No hay mejor lugar que los brazos de mamá

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Pechos pudorosos

Desde pequeñas nos han enseñado que los pezones hay que llevarlos tapados. Son un mero objeto sexual, y cuanto antes nos demos cuenta del poder que tenemos las mujeres en las tetas, mejor.

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Pero la verdad, bajo mi punto de vista, es que estamos perpetuando una idea machista y sumisa sobre los pechos de las mujeres.

En primer lugar, nuestros pechos están creados para amamantar. Y, en segundo lugar, tienen un componente altamente sexual, es obvio, no vamos a engañarnos, la estimulación de los pezones produce hormonas que nos excitan sexualmente, pero eso no quiere decir que sólo sirvan para eso.

Pero de ahí a perpetuar la idea de que las niñas tienen que taparse los pezones desde pequeñas, va un paso…

Recuerdo mi infancia, veo mis fotos y mi hermana y yo siempre íbamos con la braguita del bikini. Fotos en la playa con 10 u 11 años, tan normales y naturales. Yo no empecé a usar la parte de arriba del bikini hasta mi adolescencia y más bien, fue motivado por eso mismo, por la adolescencia y la aparición del pudor. Pero también recuerdo cómo con 14 o 15 años, en una playa medio desierta, de las de hace casi 30 años en la costa de Huelva, una amiga y yo nos íbamos detrás de unas dunas, a escondernos de las miradas ajenas y a dejar que nuestros pechos se tostasen por el sol.

Quizás porque, en mi casa, mis padres nunca han sido pudorosos con la desnudez (y no es que fuéramos nudistas ni todo el día en bolas por la casa, pero tampoco nos escondíamos), cuando dejé atrás la revolución hormonal y mi etapa adolescente, volví a ir en bikini solo con la parte de abajo. Desde entonces ha llovido mucho, y lo sigo haciendo.

Puedo recordar muchísimas anécdotas. Como estar en bikini en la piscina municipal de mi ciudad y ver a unos tipos mirándome por la valla; como estar tomando el sol en la playa y ver a señores maduritos paseando arriba y abajo para mirarme las tetas…Eran otros años, otra época, los años 90, cuando todavía era raro, pero cada vez más gente hacía toples en la playa.

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En todos estos años, yo he seguido fiel a mi comodidad, me he sentido a gusto sin taparme en la playa. Cierto es que ha habido circunstancias en las que sí he usado la parte de arriba del bikini, pero lo he hecho por terceras personas, no por mí. Me he tapado en la playa cuando he ido de vacaciones con familia política, por ejemplo. O cuando he ido a algún viaje en grupo con desconocidos. El resto de las veces, con mis padres, con mis hijos, con amigos, siempre me he sentido libre de llevar los pezones al aire.

Lo que me sorprende, y mucho, es que estando en 2018, a estas alturas, cuando ya pasó la época del ir tapados hasta las cejas, cuando hay mujeres que visten ropa de los más insinuante por la calle y a todos nos parece normal, cuando en la playa ves de todo, me ha chocado mucho, muchísimo, que en todos los días que he estado en la playa, no he visto ni una teta. He visto mucho tanga y braga brasileña, he visto mucho hombre con bañador apretado marcapack y me parece genial, oye, cada uno se pone lo que le gusta y lo que le hace sentir bien. Pero no he visto mujeres luciendo teta.

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Y me ha chocado más todavía ver a niñas pequeñas con la parte de arriba del bikini, tapando unos pechos inexistentes, unos pezones que son exactamente igual que los pezones de los niños. Ya desde pequeñas, a esas niñas, les estamos enseñando que los pezones hay que taparlos porque despiertan deseos sexuales en otras personas, no las dejamos disfrutar libremente. Niñas con bañadores que les tapan todo el cuerpo y que las hacen sentir incómodas de tanta tela; niñas con triangulillos que se les mueven, porque no hay nada que tapar.

El primer día, cuando bajé a la playa con Sara, ambas solo con nuestra parte de abajo del bikini, una niña de unos 5 o 6 años, con un bikini de cortinilla, me miró y le dijo a su madre en voz alta:

– “mira mamá, esa madre no lleva bikini, se le ven las tetas”

Y la madre le contestó algo en voz mucho más baja, que no pude oír.

En estos días de playa, de muchos paseos por la orilla hacia un lado y hacia otro, no he visto una sola mujer con el pecho el aire. Y en la playa había de todo: familias, mujeres jóvenes, chicas adolescentes, mujeres maduras…nada, ni una sola.

Evidentemente, no critico a nadie, cada una viste con lo que se siente a gusto, pero me ha llamado poderosamente la atención tanto pudor. ¿Será qué estamos volviendo hacia atrás, hacia la época en la que no se podía enseñar nada y los bikinis eran como ropa de deporte? ¿Será que cada vez nos estamos volviendo más pudorosas? 

Bueno, allá cada cual, yo seguiré paseando por la playa con mis pechos de madre y mujer madura al aire tan a gusto.

 

Consejos para amamantar “adecuadamente” en clave de humor

Hace unos días encontré este artículo, que habla en tono de humor sobre cómo amamantar “apropiadamente”. Tengo que decir que me resultó bastante gracioso, evidentemente, leyéndolo como la broma que es. Dirigido a todas esas madres a las que alguna vez nos han mirado/criticado/comentado. Y a todas esas personas que ven la lactancia como algo sucio o dañino para la vista. ¡Viva la lactancia materna en libertad!

Has decidido amamantar. ¡Fantástico! La lactancia materna es una maravillosa manera de alimentar a tu bebé a la vez que estableces un fuerte vínculo afectivo. Lamentablemente, la leche materna sale de los pechos, por lo que hay unas reglas básicas que tienes que cumplir.

Como sabes, la modestia (femenina) es un valor altamente protegido en la sociedad moderna, a menos que seas una modelo de portada de revista o de un vídeo musical, exponer tus ubres femeninas es algo totalmente inadecuado. La ciencia ha demostrado que los pechos son básicamente grandes vaginas. Sólo tú y tu pareja deberíais verlos… Sólo porque tus pecho-ginas estén llenos de leche, no significa que tengas que agitarlos a tu alrededor.

«No me expongo mucho cuando amamanto.» Esta es una excusa común de las madres exhibicionistas. El hecho de saber que tus pezones pueden ser visibles en cualquier momento es ofensivo y una tentación para los hombres casados o recién prometidos.

Historias reales:

«Vi a una mujer amamantando en un parque y el deseo se apoderó de mí. Dejé a mi esposa ese mismo día.» – John,  34 años, Nebraska

«Yo era un hombre casado con ocho hijos. El mes pasado vi a una mujer amamantando a su bebé en un parque. Ahora estoy casado con ella.» – Luke, 45 años, Dakota del Sur

«Hace dos años era un exitoso director ejecutivo de importantes negocios. Entonces vi a una madre amamantando. Me obsesioné con los pezones y perdí mi trabajo. No puedo llegar a fin de mes.» – Anthony, de 45 años»

Ninguno de nosotros orinaría en público (sobrio), así que por favor, muéstranos la misma cortesía y libera tu néctar materno fuera de la vista.

Nota: Orinar en público y amamantar en público es lo mismo porque en ambos casos sale líquido. Llorar en público es diferente porque sucede por encima del cuello. Si puedes amamantar por las cuencas de los ojos, adelante.

Aquí hay algunos consejos que las madres deben y tienen que adoptar para ayudar a que el resto de nosotros se sienta cómodo.cobertor lactancia

Consejo #1: Utiliza un cobertor – Siempre. Hay muchos modelos fantásticos en el mercado. Damasco. De encaje. ¿O qué tal un arrullo (si fue lo suficientemente bueno para calentar al niño Jesús, es lo suficientemente bueno para tu hijo)? Las estadísticas muestran que a los seres humanos les encanta estar en espacios confinados. Los bebés están en camino de convertirse en seres humanos completos, por lo que esto se aplica a ellos también. Yo personalmente como muchas de mis comidas bajo una sábana ajustable en mi habitación y lo encuentro bastante agradable.

Por favor, no uses el verano como excusa para mostrar tus envases de leche color carne. Justo la semana pasada me comí un italiano entero bajo un edredón hecho a mano, a 32ºC, piel con piel con un amigo íntimo para simular la lactancia verano. ¿Teníamos calor? Sí. ¿Estábamos incómodos? Sí. ¿Uno de nosotros perdió brevemente la conciencia? Sí. ¿Sometimos a alguien a ver pezones? NO.

No te dejes engañar, la importancia de la circulación del aire ha sido exagerada por los políticos. Diez de cada 10 bebés informaron sobre la agradable sensación de respirar repetidamente CO2. Hay mujeres que pueden amamantar sin que nadie sepa lo que están haciendo. Si ellas pueden, tú también puedes porque todos los bebés son iguales.

Si tienes un hijo rebelde/malo que tira del cobertor en un intento desesperado de respirar aire fresco y ver el mundo que le rodea, considera  algún tipo de entrenamiento casero. Es tu deber enseñarle la diferencia entre el bien y el mal. Si tu bebé no responde a la disciplina y sigue buscando oxígeno, coloca dos pajitas en su nariz, estilo buceador, para que el aire fresco pueda pasar por debajo del cobertor de arpillera sin hacernos vomitar a todos por ver la carne de tus tetas.

¿Te preocupa la decencia?  Ve un paso más allá y evita que el viento te destape y exponga tus pezones desnudos cosiendo pequeñas pesas en las esquinas de tu cobertor de amamantamiento.

Consejo #2: Usa un cuarto de baño – ¿A quién no le gustan los servicios públicos? ¡Están llenos de olores y sonidos exóticos! La próxima vez tu bebé comience a quejarse pidiendo un chupito de tu goteante pecho, corre al retrete  más cercano de tu ciudad.

Amamantar de pie mientras intentas evitar bacterias y sosteniendo a un niño que se retuerce tiene la ventaja de fortalecer tus músculos principales. Esa barriga postparto se irá antes de que te des cuenta, haciéndote más atractiva para el público en general. ¡Es verano, después de todo, temporada de bikini!

¿No hay percha para la bolsa de pañales? Ponla en el suelo o en el lavabo. Cuando llegues a casa, la limpias con una solución de lejía y agua para eliminar cualquier resto de materia fecal.

Si has usado tu útero más de una vez y tienes un segundo, o peor, un tercer hijo a cuestas, pídeles a los bichos que te acompañen al servicio por su seguridad. ¡Es como una fiesta! No te preocupes, si los has educado con rectitud no tocarán nada.

Ten en cuenta que amamantar a los bebés dura entre 10-15 minutos, por lo que estarás fuera antes de que te des cuenta. Si has sido maldecida con un bebé que mama durante 20 minutos o más, córtale cuando mejor te parezca. Eso le enseñará a darse más prisa. Lleva un registro de sus mejores tiempos en el iPhone y dale  pequeñas recompensas (como un abrazo o un beso en la sien) por ahorrar minutos.

Los niños son para verlos pero no para oírlos, así que si eres lo bastante grosera como para llevar a un bebé a un restaurante público, es tu responsabilidad levantarte de la mesa e irte al baño a amamantar.  Tu comida estará esperándote cuando vuelvas. Si se altera tu apetito por el olor de las aguas residuales, considéralo como una ventaja fantástica para perder peso y agradécelo. ¡Vas a estar estupenda con ese bikini!

El mensaje es sencillo: independientemente de lo que estés haciendo en público, lo dejas y te vas a un área privada. ¿Estás de compras? Vuelve a tu coche. ¿Has aparcado muy lejos? Busca un vagón abandonado. Piensa en los demás.

Consejo #3: Cuando salgas de casa, cambia a biberones – Si tu bebé no los ha usado antes, la culpa es tuya por no preparar a tu hijo para el mundo real. Todo el mundo sabe que es muy fácil para los bebés cambiar entre el pecho y los biberones y no afectará en absoluto a su capacidad para seguir con la lactancia materna en un entorno social apropiado (tu dormitorio en la oscuridad).

Extraerse leche materna es simple, rápido y fácil. Las madres capaces saben cómo sacarse tres litros y medio de leche en menos de siete minutos. Cuando tengas que salir de casa, ¡sólo coge algunas de tus emisiones refrigeradas! Si tus pechos se ponen dolorosamente hinchados o duros al tacto por haberte saltado tomas, quédate tranquila de saber que lo haces por el bien de la humanidad.

La leche de fórmula también está disponible y no es cara.

Los biberones ofrecen a otras personas la posibilidad de alimentar al bebé. Deja de ser una egoísta acaparando toda la alimentación con tus pezones. Tener un bebé sirve para que otras personas se sientan bien. ¡Pásalo como si fuera un balón de futbol y deja que lluevan los elogios!

Si tu hijo rechaza los biberones, sigue insistiendo. Podrás con su ánimo tarde o temprano. Sino, sigue el consejo #4

Consejo #4: Quédate en casa – Sería más fácil para ti y  para todos nosotros si pasas el día en tu casa. No para siempre. Sólo hasta que tu hijo aprenda a tomar biberón o a comer alimentos que no salgan de tus partes íntimas. Hay muchas cosas que hacer en casa: ver la televisión, pasar el rato en el patio (no des de mamar allí a menos que tengas un muro bastante alto; de nuevo RESPETO), cocinar, limpiar, hacer la colada y por supuesto, Facebook. Pero por favor, no subas fotos tuyas amamantando a internet. Lo último que nadie querría ver en internet son pechos femeninos en un contexto inocente. Es asqueroso.

Consejo #5: Aprende algo de moralidad – ¿Tienes sexo en público? No. ¿Entonces por qué mostrar tus pechos sexuales para tu hijo en público? Sólo porque sea algo natural, no significa que todos queramos verlo. Sí, toleramos que una famosa tenga un desliz y muestre la areola. Sí, hay pechos por todas partes en las  revistas y en la televisión rebotando a ritmo de la música pop, pero eso es diferente. Estamos de acuerdo con las tetas si ha sido a cambio de dinero ¿Tu bebé te ha pagado? ¿No? Entonces tápate.

En conclusión, amamantar en público es para vagas, exhibicionistas, buscadoras de emociones, para madres roba-maridos que no tienen nada mejor que hacer que provocar que el resto del mundo se consuma de repugnancia. Así que tápate.

Con amor

Podéis leer la entrada original en inglés en este enlace How to Breastfeed Appropriately, escrita por 

Tengo 4 tetas

Vaya, con el título de este post, algunos abrirán los ojos desmesuradamente y  empezarán a leer ávidos, para conocer el motivo de dicho fenómeno extraño. Sobre todo, os preguntaréis si esto es algo nuevo, o me acabo de dar cuenta ahora.

Pues venga, os lo voy a explicar ya, para que nadie sufra. En principio, como todos los mamíferos, tengo dos glándulas mamarias, pechos o tetas, como las llama mi hija, que es la palabra que más usamos las dos, y casi de las primeras que dijo, jejeje.

Y siempre he tenido dos tetas, no soy ningún fenómeno de la naturaleza, no os vayáis a creer. Pero desde hace unos días, tengo cuatro, y mi hija es la niña más feliz del mundo, y yo, la madre con la sonrisa más grande.

Desde que nació, he usado camisetas de lactancia en invierno, para facilitar la labor, ya que eso de llevar muchos escotes con el frío, no va conmigo. Y en verano, pues bien escotada para acceder a la teta desde la parte de arriba. Siempre hemos funcionado así, y tan contentas. Hace unos días, estando en casa mamando, hizo lo de siempre, mamó de una mientras con la mano pellizcaba el pezón de la otra. Luego, cambio a la teta contraria y repetimos operación. Pero entonces, decidió subirme la camiseta, para investigar, y ¡oh sorpresa!, de nuevo apareció una teta. Evidentemente, era la misma que acababa de soltar, pero ella se puso muy contenta, soltó una risilla nerviosa y se lanzó a mamar nuevamente de esa teta recién descubierta. Y claro, siguió investigando y encontró la otra. ¡¡No os imagináis que descubrimiento!!

Yo le he explicado que es la misma teta, pero a ella le da lo mismo, para ella, ahora son 4 tetas. Así que casi todas las veces que mama, coge una, pasa a la otra y al terminar me dice “ la mimma” (que es lo que yo le repetía, que era la misma), me levanta la camiseta y vuelve a tener dos tetas para mamar otra vez.

No me digáis que no es para estar loca de amor por mi hija.

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¿Las tetas vuelven a su sitio?

Esta es una pregunta que se hace mi amiga Una mamá muy feliz, y que creo que nos preguntamos todas muchas veces. Aquí la reproduzco con su permiso.

Chicas, ¿¿¿¿las tetas vuelven a su sitio de nuevo en algún momento???? ¿¿¿¿O las voy a tener reposando en la barriga ya para siempre????

¿¿¿Esa es otra, es que la barriga ya nunca se quita por mucho que adelgaces??? Yo veo a casi todas las mujeres que han sido mamás con barriga y a mí me está adelgazando todo menos la panza, se me están quedando una patillas de alambre…. pero la zona centro del cuerpo, entre la panza y las tetas…¡¡¡parezco una peonza!!! Vestida, tengo un pase, aunque voy a tirar los vaqueros de talle bajo y me compraré de esos completicos sobaqueros, para que me lo recojan todo, bueno, y para que las bragas que uso ahora no asomen dos palmos por encima del pantalón, porqué, yo no se vosotras, pero el otro día me probé un tanga con el cuerpazo que se me ha quedado…y el tanga desapareció por completo, ahora que cuando me lo quité parecía que me lo había tatuado.

Veréis, todo este rollo es porque voy a comprarme ropa interior nueva y no sé si comprarme los sujetadores push up o me voy a subir mucho las tetacas y ¡¡voy a parecer Yola Berrocal!! Estas ahora son elásticas, y por subir las puedo subir donde quiera…ay pero también bajan, vaya que si bajan. Qué pena de mis sujetadores que se me han quedado pequeños…aishhhhhh.

Mis tetas de antes tan bonicas, ahí bien puestas, desafiando a la gravedad, a veces no me ponía ni sujetador y no se notaba. ¿Habéis hecho la prueba del lápiz? Me metía un lápiz debajo de las tetas y no se sujetaba y ahora me puedo meter una caja entera de rotuladores Carioca, de las que traen color salmón y os aseguro que no se cae…

¡¡¡¡Bueno no obstante me encuentro guapísima y feliz!!!!

Escrito originalmente por Una mamá muy feliz, te cuento quien es aquí

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