No hay mejor lugar que los brazos de mamá

Hoy vengo en modo desahogo.

De verdad que siempre he pensado eso de todo el mundo es bueno, vamos, que creía en la bondad de la gente por encima de todas las cosas. La lástima es que creces y te das cuenta que eso no es verdad. Que el mundo hay mucha gente mala. Están los malos malísimos, esos que cada día inundan nuestras televisiones con maldades escalofriantes. Y luego están los malos de andar por casa, esos con los que puedes convivir sin pensar que tienen un corazón podrido y de piedra, hasta que un día, más bien antes que después, desenmascaras.

Esas personas no hacen grandes maldades, hacen cosas pequeñas que te duelen de verdad, pues ves su falta de comprensión, su falta de empatía. Me pregunto si a esas personas siempre les han ido tan bien las cosas en la vida que son incapaces de ponerse en la piel del otro por un momento, de entender su sufrimiento.

Yo nunca he sido así. No estoy diciendo que sea la más buena del mundo, que sea una santa y vayan a beatificarme cuando ya no esté. No. Por desgracia, también tengo mis cosas malas, aunque juro que cada día procuro cambiarlas. A veces no puedo más con mis hijos y les chillo como una loca, pero estoy en el intento de dejar de hacerlo. A veces grito en el coche a un conductor que ha hecho alguna maniobra que me ha puesto en peligro. Y seguro que a veces he hecho daño a alguna persona sin querer. Pero tengo clarísimo que hago mucho más bien que mal.

Yo sí soy empática. Yo sí ayudo a las personas. Yo sí soy capaz de sufrir con los demás e intentar aportar mi granito de arena. Y por suerte, veo que mis hijos aprenden esas cosas de mí. Cuando nos mudamos al piso nuevo, Lucas acababa de cumplir 10 años, me comentó una vecina lo que le gustaba mi hijo, pues siempre que la veía le sujetaba la puerta para dejarla pasar. Aunque no todo el mundo es igual, pues yo he llegado muchas veces a la urbanización cargada de compra y con la niña y algún vecino me ha cerrado directamente la puerta en las narices… Un día, mientras cruzábamos por un paso de cebra, iba delante de nosotros una madre con sus dos hijos. El mayor, de unos 10 años, arrastraba una pesada mochila de ruedas del colegio. Al llegar al bordillo de la otra acera, se tropezó y se cayó y la mochila salió volando. La madre empezó a regañarle por torpe y yo lo primero que hice fue ayudarle a levantarse y preguntarle si se encontraba bien, mientras Lucas recogía las cosas que se le habían caído al suelo. Al final Sara me preguntó porqué había levantado al niño del suelo y le expliqué que tenemos que ayudar a las personas que nos necesitan, si se caen, les ayudamos a levantarse. Son solo pequeños ejemplos que mis hijos ven y van interiorizando.

Pero ahora voy a las personas malas, a esas sobre las que hoy quiero desahogarme. Me pasan por la cabeza tantas historias, que no podría contarlas todas. Como aquella vez que estaba embarazada de Lucas e iba en el metro a trabajar, mi primer trimestre, mareada y con hiperémesis. Antes de llegar a mi parada empezó a darme una bajada de tensión del calor y sentía que me iba a caer, pero el vagón iba lleno hasta los topes. Así que en la siguiente parada me bajé corriendo, me senté en un banco antes de perder el conocimiento y vomité. ¿Y sabéis qué? Pues que no pasó nada, mejor dicho, no pasó nadie, nadie se acercó a ver que me pasaba, si me encontraba bien, allí estaba yo sentada en un banco del andén, con la cabeza entre las piernas para recuperar la tensión, los ojos cerrados y vomitada y nadie se preocupó de mi ni un solo instante, el andén se iba llenando pero justo a mi alrededor no se paró nadie. En esos momentos, las cosas te duelen, pero hoy en día, las cosas me duelen aún más.

Esto que os cuento ahora ya lo conté hace algo más de 1 año. Las dos semanas que Jose estuvo en la UVI yo las viví en un estado de ansiedad constante. Una de las mañanas que volvía en el autobús de verle, pues no me veía con fuerza para conducir, empecé a hiperventilar, a agobiarme, casi no podía respirar y por supuesto, no podía de dejar de llorar. Tenía una crisis de ansiedad sentada en un autobús rodeada de personas y tampoco nadie se acercó a prestarme su apoyo. NADIE. Vieron a una desconocida llorando en un autobús, haciendo ruidos respiratorios raros y no se les ocurrió preguntar ni ofrecer ayuda. ¿Es eso justo y normal? ¿De verdad que los seres humanos somos buenos por naturaleza?

A partir de ese momento, me he encontrado varias personas para colgar en la categoría de MALAS, sí, aunque suene así de fuerte, conmigo se han portado mal y me han hecho daño. Y eso sobre las que quiero desahogarme ahora. Lástima que no tenga nombres para ponerles una quejar.angustia

A los pocos días de fallecer Jose, fui al INSS de Móstoles, a llevar los papeles para solicitar la pensión de orfandad de Sara y mi pensión de viudedad. Si alguien se ha visto en la misma situación que yo, os diré que los papeles que hay que presentar son muchísimos, por lo menos en el caso de ser pareja de hecho. Muchos originales y copias de todos los documentos que se os puedan ocurrir. Me costó varios días recopilarlos todos y el día de la cita, allí estaba yo, con una carpeta llena hasta los topes y el corazón destrozado. Dentro de la oficina del INSS de Móstoles, he imagino que igual en el resto de España, hay un montón de personas trabajando pero no todas atienden las mismas cosas, cada uno está especializado en lo suyo. Así que lógicamente, la individua que me atendió a mí, que no tiene otro nombre, es una de las encargadas del tema de las pensiones. Si partimos de la base que cuando alguien va a que le atiendan por un tema de pensión, irá en un estado emocional bastante delicado, lo lógico es que las personas que te atiendan en esos casos tengan total empatía. Pero no. La señora en cuestión fue la persona más borde y antipática que debería haber en la oficina. Lástima no haberle pedido el nombre para ponerle una reclamación. Me senté en su mesa y sin un hola, me dijo que le diera los papeles. Yo, cargada con mi carpeta, le puse todo en la mesa, pero ella empezó a decirme de muy mala maneras que se los fuera dando en orden. Evidentemente, no sabía cuál era el orden, así que se lo dije y empezó a gritarme, que si íbamos allí de malos modos, que si me creía que ella estaba allí para servirme…en fin, no recuerdo que más dijo porque me puse malísima. De nuevo tuve una crisis de ansiedad, no podía respirar, lloraba desconsoladamente, intentaba controlarme pero era incapaz, estaba destrozada por la muerte de Jose y en vez de toparme con alguien que me ayudase, me encuentro con esa señora antipática, incapaz de ponerse en mi lugar y de imaginar el dolor que estaba pasando y que tenía la osadía de hablarme de muy malas formas. Y de nuevo, me encontré que nadie, absolutamente nadie en todo el INSS se acercó a consolarme, a tomarme de la mano, a ofrecerme un pañuelo, a darme un apretón o una caricia o una palabra amable. NADIE. Allí estaba yo sola, con mi agobio, ahogándome y tratando de calmarme para terminar con aquello cuanto antes. Cuando conseguí tranquilizarme más o menos, la señora aquella seguía allí sentada, sin mover un músculo. Simplemente suavizó un poco su tono de voz, y ya fue pidiéndome los papeles en el orden que debía entregarlos.

Me he encontrado varios casos de estos, de personas que han tenido que atenderme por algún motivo relacionado con la muerte de Jose y no han sido nada empáticos. A ver, yo soy enfermera y lidio con enfermedades incurables y con fallecimientos casi a diario. Con el tiempo terminas poniéndote una coraza para que todas esas cosas no te afecten, no puedes traerte a casa todos los malos momentos. Pero que no deje que me afecten no significa que sea una persona fría y distante. Cada vez que pasa algo malo, siempre estoy ahí por si el familiar necesita algo, tengo palabras dulces y amables, incluso abrazo a quien lo necesita. Por eso no entiendo cómo he podido encontrarme gente tan mala en este último año.

Pues aunque ya han pasado 15 meses desde que Jose falleció, el tiempo ha calmado un poco el dolor, pero las cosas siguen doliendo. Y si tienen que ver con él, todavía más.

La semana pasada fui a hacienda a llevar su declaración de la renta. El año pasado ya me tocó hacerla y tener varios problemas a la hora de que me devolviesen lo que le correspondía, problemas con los que no os voy a aburrir ahora. El caso es que este año, para ahorrarme esos problemas, decidí llevarla en persona a la oficina, en vez de presentarla por banco. Y de nuevo, me toca la individua que tiene que haber en todas las oficinas que trabajan de cara al público, siempre tiene que haber un garbanzo negro y me toca a mí. Después de una hora de retraso, voy a la mesa que me corresponde y la señora me dice que llevo la declaración sin firmar. Le digo que es de mi difunto marido, que evidentemente no puede firmarla. Me dice de muy malas manera que entonces la firme yo, que soy su mujer. Le digo que no estábamos casados y que la heredera es mi hija. Entonces, de peores maneras todavía, me dice que la niña no puede firmar, ¡ojito que lista es la tía, que con sólo mirar a Sara de un vistazo se ha dado cuenta que no es capaz de escribir su nombre! Aquí empieza una conversación de besugos, con una señora que no sabe hacer su trabajo y tiene la desfachatez de decirme que si ya presenté la declaración el año anterior, ya sabré lo que tengo que hacer. Le digo que la que debería saberlo es ella, pues es su trabajo pero me dice que es la primera vez que se encuentra con un caso como este. ¡Venga ya, no me lo creo! Y de nuevo, en vez de mostrar un poco de empatía con la desconsolada viuda y la huérfana, se pone a gritarme que me vaya a una mesa aparte a firmar de la manera que me parezca más conveniente, que le estoy formando cola y tiene que seguir atendiendo gente. Ni que decir tiene que me dio otra crisis de ansiedad. Algo que no sabía lo que era, desde que Jose se puso enfermo es bastante común en mi día a día. Me bloqueo, me pongo nerviosa, intento contenerme pero me pongo más nerviosa aún y termino llorando a mares, hipando e hiperventilando. Por suerte sí que quedan personas bondadosas en el mundo, que se ocuparon de distraer a mi hija mientras ella estaba preocupada porque su madre lloraba y me dieron un pañuelo y me cedieron una silla para que pudiera tranquilizarme un poco. Cuando conseguí serenarme y firmar los papeles como tutora de mi hija, la señora antipática, al ver que me acercaba a su mesa, se puso la mano en la barriga y me dijo que se encontraba mal y se fue al baño corriendo, para no atenderme. Imagino que se le caería la cara de vergüenza de lo que me había hecho pasar.

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No consigo comprenderlo, no consigo entender cómo la gente puede ir por el mundo con la cara bien alta y ser incapaz de ayudar al prójimo, cómo podemos vivir en una sociedad donde cada uno mira para su propio ombligo, sin importarle lo que le ocurra al de al lado. Cómo gente que trata cada día con personas con grandes problemas personales es incapaz de mostrar algo de empatía, una palabra amable, una sonrisa, un simple gesto para ayudar a mitigar un poco el dolor.

 

¡Ay que calor! Estaba deseando que llegase el verano, por aquello de que los niños no tienen cole, los días son mucho más largos, te apetece pasarte el día en la calle…pero también te apetece pasarte el día en remojo, porque tela.

El Parque Warner Madrid, por segundo año, ha abierto las puertas de Warner Beach, una zona acuática situada detrás de la zona de los súper héroes. Un lugar para refrescarnos y pasar un rato divertido, antes de seguir disfrutando de las atracciones y actuaciones que nos ofrece el Parque Warner.

Lo primero que debéis saber, es que para entrar a Parque Warner Beach hay que comprar una entrada a parte. No va incluido en el precio de la entrada general. Este es el punto más negativo que le veo, que teniendo en cuenta que entrar al Parque Warner ya supone un desembolso importante para las familias, tener que pagar más a parte para poder mojarnos es un fastidio. Aunque bueno, para una vez que vamos, tampoco vamos a escatimar en gastos, porque conocer Warner Beach merece la pena. La entrada a Warner Beach está en 6.90€.

Warner Beach está tematizado con los personajes más entrañables de la factoría Warner, como Piolín, Bugs Bunny y los Picapiedra. Cuenta con un espacio de 4000 metros cuadrados en los que encontramos 5 atracciones acuáticas. Hay 2 piscinas de olas, una para adultos y otra más pequeña y suave para los peques de la casa. Lo que más me gustó de las playas de olas, es que ¡¡tienen varias zonas con arena de playa!! #aquísihayplaya

Cuenta con  un río loco que recorremos en flotadores individuales o de dos personas, para pasar un rato divertido. A Sara le encantó compartir flotador conmigo y dejarnos llevar por la corriente. Eso sí, no entres con nada en el agua porque puedes perder las cosas (ahora os lo cuento).warner beach

Hay dos zonas acuáticas con toboganes y distintos juegos, situadas una al lado de la otra, donde podemos pasar un rato agradable en remojo. En la zona de los mayores hay varios toboganes por donde se tiraron varias veces mi hermana, Lucas y mi sobrina. Sara y yo nos quedamos en la zona de los peques, con toboganes más cortitos y aptos para su edad, en los que evidentemente, terminabas empapado hasta arriba. ¡Y lo que se agradecía con el calor que hacía el día de la inauguración!  Toda la zona de toboganes está rodeada de tumbonas y sobrillas. El lunes 22 que abrió sus puertas para el verano estaba fenomenal de gente, pero ya nos advirtieron que los fines de semana se llena. ¡Y no es para menos! Con el calor que hace estos días, se agradece un chapuzón.warner beach

Me temo que no tengo fotos propias que enseñaros de la zona acuática, sólo de la entrada, pues con tanta agua rodeándonos, preferí dejar el móvil a buen recaudo, para que no se mojase. Y mi cuñado se llevó una cámara acuática que perdimos en el río lento, con tantas vueltas que daba el flotador se le salió del bolsillo…warner beach

Warner Beach cuenta además con dos restaurantes y una tienda de recuerdos. Nosotros comimos en uno de ellos, así pudimos bañarnos antes y después de comer. Y por supuesto, tiene varias zonas de aseos, equipadas con duchas, taquillas, vestuarios, las tumbonas son de uso libre… Está decorado de forma muy chula, además de los personajes, Warner Beach imita a una auténtica playa, con torres salvavidas,

Hay aforo limitado, así que por suerte la zona no está saturada. Y lo mejor es que podemos entrar y salir cada vez que queramos, pues nos ponen un sello para poder disfrutar del resto del Parque Warner.

Recordad que siempre hay ofertas para comprar vuestras entradas. Sale bastante más barato comprar las entradas en la página web del parque, y si lo hacemos con unos días de antelación, el ahorro es más importante. Las entradas a Warner Beach y al Parque Warner las podéis conseguir desde este enlace.

Evidentemente, no podíamos ir a Warner Beach sin terminar la tarde disfrutando del Parque Warner. Si voy a Warner y no me subo en Superman: La atracción de acero,  me quedo como si no hubiese ido. Las pequeñas se lo pasaron de maravilla disfrutando de la zona infantil y los mayores aprovechamos para subirnos en alguna atracción más movidita.

Si queréis conocer más afondo todo sobre el Parque Warner, podéis leer este completo artículo que escribí hace algún tiempo y que es de los que más visitas tiene del blog.

Espero que os acerquéis a conocer Warner Beach y me contéis vuestra experiencia.

Por fin está aquí, ha llegado el calor y viene para quedarse durante una temporada. Los días son más largos, los niños ya tienen las vacaciones del cole, salimos más, nos vamos de vacaciones, todo es más divertido en verano. Es una época ideal para hacer un montón de cosas juntos.

Pero además de divertida, también es una época en la que tenemos que tener en cuenta una serie de medidas para no poner en peligro la salud de nuestros hijos, y también la nuestra propia, claro está. Cada año, desgraciadamente, escuchamos en las noticias algún caso que nos pone los pelos de punta, ahogamientos, golpes de calor… Por eso hoy, quiero hablaros de las maravillas del verano, pero también de todo lo que debemos hacer para prevenir riesgos y disfrutar por encima de todo.

EL SOL

Después de un largo invierno, estábamos deseando que llenase nuestros días. Los rayos solares son esenciales en nuestra vida, nos ayudan a producir vitamina D, la cual es fundamental para absorber el calcio y para el correcto desarrollo de los huesos. Pero además de los beneficios que tiene y de lo necesario que es, una exposición directa y/o prolongada a los rayos solares también es perjudicial. Por eso, hay que tener mucho cuidado, especialmente en niños.

A la tierra llegan rayos A (UVA) y rayos B (UVB). En términos generales, los UVA son los responsables del bronceado, pero también de las reacciones alérgicas y del envejecimiento de la piel. Los rayos UVB son los responsables de las quemaduras y del cáncer de piel. Esto es muy importante a la hora de elegir un protector solar. Lo ideal es que el protector sea de amplio espectro, es decir, cubra ambos tipos de radiación solar.

A la hora de elegir el protector, también tenemos que tener en cuenta los distintos tipos de filtros solares que existen: físicos, químicos y biológicos. Los factores físicos son de origen mineral y actúan reflejando la radiación. Los factores químicos son de origen sintético y absorben la radiación y la transforman. Los factores biológicos son de origen orgánico y actúan reflejando y absorbiendo.filtros solares

La última característica a la hora de elegir un protector solar es el Factor de Protección Solar (FPS o SPF). Este término que no todos tenemos claro qué es lo que significa. El FPS es un índice que nos indica el tiempo que podemos exponernos al sol sin riesgo de quemaduras. Cuanto más alto el FPS, mayor protección. Cada persona, según nuestro tipo de piel, tenemos un tiempo de exposición al sol sin riesgo. Así, los niños pueden estar 5 minutos expuestos al sol sin protección sin correr riesgos. Y una persona adulta de piel y cabello oscuro que nunca se quema tendría unos 30 minutos de exposición al sol de manera natural. Este tiempo natural de protección que tenemos individualmente se multiplica por el FPS de la crema solar y obtenemos el tiempo de protección. Por ejemplo, un niño con una protección natural de 5 minutos sin quemarse, si le aplicamos una crema con un FPS 30, podría exponerse al sol 150 minutos sin quemarse (5×30). Después de ese tiempo, hay que volver a aplicar el protector solar.  Esta cifra es orientativa, ya que depende de si está aplicada correctamente, de los baños que se tomen, etc. Lo mejor es renovar la crema después de cada baño. El FPS bloquea los rayos UV en un tanto %. Un FPS 30 bloquea un 93%. Un FPS 50 bloquea el 95%. Por encima del FPS50 la diferencia es únicamente del 0.7%. Todas las cremas de protección solar que indican FPS superiores al 50+ son prácticamente iguales que FPS50, es puro marketing.factor-de-protección-solar-2

Después de conocer la información básica sobre las cremas de protección solar, además hay que seguir estas recomendaciones básicas para disfrutar del sol sin riesgos.

  • Los menores de 6 meses no deben exponerse directamente al sol. Hasta esa edad no es conveniente llevarlos a playas ni piscinas en las horas de mayor incidencia solar, pues ni estando bajo una sombrilla se evitan los rayos solares. Tampoco se recomienda usar ningún tipo de protector solar hasta los 6 meses, por el riesgo de irritaciones y alergias y de ingestión del producto al llevarse las manos a la boca. Por este motivo, sólo deben salir a la calle a primera hora del día o a últimas horas de la tarde, cuando la radiación es menor y los rayos son más oblicuos. Con 15 minutos al día de exposición indirecta al sol, se cubren las necesidades diarias de vitamina D.
  • La radiación solar es acumulativa. Las quemaduras solares predisponen al cáncer de piel, especialmente en menores de 3 años. Por desgracia, el aumento de casos de melanomas en gente joven es algo que cada vez está más extendido.
  • No sólo debemos proteger a los niños y a nosotros mismos si vamos a la playa, montaña o piscina. Salir a la calle cada día es tomar el sol. Por ese motivo, la protección solar debe formar parte de nuestro día a día, aplicar protectores siempre antes de salir de casa. También es importante buscar sombras por la calle, usar sombrillas, toldos…
  • El fotoprotector ideal es de amplio espectro (UVA y UVB), fotoestable, resistente al agua, sin alcohol, perfumes, parabenos ni alérgenos, y de alta tolerancia. Importante verificar la caducidad y el tiempo de apertura del envase. Las cremas caducadas pierden su eficacia.
  • Aunque el FPS nos proteja durante bastante tiempo, es recomendable aplicarlo cada 2 horas y después de cada inmersión. Y siempre media hora antes de la exposición al sol, aplicarlo antes de salir de casa.
  • Evitar la exposición al sol en las horas centrales del día, de 12 a 17h.
  • También hay que protegerse las zonas más olvidadas: gorros para la cabeza, gafas oscuras con protección UV para los ojos, aplicar protectores labiales, y protector solar en orejas, cuello, dorso de manos y pies…
  • Utilizar ropas claras, de tejidos naturales y a ser posible, que cubran la mayor parte del cuerpo. Hay prendas adecuadas para el baño, que protegen del sol, ideales también para los más mayores que pasan mucho rato en el agua.
  • En caso de producirse una quemadura solar, se debe aumentar la ingesta de líquidos, mojar la piel con agua fría, aplicar cremas hipoalergénicas y dar antihistamínicos e incluso analgésicos si se precisan. Los antihistamínicos tópicos NO están indicados, son fotosensibles.

    Interesante charla sobre cuidado del sol gracias a Eau Thermale Avène

    Interesante charla sobre cuidados al sol gracias a Eau Thermale Avène

EL CALOR

Además del sol, el calor es algo a tener en cuenta. Cada año oímos noticias sobre algún bebé que ha muerto debido a un golpe de calor o que terminan ingresados deshidratados. Todos debemos hidratarnos correctamente, aunque niños y ancianos son la población más susceptible.

  • Ofrecer abundantes líquidos a lo largo de todo el día, más aún cuando se toma el sol.
  • En niños amamantados, lactancia a demanda.
  • Evitar golpes de calor. Nunca, bajo ninguna circunstancia, se debe dejar a un niño dentro de un coche cerrado al sol. Ni siquiera un momento. Las temperaturas que se alcanzan en un coche cerrado al sol pueden alcanzar los 67º en 15 minutos. Cada año mueren varios niños por esta causa. En este enlace os dejo las recomendaciones de la Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria.
  • Evitar las horas de mayor calor, andar por zonas sombreadas, vestir ropa fresca.

ALIMENTACION

En verano, debido al calor, nuestra sensación de hambre suele verse alterada. Hay que alimentarse de forma correcta, evitando comidas copiosas y muy calientes. Mejor hacer varias comidas pequeñas al día. Aprovechar la cantidad de fruta de verano que tenemos disponible, hacer ensaladas, comidas frías y sobre todo, aumentar la ingesta de líquidos.

AHOGAMIENTOS

Esta es otra de las noticias más trágicas que escuchamos cada verano. Pequeños descuidos que terminan con la vida de algún pequeño. El agua es muy divertida, pero no debemos olvidar que también es peligrosa. Hay que tomar unas cuantas precauciones para que el verano y jugar con el agua sea lo más divertido. El ahogamiento es la segunda causa de muerte por accidente en niños

  • Nunca dejar a un niño que no sabe nadar sin vigilancia en el agua. Si los niños no saben nadar, los padres les protegemos con flotadores, manguitos, chalecos…pero eso sólo es una protección superflua. La mejor protección para nuestros hijos somos nosotros mismos. Por mucho que floten con todas las protecciones que les ponemos, estas pueden fallar, el manguito se puede pinchar, el flotador se puede dar la vuelta… Si el bebé se pone boca abajo o se hunde y no estamos con él, puede ocurrir una catástrofe.
  • Nunca dejar a un niño que acaba de aprender a nadar sin vigilancia. Este es otro de los fallos que se cometen habitualmente. Es importante que aprendan a nadar lo antes posible, pero eso no es motivo para que nos relajemos. Los niños deben seguir vigilados continuamente. Estadísticamente y aunque resulte contradictorio, los ahogamientos son más frecuentes en los 6 meses posteriores tras aprender a nadar.
  • Piscinas y otros lugares con agua deben estar vallados y con acceso restringido cuando no estén los adultos. Muchos de los accidentes ocurren por descuido, cuando los adultos no estaban en la zona de baño y el niño se despista y se cae al agua.
  • Las piscinas hinchables para los más pequeños también conllevan un riesgo. Un bebé de pocos meses que se caiga de cabeza en sólo unos pocos centímetros de agua puede morir ahogado por no ser capaz de sacar la cabeza. Esto se hace extensible a las bañeras de casa, nunca debemos dejar a un niño desatendido en una bañera.
  • No relajarnos porque haya socorristas en las piscinas públicas o de las urbanizaciones. Los principales vigilantes somos los padres, a veces los socorristas no ven lo que está pasando hasta que es demasiado tarde. No digo que no confiemos en ellos, pero no podemos depositar en ellos la responsabilidad de nuestros hijos.
  • Síndrome de Casi Ahogamiento. También muy frecuente cada verano. El niño sufre la inmersión en el agua durante un periodo corto de tiempo y se consigue reanimar o no llega a perder el conocimiento, pero sí ha respirado agua. En estos casos, siempre hay que acudir a un servicio de urgencias, pues el agua que ha entrado en sus pulmones puede poner en riesgo su vida horas después.
  • Sería interesante que todos los padres supieran Reanimación Cardiopulmonar Básica (RCP). Los datos que mejoran la supervivencia tras un ahogamiento son el rescate temprano del agua y la realización inmediata de un correcto soporte vital, RCP, hasta la llegada de los servicios de emergencia.
  • Lo más importante es la prevención, incidiendo en una correcta educación de los niños sobre los riesgos del agua, la supervisión continua de los adultos y el vallado de las piscinas.

    Imagen de Pixabay

    Imagen de Pixabay

OTROS RIESGOS EVITABLES

Para seguir disfrutando del verano, del calor, de playas y piscinas, hay que tener en cuenta otros riesgos que se pueden prevenir.

  • Accidentes en las piscinas – Importante la educación de los menores sobre los riesgos de correr en el borde de la piscina, saltar al agua haciendo “acrobacias”, trampolines, bordillos. La vigilancia de los menores siempre presente.
  • Picaduras de peces – En verano son muy frecuentes las picaduras de insectos y peces. En las playas, debemos evitar bañarnos en caso de avistamiento de medusas, pues son muy urticariantes. Si nos roza una medusa, hay que lavar la zona con agua salada, intentar retirar los restos si los hubiera (nunca cogiéndolos con las manos) y acudir al puesto de socorro de la playa por si se necesita tratamiento. En ocasiones también hay peces araña que se ocultan semienterrados en la orilla bajo la arena. Poseen una aleta dorsal venenosa que al pisarlas producen un intenso dolor así como otras reacciones al veneno. Si tenemos la mala suerte de pisar uno, hay que aplicar agua caliente durante bastante tiempo, sumergiendo el pie o aplicando compresas de agua caliente. Y acudir a un centro médico a recibir el tratamiento adecuado. Andar con calzado de agua evita pisar este tipo de peces.
  • Picaduras de insectos – los mosquitos y otros insectos campan a sus anchas en verano. Lo importante es la prevención con medidas físicas, tipo mosquiteras y con enchufes nocturnos. Los repelentes de insectos en spray contienen muchos químicos que pueden irritar la piel de los más pequeños. En caso de picaduras importantes y con mucho componente inflamatorio, se puede dar un antihistamínico. Mención aparte son las picaduras de avispas y abejas. Las personas alérgicas deben evitar vestir con colores llamativos, evitar zonas de agua acumulada donde se suelen acercar estos insectos y llevar siempre la medicación de urgencia pautada, como adrenalina y corticoides.
  • Hidrocución – o mal llamado corte de digestión, se produce por una diferencia brusca en la temperatura corporal. El ejercicio físico intenso, la exposición prolongada al sol o las comidas muy copiosas hacen que aumente nuestra temperatura corporal. Si se entra en contacto de forma brusca con el agua fría, se produce un síncope por hidrocución, que puede detener la respiración y producir una Parada Cardiorrespiratoria. Para evitarlo, el contacto con el agua debe ser de forma progresiva, para que el cuerpo se adapte al cambio de temperatura.

Gracias a María Jesus Pascual, @chusifer,  pediatra del Hospital Nisa Pardo de Aravaca por su instructiva y amena charla y a Avéne por todo lo que aprendí con ellos el otro día.

Hace ya algún tiempo os comenté lo contenta que estaba de haber descubierto las copas menstruales. Para mí tienen muchas ventajas, como más horas de libertad, comodidad y sobre todo, ahorro económico y cuidado de mi salud.

Las copas menstruales no dejan residuos en nuestro interior, como lo hacen los tampones, o en el exterior, como las compresas. No absorben el flujo menstrual, sino que lo recogen, con lo que se evita el Síndrome de Shock Tóxico. A la larga suponen un increíble ahorro de dinero. Y cuidan el medio ambiente, al no producir residuos orgánicos. Todas las ventajas más detalladas las podéis leer en este artículo que escribí hace varios meses.

Durante todo este tiempo, sólo he usado una marca de copa menstrual, Naturcup. Y desde luego que todo han sido ventajas. Pero he decidido probar algunas más, pues como en todas las cosas en las que hay variedad para elegir, seguro que hay opciones mejores, y también peores, claro.

Os quiero hablar de LadyCup. Lo primero que me llamó la atención fue la variedad de colores. Sí, ya sé que las copas van dentro de la vagina y no se lucen, pero es que en cuanto vi tanta variedad, sentí la necesidad de tener una. Hasta las bolsitas para guardarlas son monísimas. Mirad la mía, es preciosa, en color fresa.Ladycup

La copa está realiza en silicona médica. A diferencia de la otra marca que tengo, esta copa es mucho más lisa por la parte interna, lo que facilita su limpieza. Al tener marcas internas, es más fácil que se quede algún resto. Con la LadyCup, la limpieza me ha resultado más sencilla. Puede usarse sin problemas por mujeres con alergia al látex o con dermatitis causada por las compresas, pues la silicona no produce problemas.Ladycup2

Con un correcto cuidado, la copa nos puede durar ¡¡hasta 15 años!! Imaginad la cantidad de dinero que vamos a ahorrar en compresas y tampones. El precio de la copa menstrual es de 25€.

El borde superior es menos pronunciado y más suave. Esto me ha resultado más cómodo a la hora de la extracción. Con la otra marca, al sacar la copa me molestaba un poco, aunque lo solucionaba sacándola de lado. La LadyCup permite una extracción más suave.

El palito de extracción es un poco largo para mi gusto. La verdad es que tampoco lo uso, pues me resulta más cómodo pellizcar la base de la copa para sacarla. Pero la longitud del palito tampoco es un problema, pues se puede cortar a la largura deseada, siempre teniendo cuidado de no dañar la base de la copa.

También las primeras veces se me escurría un poco al sacarla. La silicona es tan suave que al pellizcar la base para sacarla se me escurría. Pero con unos cuantos usos, le he pillado el truquillo, cojo el pellizco un poco más arriba y sin problema (no me apaño a extraerla con el palito).

Después de usarla y esterilizarla, el color sigue siendo igual de bonito. La otra marca que usaba es de silicona transparente, pero con el uso ha ido adquiriendo un color amarillento, que aunque no tiene ningún problema, da un poco la sensación de estar sucia.Ladycup3

LadyCup se presenta en dos tallas: S (small o pequeña) para mujeres menores de 25 años o que no han tenido partos vaginales y L (large o grande) para mujeres mayores de 25 o con partos vaginales.

La copa menstrual LadyCup viene con su libro de instrucciones, donde nos explican los cuidados que debemos tener con ella. Hay que esterilizarla antes del primer uso, después de cada periodo menstrual, lavarla después de vaciarla y antes de la inserción y manipularla con las manos limpias. Y también indican la forma de colocación.

Este año he tenido la posibilidad de usar la copa menstrual en dos nuevas ocasiones. Hemos estado unos días en la playa (el año pasado no me coincidió la menstruación con las vacaciones) y la experiencia ha sido muy positiva. Como la copa tiene una gran capacidad (34 ml en caso de la talla grande), he podido olvidarme de la regla durante horas. Antes de salir del hotel me la ponía limpia y he podido estar horas en la playa sin problema. Evidentemente, este punto depende de la cantidad de flujo menstrual que tengamos cada una, no a todas nos va a aguantar las mismas horas. Pero yo siempre he sido de flujo abundante y las copas te dan muchas más horas de protección que los tampones. Y bueno, si coincide que necesitamos un cambio, pues siempre tenemos la posibilidad de buscar un baño público o un bar de playa.

La otra ocasión en la que he probado la LadyCup ha sido en el gimnasio. Sí, me he apuntado a hacer ejercicio, a ver lo que aguanto… Bueno, pues he estado 1 hora en una clase de zumba, bailando, saltando, agachándome, tumbándome, moviendo las caderas…y la copa se ha comportado como yo esperaba, manteniéndose en su sitio sin moverse ni un poquito. Encantada es poco.

Ventajas de LadyCup  comparada con Naturcup

  • Silicona más flexible
  • Borde de la copa menos prominente
  • No cambia de color con el uso
  • Menos marcas internas, lo que facilita su limpieza

Desventajas de LadyCup comparada con Naturcup

  • Silicona más suave que a la hora de la extracción hace que se escurra un poco
  • Palo más largo, se puede cortar perfectamente

Os dejo en enlace a su web, donde podéis ver todos los colores disponibles. Y también tienen tienda online para comprarlas.

LadyCup

Estos días estamos oyendo mucho hablar de los padres que no vacunan a sus hijos y del movimiento antivacunas, a raíz del primer caso de difteria en España en casi 30 años. Un niño de 6 años al que sus padres decidieron no vacunar está ingresado muy grave en la Unidad de Cuidados Intensivos. A día de hoy hay 8 casos confirmados de portadores sanos de la difteria, que no enferman gracias a estar vacunados, pero que podrían transmitir la enfermedad a personas no vacunadas. Editado: el niño falleció después de un mes luchando por su vida.

La primera vacuna fue descubierta por Jenner en 1796 contra la viruela.  Haciendo un poco de historia, la viruela era tan letal que llegó a tasas de fallecimiento en torno al 30% de la población infectada. En la década de los años 50, la viruela afectaba a casi dos millones de personas por año. En esa época comenzó una campaña de vacunación  que consiguió erradicar la enfermedad en el continente americano. En 1977 se registró el último caso de viruela en el mundo y desde entonces, se considera erradicada. Esta erradicación se logró por las campañas de vacunación a nivel mundial. Mirando en la página del CDC (Centro de Control de Enfermedades) he extraído esta información sobre la vacuna de la viruela, que hace años que ya no se pone por estar erradicada.

“Por cada millón de personas vacunadas en el pasado, hasta 52 personas tuvieron una reacción a la vacuna contra la viruela que puso en peligro su vida y 2 personas murieron” Es decir, la vacuna tenía un riesgo de enfermedad grave y peligro de muerte del 0.0052% frente al 30% de muerte causada por la enfermedad real. O más claramente:

Sin vacuna morían 3 de cada 10 personas. La vacuna tenía una tasa de mortalidad de 0.00002 personas de cada 10 y 0.00052 de cada 10 tenían complicaciones graves.

Volviendo al presente y a algunas de las vacunas que se proponen actualmente en el calendario de vacunación.

Hepatitis BLa hepatitis B cursa de forma aguda durante los 6 primeros meses de la infección con fiebre, icteria, diarrea y vómitos, dolores musculares y de articulaciones y puede convertirse en crónica en el 80% de los casos, pudiendo causar enfermedades del hígado a largo plazo, como cirrosis y cáncer. La vacuna de la hepatitis B, en sus casos más graves, tiene una incidencia de 2 casos cada millón de dosis de reacción grave con riesgo de muerte.

Sin vacuna la mortalidad es menor del 1% a corto plazo y del 25% en enfermos crónicos. La vacuna produce un 0.0002% reacciones graves.

Difteria-Tétanos-Tosferina (DTaP) La difteria es una enfermedad grave causada por una toxina que dificulta la respiración, puede afectar al corazón, producir parálisis y llegar a ser mortal. En 1947 se producían 1000 casos de difteria cada 100.000. Tras la vacunación masiva la cifra disminuye a 0.1/100.000, siendo el último caso registrado en España en 1987. Hasta hace unos días, que se produce el primer caso de difteria en un niño no vacunado casi en 30 años.

El tétanos se produce por una toxina que puede llegar a ser mortal. Puede entrar en el organismo a través de una herida punzante, de una mordedura, de una quemadura o de una llaga.tétanos

La tosferina es una infección causada por la bacteria pertussis. En menores de 1 año es muy grave y puede conducir a la muerte.

Sin vacuna la mortalidad por difteria es de 10% en adultos y del 20% en niños. (2 niños de 10 mueren). Sin vacuna la mortalidad por tétanos es del 20% (2 muertes cada 10 personas). Sin vacuna la mortalidad por tosferina es de 1% (menos 1 muerto cada 100). Los efectos secundarios de la vacuna DTaP son anafilaxia en 0.002% de las dosis y encefalopatía en el 0.0001% de las vacunas administradas.

Rubeola-Sarampión-Parotiditis (Triple vírica) – La rubeola es una enfermedad de carácter leve causada por un virus. Es más grave cuando se contrae en la edad adulta y muy dañina para el feto en desarrollo (85% de los fetos infectados presentarán algún defecto congénito). Con la vacunación se pretende erradicar la rubeola congénita.

El sarampión es una enfermedad contagiosa respiratoria, que puede ser muy grave en niños menores de 5 años y adultos. En España, en el año 2011, el 20% de los infectados por sarampión necesito hospitalización y de estos, 289 casos (13.5%) tuvieron complicaciones graves. En el año 2013 murieron 145.000 personas en todo el mundo debido al sarampión.

La parotiditis o paperas está causada por un virus que produce aumento de las glándulas salivares. El 19% de los pacientes afectados de parotiditis desarrollan meningitis viriásica.

Sin vacuna 85% fetos con anomalía congénita por rubeola. Sin vacuna 13.5% casos graves sarampión. Encefalitis 1/1.000. Sin vacuna 19% meningitis por parotiditis. Reacciones graves a la vacuna: anafilaxia 1 caso cada 1.000.000 dosis (0.0001%). Encefalitis 1/1.000.000. No se ha evidenciado científicamente relación entre daño cerebral permanente y la vacuna. No hay evidencias probadas de que la vacuna triple vírica produzca autismo.

PoliomielitisCausada por un virus que ataca al sistema nervioso, puede producir parálisis permanente y ser mortal. Afecta más a menores de 5 años. Desde 2002 en Europa no hay polio, sólo se producen casos en 3 países, pero mientras no se erradique del todo, la movilidad de las personas obliga a continuar con la vacunación.

Sin vacuna 0.5 personas cada 100 tiene parálisis permanente. El 5% de estos casos fallece. La vacuna produce 1 reacción grave por cada millón de dosis administradas.

Actualmente la vacuna de la polio se administra de manera conjunta con otras vacunas, para evitar pinchazos, en combinados con difteria, tétanos, tosferina, hepatitis y/o haemóphilus.

Haemóphilus influenzae BEs una bacteria que causa varios tipos de enfermedades, como neumonía, meningitis y sepsis. La incidencia de enfermedades graves por HiB en España antes de la introducción de la vacuna era de 12.4 casos/100.000 en menores de 5 años.  La meningitis pone en riesgo la vida, produciendo 1 muerte en cada 20 infectados y 1 de cada 5 infectados tendrá daño cerebral o sordera.

Sin vacuna hay una incidencia de 0.0124%. De estos casos el 5% fallece y el 20% tienes daños permanentes. La vacuna produce 1 reacción alérgica grave/1.000.000 dosis administradas. No se han relacionado otros efectos secundarios graves con la vacuna contra Hib.

Meningococo C Bacteria que produce entre otras, meningitis y septicemia meningocócica. Las enfermedades meningocócicas tienen una letalidad del 10-15% y una tasa de discapacidad permanente del 10-20%.

Sin vacuna, mortalidad 10-15% y daño permanente 10-20%. La vacuna produce reacción alérgica  en menos de 0.01% y reacción anafiláctica 1/1.000.000 de administraciones.

Neumococo 13VEnfermedades causadas por streptococo pneumoniae, como neumonía, meningitis, bacteriemia, otitis y bronquitis. En 2005 la OMS estimó en  1.6 millones de muertes mundiales anuales, de las cuales 1 millón eran niños menores de 5 años. En España hubo 1034 casos de enfermedades invasivas por neumococo en el año 2013. La meningitis tiene una mortalidad del 20% y secuelas en el 40%.

Sin vacuna, mortalidad del 20% y secuelas del 40%. Con vacuna, anafilaxia 1/1.000.000 casos.

 vacuna

Como en todos los medicamentos, hay riesgos y efectos secundarios. Casi la totalidad de estos efectos son leves y pasajeros. En las cifras que os he facilitado, vemos que los casos graves debidos a la vacunación son muchísimos menores que los casos de muertes y daños permanentes producidos por la enfermedad en sí, con lo que, comparado, el riesgo es pequeñísimo.

Cada vez hay más padres que optan por no vacunar a sus hijos, poniendo en grave peligro su vida. Pero no solo la de sus propios hijos, también las del resto. Es cierto que la población vacunada está protegida contra determinadas infecciones, aunque en algunos pocos casos y en determinadas personas, la vacuna no hace efecto. Mucha gente vacunada produce inmunidad de grupo, lo que beneficia al colectivo que no puede vacunarse. Hay pacientes que no pueden recibir vacunas por varias causas: prematuros, embarazadas, enfermos con cáncer o inmunodeprimidos. Estos pacientes se benefician de la vacunación del resto. Pero cuanta más gente deje de vacunarse, más riesgo hay para todos.

He leído este ejemplo en la web de la AEPED que me parece muy aclaratorio: Imagínese un país pequeño con 100.000 de habitantes en el que 98 de cada 100 personas tienen paraguas y dos no. Además de las 98 personas que tienen paraguas, 1  lo tiene estropeado. Por último, en este país, las personas que tienen paraguas son muy amables y ofrecen cobijarse a 3 de cada 4 personas que no tienen paraguas. Imagínese que llueve en todo el país. Se mojarán todas las personas que no tienen paraguas y no están cobijadas bajo un paraguas de otra persona (50 personas) y todas las que lo tienen estropeado (98 personas). Si miramos los datos de forma superficial podemos decir, sin equivocarnos, que en este país imaginario, se moja más gente si tienes paraguas (98) que si no lo tienes (50). Imaginemos ahora que en este país muchas personas deciden dejar de tener paraguas por que pesa y les han convencido que la mayor parte de los que se mojan tienen paraguas. En esta nueva situación, sólo el 80 de cada 100 personas tienen paraguas y 20 de cada 100 no. El día que llueve se mojan 500 personas que no tienen paraguas y 80 personas de las que sí tienen paraguas. Las cosas han cambiado ¿no? Ahora parece que se mojan más los que no tienen paraguas (500) y además el primer día de lluvia se mojaron 148 personas y el segundo 580.

Esta situación es la misma que se produce con las vacunas. Cuando vacunamos a los niños, no sólo protegemos al niño que esta vacunándose, sino también estamos impidiendo que el agente que causa la enfermedad este presente por lo que protegemos también a aquellas personas no vacunadas. La diferencia es que en el caso de la vacunación, el resultado no es mojarse sino padecer alguna enfermedad que, en ocasiones produce secuelas graves e incluso, la muerte.”

Los padres que deciden no vacunar a sus hijos alegan que la higiene, la salubridad del agua y las mejoras sanitarias son las que han hecho disminuir las enfermedades. Esto es cierto en parte, gracias a todas esas mejoras hay menos infecciones, pero no quiere decir que no sigan estando, sólo hay que ver las cifras y los datos. La leche materna pasa anticuerpos al bebé que lo protegen de algunas enfermedades. Esto es cierto en parte, pues la inmunidad es pasajera, con lo que aunque un niño mame durante muchos años (y yo defiendo la lactancia cuanto más tiempo mejor), si entra en contacto con una cepa de un neumococo, por ejemplo, la lactancia no le protegerá de padecer una meningitis neumocócica, sólo la vacuna lo hará.vacunación

También los movimientos contra vacunas alegan que las vacunas contienen compuestos que son dañinos para el ser humano. Por ejemplo, el tiomersal, derivado del mercurio, era un compuesto usual en las vacunas y aunque no hay evidencias científicas que demuestren que las cantidades inoculadas con las vacunas puedan producir ningún tipo de intoxicación, hace años que se decidió disminuir y en muchos casos retirar de las vacunas por precaución.

A diario estamos expuestos a muchas sustancias nocivas o de las que no se tiene conocimiento a largo plazo. Podemos intentar evitar algunas usando productos ecológicos o caseros, y así disminuir el riesgo. Pero no deberíamos evitar una vacuna por contener, por ejemplo, aluminio, cuando el aluminio está presente en muchos de los alimentos que consumimos, como pescados y verduras.

Cuando una vacuna produce un efecto adverso importante, la noticia salta a los medios y corre como la pólvora. Es cierto que esos casos son muy duros, y también es cierto que en algunas ocasiones no se ha podido probar que haya sido por culpa de la vacuna. Entiendo que los padres de un niño que ha sufrido una encefalitis, tenga miedo de vacunar al resto de sus hijos, el miedo es libre. Pero deberían saber todos los riesgos a los que se exponen por no recibir las vacunas, que son mayores que la estadística de que pase algo por sí ponerla.

Es importante estar informado, pero bien informado. No sólo contar con opinión sesgada de movimientos antivacunas que rechazan la vacunación en general por los posibles efectos adversos. Habría que tener toda la información en la mano para poder tomar una decisión tan importante como la de no vacunar a nuestros hijos. Información científica y contrastada. Por eso, todos los datos que he puesto sobre incidencia y morbi-mortalidad de algunas enfermedades y sobre efectos secundarios de las vacunas, son datos extraídos de publicaciones científicas y rigurosas.  Os dejo los enlaces a continuación por si alguien quiere seguir ampliando la información.

Centro de control y prevención de enfermedades

Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría

Historia de las vacunas del colegio de Médicos de Filadelfia: efectos secundarios

Asociación Española de Pediatría

Recogida de información sobre los efectos adversos de las vacunas

Organización Mundial de la Salud

Instituto de Salud Carlos Tercero

Os copio un artículo de Carlos González para la revista ser padres:
«Es relativamente fácil encontrar familias que no quieren vacunar a sus hijos. Habitualmente han leído información incompleta, exagerada o simplemente falsa.

Difteria, tosferina, polio… esas enfermedades desaparecieron hace años, ya no hace falta vacuna.» ¡FALSO! 

Esas enfermedades casi han desaparecido en los países industrializados porque sevacuna a los niños. Pero podrían volver si se dejase de vacunar. Por eso los gobiernos siguen gastándose el dinero en vacunas. Si pudieran ahorrárselas, se las ahorrarían. En los países del Este, por ejemplo, disminuyó la tasa de vacunaciones con la caída del régimen comunista. En 1993 hubo en Rusia una epidemia de difteria, con 15.000 enfermos y 470 muertos.

Existen muchas vacunas, además de las que están en el calendario oficial de vacunación. No se administran todas, sino solo las más adecuadas a los riesgos de cada país. En España no nos vacunamos de la encefalitis japonesa (en Japón sí, por supuesto). La primera vacuna que se inventó fue la de la viruela. Resultó tan eficaz que se consiguió erradicar la enfermedad en todo el mundo. Hace décadas que no se vacuna de la viruela en ningún país del mundo, ya no es necesario. La viruela se pudo erradicar porque solo afecta al ser humano, y porque el virus no puede mantenerse vivo fuera de un individuo enfermo. Por desgracia, la mayoría de las enfermedades no cumplen estos requisitos; los microbios se pueden transmitir por animales, o permanecer durante años en el suelo, y por tanto jamás se podrán eliminar.

«Es una maniobra de las multinacionales para ganar dinero». ¡¡FALSO!!

En cualquier farmacia (y no digamos en una parafarmacia) podemos encontrar cientos de productos que no son útiles para mejorar la salud: cremas y productos de belleza, suplementos nutricionales, tónicos y reconstituyentes… Podemos comprarlos, si lo deseamos, pero ningún gobierno del mundo nos los va a regalar.

UNICEF ha preparado un interesante documento, el «Immunization summary», que contiene, entre otros datos, el calendario de vacunaciones y el porcentaje de niños vacunados en los distintos países del mundo. En este documento se observa que países como Cuba, Corea del Norte o la República Islámica de Irán tienen calendarios muy similares al nuestro y tasas de vacunación altísimas. ¿Estarán ellos también al servicio de los laboratorios farmacéuticos? Por cierto, Cuba es un importante exportador de vacunas, gracias al excelente trabajo científico del Instituto Finlay de La Habana.

«No debería vacunarse a los bebés». ¡¡FALSO!!

La edad de vacunación depende del equilibrio entre dos factores. Si se ponen demasiado pronto, a veces no son efectivas, porque el sistema inmunitario del bebé todavía no responde (si no fuera por ese problema, se pondrían todas las vacunas al nacer, en el hospital, y asunto resuelto). Si se ponen demasiado tarde, aumenta el riesgo de que el niño enferme antes de vacunarlo. Por eso los países africanossuelen poner las vacunas un poco antes que los europeos, mientras que los países nórdicos (con un excelente sistema sanitario, para atajar cualquier posible brote) se permiten el lujo de empezar un mes más tarde e incluso de poner una dosis menos de la serie básica (difteria, tétanos, tosferina y polio). Pero, en general, mes arriba o mes abajo, el calendario vacunal de todos los países del mundo es muy similar. Cuando el riesgo de infección es mayor, es preciso adelantar las vacunas.

Retrasar las vacunas o ponerlas después del año (o de los dos años) significa exponer al niño a un peligro de infección. Y las vacunas no son «demasiado fuertes» para bebés tan pequeños, y tampoco «sobrecargan» su sistema inmunitario ni nada por el estilo. En realidad, a las pocas horas de nacer un bebé ya está invadido por millones de microbios de cientos de especies distintas; las vacunas solo añaden unos pocos microbios más, y encima muertos (o «medio muertos», en el caso de la triple vírica).

La mayoría de los que enferman están vacunados. ¡¡A VECES!!

Normalmente no. En los brotes de sarampión que se dieron hace tiempo en Holanda y en Barcelona, casi todos los afectados estaban sin vacunar. Pero en algún caso podría ocurrir que una parte importante, incluso la mayoría de los enfermos en una epidemia, estuvieran vacunados. Es muy fácil esgrimir ese dato como si fuera la «prueba» de que la vacuna es inútil, incluso peligrosa. Pero unos sencillos cálculos demuestran que no es así, ni mucho menos. Supongamos que, en cierto país, el 97% de los niños están vacunados, y supongamos que la cosa está repartida uniformemente. En cualquier pueblo, en cualquier barrio, en cualquier escuela, el 97% de los niños están vacunados.

Supongamos que la vacuna es completamente inútil. Hay una epidemia. Enferman miles de niños. ¿Cuántos de ellos estarán vacunados? ¡Pues el 97%, por supuesto! Por cada 3 enfermos sin vacunar, encontramos 97 enfermos vacunados. Si en vez de un 97% encontramos un 91% de enfermos vacunados, quiere decir que la vacuna ha sido eficaz. Y no hay que pensar que se trata de «una pequeña reducción del 6%», no se calcula así. A los 9 enfermos sin vacunar, manteniendo la proporción 97:3, corresponderían 291 enfermos vacunados. Como en vez de 291 hay sólo 91, se han evitado 200 casos, y la reducción (la eficacia de la vacuna) es de casi el 69%. Una reducción así ya sería suficiente motivo para vacunar a los niños, pero, en realidad, la eficacia de las vacunas es muy superior.

¿Y si en la epidemia el 52% de los enfermos están vacunados? Por 48 casos sin vacunar hubiéramos esperado 1.552 enfermos vacunados; se han evitado 1.500 casos, y la eficacia de la vacuna supera el 96%. Muchísimos, pero todavía habrá quien diga: «La vacuna no hace nada: ¡total, la mayoría de los enfermos estaban vacunados!». La ignorancia es atrevida.

«Es malo poner tantas vacunas juntas». ¡¡FALSO!!

Antes de usar masivamente cualquier vacuna se han hecho numerosos estudios durante décadas, en el laboratorio, en animales y en voluntarios adultos para comprobar su eficacia y su seguridad. Y antes de juntar una nueva vacuna con otras ya existentes, para administrarlas al mismo tiempo, se tienen que volver a hacer nuevos estudios, para demostrar que juntas son igual de eficaces y tienen tan pocos efectos secundarios como separadas.

Las vacunas se juntan por comodidad, por motivos económicos y ecológicos (las jeringuillas también cuestan dinero y contaminan), y sobre todo, por ahorrarle algunos pinchazos al niño.

«Nos ocultan los efectos secundarios». ¡¡FALSO!!

Los efectos secundarios de las vacunas son bien conocidos, y nadie pretende ocultarlos. Sería completamente contrario a la costumbre habitual de los laboratorios farmacéuticos, que a veces parece que más que ocultar los efectos secundarios, los exageran. Leer el prospecto de cualquier simple analgésico, antibiótico o anticonceptivo casi da miedo.

Producen alergia, autismo o muerte súbita
¿Qué hay de verdad en ello?

Alergias
Puede haber, por supuesto, algunos niños alérgicos a vacunas determinadas, lo mismo que hay alérgicos al polen, a las fresas o a la leche. Es cierto que en los últimos años están aumentando las enfermedades alérgicas. Pero la causa no son las vacunas.

Se cree que dos de los principales factores que causan el aumento de las alergias son la contaminación atmosférica y el exceso de higiene: privado de microbios contra los que luchar, el sistema inmunitario se pone a luchar contra el polen, el polvo… En numerosos estudios no se ha encontrado relación entre vacunas y alergia, ni para bien ni para mal.

Muerte súbita
La muerte súbita del lactante se produce, por definición, durante el primer año. La mayoría de los casos ocurren durante los primeros seis meses. Y en ese tiempo, los niños reciben varias vacunas (más o menos una cada ocho semanas).

Si una de cada ocho semanas es «la semana después de vacunarse», es lógico que uno de cada ocho casos de muerte súbita se produzca en esa semana, por pura coincidencia. En realidad, detallados estudios científicos indican que la relación es más bien la contraria: la vacunación parece disminuir el riesgo de muerte súbita, no se sabe por qué mecanismo.

Autismo
Algunos científicos habían sugerido una posible relación entre el autismo y la vacuna triple vírica o entre el autismo y el mercurio que se usa como conservante en algunas vacunas. Rápidamente se realizaron estudios completos y detallados en distintos países, y no se ha encontrado ninguna relación entre las vacunas y el autismo. Por desgracia, los grupos que están en contra de las vacunas se apresuraron a airear las primeras alarmas, pero no se dieron por enterados del desmentido publicado en la web de FDA (Departamento americano de salud).

Después de los famosos terribles dos años, se supone que llega la calma… Pues no, en casa se han instalado los terribles tres y los terribles trece.

Estoy agobiada, muy agobiada, 24 horas al día sola en casa, cada día de la semana, con dos niños de diferentes edades y diferentes necesidades. Mis hijos, a los que adoro y quiero por encima de todas las cosas, a veces me desestabilizan del todo. Se juntan en el mismo momento con sus problemas y sus exigencias. ¡Sí, exigencias! Porque parece que lo quieren todo y tiene que ser ahora mismo.

Nunca he sido una madre súper permisiva y dada a concederles todos los caprichos. Primero, porque creo que dárselo todo no es nada beneficioso para ellos. Y segundo porque no tengo cómo. Eso no quita que no tengan cosas, caprichos, claro está, pero no siempre ni todo lo que quieren.  Criar a mis hijos con apego, cariño y seguridad no implica tolerar todas las cosas.

Pero en este precioso momento, los dos están en esa etapa en la que parece que no entienden las cosas. Vale, Sara quizás todavía no entienda que no se puede tener todo y se enfade cuando no lo consigue. Pero Lucas sí lo entiende de sobra y aun así, se pasa el día enfadado cuando no tiene lo que quiere.

Para mí es muy frustrante, ver como piden, exigen, se enfadan, y vuelta a empezar. Hay días que cuando llega la noche ya no puedo más, sobre todos los fines de semana y festivos, cuando estamos más horas juntos.

Lucas está en la preadolescencia y se pasa la mitad del día enfadado y la otra mitad triste. Entiendo que está teniendo muchísimos cambios en su vida, le apoyo, le respeto, hablo con él, le comprendo…pero a veces me puede, puede conmigo. Cuando se niega a hacer alguna tarea doméstica de las que acostumbra a hacer, como bajar la basura, por ejemplo, y no sólo se niega, sino que además se enfada y me dice que lo haga yo, que no la bajo nunca. No ve que yo hago otras cosas, muuuuchas más que él, pues le encanta compararse conmigo (sólo para lo que a él le interesa), y tener siempre la última palabra. En esos momentos de discusiones, en las que ambos entramos en bucle y no sacamos nada en claro, siempre decido para en seco y dejarlo para más tarde. Lo normal es que le mande a su habitación o a otro sitio donde no esté yo, no como castigo, sino para separarnos y a veces soy yo la que sale y ya hablamos cuando hemos respirado, ha pasado el tiempo y nos hemos calmado.

https://youtu.be/mOXWLq8g-t0

Sara también está en esa etapa, la mayoría de las veces se niega a hacer lo que le pido (recoger las cosas de la mesa para comer, dejar de saltar desde el respaldo del sofá o desde la cama, lavarse las manos…). Me dice que no, y punto. Negocio con ella, se lo pido por las buenas, siempre le dejo un ratito más…pero la inmensa mayoría de las veces no consigo nada, y claro, acabo enfadándome. El otro día, sentada en el suelo con los zapatos de la calle, puso cada pie en la pared. Yo no soy una obsesionada de la limpieza, pero hombre, esas cosas pues prefiero evitarlas. Le pedí educadamente que dejara de pisar la pared porque la manchaba, pero me decía que no y seguía, y seguía, y seguía…

Luego están las exigencias. Lucas pide mucho, se enfada porque no lo tiene, le explico que no se puede tener todo e incluso le muestro que hay gente que no tiene nada y lo arreglamos. Sara exige, quiere algo y lo quiere ya. No son cosas materiales, más bien son situaciones. Hace mucho que hace pis solita. Me dice que va ella sola y se cierra la puerta y todo. Pero de repente, en un momento dado, quiere que yo vaya con ella y me siente en el suelo a mirarla y tiene que ser ya, ahora mismo, y si no, pues enfado y llantos al canto. O ya quiere que le ponga una película, ya quiere jugar a la plastilina, pintar con las acuarelas o ponerse un disfraz. Todo tiene que ser cuando ella quiere, y la inmensa mayoría de las veces, no puedo salir corriendo, entre otras cosas porque hay cosas que pueden esperar y no quiero que aprenda que todas sus exigencias tienen que ser satisfechas. Pero se enfada, chilla, me llama mala y hasta ha llegado a escupirme y darme alguna torta. Mi forma de actuar es calmada, con paciencia, explicándole las cosas…pero todo tiene un límite.

Luego están los días llorones. No sé por qué, hay días que cada 10 minutos se enfada por algo y llora y me llama mamita. La mayoría de los enfados son con su hermano mayor. Y eso me sienta fatal, entiendo que los hermanos no se tienen que llevar bien todo el rato y se peleen. Pero me da rabia que Lucas se baje al nivel de Sara y la haga rabiar para que llore. Luego ella se enfada y le pega y los dos me llaman ¡mamita! ¡Que Sara me ha pegado! ¡Nooo, que Lucas me ha quitado mi muñeco! ¡¡¡¡Mamá!!!

Pues hay días en los que se junta todo, los enfados entre ellos, las negativas y discusiones, las exigencias, y a lo largo del día se suceden una y otra vez. Esos días pongo en duda mi forma de crianza, esos días me pregunto si todo el cariño y el amor que les doy sirve para algo, esos días me enfado y chillo y me siento mala madre, esos días intento desconectar un poco y me encierro en el baño pero la pequeña aporrea la puerta mientras grita mi nombre y yo lloro y me tapo los oídos y pienso que no puedo con todo… Esos días me siento taaan sola, esos días echo tanto de menos a Jose, tener a otra persona que también tome parte en el asunto, no ser siempre yo sola la buena y la mala, que Jose pudiera mediar, o quedarse con ellos y salir yo a la calle a respirar 10 minutos, o que se los llevase un rato. Esos días se me hace tan dura la maternidad.

A veces me siento muy sola. Mis padres y mi hermana trabajan y no están siempre cuando me gustaría. A veces, en días así, mi hermana se ha llevado un rato a los niños y yo he podido descansar y relajarme, pero no siempre hay alguien disponible.

Por suerte, esos ratos, esos días pasan y al rato mis dos hijos, el mayor tesoro de mi vida, me abrazan, me llenan de besos, me piden perdón, y vuelvo a sentir que la maternidad tiene sentido, que los amo por encima de todas las cosas, que soy buena madre y que ellos son los mejores hijos del mundo.

Pues como de vez en cuando hablo de libros y ya está claro que Sara  y yo leemos, también es lógico que Lucas sea un devorador de libros. A lo largo de sus años lectores ha pasado por todas las etapas, la de libros con ilustraciones, libros con pocas letras, libros con más contenido de letras y menos dibujos y ahora ya, libros para adolescentes o algunos de los libros míos (ahora ha terminado de leer El clan del oso cavernario).

En esta ocasión vamos a hablar de un libro orientado a preadolescentes. Se trata de Monday & May contra el Doctor Lecter, de Lilian Wallaby. En realidad la escritora del libro no es ella, aunque sí es la autora de las historias. Me ha resultado curioso conocer el caso. Resulta que esta anciana mujer era analfabeta pero contaba historias fantásticamente. Y dos escritores y un ilustrador español fueron a conocerla y de este modo, empezaron a plasmar e ilustrar sus divertidas historias en el libro que ahora tenemos delante.Monday & May

En palabras de Lucas, el mejor crítico posible” el libro trata de unos niños que están contra el cambio educativo de su instituto. El Doctor Lecter realiza un montón de cambios que hace que todo sea un caos y los hermanos Monday & May deciden poner fin a todo ese embrollo. El libro está escrito en primera persona, contado de la mano de los dos hermanos y tiene bonitas ilustraciones. Me ha gustado la trama y poder valorar las cosas que tenemos, a veces las cosas que queremos pueden ser peores. Aunque a ojos de Lucas, el libro se le ha quedado “un poco corto”. El libro está dirigido según la web a niños de entre 10-14 años, aunque la realidad es que es un poco más infantil. Lo hemos encontrado gracioso pero más adecuado a niños a partir de los 7-8 más o menos. Así que si tenéis niños de estas edades o que hacer algún regalo, es una buena idea. Os dejo el enlace del libro por si queréis echarle un ojo.

Y vuelvo a recordaros el súper sorteo que Boolino lleva a cabo, de la mano de Madresfera, con el reto #1000. Podéis ganar un iPad mini sólo por suscribiros a sus cajas de fomento de la lectura. Podéis suscribiros de forma mensual, trimestral o anual y siempre podéis daros de baja cuando queráis. Además, si probáis la Book Box desde este enlace, obtendréis un 5% de descuento. Hay cajas Book Box para todas las edades y podéis elegir entre varias. Además del libro elegido, viene llena de actividades que les encantan a mayores y pequeños. Mirad lo contentas que se pusieron Sara y mis sobrinas al abrir nuestra última Book Box. ¡Diversión para rato!Boolino Book Box

Si tenéis niños mayores, y con mayores me refiero a que tengan más de 18-24 meses aunque para mí siguen siendo pequeños, seguro que más de una vez os han dicho que ya son muy grandes para cogerlos en brazos. Aunque llevarlos en la silla de paseo más allá de los 3 años no está tan mal visto…

Ya sabemos que en esto de la crianza a todo el mundo le gusta opinar. Y la gente opina que a partir de cierta edad ya tienen que andar solos, que están mal acostumbrados.

Con Lucas me pasó. Recuerdo el verano en que él tenía 3 años. Fuimos a pasar el día a un pantano y para llegar tuvimos que andar un caminito escarpado de piedras. A la hora de volver, después de todo el día jugando en el agua, el niño estaba cansado, igual que el resto de los adultos. El caso es que en el camino de vuelta me pedía que le llevase en brazos. Yo iba con mochila y varias cosas e intentaba darle largas, más que nada presionada por el resto de la gente, que me decía que era muy grande y tenía que andar también se lo decían a él. Después de unos minutos llorando y guiada por mi instinto materno más que por las palabras de la gente, dejé las cosas en el suelo, cogí a Lucas y terminé de hacer el camino con todas las cosas a cuestas como pude y escuchando comentarios del tipo “eres muy blanda”, “el niño hace contigo lo que quiere”, “no deberías haber cedido”. Evidentemente, Lucas dejó de llorar y hasta se quedó dormido, pobrecito, estaba cansadísimo y sólo necesitaba los brazos de mami. Y fijaos que igual que se me han olvidado muchas cosas de cuando Lucas era pequeño, ese detalle no lo he olvidado nunca.

10 años después, la situación se repite, pero en esta ocasión no dejo que las palabras de nadie me influyan ni un solo segundo; cuando Sara pide brazos, la cojo enseguida. Y si llevo encima algún portabebé adecuado a su talla/peso, mejor que mejor.

Vuelta a casa después de un largo paseo

Vuelta a casa después de un largo paseo

Íbamos camino al cole la otra mañana. Del coche a la guardería hay unos 150 metros como mucho, dependiendo de dónde aparques. Según bajamos del coche Sara me pidió brazos, y así íbamos las dos tan contentas, ella quitándome pelos que se me habían escapado de la coleta de la cara y yo dándole besitos en la nariz, cuando nos juntamos con una niña de su clase y su papá. La niña iba llorando a voz en grito, pidiéndole a su padre que la cogiese en brazos. Y el padre le decía que no la cogía, que las niñas mayores iban andando (imagino que nos miraría por el rabillo del ojo a las dos con mala cara). Vamos a ver, mayor, mayor no es que sea, pues debe tener 3 años y poco. Y tan solo eran 100 metros hasta la puerta de la guarde. ¿Tan difícil era cogerla unos segundos y calmar su llanto? ¿Dónde está el límite de edad para llevarlos? Cuando los adultos estamos cansados, si hubiese alguna manera de que alguien nos llevase ¿no la aprovecharíamos? Conclusión, Sara llegó tan contenta y su amiguita llegó toda llorosa.

Todo el día por el centro de Madrid

Todo el día por el centro de Madrid

Parece que queremos hacer a los niños mayores antes de tiempo. Todo llegará, no hace falta correr. Muchos padres quieren que los niños se sienten solos con 5 meses y les fuerzan; quieren que antes del año estén andando y les obligan a permanecer de pie; quieren que coman comida de mayores antes de tiempo y con 4 meses les meten papilla; quieren que duerman solos y les obligan a pasar por un calvario para que “aprendan” a dormirse; quieren que dejen la teta porque “tan mayores” ya es vicio; y quieren que anden solos porque con 3 años ya no tienen derecho a estar cansados.

¡Jolines qué prisas! La infancia dura muy poco, un día nuestro bebé se sienta sin haberle enseñado, se pone de pie sólo y anda sin haberle sujetado, comen comida de nuestros platos, piden dormir en sus camitas, dejan la teta, no quieren que les llevemos e incluso un día no quieren que les demos un beso a la puerta del cole y otro día ya no quieren que les acompañemos al cole. ¿Por qué forzar esas situaciones? Os aseguro que luego las echaremos de menos. Yo no me hago a la idea de que un día Sara deje la teta, no quiera compartir cama conmigo o no me pida bracitos. Para mí, esos momentos son únicos e irrepetibles y se pararán, vaya si se pasarán. Y no, mi hija no está malacostumbrada, al revés, mi hija está bienacostumbrada y a pesar de todo lo que hago en contra de los consejos de los opiniólogos, mi hija come de todo, a veces me pide dormir en la habitación de su hermano y anda, corre y trepa por todos lados.

Pasando un agotador día de campo

Pasando un agotador día de campo

Los niños siguen siendo niños y seguirá habiendo veces que nos necesiten mucho, que estén cansados y necesiten nuestros brazos, o simplemente, quieran un poco de mimos. Por eso, no deberíamos dejarlos llorar y no cogerlos, deberíamos llevarlos en brazos si es lo que ellos necesitan.

Es cierto que pesan, y según crecen, cada vez pesan más. Pero para todo hay soluciones. Podemos usar un portabebé destinado a niños más mayores, como una mochila toddler, un mei tai grande o usar la bandolera o el fular, pues se adapta a la perfección. Por ejemplo, llevar un portabebé ligero en el bolso nos solucionaría muchos problemas. Si no tenemos un portabebé, podemos llevarles a caballito, que el peso se reparte mejor, podemos pactar con ellos llevarles sólo ratitos, pues pesan, o podemos turnarnos entre varios para llevarles. Pero no les digamos que no y les dejemos llorar. Un día nos daremos cuenta que hace tiempo que no nos piden brazos y entonces lo echaremos de menos.

Hace unos días encontré este artículo, que habla en tono de humor sobre cómo amamantar “apropiadamente”. Tengo que decir que me resultó bastante gracioso, evidentemente, leyéndolo como la broma que es. Dirigido a todas esas madres a las que alguna vez nos han mirado/criticado/comentado. Y a todas esas personas que ven la lactancia como algo sucio o dañino para la vista. ¡Viva la lactancia materna en libertad!

Has decidido amamantar. ¡Fantástico! La lactancia materna es una maravillosa manera de alimentar a tu bebé a la vez que estableces un fuerte vínculo afectivo. Lamentablemente, la leche materna sale de los pechos, por lo que hay unas reglas básicas que tienes que cumplir.

Como sabes, la modestia (femenina) es un valor altamente protegido en la sociedad moderna, a menos que seas una modelo de portada de revista o de un vídeo musical, exponer tus ubres femeninas es algo totalmente inadecuado. La ciencia ha demostrado que los pechos son básicamente grandes vaginas. Sólo tú y tu pareja deberíais verlos… Sólo porque tus pecho-ginas estén llenos de leche, no significa que tengas que agitarlos a tu alrededor.

«No me expongo mucho cuando amamanto.» Esta es una excusa común de las madres exhibicionistas. El hecho de saber que tus pezones pueden ser visibles en cualquier momento es ofensivo y una tentación para los hombres casados o recién prometidos.

Historias reales:

«Vi a una mujer amamantando en un parque y el deseo se apoderó de mí. Dejé a mi esposa ese mismo día.» – John,  34 años, Nebraska

«Yo era un hombre casado con ocho hijos. El mes pasado vi a una mujer amamantando a su bebé en un parque. Ahora estoy casado con ella.» – Luke, 45 años, Dakota del Sur

«Hace dos años era un exitoso director ejecutivo de importantes negocios. Entonces vi a una madre amamantando. Me obsesioné con los pezones y perdí mi trabajo. No puedo llegar a fin de mes.» – Anthony, de 45 años»

Ninguno de nosotros orinaría en público (sobrio), así que por favor, muéstranos la misma cortesía y libera tu néctar materno fuera de la vista.

Nota: Orinar en público y amamantar en público es lo mismo porque en ambos casos sale líquido. Llorar en público es diferente porque sucede por encima del cuello. Si puedes amamantar por las cuencas de los ojos, adelante.

Aquí hay algunos consejos que las madres deben y tienen que adoptar para ayudar a que el resto de nosotros se sienta cómodo.cobertor lactancia

Consejo #1: Utiliza un cobertor – Siempre. Hay muchos modelos fantásticos en el mercado. Damasco. De encaje. ¿O qué tal un arrullo (si fue lo suficientemente bueno para calentar al niño Jesús, es lo suficientemente bueno para tu hijo)? Las estadísticas muestran que a los seres humanos les encanta estar en espacios confinados. Los bebés están en camino de convertirse en seres humanos completos, por lo que esto se aplica a ellos también. Yo personalmente como muchas de mis comidas bajo una sábana ajustable en mi habitación y lo encuentro bastante agradable.

Por favor, no uses el verano como excusa para mostrar tus envases de leche color carne. Justo la semana pasada me comí un italiano entero bajo un edredón hecho a mano, a 32ºC, piel con piel con un amigo íntimo para simular la lactancia verano. ¿Teníamos calor? Sí. ¿Estábamos incómodos? Sí. ¿Uno de nosotros perdió brevemente la conciencia? Sí. ¿Sometimos a alguien a ver pezones? NO.

No te dejes engañar, la importancia de la circulación del aire ha sido exagerada por los políticos. Diez de cada 10 bebés informaron sobre la agradable sensación de respirar repetidamente CO2. Hay mujeres que pueden amamantar sin que nadie sepa lo que están haciendo. Si ellas pueden, tú también puedes porque todos los bebés son iguales.

Si tienes un hijo rebelde/malo que tira del cobertor en un intento desesperado de respirar aire fresco y ver el mundo que le rodea, considera  algún tipo de entrenamiento casero. Es tu deber enseñarle la diferencia entre el bien y el mal. Si tu bebé no responde a la disciplina y sigue buscando oxígeno, coloca dos pajitas en su nariz, estilo buceador, para que el aire fresco pueda pasar por debajo del cobertor de arpillera sin hacernos vomitar a todos por ver la carne de tus tetas.

¿Te preocupa la decencia?  Ve un paso más allá y evita que el viento te destape y exponga tus pezones desnudos cosiendo pequeñas pesas en las esquinas de tu cobertor de amamantamiento.

Consejo #2: Usa un cuarto de baño – ¿A quién no le gustan los servicios públicos? ¡Están llenos de olores y sonidos exóticos! La próxima vez tu bebé comience a quejarse pidiendo un chupito de tu goteante pecho, corre al retrete  más cercano de tu ciudad.

Amamantar de pie mientras intentas evitar bacterias y sosteniendo a un niño que se retuerce tiene la ventaja de fortalecer tus músculos principales. Esa barriga postparto se irá antes de que te des cuenta, haciéndote más atractiva para el público en general. ¡Es verano, después de todo, temporada de bikini!

¿No hay percha para la bolsa de pañales? Ponla en el suelo o en el lavabo. Cuando llegues a casa, la limpias con una solución de lejía y agua para eliminar cualquier resto de materia fecal.

Si has usado tu útero más de una vez y tienes un segundo, o peor, un tercer hijo a cuestas, pídeles a los bichos que te acompañen al servicio por su seguridad. ¡Es como una fiesta! No te preocupes, si los has educado con rectitud no tocarán nada.

Ten en cuenta que amamantar a los bebés dura entre 10-15 minutos, por lo que estarás fuera antes de que te des cuenta. Si has sido maldecida con un bebé que mama durante 20 minutos o más, córtale cuando mejor te parezca. Eso le enseñará a darse más prisa. Lleva un registro de sus mejores tiempos en el iPhone y dale  pequeñas recompensas (como un abrazo o un beso en la sien) por ahorrar minutos.

Los niños son para verlos pero no para oírlos, así que si eres lo bastante grosera como para llevar a un bebé a un restaurante público, es tu responsabilidad levantarte de la mesa e irte al baño a amamantar.  Tu comida estará esperándote cuando vuelvas. Si se altera tu apetito por el olor de las aguas residuales, considéralo como una ventaja fantástica para perder peso y agradécelo. ¡Vas a estar estupenda con ese bikini!

El mensaje es sencillo: independientemente de lo que estés haciendo en público, lo dejas y te vas a un área privada. ¿Estás de compras? Vuelve a tu coche. ¿Has aparcado muy lejos? Busca un vagón abandonado. Piensa en los demás.

Consejo #3: Cuando salgas de casa, cambia a biberones – Si tu bebé no los ha usado antes, la culpa es tuya por no preparar a tu hijo para el mundo real. Todo el mundo sabe que es muy fácil para los bebés cambiar entre el pecho y los biberones y no afectará en absoluto a su capacidad para seguir con la lactancia materna en un entorno social apropiado (tu dormitorio en la oscuridad).

Extraerse leche materna es simple, rápido y fácil. Las madres capaces saben cómo sacarse tres litros y medio de leche en menos de siete minutos. Cuando tengas que salir de casa, ¡sólo coge algunas de tus emisiones refrigeradas! Si tus pechos se ponen dolorosamente hinchados o duros al tacto por haberte saltado tomas, quédate tranquila de saber que lo haces por el bien de la humanidad.

La leche de fórmula también está disponible y no es cara.

Los biberones ofrecen a otras personas la posibilidad de alimentar al bebé. Deja de ser una egoísta acaparando toda la alimentación con tus pezones. Tener un bebé sirve para que otras personas se sientan bien. ¡Pásalo como si fuera un balón de futbol y deja que lluevan los elogios!

Si tu hijo rechaza los biberones, sigue insistiendo. Podrás con su ánimo tarde o temprano. Sino, sigue el consejo #4

Consejo #4: Quédate en casa – Sería más fácil para ti y  para todos nosotros si pasas el día en tu casa. No para siempre. Sólo hasta que tu hijo aprenda a tomar biberón o a comer alimentos que no salgan de tus partes íntimas. Hay muchas cosas que hacer en casa: ver la televisión, pasar el rato en el patio (no des de mamar allí a menos que tengas un muro bastante alto; de nuevo RESPETO), cocinar, limpiar, hacer la colada y por supuesto, Facebook. Pero por favor, no subas fotos tuyas amamantando a internet. Lo último que nadie querría ver en internet son pechos femeninos en un contexto inocente. Es asqueroso.

Consejo #5: Aprende algo de moralidad – ¿Tienes sexo en público? No. ¿Entonces por qué mostrar tus pechos sexuales para tu hijo en público? Sólo porque sea algo natural, no significa que todos queramos verlo. Sí, toleramos que una famosa tenga un desliz y muestre la areola. Sí, hay pechos por todas partes en las  revistas y en la televisión rebotando a ritmo de la música pop, pero eso es diferente. Estamos de acuerdo con las tetas si ha sido a cambio de dinero ¿Tu bebé te ha pagado? ¿No? Entonces tápate.

En conclusión, amamantar en público es para vagas, exhibicionistas, buscadoras de emociones, para madres roba-maridos que no tienen nada mejor que hacer que provocar que el resto del mundo se consuma de repugnancia. Así que tápate.

Con amor

Podéis leer la entrada original en inglés en este enlace How to Breastfeed Appropriately, escrita por 

¿No os da la sensación que a veces parece que os ronde la mala suerte? ¿Qué las cosas se complican más de la cuenta y todo sale mal? ¿No os parece que hay gente feliz que siempre tiene suerte y parece que todo te toca a ti? Pues a mí sí, eso es lo que me parece ahora mismo mi vida se complica un poco más si cabe.

Cuando Jose falleció y mi mundo entero cambió, me leí varios libros de autoayuda. En casi todos leí cosas como que cada pérdida conlleva una ganancia, o lo que es lo mismo, cuando una puerta se cierra se abre otra nueva. Pero la verdad es que en este año, ni se me ha abierto una puerta, ni perder a Jose ha supuesto ganancia ninguna. No creo que nada pueda compensar su ausencia. Y mi mundo se tambalea. Los días son como vivir en una montaña rusa, a veces subes y parece que estás mejor, más tranquila, pero de pronto vuelves a caer, sin avisar, vuelven a llegar los momentos duros y los ratos de no querer salir de la cama. Y vuelta a empezar, subidas y bajadas sin fin…

Mis hijos me ayudan, eso lo tengo clarísimo, ellos son los que suavizan las subidas y bajadas y los que empujan esta loca vagoneta. Y por ellos lo hago todo. Por ellos, y sobre todo por Sara (porque Lucas es más mayor y autosuficiente en muchos aspectos) adapté mi trabajo y mi vida.

Ya sabéis que cogí una excedencia para quedarme con Sara el mayor tiempo posible. A los 18 meses me incorporé con una reducción de jornada que me permitía llevar y recoger a Sara de la guarde, y próximamente del cole, sin que ninguno de los dos niños tuviese que quedarse a desayunar ni a comer en el colegio. Cuando Lucas era pequeño sí tuvo que hacerlo, quedarse en el cole. No me quedaba más remedio. Pero con Sara he querido y quiero evitarlo por todos los medios.

Y de pronto el jueves llega la noticia. Llevo 12 años trabajando en el mismo hospital y en el mismo servicio. Trabajo de lunes a viernes en turno fijo de mañana, y con la reducción de jornada, pues me he apañado fenomenal para lo que os decía. Pero el jueves…el jueves me comunicaron que el viernes era mi último día de trabajo en esa unidad. No soy fija, soy interina en un hospital público de la Comunidad de Madrid. Vamos, que me imaginaba que esto podía pasar en algún momento, es más, hace años que podía haber pasado, pero ahora mismo, ni siquiera me lo había planteado. Ni a estas alturas del año. Ni con estas circunstancias personales de mi vida.

Ahora estoy de vacaciones forzosas. Y en unos días empiezo a trabajar en otro sitio. No me importa el cambio de trabajo, soy enfermera y me gusta lo que hago. Pero sí me importan los nuevos horarios y el cambio que esto supone en mi vida y sobre todo en la de Sara. Ahora voy a trabajar de lunes a domingo. Ahora tengo que trabajar varias noches al mes. Ahora ya no tengo las vacaciones de verano que había solicitado en mi otro puesto de trabajo. Esto va a suponer que algunas noches tengo que dejar a mis hijos a dormir en casa de los abuelos. Sí, lo sé, no son los únicos niños que lo hacen, los niños adoran dormir con sus abuelos y van a estar con personas que los quieren muchísimo. Pero creo que yo no estoy preparada para ello.durmiendo

En estos más de 3 años que tiene Sara, sólo ha dormido dos noches separada de mí, cuando falleció Jose. Todas las noches dormimos juntas y  nos despertamos juntas para darnos muchos besitos.  Ahora tendré que llevarla a casa de los abuelos y dejarla allí a dormir. Mi sobrina, cuando mi hermana se va a trabajar por la noche, se queda triste y llorando porque no quiere que su madre se vaya… Sí, ya sé que cuando salga de trabajar iré a buscarla para terminar de vestirla y llevarla al colegio y luego podré recogerla. Pero no es lo que yo quiero, no ahora.

Ahora cuando trabaje por las mañanas, no podré seguir haciendo el horario que hacía hasta ahora. Ahora cuando trabaje por las mañanas tendré que dejar a Sara a desayunar en el cole y a comer en el cole. Sí, ya sé que muchos niños desayunan y comen en el cole, Lucas también lo hizo, pero no es lo que yo quiero, no es lo que yo había pensado, me parece tan pequeña para pasar tantas horas separadas.

Ahora ya no tengo las vacaciones de verano que había planificado. El cambio de servicio supone adaptarme a las normas de allí y al ser “la última” en llegar, pues me tengo que quedar con las vacaciones que sobran. Ahora no coincido con mi hermana para poder irnos juntas a la playa. Ahora yo estaré de vacaciones cuando los demás trabajen y trabajaré cuando los demás estén de vacaciones.

Se supone que cierro una puerta y abro una ventana. Imagino que a la larga le veré ventajas. Imagino que acabaré acomodándome. Sé que al seguir con la reducción de jornada voy a trabajar menos días al mes, pero a costa de que mi peque duerma fuera de casa y desayune y coma fuera de casa. Si Jose estuviera aquí, las noches no supondrían un problema. Si Jose estuviera aquí, los fines de semana no serían un problema. Pero como Jose no está…durmiendo