los lados.
  • Colocarlos en la bandeja de horno, cubierta de papel de hornear, con espacio suficiente entre ellos para que no se peguen. Dejar reposar un rato para que crezcan.
  • Pintar con huevo batido (esta parte se me olvidó a mí y por eso en la foto salen con poco brillo) y hornear unos 12 minutos a 180ºC

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Y listos, a disfrutar de una rica merienda, que nos lo merecemos. Ya me contaréis qué tal os han quedado.bollicaos (6)

Muchas veces he visto que la gente confunde las dos cosas, ser madre soltera con ser familia monoparental. Pero NO es lo mismo. Ambas condiciones pueden coexistir, de hecho, muchas veces lo hacen, pero necesariamente, ser una cosa no implica ser la otra. Vamos a verlo detalladamente.

Por una parte está el estado civil de cada persona. Esto está regulado por el ministerio de justicia y puede ser:

  • Soltero – no ha habido vínculo matrimonial
  • Casado– con vínculo matrimonial
  • Divorciado/separado – el matrimonio se ha disuelto
  • Viudo – uno de los cónyuges ha fallecido

Por otro lado está el tipo de familia:

  • Tradicional – formada por dos progenitores y/o uno o dos hijos
  • Monoparental – formada por un solo progenitor con uno o más hijos
  • Numerosa – en general es la formada por 3 hijos, aunque hay más casos para ser familia numerosa, como tener dos hijos, uno de ellos con minusvalía.

Con estas premisas, podemos ver unos ejemplos. Voy a hablar de mujeres, porque en mi caso es lo que soy, pero lo mismo se puede trasladar a los hombres.

  • Una mujer puede ser soltera, porque no se haya casado, pero tener una pareja con la que convive y con hijos en común. En este caso sería madre soltera pero NO sería familia monoparental.
  • Una mujer puede haberse casado y después haberse divorciado, ostentando la custodia de los hijos y constando como única adulta en el domicilio familiar. En este caso SÍ sería familia monoparental, aunque no fuese soltera, sería divorciada.
  • Una mujer tiene un hijo sin contar con una pareja, en el registro el hijo no tiene padre reconocido, en este caso sería madre soltera Y familia monoparental.can-stock-photo_csp12799812

Según datos del censo del año 2013, en España hay 11.456.500 parejas en España. De estas parejas, 6.362.800 tienen hijos, sin especificar el estado civil. En total hay 9.889.100 parejas casadas frente a 1.567.400 parejas de hecho, aunque no se especifica si tienen o no tienen hijos. Y hay 1.707.700 hogares monoparentales (un adulto con hijos). Es decir, de los 6 millones y pico de familias con hijos, más o menos un 10-15% serán madres solteras, pero NO familias monoparentales. Todos los datos del censo del 2013 los podéis leer aquí.

Creo que más o menos ha quedado el asunto aclarado. Y ahora os preguntaréis porqué escribo esto. Hace unos meses, cuando escribí el engaño de las parejas de hecho mucha gente me dejó comentarios hirientes, que evidentemente no aprobé. En esos comentarios mucha gente me acusaba de no haberme casado para obtener ventajas por ser madre soltera. En mi caso, al hacernos pareja de hecho, mi estado civil seguía siendo soltera, aunque mi familia era una familia tradicional, no monoparental. La gente confunde a menudo los términos y creen que por no estar casados, tenemos alguna ventaja sobre ayudas y becas que puedan dar a las familias monoparentales, pero no es así.

Esta misma confusión la he visto muchísimas veces, personas que creen que por no estar casadas tienen algún derecho o alguna ventaja a la hora de solicitar ayudas sobre las que sí la están. De nuevo, hace unos días he visto que vuelve a surgir la confusión. El gobierno amplió el pasado día 9 una ayuda de 1200€ para familias monoparentales, que desde Enero se concedía a familias numerosas o con familiar discapacitado a cargo (toda la información se puede leer aquí) No voy a entrar en si está bien o no o en a qué personas deberían darle la ayuda, paso de polémicas de política. Pero a raíz de esta ayuda, he vuelto a leer comentarios en varias redes sociales de madres que se preguntaban por qué a ellas que estaban casadas no les daban ayudas y a las familias monoparentales sí. Mujeres que decían que como no estaban casadas iban a pedirla, a pesar de vivir en pareja, pues siguen confundiendo madre soltera con familia monoparental.

Así que aquí va mi granito de arena, para ver si la gente termina de aclararse de la diferencia entre ser madre soltera y ser familia monoparental.

Cuando nuestros peques cumplen 2 años, todo el mundo nos vaticina un año terrible de rabietas. Pero con un poco de paciencia, podemos pasar esta etapa sin muchos conflictos.

No es que sean “malos” o que intenten “manipularnos”, es que empiezan a tener conciencia de sí mismos y a saber el lugar que ocupan en el mundo. Es algo normal y necesario en su desarrollo. Han dejado de ser bebés para empezar a ser niños pequeños, empiezan a saber hablar, conocen el poder del no, a saber que son personas independientes de nosotros, a tener sus gustos y preferencias. Y tenemos que acompañarles en esta etapa de su desarrollo.fotolia_56239569

Hay momento difíciles, las famosas rabietas.

Y en general, se puede pasar esta etapa sin mucho conflicto. En mi caso, hay unas cosas que casi siempre me han funcionado.

  • Saber en qué momentos Sara es más propensa a tener rabietas – Cuando no ha dormido bien, cuando está cansada, cuando está nerviosa, es más fácil que se enfade por algo.
  • Conocer motivos desencadenantes y evitarlos antes de que ocurran.
  • Tener alternativas a mano para cuando no se puede evitar la rabieta – Si se enfada porque quiere hacer algo que no puede, le ofrezco otras cosas que le gustan, para cambiar su atención.
  • Paciencia, cariño y comprensión – Saber que los niños no quieren manipularnos, que muchas veces ellos mismos se sienten confundidos, darles nuestro amor incondicional y ofrecerle muchos besos y abrazos en momentos conflictivos son herramientas que funcionan mucho mejor que un castigo.

Evidentemente, no estoy diciendo que para evitar las rabietas haya que darles a los niños todo lo que piden. No es eso, que la gente siempre malinterpreta las palabras. Yo suelo ser permisiva dentro de unos límites, es decir, si me pide algo que veo lógico y puede tener, ¿por qué negárselo? (por ejemplo, una chuche o algo de ropa que ve y les enamora…) pero todo en su justa medida (una chuche al día está bien, si me pide más, pues ya no se la doy). Aun así, a pesar de las buenas intenciones, a veces la situación no conseguimos controlarla del todo y tenemos que llenarnos de calma si no podemos evitar la rabieta.

Más o menos, en nuestro caso, hemos pasado los famosos dos años sin demasiados conflictos, algún enfado pero nada de rabietas escandalosas…hasta justo dos días antes de cumplir los 3 años.

En vísperas de su cumpleaños, bajé con Sara a comprar unas cosas al supermercado. Como la peque es una artista en potencia, tenemos la casa llena de material de dibujo y todo lo que tenga que ver con pintar la vuelve loca. Estábamos haciendo la compra cuando vio unos rotuladores negros permanentes y decidió que los quería, a lo que yo dije que no, pues bastante se mancha con los rotuladores que tenemos en casa (no me importa mucho, luego a la bañera y la ropa a la lavadora y listo) como para cogerle unos permanentes. Y en ese momento se desencadenó la tormenta. Ella empeñada en que los quería, yo explicándole que ya tenía muchos rotuladores, que los de casa de colores eran más bonitos, que en cuanto subiéramos se ponía a pintar, muchas palabras tiernas y dulces…pero en esta ocasión, ninguna de las cosas que siempre pongo en práctica me sirvieron. Fue una rabieta épica, en las que todo el mundo en el supermercado nos miraba y veía a una niña chillando, tirada en el suelo pataleando, a una madre intentando abrazarla y siendo rechazada, a una madre hablando con palabras cariñosas y no siendo escuchada… Vaya ratito. Al final, viendo que nada de lo que intentaba servía, y después de ser casi atropellada por la cesta de la compra que Sara lanzó contra mí, decidí pasar a la táctica de no hacerle ningún caso y dejarla llorando, a lo que la gente me miraba más todavía porque no hacía nada para callar a mi hija. ¿Pero que querían que hiciera? Seguro que más de uno pensaba que mi hija se merecía una torta por caprichosa, torta que yo habría dado gustosa al que me lo hubiese propuesto por imbécil (me estaban poniendo nerviosa todas las miraditas que me echaban los “entendidos” en la materia). Bueno, al final, después de pagar la compra y con Sara aun gritando en el suelo, me marché a casa y en cuanto vio que me iba vino corriendo a darme la mano para volver a casa, eso sí, sin dejar de llorar en ningún momento ni de seguir pidiendo los rotuladores. Llegamos a casa con la cara roja de tanto llorar y menos mal que en el patio vimos a sus amiguitos y ya se le fue pasando el berrinche.

Esta no es Sara, pero bien podría haberlo sido

Esta no es Sara, pero bien podría haberlo sido

Y yo que me enorgullecía de haber llegado a los 3 años sin ninguna rabieta escandalosa y justos dos días antes.

¿Os ha pasado tener una rabieta de este estilo, de las grandes? ¿Cómo habéis manejado la situación? ¿Cómo creéis que debería haberla manejado yo?fotolia_79074832

El tiempo pasa tan rápido y deberíamos aprovecharlo al máximo. Hoy cumples 3 años y parece que fuera ayer cuando llegaste al mundo.

Recuerdo cada instante con suma claridad. Esa noche empecé a tener contracciones, me levanté de madrugada a comer chocolate, jeje, me lo pedías desde dentro. Me acosté e intenté seguir durmiendo un poco, aunque sabía que el día había llegado. A lo largo de la mañana las contracciones iban siendo mayores, aunque estaba muy tranquila mientras dejaba que todo siguiera su curso. Sobre la 1.30 de la tarde ya decidí decirles a papá y a Lucas que había llegado el momento. Lucas se fue con los abuelos y yo me di una ducha caliente, para relajar un poco más mi cuerpo. Después de ducharnos comimos algo, no sabía cuánto iba a durar tu parto y no quería que me diese hambre en un rato, así que hasta casi las 3 no salimos de casa, yo calmada y tranquila.

En el coche, las contracciones empezaron a ser más frecuentes y más dolorosas, bromeaba con papá sobre qué pasaría si nacieses en el coche. Llegamos al hospital y aquello cada vez iba más deprisa, pero a pesar del dolor, yo estaba tranquila, sabía que faltaba poco para tenerte entre mis brazos. Me exploraron y tenía 5 centímetros de dilatación, aún faltaba un rato, dijeron. Me pusieron monitores un ratillo mientras papá se iba a hacer los papeles del ingreso. Yo no quería estar mucho rato tumbada y quería pedirles que me quitasen los monitores para poder moverme en cuanto pudiese. Pero no hubo tiempo. De pronto, note como si fuese una botella y me hubiese descorchado, un líquido tibio salió de mí. Y enseguida, tu cabeza comenzó a salir detrás. Estaba sola en una sala y todo mi cuerpo pedía que empujase, toda tú querías estar fuera. Llamé a la matrona que me confirmó que estabas coronando, y allí en la cama, sin más compañía que la matrona, la auxiliar y tu padre que por suerte llegó en ese momento, naciste. Natural. Sin intervenciones. Sin luces fuertes. Sin el frío del paritario. Mi cuerpo se abrió para dejarte salir y rápidamente sostenerte en mis brazos, en mi pecho. Tu boca se abrió y por instinto agarraste mi pezón. Fue el momento más mágico que he vivido nunca.

Y ya han pasado 3 años de aquello. Lo recuerdo como si fuera ayer. Y he vivido cada día de estos 3 años como unos días mágicos y maravillosos. Evidentemente hemos tenido algún día peor que otro, a veces te empeñas en una cosa y no paras y te enfadas si no puedes conseguirlo, aunque con cariño y paciencia acabamos cambiando el tema y haciendo otra cosa. Eres una niña buena y cariñosa, te encanta dar besos y abrazos (sólo cuando tú quieres, cosa que me parece genial, yo nunca te obligo y no quiero que des besos a nadie por obligación) eres divertida, inteligente, parlanchina y una artista con las pinturas. Eres una niña feliz que va creciendo y dejándome entrever la maravillosa persona que serás. Y eres una niña a una teta pegada, gracias a ti he podido comprobar lo maravilloso que es llevar 3 años de lactancia.feliz cumpleaños

Ojalá pudiera decir que todos nuestros días han sido fantásticos, pero desgraciadamente, no ha sido así. Tan pequeña has tenido que enfrentarte a la pérdida de tu padre y aunque eres pequeña para entender con claridad lo que significa la muerte, sí sabes que papá no está aquí con nosotros. A veces le llamas y lloras porque quieres que vengas y casi siempre le hablas mirando al cielo y le mandas muchos besos, porque él vive en una estrella que nos vigila cada día y nos quiere muchísimo. Me apena y me alegra a partes iguales verte hablar con él, enseñarle las cosas que haces y lanzar besos al aire, me parte el corazón pero también me hace sentirme orgullosa de ti y de tu amor tan grande por papá.

Aunque papá nos acompaña cada día de alguna manera, desde dentro de nuestros corazones, este año tu cumpleaños va a ser diferente. Yo intentaré ser valiente, tener la sonrisa más grande en la cara, hacer que este día sea muy especial para ti, ya entiendes que hoy eres la protagonista y estabas deseando que llegase el día de tu cumple. Pero para mí hoy es un día tremendamente triste. Papá no podrá besarte ni abrazarte ni felicitarte ni decirte lo mucho que te quiere. Papá no podrá escuchar las historias que nos cuentes cuando salgas del cole y nos relatos tu mañana. Papá no podrá disfrutar el fin de semana de la fiesta en familia.

Pero aunque papá no esté en persona, yo si estaré. Y seré cariñosa por los dos y escucharé por los dos y te daré besos y abrazos por los dos y tu tercer cumpleaños será un día fantástico y maravilloso que recordaremos siempre. Y cada día seré la mejor madre y el mejor padre del mundo.

Deseo que sigas llenando nuestras vidas de alegrías. Y las vidas de muchas personas. Tienes un corazón inmenso, lo sé,  eso lo heredaste de papá y deseo que pasen muchos, muchos años y sigamos viviendo felices y recordando el día que llegaste a cambiar nuestras vidas y celebrando contigo cada nuevo año, cada día, cada pequeño momento. La vida está hecha de pequeñas cosas que son las que deberían importarnos, y para mi, cada sonrisa tuya es una gran momento.

Te quiero Sara. ¡Feliz cumpleaños!

Hoy os traigo una receta muy sencilla de hacer, ideal para cuando hay visitas, o para la merienda de los niños. Se pueden rellenar de cualquier cosa y quedan muy vistosos y sobre todo, caseros.

Ingredientes para 24 saladitos

  • Dos masas de hojaldre redondas
  • 1 huevo para pintar
  • Jamón, queso, bacon, chistorra, paté, atún, nocilla…lo que se os ocurra para rellenarsaladitos

Preparación

  • Precalentar el horno a 180º
  • Cortar el hojaldre con un cortapizzas en 12 porciones
  • En el extremo ancho pondremos los ingredientes con los que queremos rellenar los saladitos. En este caso, he puesto jamón york y queso, en otros he puesto trocitos de chorizo y en otros bacon con tomatitos secos.
  • Enrollar cada porción de la parte exterior hacia el centro.
  • Pintar con huevo batido y colocar en la bandeja de horno con papel especial
  • Hornear unos 15 minutos o hasta ver que estén doradossaladitos

Ricos, fáciles y vistosos ¿qué os ha parecido? Y lo mejor es que los niños pueden colaborar, les encanta ayudar en la cocina y comerse las cosas que han hecho ellos mismos.saladitos (6)

En la mayoría de los colegios imparten cada año clases de educación vial. En el cole de Lucas lo hicieron varias veces, a veces iban los policías a darles una charla y ponerles vídeos; un año les montaron un circuito en el patio por el que debían circular respetando señales; se llevaban folletos y actividades para casa. Pero, ¿esa educación vial tiene que quedarse sólo en el colegio? Desde luego que no.

Que los niños imitan los comportamientos de los adultos es algo que sabemos todos. Y que por ese motivo deberíamos cuidar al máximo lo que hacemos y decimos, también debería ser algo obvio. Me hace gracia que cuidemos nuestras palabras en casa, nuestros comportamientos, y a la hora de salir a la calle se nos olviden todas las cosas. Estoy cansada de ver familias cruzando cuando el semáforo cuando está en rojo y van sorteando coches con los niños pequeños; familias cruzando por mitad de la calle cuando a escasos 20 metros tienen un paso de peatones. ¿Qué les estamos transmitiendo? ¿Qué educación vial es esa, en la que los niños copian las conductas de sus padres, que no respetan las normas peatonales?seguridad vial 4

Llevo tiempo observando un comportamiento que me resulta también harto preocupante, y es sobre el que quiero extenderme ahora. Los niños en los aparcamientos públicos. Y el poco control que ejercen los padres sobre ellos. Niños correteando entre coches aparcados, que no sabes cuándo pueden arrancar, madres hablando en mitad del parking mientras los coches tratan de rodearlos. Porque esto es lo que veo cada mañana.seguridad vial 3

En el antiguo colegio de Lucas hay un gran aparcamiento exterior, justo enfrente del colegio. El aparcamiento está rodeado de aceras, por las que la mayoría de madres y padres no transitan, sino que atraviesan tranquilamente el aparcamiento. Ir por la acera supondría solo unos pocos pasos más, pero para ahorrar, pasan entre los coches. Coches que en su mayoría han ido a llevar o recoger niños y justo en ese momento, están aparcando o saliendo. Yo he sido una de esas madres con coche, y he tenido que andar esquivando niños y padres para poder entrar o salir. O estar parada, con la marcha atrás metida, esperando a que la gente deje de pasar por detrás de mi coche. De verdad que me sentaba fatal, no tanto por tener que esperar, sino por ver cómo los niños toman como normal el hecho de pasar entre medias de los coches.seguridad vial 7

Recuerdo de pequeña que mi padre siempre hacia mucho hincapié en eso, nos enseñó a mi hermana y a mí a distinguir un coche arrancado y unas luces de marcha atrás, y siempre nos dejó muy claro que jamás deberíamos pasar por detrás de un coche con las luces de marcha atrás puestas, pues podría no vernos y atropellarnos. Por eso, cuando veo cada mañana situaciones como estas, me indigno. ¿Acaso esos padres no ven lo que están enseñando a sus hijos, acaso no ven que están poniendo sus vidas en peligro? Claro, la gente da por sentado que los de los coches debemos esperar y tener cuidado, cuando son ellos los que están ocupando el espacio de los coches.seguridad vial 2

Por suerte, este año Lucas ya no va al colegio y he dejado de pasar por ahí. Pero mira por donde, todas las mañanas sigo viendo las mismas cosas. Cuando llego al trabajo, con la reducción de jornada entro un poco más tarde y siempre aparco cerca de un colegio, donde también hay una gran zona de aparcamiento. Un poco antes de las 9 el lugar es caótico, coches que llegan al colegio, coches que ya han dejado a los niños y se van, padres bajando niños grandes y pequeños de los coches….y de nuevo, la misma situación, en vez de bajar e ir directamente a la acera, andan por mitad del aparcamiento, con el peligro que ello conlleva.

Todas las fotos que he puesto son fotos reales, tomadas en momentos en los que la gente cruza y anda por el aparcamiento de forma peligrosa, fotos tomadas desde mi coche, en distintas épocas del año y en los distintos aparcamientos que utilizo. Seguro que también habéis visto situaciones como estas, pero es que a mi parece que me persiguen.seguridad vial 6

Está muy bien que en los colegios les hablen de seguridad vial, en la guardería de Sara, por ejemplo, tienen un capítulo en el que un policía pita para que los coches paren y la protagonista y sus padres ya pueden cruzar. Está muy bien que tengan charlas con policías y juegos de educación vial, o que en la puerta del colegio haya policías cada mañana deteniendo el tráfico para que los niños crucen. Pero si después de esto, los padres no seguimos transmitiendo estos valores, si nada más cruzar por el paso de peatones nos metemos en mitad de un aparcamiento entre los coches, si en el siguiente semáforo cruzamos sin esperar a que el muñeco se haya puesto verde, si el próximo paso de peatones lo cruzamos en diagonal para ahorrarnos unos pasos, ¿Qué será lo que aprendan nuestros hijos? Les estamos confundiendo y como ellos nos imitan, pues harán lo mismo cuando sean un poco más mayores.seguridad vial 5

Confieso que a mí siempre me ha obsesionado ese tema. Quizás gracias a la educación que recibí por parte de mi padre de pequeña, quizás por el hecho de ser enfermera y haber visto varios atropellos de niños que me han partido el corazón, o quizás simplemente porque respeto las normas viales, pero nosotros no andamos por mitad de los aparcamientos, cuando vamos a un centro comercial y tenemos que andar por el garaje hasta la puerta de entrada, llevo a la peque en brazos y al mayor pegado a mi lado; cuando el mayor se tiene que bajar del coche por el lado de la calzada por algún motivo, me aseguro concienzudamente que no venga ningún coche antes de que abra la puerta; respetamos los semáforos y los pasos de cebra. Y eso es lo que aprenden mis hijos. Y eso es lo que hace el mayor cuando va solo por la calle. Y eso es lo que hará la pequeña cuando le toque ir sola también. Porque la vida de mis hijos es lo más importante y ponerla en peligro por cruzar mal no entra en mis planes.

Hace unos días encargué un cuento para Sara. En casa leemos bastante y ella se interesa cada vez más por los libros, se aprende lo que pone y me lo cuenta a mí, le encanta luego contarles los cuentos “a su manera” a los abuelos y tíos. Así que cada vez que tengo la oportunidad de tener un bonito cuento entre mis manos, no lo dudo ni un instante.

El niño/la niña que perdió su nombre es un cuento mágico, de esos que todos deberíamos regalar a nuestros hijos, o a alguien querido, un cuento para soñar y para disfrutar. Es uno de esos libros que te encantan cuando lo abres, que ponen ilusión en los ojos de tu peque, es un libro para no perderse. Cuando nos llegó a casa, me quedé encantada, es precioso y sobre todo, es para Sara, personal e intransferible.la niña que perdió su nombre

El niño/la niña que perdió su nombre empieza con un pequeño que se levanta por la mañana y no sabe cómo se llama. Entonces empieza una preciosa aventura en busca de su nombre. Cada letra de su nombre cuenta una historia, en varias páginas suceden cosas que terminan por darle una letra. Y así sigue letra por letra hasta que las encuentra todas. Si el nombre tiene letras repetidas, la historia de las letras no se repite. Si el nombre del niño es corto, la historia de aventuras se alarga, para lograr un cuento que tiene entre 24 y 28 páginas.

Antes de empezar a fabricar el cuento, podemos poner una dedicatoria para el niño, para hacerlo más personalizado todavía. El cuento tiene unos dibujos muy bonitos, que harán las delicias de los más pequeños. La calidad del papel es maravillosa, es de tapa blanda y las páginas son gorditas, tipo cartulina. Y no penséis que es un cuento pequeño, nooo, tiene un formato apaisado y bastante grande, solo tenéis que ver las fotos de mi Sara con su cuento.

Ni que decirnos que está emocionada. Cuando llega un paquete a casa, ella es la encargada de abrirlo y si ve que es algo para ella, se pone loca de contenta. Desde hace unos días, el único cuento que leemos en casa es este, el suyo, el único, el que es solo para ella. Es que es precioso de verdad.la niña que perdió su nombre (2)

Hacer el cuento y ver cómo quedará es muy sencillo. Desde la página web de lost my name tenemos que elegir la opción niño o niña y poner el nombre y automáticamente nos crea el cuento y nos muestra cómo quedará con su nombre en cuestión. A la hora de hacer el pedido es cuando podemos personalizar la dedicatoria.

Me parece un regalo precioso, tanto para nuestros hijos como para hacer un regalo a otro niño, será un regalo muy original, pues es único y exclusivo para nuestros pequeños.

Y además, ahora estamos de suerte, pues desde lost my name quieren hacer un regalo a mis lectores: un cuento personalizado para el ganador de un concurso que vamos a hacer.

Como siempre, los requisitos son pocos:

  • Darle a “me gusta” a la página de Facebook del niño que perdió su nombre pinchando aquí.
  • Compartir el sorteo de manera pública.
  • Dejar un comentario en este post diciendo a quién le regalaríais el libro en caso de ser los afortunados.

Es muy importante que se cumplan todos los pasos, si alguno no se cumple no se podrá optar al premio. Tampoco sirven los perfiles falsos. El sorteo estará activo durante una semana, el último día para participar será el 26/02/2015, el día 27 de Febrero anunciaré al ganador en este mismo post.

Bueno, ¿os apuntáis a este maravilloso sorteo?

27/02/2015 – ¡¡Y ya tenemos ganadora del sorteo!! Por favor, ponte en contacto conmigo para conocer todos tus datos. ¡Enhorabuena!

  • 22. Susana (Ainhoa)

Siguiendo con el artículo que publiqué el sábado y que se puede leer en este enlace, y para terminar de estropear mi relación con Carrefour, para la presentación habían preparado un taller de sueño.

Tenía ganas de escuchar lo que nos iban a contar, pues muchos padres se quejan de que sus hijos no duermen bien, a pesar de tener un patrón de sueño normal en los bebés. Por eso, me apetecía escuchar datos algo más científicos.

El taller estaba dirigido por el  Doctor García- Borreguero, especialista y presidente de la Sociedad Española del Sueño y contaba también con Yolanda de la Llave, madre y psicóloga especialista en sueño. Los dos trabajan juntos en el Instituto de Investigaciones del Sueño, qué casualidad.

La charla empezó siendo bastante interesante, pues nos explicaron que hasta los 6 meses más o menos, los bebés no distinguen el día de la noche, hacen ciclos cortos de sueño y por eso despiertan varias veces y que su patrón de sueño es fundamentalmente REM así que me parecía bastante respetuoso.

Hablaron sobre las sociedades donde el sueño no es un factor sobre el que influyan los padres, en sociedades donde es normal el colecho, donde toda la familia duerme junta, donde amamantan, donde portean a los bebés e incluso los llevan a trabajar a los campos, en esas sociedades donde nadie cree que existan problemas de sueño, estos no existen, los niños siguen un patrón normal del desarrollo del sueño y sobre los 3 años adquieren el sueño más maduro de los adultos, es decir, si no interferimos, duermen igual de bien cuando les corresponde. Eso me gustó un montón, respeto por el ritmo de los bebés.

Pero de pronto el taller tomó un cariz completamente diferente. Resultó que en nuestra sociedad sí influimos en el sueño de los bebés, les dormimos en brazos, o con un chupete, o cantándoles o con la teta…creamos rutinas que los bebes asocian para dormirse y luego no saben dormir sin ellas (claro, en África los bebés no sabrán dormirse si su madre no está cerca dándole la teta, pues esa será la rutina que han aprendido, con la diferencia de que nadie se extraña).

Pero en nuestra sociedad, eso no está bien y hay que «enseñarles» a dormir. Y entonces el respeto por el sueño de los bebés cesó y la psicóloga se declaró totalmente partidaria de los métodos conductistas, tipo Ferber/Estivill, para enseñar a los niños a dormir, diciendo que no pasaba nada por dejarles llorando unas noches, que eso no iba a crear un trauma en ellos… ¡Soltó perlas como que había que destetarles en algún momento, pues no iban a estar mamando hasta los 18 años! Pues discúlpeme señora psicóloga experta en sueño, pero no experta en lactancia, la edad media de destete está en torno a los 4 años y medio. En esas sociedades donde dormir es un acto natural y nadie se preocupa, resulta que la lactancia también es algo natural y los bebés se destetan solos, nadie les obliga a dejar de mamar, y casualmente, el destete se produce de forma natural entre los 2 y los 7 años, vamos, que ningún adolescente de 18 años sigue pegado a la teta de su madre por no haberle destetado a tiempo.

Ni que decir tiene que a partir de ese momento, la tensión de la sala cortaba el ambiente, muchas madres opinamos de forma distinta, y ante todo, deberíamos respetar la forma de hacerlo de cada una. Luego la psicóloga se desdecía y hablaba de respeto y de otras opciones, pero ya había soltado la perla, recomendando métodos conductistas y libros de los que no tomé nota.

Eso no era un taller de sueño, eso fue un taller sobre cómo los niños tienen problemas de sueño y tienen que aprender a dormirse, bien podrían haberle cambiado el nombre y no haberme hecho perder el tiempo.

dormir

Cuando tomé la palabra, fue para decir que aunque un niño adquiera una rutina para dormirse, no tiene por qué ser algo malo, y que si no nos gusta, la podemos cambiar con cariño y paciencia, no dejándoles llorar. Por ejemplo, cuando nació Sara se quedaba dormida mamando en mis brazos, luego durante una época tuve que pasearla arriba y abajo por el pasillo con la bandolera para que se durmiera. Cuando esa rutina llegó a cansarme, con paciencia y sin llorar conseguí que se quedara dormida tumbada en la cama mientras mamaba…y así pasamos por varias fases. Ahora, a punto de cumplir 3 años, mama un rato antes de dormirse y luego simplemente, se tumba encima de mí para mantener el contacto y se duerme. La dejo en su cama y duerme casi todas las noches del tirón. Alguna noche se despierta y se pasa a mi cama a abrazarme y seguir durmiendo, algunas noches me pide agua (cosa que la psicóloga decía que no podíamos permitir, que pedir agua de noche es para tomarnos el pelo, como si ella nunca hubiese tenido sed durmiendo) y algunas noches está más nerviosa y se despierta varias veces. Pero no me preocupa en absoluto porque he observado cómo ha ido evolucionando su forma de dormir de manera natural. Y de la misma forma que sé que se destetará cuando esté preparada, también sé que dormirá sola en su cama cuando esté preparada.dormir2

Vamos, un despropósito Carrefour y su taller de sueño. Me dejó mal sabor de boca. Lo único positivo del evento fue poder estar con otras mamás blogueras a las que aprecio y conocer el Bar Galleta, un sitio precioso y decorado con mucho gusto, donde poder merendar una tarde entre amigas.dormir3

Cuando abrí el blog hace algo más de dos años, lo hice para contar mis experiencias en el tema de la maternidad, y también, mis conocimientos tanto en lactancia como en porteo, todo de forma altruista. Aunque muchos de mis conocimientos han sido pagados de mi bolsillo, siempre he querido compartirlos con otras madres, por si podía ayudar a alguien.

Entonces, un día apareció la oportunidad de “hacer publicidad” sobre un producto. Me ofrecieron probar algo y luego dar mi opinión sincera en el blog, y no desaproveché la oportunidad. Desde entonces, he tenido la posibilidad de conocer de primera mano grandes y pequeñas marcas, productos que he probado y que he usado personalmente y de los que luego os he dado mi opinión. Sólo en un par de ocasiones he cobrado dinero en efectivo, todo el resto de las veces me han pagado “en especie”, evidentemente, a fin de cuentas hago un trabajo, opinar sobre algo, y de alguna manera tengo que cobrar por lo que hago.

Pero siempre he sido muy consecuente con mis ideas y mis convicciones. En un par de ocasiones me han contactado para “probar y opinar” sobre papillas de cereales o comida infantil preparada y también sobre biberones y complementos de los mismos. Y claro, me he negado, sería absurdo e hipócrita por mi parte renegar de esas cosas y luego querer colaborar con ese tipo de marcas. También, cuando he usado algo que no me ha gustado, lo he dicho sinceramente o directamente, si algo no me ha gustado, ni me he molestado en opinar sobre ello.

Así, hace un par de meses, fui a una presentación de Carrefour, que habían sacado una nueva línea para niños de 3 a 10 años. Aquella vez ya comenté que no me hicieron mucha gracia los productos que ellos ofrecían para desayunar y merendar, pues me parecía todo de baja calidad y mucha azúcar (podéis leerlo aquí) pero también tenían productos de higiene, cosmética y otras cosas que pudimos probar en casa, como champús, cremas, tiritas… Por eso, cuando hace unos días Carrefour decidió hacer una nueva presentación de su nueva línea , que habían ampliado con más productos para los más pequeños y ellos mismos decidieron a que mamás blogueras querían invitar, decidí ir a conocerlos.

Pero la cagaron del todo conmigo y estoy segura que con otras madres que conozco también. Después de hablar de la marca, todo muy bonito decorado con sus logos, de darnos un taller y merendar, llegó la hora de irse. Y como siempre, nos dieron una bolsa con “regalitos” para que probásemos en casa.

No os podéis imaginar mi cara de sorpresa cuando llegué a casa y abrí la bolsa… ¡Un bote enorme de leche de fórmula! De verdad, creo que se me desencajó la mandíbula y se me salieron los ojos de las órbitas.

Me sentí ofendida y atacada. Yo, que defiendo la lactancia materna por encima de todas las cosas, yo, que respeto las decisiones de cada madre pero que nunca recomendaría fórmula a ninguna, yo, que nunca me vendería por una marca de leche artificial, yo, llegué a casa con un bote de leche de fórmula, 1 pañal y un bote de crema. Ellos se jactan de tener más de 120 productos en su línea infantil y ¿me dan para probar leche de fórmula?

Desde luego, hay veces que las marcas contactan con las mamás blogueras y lo hacen fatal. Y Carrefour ha demostrado ser una de esas marcas. Supuestamente, ellos iban a elegir a qué mamás querían invitar a la presentación, por lo que lo lógico era que leyeran un poco de qué iba lo que escribíamos. Sólo con eso, yo no debería haber ido. Ni otras mamás que conozco personalmente y que sé que también se habrán molestado con la leche de fórmula.

Me parece una vergüenza que una marca juegue así con la lactancia materna. Todos sabemos que la lactancia materna es lo mejor. Punto. También sabemos que las marcas de leches de fórmulas lo que quieren es vender, muchas veces a costa de pisotear lo que dice la OMS o UNICEF o la AEPED sobre la lactancia. Me molesta sobremanera. Pero me molesta más todavía que me hayan metido en medio, regalándome leche de fórmula. Hay cosas que me han dado las marcas que por algún motivo no he usado, pero que he podido regalar a otras mamis. Pero en este caso, mi ética profesional y mi integridad moral me prohíben regalar leche de fórmula a nadie, aun sabiendo que la usan.

Regalar leche de fórmula desincentiva la lactancia materna. El Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna prohíbe la distribución de muestras u obsequios a las madres, familias o profesionales de la salud, cosa que Carrefour se ha saltado a la torera. Todo el código lo podéis leer aquí. Es cierto que en España esto sólo se aplica a la leche de inicio tipo 1 y no se aplica a la leche de continuación tipo 2, que es lo que nos regalaron los de Carrefour, pero aun así, me sigue pareciendo vergonzoso que jueguen con la salud de los bebés y con las madres.

Por ello, desde luego que Carrefour ha terminado para mí, no voy a volver a acudir a ningún evento que promocionen ellos ni daré ni una sola opinión positiva de sus productos por mi parte. Y voy a hacer llegar mi queja a donde sea posible, para evitar que “regalos” como estos vuelvan a suceder.

 

Esta es una de esas cosas que llevo meses queriendo escribir, pero siempre se me han quedado en el tintero. El viernes pasado, en una charla sobre la tecnología de los pañales Dodot a la que acudí gracias a madresfera y que podéis leer aquí, hablando con mi amiga Ángela «pequeboom» salió este tema y gracias a ella me he animado a escribirlo.toallitas humedas

Hace muuuchos meses que no uso toallitas húmedas, exactamente desde julio del 2013 cuando leí este post de Mamirami sobre el tema  Ya antes no me gustaban demasiado y en casa siempre he preferido el agua y el jabón, pero admito que para la calle siempre llevaba un paquete.

Desde antes de nacer nuestros pequeños nos llenan de muestras de productos que pensamos indispensables para ellos, y las toallitas son uno de ellos. Pero de pronto, te paras a pensarlo, a leer bien todo lo que lleva y algo que parecía una comodidad pasa a convertirse en un peligro potencial para nuestros pequeñines.

Elena, en su post sobre las toallitas tóxicas, hablaba del Phenoxyetanol. Este agente orgánico es bactericida y por ello se suele usar en lociones, cremas, perfumes y productos infantiles. En países como Japón, su uso está prohibido. Puede penetrar a través de la piel y es peor cuando no se aclara, como en las toallitas húmedas. Puede afectar a la reproducción y al desarrollo y no debería ser usado en menores de 3 años. La Agencia Francesa del Medicamento ha solicitado a la Comisión Europea una evaluación de los riesgos asociados a esta sustancia.

No voy a hablar de marcas de toallitas, sólo tenéis que ir a coger un paquete de las que tengáis por casa y echar un vistazo a ver si tienen. Muchas marcas usan este compuesto en sus toallitas. Pero si conseguimos encontrar una marca que no lo use, no podemos estar tranquilos, pues los peligros no terminan ahí. Siguen conteniendo muchos productos químicos dañinos para la salud.

Ftalatos – Compuestos químicos que se usan como disolventes y suavizantes. Pueden ser nocivos para el aparato reproductor masculino y son tóxicos para la reproducción.  Los ftalatos son carcinogénicos en seres humanos. Está prohibido su uso en juguetes que se puedan meter en la boca. Pero se siguen usando libremente en cosmética y algunas toallitas húmedas los llevan. Es frecuente encontrarlos con distintos nombres: Ftalato de dibutilo o DBP; Butilbenzil ftalato o BBP; Dimetil ftalato o DMP; Dietilexilo ftalato o DEHP.

Parabenos – Otro de los habituales en muchos productos de cosmética y toallitas. Se usan por sus propiedades bactericidas y fungicidas, y también actúan como conservantes. Se han encontrado parabenos en muestras de tumores de mama, procedentes de desodorantes y cremas, lo que hizo saltar la alarma sobre estos compuestos. Muchas marcas de productos infantiles no usan parabenos y lo promocionan en sus etiquetas, aunque desgraciadamente siguen usando muchos de los otros. Para identificarlos, sólo hay que buscar compuestos que terminen en paraben.

Polietilenglicol – Se usa como disolvente o emulsionante. Puede interferir en el desarrollo y dañar el sistema nervioso. Debido a su alto poder de penetración, se acumula en el corazón, el cerebro y los riñones, creando daños a largo plazo. Se puede encontrar con diversos nombres, como su abreviatura PEG seguida de un número, polioxietileno o como Laureth o Steareth.ingredientes-que-debemos-desechar

No voy a seguir hablando de ingredientes uno por uno porque la lista podría ser interminable. Lo que está claro es que estas sustancias, desgraciadamente, las encontramos en la mayoría de los productos de cosmética. Y los productos infantiles no se libran de ellas.

En mi afán por intentar usar menos químicos, dejé de usar toallitas húmedas. Está claro que en champús y geles siguen estando y que podríamos optar por cosmética natural o casera (cosa que intento). Pero bajo mi punto de vista, el hecho de usar las toallitas y dejar que estas sustancias se queden durante horas secándose en los culitos de nuestros pequeños, me hace verlo de modo más preocupante. Por eso pasé a hacerme mis propias toallitas. Que es de lo más fácil.

Toallitas caseras

Para hacer toallitas caseras, primero tenemos que preparar una loción para humedecerlas. Para ello hervimos un vaso de agua, a la que añadimos un chorrito de aceite de oliva, unas gotas de vinagre para lograr un pH similar al de la piel y unas gotas de jabón líquido biológico o casero. Yo también ponía unas gotas de aceite natural de almendra o limón, para obtener un mejor olor. Y listo, se deja enfriar.

Ahora tenemos que preparar las toallitas. Y podemos hacerlo de dos maneras.

Al principio, usaba un rollo de papel de cocina, uno totalmente blanco y con varias capas, para que fuese más resistente. Como el papel de cocina es grande, cortaba las hojas a la mitad. Se puede cortar el rollo por el centro con un cuchillo bien afilado y quitarle el cartón del centro. Luego lo ponemos en un recipiente grande y lo mojamos con la loción que hemos preparado, lo tapamos bien y listo, ya tenemos toallitas.

Lo malo de esto es que son muchas toallitas y se estropean pronto. Evidentemente, nuestra loción es natural y no lleva ningún tipo de conservante, con lo que en una semana o así se empiezan a estropear, así que es mejor no hacer muchas del tirón, es más sano hacer pocas una vez a la semana. También dependerá de la cantidad que usemos a diario, no es lo mismo un bebé con días que uno de un año, así que tendremos que adaptarnos a las distintas situaciones. También, en vez de hacer medio rollo, podemos coger unas cuantas hojas de papel sueltas, cortarlas a la mitad y plegarlas.

La otra opción, que es la que usaba al final, es usar toallitas de celulosa. Son más suaves y un poco más gorditas que el papel de cocina, y sobre todo, más resistentes. Y salen muy bien de precio. También las cortaba a la mitad, porque son muy grandes. Pero duran lo mismo que las otras, pensad que hay que hacer toallitas una vez a la semana.

Salir a la calle con toallitas caseras es muy sencillo. Podemos poner unas cuantas en un recipiente pequeño con cierre hermético o yo también usaba bolsas de conservación de alimentos con cierre. Ocupan poco espacio y son fáciles de llevar.

Ahora ya no las uso, porque Sara hace meses que no usa pañal, sólo para dormir y por las mañanas cuando se levanta prefiero lavarle el culete con agua.

¿Qué os parecen estas toallitas caseras? Desde luego, una opción más saludable que las toallitas que nos venden por ahí. Mirad los compuestos de las toallitas que tengáis por casa, a ver si encontráis alguna que no lleve tantos productos químicos.