No hay mejor lugar que los brazos de mamá

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Operación pañal nocturno abortada

A primeros de mes contaba que Sara estaba preparada  para dejar el pañal nocturno, pues se levantaba seca casi todas las noches. Algo a lo que yo, realmente, no le daba mucha importancia, aunque parece ser que para el resto del entorno sí la tiene. Como nos íbamos de vacaciones, decidí llevarme pañales por si acaso. Y bien que hice.

Imagino que por el trajín de todos los días, por el cambio de cama en más de una ocasión, por el cansancio acumulado de cada día, por los nervios, por la novedad…el caso es que todas las noches de estas vacaciones se ha hecho pis. Y a mí no me ha importado mucho, la verdad.Operación pañal

Ha sido una vuelta hacia atrás, aunque como ni siquiera lo había intentado, en realidad es un seguir como hasta ahora. Ella no le ha dado ninguna importancia y yo tampoco. Si acaso, la abuela es la única que sigue con el runrún del pañal, diciendo que es mejor que se lo quite directamente, y que después de unas noches despertándose meada, fijo que lo deja. Pero por ahí no paso. Si no está lista, no lo está y punto. No la voy a dejar llena de pis para que “aprenda” a no hacerlo. Ya lo hará cuando esté preparada para ello, cuando su cuerpo admita estar con la vejiga llena toda la noche.

De todos modos, ahora que llevamos más de una semana de vuelta en casa, a la rutina de las vacaciones, que duerme en su mi cama casi cada noche (los días que trabajo duerme con los abuelos) parece que está volviendo a tener algo más de control; ahora se despierta con el pañal seco más o menos el 50% de las veces. Será cuestión de poco tiempo, pero sobre todo, de cariño, paciencia y respeto por sus tiempos, que es la única manera saludable de retirar un pañal.

Cuándo están preparados para quitar el pañal nocturno

Una vez que nuestro hijo controla perfectamente los esfínteres por el día, sabe pedir pipí y caca e incluso lo hace solito y dejamos de usar pañal, muchas familias se preguntan cuándo es el momento de quitar el pañal de la noche. La respuesta es muy sencilla: cuando el niño esté preparado.

Hay que ser respetuoso con los tiempos de cada niño, con el pañal del día y con el pañal de la noche. De todos es sabido que muchas familias fuerzan a sus hijos y les quitan el pañal antes de tiempo, por recomendación de la guardería, del pediatra, de la abuela o de la vecina del quinto. Muchos padres no respetan los tiempos de sus hijos y les obligan a pasar por días de estar mojados y horas interminables sentados en el orinal. El control de esfínteres necesita maduración y ésta es diferente en cada niño. Obligar a un niño menor de dos años a hacer algo para lo que no está preparado, además de conllevar muchos accidentes, en algunos casos puede ser contraproducente. El niño debe estar preparado para ello, debemos estar atentos a sus señales, hablar con ellos del proceso y hacerlo cuando veamos que puede. Aun así, si empezamos la operación pañal y seguimos teniendo accidentes, es mejor posponerlo un tiempo.

Bien, ya hemos superado esa etapa y nos preguntamos ¿cuándo quitamos el pañal de la noche?diaper pañal

Evidentemente, no debemos quitar el pañal nocturno hasta que el niño esté preparado. Hay niños que desde el mismo momento que controlan esfínteres diarios, controlan también el pipí por la noche; hay niños que necesitan unos meses más; hay niños que lo piden ellos mismos porque son mayores; y hay niños que tardan más. Hasta los 5 años, no se considera que un niño que se hace pis por la noche tenga enuresis, así que debemos tener paciencia y respeto por el momento madurativo de nuestros hijos.

Desde luego, lo que no es normal es querer que nuestro hijo no se haga pis por la noche a base de despertarle repetidas veces para llevarle a orinar. Me parece una tortura para el pequeño. ¿Acaso nosotros, lo adultos, nos despertamos varias veces para ir al baño en mitad de la noche? (entendiendo que no hay ningún problema). Pongámonos en el lugar del niño. Está plácidamente dormido, descansando de un agotador día de juegos y aprendizajes, cuando llega uno de sus padres y le levanta dormido, le lleva hasta el baño y le sienta en el inodoro, adormilado, mientras es obligado a hacer pis aunque lo único que quiere es seguir durmiendo en su cama. Y lo peor es que esta tortura se repite varias veces en la noche.  ¿A alguno de vosotros, padres, os gustaría pasar por eso? A mí desde luego no, cuando me acuesto a dormir, lo único que quiero es dormir. ¿Cómo puede entonces algún padre pensar que así su hijo aprende a controlar esfínteres por la noche? A mi entender, así lo único que conseguimos es trastornar el sueño del pequeño. Y forzarle a hacer pis cuando no tiene ganas.

Debemos respetar al niño, su ritmo, su proceso madurativo, no forzando la situación. Valorar cada situación y cada caso de forma individual. Lo correcto es observar al niño.

  • Si el pequeño se despierta por las mañanas con el pañal seco, durante varios días seguidos, significa que aguanta toda la noche y ya podemos quitar el pañal.
  • Si el niño en mitad de la noche se despierta y nos pide hacer pis, es señal de que sabe reconocer esta necesidad incluso dormido y podemos probar a quitarle el pañal.
  • Si es el propio niño el que nos pide que no le pongamos pañal, podemos probar unas cuantas noches a ver qué tal y si vemos que se hace pis, hablar con él para explicarle la situación.

Una vez que hemos comprobado que nuestro hijo está preparado, hay varias cosas que podemos hacer para ayudarles.

  • Intentar restringir un poco los líquidos a última hora de la noche.
  • Que hagan pis siempre justo antes de acostarse
  • Poner una funda protectora o un empapador en la cama del pequeño, por si hay algún accidente.
  • En caso de que una noche nuestro hijo se haga pis en la cama, nunca jamás debemos regañarle, hablar con él y quitarle importancia.

Sara cumplió 4 años en Marzo. Y hasta ahora ha seguido usando pañal por la noche. Al llegar el buen tiempo, los abuelos entraron al trapo en más de una ocasión, diciéndome que debía quitarle el pañal para que “aprendiese” y que si se mojaba, dejaría de hacerlo después de unas cuantas noches. Evidentemente, no les hice ningún caso y a parte de un pequeño problema que tuvimos en el colegio, del que vino llorando porque le dijeron que era un bebé por usar pañal, la niña no ha tenido ningún problema por usar pañal por la noche. Ya llevaba un par de meses que se hacía pis la mitad de las noches y la otra mitad se despertaba seca. Desde hace varios días, no se ha hecho pis ni una sola noche. Ella se despierta y lo primero que me pregunta es: “¿mamá me he hecho pis?” y cuando le digo que no se pone muy contenta. He hablado con ella y le he dicho que vamos a usar pañal unos días más; si sigue sin hacerse pis, en unas noches pasaremos a dormir sin pañal.

Todo sin prisas, sin agobios, respetando el ritmo de mi hija, escuchando sus necesidades.

Control de esfínteres nocturno

¿No te pasa que cuando tienes un niño de unos dos años, todo el mundo a tu alrededor te pregunta cuándo le vas a quitar el pañal? Parece que es obligatorio que a los dos años los niños controlen sus esfínteres. Y en muchos, muchísimos casos, se les fuerza y se les obliga a conseguirlo.

Pero el control de esfínteres es un proceso natural que el niño adquiere cuando está preparado para ello. Aunque muchos padres se esfuercen por adelantar y forzar el proceso. Muchas veces, este aprendizaje obligado se debe al hecho de que para entrar al colegio de educación infantil, los niños deben ir con las tareas hechas y sin pañal. Y con muchas más normas absurdas, como conté a principio de curso aquípañal

Sara dejó el pañal con dos años y pico. Un día le quité el pañal, lo hablamos y se hizo pis encima unas cinco veces, no lo pedía. Volví a ponerle el pañal y nos olvidamos del tema. Unos meses después, volvimos a hablarlo, lo intentamos y listo, tuvo un par de accidentes en unos días, pero cada vez que tenía ganas ella lo pedía, yo no tenía que preguntarle. Ocurrió de un modo natural, cuando ella estuvo preparada.

Con el pañal nocturno no ha sido así. Hay niños que controlan esfínteres por la noche casi a la vez que por el día. ¡Perfecto! Están preparados para ellos. Y otro no lo hacen. Lo que es absurdo es obligar a los niños a no hacerse pis por la noche cuando no están preparados para ello.

Si buscas por la red seguro que encuentras muchos consejos sobre cómo quitar el pañal de la noche. Uno de ellos es que beban poco o ningún líquido antes de dormir, vale, tiene su lógica, yo también limito mi consumo de líquidos para no tener que levantarme por la noche. Y otro es que hagan pis antes de acostarse, como hacemos todos, creo yo. Pero de ahí a decirnos que despertemos al niño en mitad de la noche para llevarlo al baño…eso es una especie de maltrato, para el niño que al que despiertas y para los padres que tienen que estar pendientes de llevarlo. Hay que respetar el sueño nocturno, ¿qué absurdez es esa de despertar al niño una, dos o incluso tres veces por la noche para llevarle a hacer pis y evitar que se moje durante el descanso? Si se hace pis por la noche, no está preparado para dejar el pañal, ya lo hará.

Por las noches, Sara bebe poco y hace pis antes de dormir. Aun así, hay mañanas que se despierta con el pañal seco y otras que lo hace con el pañal empapado. Más o menos al 50%. No está preparada para aguantar toda la noche. Yo no le doy ninguna importancia. Su pediatra en la revisión de los cuatro años no le dio ninguna importancia, entonces ¿por qué parece que le importa al resto de la gente?

Algunos miembros de la familia ya me han dado charlas y consejos sobre el tema de vez en cuando. Vamos a ver, ¿qué les importa al resto si Sara usa o no usa pañal por la noche? ¿Los compran ellos? ¿La lavan ellos por la mañana? No, pues listo. Lo más gracioso es cuando me dicen que la culpa de que Sara se haga pis por la noche es mía, debería dejarla sin pañal mojada, y así aprendería. ¡Toma ya educación respetuosa!

El problema ha llegado de la mano del colegio. Parece ser que salió el tema en clase. Y la profesora consideró oportuno decirles a algunos niños que el pañal era de bebés y que no podían usarlo. Durante unos días Sara ha venido hablando de eso, diciéndome que no le pusiera pañal. Obviamente, le he explicado que se lo tengo que poner porque si se hace pipí va a estar mojada. Hasta que parece ser que han vuelto a sacar el tema en clase y una mañana al despertar, me preguntó si se había hecho pis. Le dije que sí y se puso a llorar, porque eso era de bebés, que ella era mayor… ¡Mi cabreo fue mayúsculo! Le quité importancia al asunto, le expliqué que usar pañal por la noche no significaba que fuese pequeña, que ella es mayor e inteligente y sabe hacer muchas cosas, es una niña maravillosa y yo la quiero mucho, use pañal o no. Estoy intentando tener una reunión con la profesora para hablar del tema.

¿Usar pañal por la noche impide el correcto funcionamiento de una clase de 3 años? ¿Qué mi hija se haga pis por la noche le impide relacionarse con el resto de sus compañeros? Un tema tan absurdo no debería sacarse en clase, y  menos tratar a los niños como “bebés” o “niños pequeños”, propiciando que el resto de la clase entre en el juego de tratar a los niños de forma diferente en función de sus capacidades.

Hasta los 5 años se considera normal que los niños no controlen esfínteres por la noche. Como en todo proceso evolutivo, unos niños los harán mucho antes y otros mucho después. Si el niño se despierta con el pañal mojado por las mañanas, es absurdo intentar quitarle el pañal y forzarle a algo que no está preparado, respeto por el niño y por sus tiempos.

 

Tu hija tiene mamitis

“¡Esta niña tiene mamitis!” o “eso es porque está enmadrada” son algunos de los comentarios que escuchamos las madres con mayor frecuencia. Ya sabemos que en esto de la crianza todo el mundo puede opinar y soltar perlas de este tipo por la boca. Y esos comentarios a veces duelen, sobre todo cuando vienen de círculos cercanos.

Desde el momento del nacimiento, los bebés necesitan estar con sus madres, crear un fuerte vínculo con ellas. Los primeros meses, la madre es lo más importante para el bebé. Con el tiempo, este círculo de apego seguro se va ampliando y los bebés comienzan a querer estar con otras personas. Pero por lo general, su madre sigue siendo su principal punto de referencia.

Los primeros meses de Sara, no quería que nadie la cogiera. Si alguien me la quitaba de los brazos, ella se ponía a llorar y ya llegaba la consabida frase: “¡qué mamitis tiene esta niña!” a lo que yo siempre respondía “¡menos mal que le ha dado por querer estar conmigo y no con el cartero o con la vecina!”

En realidad, la mamitis no existe. Lo que sucede es que los niños, que son muy pequeños y no saben gestionar sus emociones, se angustian cuando se separan de sus madres y lo expresan llorando. Es un proceso normal y natural del desarrollo evolutivo de los niños.

Imagen de Pixabay

Imagen de Pixabay

En estos 4 años, hemos pasado muchos momentos de angustia por separación. La peor época fue cuando empezó la guardería y se quedaba llorando. Claro, la culpa era de la teta…si no tomase teta, seguro que no lloraba.  ¿Me vas a decir que los bebés alimentados con leche de fórmula no lloran al inicio de la guardería? Pues como en todos los casos, no se puede generalizar. Unos niños se angustian más que otros por la separación de sus madres, da lo mismo que tomen teta, biberón o chuletones.

El año pasado, cuando cambié de trabajo y empecé a trabajar algunas noches, volvimos a pasar por un periodo angustioso. Tenía que dejar a Sara a dormir en casa de los abuelos. Imagina el panorama, siempre hemos dormido las dos juntas y de pronto, no sólo tiene que dormir en otra casa y en otra cama, sino que lo tiene que hacer sin mí. Esto ha generado algunos pequeños conflictos, sobre todo con mi padre, que lejos de entender que la niña estaba angustiada y asustada por tener que separarse de mí, decidió que la niña tenía mamitis y que la culpa era mía por haberla dejado dormir conmigo.

Ahora de nuevo pasamos por un periodo en el que mi hija necesita más de mi presencia y mi contacto. Desde que volvimos de las vacaciones de Semana Santa, no quiere ir al colegio ni a las clases de baile. Llora amargamente porque no quiere quedarse sola y que me vaya. Y también llora cuando se queda en casa de los abuelos. Sé de sobra que en el colegio lo pasa de maravilla, es más, si la lleva el abuelo, se queda feliz y contenta. Pero cuando está conmigo, no quiere que nos separemos. No tiene mamitis. Ella no entiende que tengamos que separarnos y sufre. Yo me agacho a su altura, la abrazo, hablo con ella calmadamente y le cuento todo lo que vamos a hacer juntas cuando la recoja del colegio o cuando vuelva del trabajo.

Es importante dejar que nuestros hijos se expresen, aunque sea llorando. Debemos estar ahí para calmarlos, para darles seguridad, para que sientan que pueden contar con nosotros. De esa forma se sentirán seguros.

Nuestros hijos no tienen mamitis. Eso no existe. Lo que tienen es necesidad de amor, de cariño, de seguridad. Son etapas normales en el desarrollo de cada niño. Todos los niños, en mayor o menor medida sufren esta angustia y nosotros debemos estar ahí para apoyarles, para darles nuestro amor. No debemos castigar ni penalizar estos comportamientos.  Tratar a nuestros hijos con amor y cariño les hará crecer felices y con una alta autoestima.

Educación infantil o cómo obligar a nuestros hijos a crecer

Pues sí, ya llegó la etapa de escolarización de Sara. Ya está en el cole de los mayores. Ella está feliz, pues como todos los niños, la sensación de crecer y hacerse mayores es todo un logro para ellos. Aunque yo le sigo diciendo que no quiero que corra tanto y que se quede pequeña, no me hace caso.

En España la escolarización no es obligatoria hasta los 6 años. La educación infantil comprende de los 3 a los 6 años, tres cursos que “no son obligatorios”, pero que es como si lo fueran, pues es cuando los colegios ofrecen todas las plazas. Intentar escolarizar a los niños cuando tienen 6 años, en 1º de primaria, es misión casi imposible si quieres llevarlo a un colegio determinado. No lo dejarán en la calle, pero no habrá plazas para ningún colegio aceptable y la comisión de escolarización lo mandará al que no quiera nadie y tenga plazas disponibles. Vamos, que con 3 años los niños tienen que empezar el cole de mayores, nos guste o no.

Y empezar el cole implica enfrentarse a muchos cambios, a muchos de los cuales no están preparados.

Siempre he abogado por el respeto a los niños. Y sobre todo, por el respeto a sus tiempos y a sus necesidades. Cada niño debe llevar su propio proceso madurativo. Hay niños que andan antes y otros andan después, pero todos acaban haciéndolo. Lo mismo pasa con sentarse, dormir solos o dejar la teta, antes o después, si les dejamos, todos lo harán.

¿Qué pasa entonces con el colegio, que está lleno de normas? Pues que obligamos a nuestros hijos a hacer cosas para las que puede que no estén preparados.

Una de las primeras cosas es dejar el pañal. Los niños dejan el pañal entre los 2 y los 3 años. Los que lo hacen antes no es por proceso madurativo, es porque los padres les han “obligado” y les han condicionado para que lo haga. Lo ideal es respetar sus tiempos, no forzarles y esperar a que estén preparados. Quitarles el pañal cuando aún no ha llegado su momento implica muchos accidentes, muchas horas de niños sentados en el orinal sin necesidad, muchas lavadoras, mucho tiempo preguntado “¿quieres hacer pis?” e incluso en algunos niños, implica pánico al momento y estreñimiento forzoso. Las prisas por obligar a nuestros hijos a dejar el pañal no son buenas. Hay que esperar a que estén preparados para ello, de esa manera resulta mucho más fácil para todos y nada traumático. Pero claro, para entrar en el cole de mayores, los niños tienen que tener control de esfínteres. Todos. Da lo mismo si es un niño nacido en enero que si es uno nacido en Diciembre. Da igual si cuando entran al cole tienen 3 años y mucho o si tienen 2 años y pico.

Y no todo queda en el pañal. Entrar al colegio de mayores está lleno de normas. Me dieron esta hoja para rellenar y devolver con los logros de Sara. Me chocaron bastante algunas de las preguntas.normas absurdas para el colegio

¿Qué importa si va andando a los sitios o no? Pues aunque yo no le veo lógica, parece que para ir al cole de mayores es muy importante. ¡A una mamá le dijeron que el niño tenía que ir andando al colegio, que no le podía llevar en la silla de paseo! Vale que no pueda dejar la silla en el patio  ¿pero qué importancia tiene si llega al coche andando o en silla? ¿Y si va en coche? A otra mamá, en una entrevista personal, le preguntaron si aún tomaba biberón. Al decirle que su hijo tomaba biberón para desayunar, le dieron una charla moralista. Pero vamos a ver, lo importante es que los niños vayan desayunados al colegio, ¿tiene tanta importancia si el niño toma leche y pan tostado, teta o un biberón de cereales? ¿Acaso son diferentes por lo que hayan desayunado en casa? Vale que en clase a media mañana no se lleven un biberón, pero lo que haga cada uno en su casa da lo mismo. Vamos, que si me llegan a preguntar a mí y les digo que Sara toma teta, nos expulsan del colegio. Y así un montón de cosas, que creo que no tienen que ver con la educación y la enseñanza. A esta misma mamá le dijeron que tenía que quitarle el pañal de la noche ya. Joder jolines, ¡como si por dormir con pañal fuese a tener un problema para relacionarse en clase! Antes o después, los niños dejan el pañal, el chupete, el biberón y la teta y hasta dejan de pedir brazos. ¿Por qué nos empeñamos, o más bien se empeñan, en hacer que esas cosas ocurran tan pronto?

Nos dieron un librito informativo en mi colegio sobre la incorporación del niño a la etapa de educación infantil.  Ya veo que en todos los colegios se rigen por las mismas tonterías. Leo perlas como estas: “niños caprichosos que quieren imponer sus deseos” Vaya, poniendo etiquetas a los niños desde el principio; “algunos niños todavía van en carrito a la escuela” si van en coche no hay problema; “continúan usando chupete y biberón en casa” que digo yo que lo que haga en mi casa será cosa nuestra; “hay niños que no tienen adquiridas unas rutinas básicas de alimentación, sueño…” Mi hija no va al colegio a comer (hay niños que se quedan en el comedor y ya “aprenderán” a comer lo que allí les pongan) ni mi hija va al colegio a dormir. Si se duerme cada noche con mi teta y compartimos cama, ¿qué mal hace en el colegio? “debe dormir sin problema, si llama la atención, ignorarle para que no se repita; tres días de firmeza…”  Bueno, con el tema del sueño y de dormir me suelen tocar mucho las narices. Qué manía con que los niños deben dormir solos, y tenemos que “enseñarles” y ser duros y firmes. ¿Acaso a los adultos no nos gusta dormir acompañados? Mi hija ya dormirá sola cuando se sienta preparada. Y ya no os cuento las orientaciones para un programa de entrenamiento en el control de esfínteres porque parece que los niños estén en el ejército.

Los padres tenemos una importante labor en la educación de nuestros hijos, una labor conjunta con la escuela, somos su pilar fundamental.  Tenemos que educarles en valores, en respeto, en educación, tenemos que poner normas. Van a compartir el aula con más niños y una profesora que se enseñará mediante el juego la mayor parte de la mañana. Soy la primera en defender eso. Pero las cosas que no influyen para el comportamiento en el colegio ni para el desarrollo del niño, deberían quedar en cada casa, en manos de cada familia. No intentar forzar a los niños a hacer cosas para las que muchos no están preparados.

Despropósito en el Taller de Sueño de Carrefour

Siguiendo con el artículo que publiqué el sábado y que se puede leer en este enlace, y para terminar de estropear mi relación con Carrefour, para la presentación habían preparado un taller de sueño.

Tenía ganas de escuchar lo que nos iban a contar, pues muchos padres se quejan de que sus hijos no duermen bien, a pesar de tener un patrón de sueño normal en los bebés. Por eso, me apetecía escuchar datos algo más científicos.

El taller estaba dirigido por el  Doctor García- Borreguero, especialista y presidente de la Sociedad Española del Sueño y contaba también con Yolanda de la Llave, madre y psicóloga especialista en sueño. Los dos trabajan juntos en el Instituto de Investigaciones del Sueño, qué casualidad.

La charla empezó siendo bastante interesante, pues nos explicaron que hasta los 6 meses más o menos, los bebés no distinguen el día de la noche, hacen ciclos cortos de sueño y por eso despiertan varias veces y que su patrón de sueño es fundamentalmente REM así que me parecía bastante respetuoso.

Hablaron sobre las sociedades donde el sueño no es un factor sobre el que influyan los padres, en sociedades donde es normal el colecho, donde toda la familia duerme junta, donde amamantan, donde portean a los bebés e incluso los llevan a trabajar a los campos, en esas sociedades donde nadie cree que existan problemas de sueño, estos no existen, los niños siguen un patrón normal del desarrollo del sueño y sobre los 3 años adquieren el sueño más maduro de los adultos, es decir, si no interferimos, duermen igual de bien cuando les corresponde. Eso me gustó un montón, respeto por el ritmo de los bebés.

Pero de pronto el taller tomó un cariz completamente diferente. Resultó que en nuestra sociedad sí influimos en el sueño de los bebés, les dormimos en brazos, o con un chupete, o cantándoles o con la teta…creamos rutinas que los bebes asocian para dormirse y luego no saben dormir sin ellas (claro, en África los bebés no sabrán dormirse si su madre no está cerca dándole la teta, pues esa será la rutina que han aprendido, con la diferencia de que nadie se extraña).

Pero en nuestra sociedad, eso no está bien y hay que «enseñarles» a dormir. Y entonces el respeto por el sueño de los bebés cesó y la psicóloga se declaró totalmente partidaria de los métodos conductistas, tipo Ferber/Estivill, para enseñar a los niños a dormir, diciendo que no pasaba nada por dejarles llorando unas noches, que eso no iba a crear un trauma en ellos… ¡Soltó perlas como que había que destetarles en algún momento, pues no iban a estar mamando hasta los 18 años! Pues discúlpeme señora psicóloga experta en sueño, pero no experta en lactancia, la edad media de destete está en torno a los 4 años y medio. En esas sociedades donde dormir es un acto natural y nadie se preocupa, resulta que la lactancia también es algo natural y los bebés se destetan solos, nadie les obliga a dejar de mamar, y casualmente, el destete se produce de forma natural entre los 2 y los 7 años, vamos, que ningún adolescente de 18 años sigue pegado a la teta de su madre por no haberle destetado a tiempo.

Ni que decir tiene que a partir de ese momento, la tensión de la sala cortaba el ambiente, muchas madres opinamos de forma distinta, y ante todo, deberíamos respetar la forma de hacerlo de cada una. Luego la psicóloga se desdecía y hablaba de respeto y de otras opciones, pero ya había soltado la perla, recomendando métodos conductistas y libros de los que no tomé nota.

Eso no era un taller de sueño, eso fue un taller sobre cómo los niños tienen problemas de sueño y tienen que aprender a dormirse, bien podrían haberle cambiado el nombre y no haberme hecho perder el tiempo.

dormir

Cuando tomé la palabra, fue para decir que aunque un niño adquiera una rutina para dormirse, no tiene por qué ser algo malo, y que si no nos gusta, la podemos cambiar con cariño y paciencia, no dejándoles llorar. Por ejemplo, cuando nació Sara se quedaba dormida mamando en mis brazos, luego durante una época tuve que pasearla arriba y abajo por el pasillo con la bandolera para que se durmiera. Cuando esa rutina llegó a cansarme, con paciencia y sin llorar conseguí que se quedara dormida tumbada en la cama mientras mamaba…y así pasamos por varias fases. Ahora, a punto de cumplir 3 años, mama un rato antes de dormirse y luego simplemente, se tumba encima de mí para mantener el contacto y se duerme. La dejo en su cama y duerme casi todas las noches del tirón. Alguna noche se despierta y se pasa a mi cama a abrazarme y seguir durmiendo, algunas noches me pide agua (cosa que la psicóloga decía que no podíamos permitir, que pedir agua de noche es para tomarnos el pelo, como si ella nunca hubiese tenido sed durmiendo) y algunas noches está más nerviosa y se despierta varias veces. Pero no me preocupa en absoluto porque he observado cómo ha ido evolucionando su forma de dormir de manera natural. Y de la misma forma que sé que se destetará cuando esté preparada, también sé que dormirá sola en su cama cuando esté preparada.dormir2

Vamos, un despropósito Carrefour y su taller de sueño. Me dejó mal sabor de boca. Lo único positivo del evento fue poder estar con otras mamás blogueras a las que aprecio y conocer el Bar Galleta, un sitio precioso y decorado con mucho gusto, donde poder merendar una tarde entre amigas.dormir3

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