Cuando tenemos un bebé, a veces resulta complicado realizar las tareas domésticas. Pero resulta, que tenemos que hacer la comida y nuestro pequeño no quiere estar ni un minuto solo (normal!!!).
Si el bebé es muy pequeño, podemos dejarlo en la cuna o moises, pero como los bebés tienen un radar de alejamiento incorporado, en cuanto intentemos salir de la habitación, seguro que se despierta y se pone a llorar.
Si el bebé es más grande, a lo mejor se entretiene un rato jugando en el parque, pero seguro que salimos para ir a la cocina y ya no quiere estar allí.
En niños más grandes, podríamos dejarlos jugando cerca nuestra, pero resulta que la cocina es el lugar más peligroso de la casa.
Solución: llevamos al bebé en el portabebé y todos felices. Ellos están contentos porque están con mamá, que es lo que realmente quieren, y nosotros podemos entrar a la cocina y preparar esa rica comida que teníamos planeada. He aquí otra de laa innumerables ventajas que nos ofrece el uso de un portabebé.
Como todas las cosas, hay que hacerlas usando el portabebé correctamente y con cabeza. En la cocina, es mejor llevar el bebé a la espalda, nos deja las manos libres y no hay riesgo para ellos. Pero hay que ser conscientes de que estamos porteando, lo normal es moverse con cuidado, no dar nunca la espalda a los fogones ni a la encimera, por riesgos de salpicaduras a nuestros pequeños.
Yo nunca manejo el horno con la niña, el horno sólo para cuando hay alguien en casa que puede estar pendiente. Por lo demás, el resto de las comidas las hago perfectamente con ella a la espalda, está protegida con mi cuerpo ante una eventual salpicadura, aunque es cierto que las cosas que considero más peligrosas, también las dejo para otro momento.
Hasta la próxima ventaja.
Comentarios en: "Beneficios del porteo: en la cocina" (2)
Seguro que de mayor será una gran cocinera. Ya está aprendiendo todos los trucos de mamá.
Jajaja, es mi ayudanta particular…