No hay mejor lugar que los brazos de mamá

Hola mamás y papás con bebés y niños felices. Y tíos y tías. Y abuelos y abuelas.

A través de un amigo me ha llegado una idea para hacer un intercambio de libros. Una cadena. Y me ha parecido algo estupendo para compartir con vosotros. Ya sabéis que en casa leemos bastante y fomento el hábito de lectura todo lo que puedo. A través de los libros nuestros hijos descubren muchísimas cosas, palabras, colores, historias, cosas nuevas y maravillosas. Cuando van creciendo la lectura les aporta información muy valiosa y útil, aparte de fomentar la inteligencia y el uso correcto del lenguaje.libros, cuentos

Por eso, cada vez que tengo oportunidad os recomiendo algún libro. Libros que leemos en casa y que nos han gustado.

Esta idea de la cadena no es nueva. Me he acordado de algo parecido que hice yo cuando era pequeña, hace ya muchos años y que implicaba enviar cartas, pues entonces no había redes sociales… Recuerdo que me dieron una lista con varios nombres y direcciones. Yo tenía que mandar una carta a la primera persona de la lista. En la carta le contaba alguna cosa mía y volvía a copiar la lista de personas que yo había recibido, sin poner a la primera persona y poniendo mis datos en último lugar. Recuerdo que durante algún tiempo mantuve correspondencia con algún chico de otra parte de España y que me alegraba un montón cuando me llegaba una carta, pues esa lista de nombres también se la tuve que dar a alguna amiga para que hiciese lo mismo que yo.

Pues la idea de ahora es mandar libros a los niños. Libros adaptados a su edad. Regalando libros, regalamos sonrisas, además de fomentar un hábito precioso que aumenta su inteligencia, fomenta el lenguaje y nos regala momentos compartidos con nuestros hijos. No hace falta que nos gastemos mucho dinero, seguro que podemos encontrar libros adaptados a nuestra economía. Además de mandar nosotros un libro, si la cadena no se rompe y sigue y sigue, nuestros hijos también recibirán libros. Tenemos que compartir la cadena con 6 personas y si la cadena no se rompe ¡nuestros hijos recibirán 36 libros! ¿Os imagináis la cara de sorpresa cada vez que reciban uno? ¿Y la cantidad de horas maravillosas que podemos compartir leyendo con ellos?libros, cuentos

¿Queréis participar? La mecánica es muy sencilla

  • Me mandas un mensaje privado o me dejas un comentario en este post diciéndome que quieres participar.
  • Recibes un mail con el nombre, edad y dirección de 2 niños.
  • Mandas un libro al primer niño de la lista.
  • Borras de la lista al primer niño, pones al segundo niño en el primer lugar y pones los datos de tu hijo/sobrino/nieto en segundo lugar.
  • Compartes esta cadena con 6 personas que quieran participar. Puedes compartirla por Facebook, por whatsapp o en persona con los papis del cole, con tus amigos o con el vecino del segundo.
  • Si nadie rompe la cadena, si tú mandas tu libro y las 6 personas con las que compartes tu cadena mandan su libro, tu hijo recibirá 36 libros.

La cadena hay que compartirla sólo con 6 personas. Cuando yo haya compartido la mía con mis 6 personas, si os apuntáis más ya os digo cómo seguir la cadena con dos niños diferentes y que no se rompa.

No sé si llegarán tantos libros a casa, pero me conformo con que llegue alguno. Y con que a vuestras casas también lleguen. Si nos comprometemos es muy fácil. Yo ya he comprado un libro para el niño que me toca y lo tengo preparado para mandarlo. Ojalá la cadena siga y siga y muchos niños reciban libros y sigamos fomentando la lectura.

Por favor, apuntaos sólo si de verdad estáis implicados y dispuestos a comprar un libro y mandarlo, para que no se rompa la cadena.

Evidencia Científica – “En ciencias, una prueba es un hecho conjeturado por alguna teoría cuya presencia o ausencia solo es compatible con una o varias teorías científicas. Así las pruebas permiten discriminar qué teorías científicas pueden dar cuenta adecuadamente de cierto conjunto de hechos y cuáles no. La prueba científica es un conocimiento objetivoverificable y reproducible. El nivel o grado de evidencia clínica es un sistema jerarquizado, basado en las pruebas o estudios de investigación, que ayuda a los profesionales de la salud a valorar la fortaleza o solidez de la evidencia asociada a los resultados obtenidos de una estrategia terapéutica. Desde finales de la década de 1990, cualquier procedimiento realizado en Medicina, ya sea preventivo, diagnóstico, terapéutico, pronóstico o rehabilitador, tiene que estar definido por su nivel de evidencia científica, corriente que se llama Medicina basada en la evidencia o basada en las pruebas.” Fuente Wikipedia

Para que quede claro, la ciencia basada en la evidencia científica se apoya en hechos, en pruebas, en datos que se pueden medir y analizar.

Antes de empezar aclaro a todas aquellas personas que se sienten ofendidas cada vez que escribo de lactancia, que mi intención no es atacar, culpabilizar ni señalar con el dedo a nadie. Mucho menos pongo en tela de juicio la maternidad de ninguna. No creo que ser buena o mala madre se mida por la forma en que hemos alimentados a nuestros bebés. Definir la bondad de una madre en función de si ha dado o no el pecho a sus hijos es tan absurdo e inadmisible como valorar la inteligencia de un niño según las notas que saca en la escuela. Ni la escuela mide la inteligencia de un niño, ni la lactancia calibra la bondad de una mujer” – Cita de Olga Ayllón, casada con Julio Basulto, Técnico Especialista en Nutrición Humana y Dietética, y Diplomada en Nutrición Humana y Dietética. Pero que la lactancia artificial conlleva riesgos, es un hecho científico basado en la evidencia.

Hace años, el tabaco formaba parte de nuestro día a día, anuncios de unos hombretones montando a caballo mientras se echaban un pitillo eran normales en la televisión, las revistas y las vallas publicitarias. Es más, recuerdo que hasta guardabas las solapas de las cajetillas y luego las podías canjear por regalos de la marca…publicidad en estado puro. Después de la lucha de muchísimas personas, por fin se reconoció que el tabaco era malísimo para la salud y que causaba una cantidad increíble de muertes al año. Estudios basados en la evidencia pusieron y ponen de manifiesto los daños que hace el tabaco en el organismo. A día de hoy, nadie duda de esto (o casi). Todos sabemos que el tabaco es malo, muy malo, que mata y produce daños irreversibles en el organismo. Aun así, hay gente que sigue fumando. Hace algún tiempo tuve un paciente, un señor de unos 70 años que iba con la cajetilla de tabaco en el bolsillo de la camisa. Como enfermera y queriendo promocionar la salud, saqué el tema con el caballero. Su respuesta fue: “Fumo desde que era un crío y estoy sano, no he tenido ningún problema respiratorio y no tengo cáncer. Esas tonterías que dicen del tabaco son mentira. Yo soy la prueba de que el tabaco no mata”. Ala, ¿qué decir a esto? Ese hombre estaba convencido de tener razón, por más datos científicos que quisiera enseñarle. ¿Qué ocurre si en un blog sobre salud se habla de los daños que causa el tabaco y algunos fumadores se ofenden y empiezan a hacer comentarios sobre que ellos fuman hace años y no les ha pasado nada?

Pues llega el turno de la lactancia artificial. Antes de que nos tiremos de los pelos, el ejemplo del tabaco era sólo un ejemplo muy exagerado, ¡no estoy comparando el tabaco con la lactancia artificial!

La lactancia artificial apareció hace años para dar respuesta a los bebés huérfanos y/o abandonados que morían o enfermaban por el exceso de proteínas que tenía la leche de vaca. Está claro que hay casos en los que la lactancia artificial es necesaria, en casos en los que la lactancia materna esté ausente. El problema fue que las grandes empresas farmacéuticas comenzaron a vender su producto como algo igual de bueno o mejor que la leche materna y que además permitía la liberación de la mujer. De ese modo, el poder económico de estas empresas popularizó la lactancia artificial (igual que hicieron las tabacaleras en su momento) hasta el punto que en los años 60-70 lo normal era que los bebés tomaran biberón y lo raro era la lactancia materna.

Anuncio en un centro comercial sobre las salas de lactancia en los que las compañías de leche de fórmula se dejan un dineral en publicidad

Una sala de lactancia…patrocinada por leche de fórmula. ¡Publicidad basura!

Por suerte, la evidencia científica y los numerosos estudios llevados a cabo durante años pusieron de manifiesto que alimentar a los bebés con leche de fórmula conlleva riesgos. No es que la lactancia materna tenga beneficios, es que la lactancia artificial tiene riesgos.

Los bebés que toman leche artificial tienen mayor riesgo de padecer infecciones, enfermedades autoinmunes como diabetes o alergia, tienen mayor riesgo de obesidad, tienen mayor riesgo de SMSL (síndrome de muerte súbita del lactante)… Esto no lo digo yo ni las múltiples personas que escriben sobre lactancia porque nos lo hayamos inventado. Estos datos están estudiados, evidenciados, contrastados científicamente. En un estudio de Diciembre de 2015 se extrajeron estos datos: “El riesgo de mortalidad por todas las causas era más alto en lactantes no amamantados en comparación con los lactantes amamantados de forma exclusiva de 0-5 meses. Los niños de 6-11 y 12-23 meses de edad que no fueron amamantados tuvieron 1.8 y 2.0 veces más riesgo de mortalidad, respectivamente, en comparación con los que fueron amamantados. El riesgo de mortalidad relacionada con la infección en bebés de 0-5 meses era más alto en bebés no amamantados en comparación con los bebés alimentados con leche materna exclusiva. El riesgo fue dos veces mayor en niños no amamantados, en comparación con los niños alimentados con leche materna de 6-23 meses.”

Si la evidencia científica ha demostrado en múltiples ocasiones estos hechos, ¿por qué cada vez que sale el tema de la lactancia en este u otro blog, en Facebook o en alguna otra red social, muchas madres hacen comentarios tipo “mi bebé tomó biberón y está muy sano” “pues yo fui alimentada con fórmula y a mi edad estoy perfectamente”? Es cierto que un bebé puede ser alimentado con fórmula y estar sano, como ese señor que fumó durante 60 años y no tenía cáncer de pulmón. Pero también es cierto que si se comparan poblaciones mucho más amplias, de miles de personas, habrá más bebés alimentados con fórmula que tengan alguna patología, igual que si comparan a personas que hayan fumado durante 60 años habrá muchísimas que si hayan tenido cáncer de pulmón.

La intención de las personas que escribimos sobre lactancia, de todo el personal sanitario y no sanitario que promueve la lactancia materna, de los múltiples estudios que se realizan es informar, ayudar a las madres y futuras madres a elegir un camino con conocimiento de causa. No es culpabilizar a las que eligieron, libremente o no, con conocimiento o no, la lactancia artificial por algún motivo, es aportar información veraz y contrastada sobre los riesgos que puede conllevar alimentar a los bebés con leche de fórmula. Esta información es difícil de escuchar en muchos momentos. Como leí el otro día en el blog de Julio Basulto, y que me dejó muy asqueada, “los fabricantes de leche artificial para bebés invierten 150 veces más dinero en publicidad de lo que los gobiernos invierten en la promoción de la lactancia materna.”

Pero aunque sea difícil, aunque seguramente reciba comentarios de nuevo de personas que me tachan de sectaria, aunque vuelva a leer comentarios sobre lo sano y rollizo que es su bebé que sólo toma biberón y que lo que yo escribo son tonterías, a pesar de todo eso, seguiré intentando informar y divulgar conocimientos científicos sobre los riesgos de la lactancia artificial y sobre la maravilla naturaleza que poseemos y que nutre nuestros cuerpos de leche perfecta para nuestros hijos.

¡Nos encanta este cuento! Y es que para verlo correctamente ¡hay que mirarlo al revés!Submarino al rescate

Es la historia de un submarino amarillo que viaja por el mar para rescatar a un delfín atrapado en una red. Un cuento sencillo, de pocas palabras y dibujos vistosos y simpáticos. Todos los animales del cuento tienen unos ojos enormes que hacen que parezcan graciosos y achuchables.

Pero lo divertido de la historia es que es un libro pop up modificado. ¿Y eso qué significa? Los libros pop up son libros que contienen imágenes tridimensionales, al abrir las páginas, se despliegan unos dibujos que estaban convenientemente doblados, dejando ver una escena en tres dimensiones. Este tipo de libro resulta muy vistoso para los más pequeños. En submarino al rescate, los dibujos están colocados al revés, es un libro pop down, lo que significa que para ver la escena correctamente, hay que poner el libro boca abajo. Nosotras hemos probado a leerlo tumbadas, es muy divertido ver cómo se desarrollan los secretos del mar estirando los brazos.submarino al rescate

Submarino al rescate está encuadernado en tapa dura, tiene 16 páginas llenas de color y está recomendado a partir de 4 años. A nosotras nos ha encantado. Si quieres saber más del libro, sólo tienes que seguir el enlace del libro o pinchar en este botón. Está disponible en Boolino, la mejor plataforma de libros y cuentos infantiles en internet, llena de títulos para hacer las delicias de los más pequeños.

Vaya, se me acumula el trabajo y las cosas que tengo que contar, pero coincidió con un mal día y se me fue totalmente.

Hace un par de semanas estuve en un encuentro que organizó la empresa de alquiler de coches Avis, junto con Fiat, para darnos a conocer, tanto el alquiler preferente de Avis como el Fiat 500X. Fue un día cargado de actividades muy chulas, que paso a detallar a continuación.

Primero estuvimos en Starbucks, donde conocimos más sobre la historia del café y pudimos degustar un exquisito café acompañado de una cookie de chocolate. Si me dejan me como la bandeja entera.Starbucks

De ahí nos dirigimos a la zona de alquiler de AVIS en Atocha, donde conocimos las ventajas del programa de fidelización Avis Preferred. Con sólo darte de alta a través de la web, pasas a ser miembro “vip”, obteniendo ventajas desde el minuto uno. Una de las ventajas es que una vez tienen tus datos, el alquiler de coches es mucho más rápido, puesto que hay una ventanilla especial para los miembros y cada vez que vayamos, no tenemos que rellenar papeles ni dar nuestros datos, pues ya están en la base de datos. Además, hay ventajas adicionales, como un fin de semana de alquiler gratuito tras tu tercer alquiler, un cupón de 15 euros de descuento tras tu segundo alquiler y un ingreso de 100€ en tu cuenta para nuevos clientes registrados con Avis Preferred tras devolver el coche. Estas son sólo unas pocas, hay más ventajas que puedes ver en la web, si alquilas coches con frecuencia, este programa te interesa.

De ahí pasamos a lo interesante, conocer y probar el Fiat 500X, un SUV (Sport Utility Vehicle) o todoterreno ligero. Un turismo bastante amplio por dentro, con un montón de tecnologías que me gustaron, como el arranque sin llave (eso sí, el hecho de no tener que poner la llave en ningún sitio me agobió un poco, seguro que me la dejaría en la guantera en varias ocasiones…), una amplia pantalla táctil que incluía un navegador, así como conectividad para nuestros dispositivos multimedia. Conducir el Fiat 500X por las calles de Madrid resultó sencillo y agradable.Fiat 500X

De Atocha fuimos a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde conocimos un poco de su historia y pudimos probar la nueva app Museum Experiencie una app que facilita la visita al museo, pues cuenta con rutas guiadas y posicionamiento de interiores, así como información detallada de las obras.

Gracias Susana por acompañarme en este día chulo

Gracias Susana por acompañarme en este día chulo

Y para terminar, nos fuimos a comer al Fiat Café de la Moraleja. Confieso que la comida estaba buena, aunque también confieso que no es un sitio al que yo iría, no va con mi estilo. Demasiado “arreglado”, claro que hay que tener en cuenta la zona donde se encuentra ubicado. De allí, de vuelta con los coches a Atocha y fin de la diversión.

Y ahora vamos con el sorteo. Un fin de semana de alquiler en Península y Baleares con Avis. Podrás disfrutar de un vehículo 5 plazas y 5 puertas grupo B durante todo un fin de semana a elegir hasta el 30 de Junio (no disponible en Semana Santa).

Para participar sólo tienes que dejar un comentario en este post diciéndome a dónde te gustaría ir. El sorteo estará activo durante 1 semana. El lunes 15 de Febrero actualizaré este artículo con el nombre del ganador, así como en las Redes Sociales. ¡Mucha suerte!

Actualización

Una vez realizado el sorteo, el ganador es….

Belén Carvajal

 

¡Enhorabuena!

Está claro que todo y todos evolucionamos y ahora vivimos en un mundo totalmente conectado. ¿Quién me iba a decir a mí cuando era pequeña y sólo teníamos una televisión con dos canales que ahora podría ver cualquier programa o película a cualquier hora y desde cualquier lugar? ¿Quién me iba a decir a mí cuando compré mi primer teléfono móvil en 1997 que hoy iba a tener un Smartphone con la última tecnología y que iba a volcar mi vida en las redes sociales? Pues nadie, ¿qué pensaremos todos dentro de 20 años?

Creo firmemente que todos estos cambios han sido para bien. Pero también creo que hay tiempo para todo y que esto no debe dejar de lado las relaciones interpersonales.

Yo salgo de casa siempre con el móvil, no sé vivir sin él. Me conecto varias veces al día, mantengo conversaciones por Whatsapp, actualizo mi perfil de Facebook, twitteo y subo fotos a Instagram. Pero todo tiene su momento. Por ejemplo, en el trabajo quito el volumen del móvil, sólo vibra si recibo una llamada. En casa, cuando llegamos del cole, el móvil se queda encima de la mesa y ya puede sonar y sonar que mientras se come no se toca. Por las tardes se hacen tareas, los niños y yo, y el móvil sigue aparcado, en algún descanso lo miro, pero por lo general no es hasta por la noche, que los niños se han acostado, cuando me pongo al día. O las mañanas que no trabajo y estoy sola en casa, ahí también le doy caña.

Soy bastante estricta con Lucas, estricta comparada con otros padres de adolescentes. Mi hijo no se lleva el móvil al instituto; muchos de sus compañeros sí lo hacen. Mi hijo no toca el móvil hasta que ha terminado sus tareas o estudios diarios; cuando enciende el teléfono después de estudiar está lleno de mensajes de compañeros que llevan chateando casi desde que salieron de clase. Cuando llega la hora de cenar, apaga el teléfono y hasta el día siguiente. Los fines de semana soy un poco más permisiva, pero si salimos a comer o cenar fuera de casa, no le dejo que coja el móvil mientras esperamos la comida (yo no lo hago tampoco) y si estamos con gente, le regaño si veo que está con el móvil en vez de estar compartiendo conversaciones con otras personas.

Creo firmemente en las relaciones personales, y aunque las redes sociales  nos ayudan con las relaciones, también pueden llegar a dificultarlas. Por ejemplo, quedo con una amiga para tomar café. La idea es tomar café, charlar y ponernos al día una con la otra. ¿Qué sentido tiene entonces estar todo el rato con el móvil, interactuando con otras personas? Yo, si me llaman, contesto; si suena un whatsapp, como mucho miro la notificación a ver quién es, pero ahí se queda, esperando a que tenga tiempo para leerlo. Si alguien quiere comunicarse conmigo de forma urgente, para eso están las llamadas, los mensajes los contesto cuando puedo. Tengo una amiga con la que dejé de quedar para desayunar. Alguna mañana que quedábamos me pasaba más tiempo aburrida mirando al techo que hablando con ella, porque ella era incapaz de dejar el móvil en la mesa y hablar conmigo, estaba todo el rato con Whatsapp. Ahora ya no quedo con ella, si queremos saber algo una de la otra, un mensaje y listo.

Escena de la fantástica serie "cómo conocí a vuestra madre"

Escena de la fantástica serie «cómo conocí a vuestra madre»

Y esto viene al caso de la semana pasada. Todos los años, el día del cumpleaños de Lucas, vamos a cenar a un sitio que le encanta. Mientras esperábamos la cena, me preguntó si podía usar el móvil. Evidentemente, le dije que no, pero que lo dejase a mano para poder grabar un vídeo, pues en ese restaurante, el día de tu cumpleaños te suben en la silla y te cantan una canción. Mientras esperábamos la cena estuvimos los tres jugando a Dobble, este juego de cartas que siempre llevo en el bolso. Al poco llegaron 4 amigos a la mesa de detrás. Se sentaron con los móviles en la mano mientras consultaban la carta. Pidieron y siguieron los 4 con sus móviles, sin levantar la cabeza y sin interactuar entre ellos. Cuatro amigos que habían quedado para cenar y que no se hablaban. Durante la cena hablaron algo, aunque uno de ellos no dejó el móvil y ¡comía con una mano mientras con la otra estaba jugando a un juego! ¿Qué sentido tenía entonces esa reunión de amigos? Lo comenté con Lucas y hablamos del tema durante la cena, del absurdo de la situación. Cuando llegó la hora del postre y de la canción de Lucas, hice un vídeo y la casualidad quiso que los amigos de la mesa de atrás saliesen en el vídeo…jugando con sus móviles.

Vivimos conectados las 24 horas del día. Pero también vivimos rodeados de personas, de nuestras familias, de nuestros amigos, personas que aportan cosas a nuestra vida gracias a esas relaciones que compartimos. Está genial esta conexión, pero no deberíamos perder la esencia de la humanidad, el sonido de las palabras cuando salen de los labios, ver una sonrisa dibujada en la cara de alguien cuando cuentas algo gracioso, poder tocar a esa persona que sufre y a la que brindas tu apoyo…

Hay que saber parar, aprovechar los momentos que compartimos con la gente que nos rodea.

Parece que fue ayer cuando me convertí en madre por primera vez y ya han pasado 14 años. 14 años de ver crecer a ese bebé pequeñito y regordete que cabía en el hueco de mi brazo y que ahora es casi más alto que yo.Feliz cumpleaños

En todo este tiempo he aprendido y vivido muchas cosas que no imaginaba antes de ser madre. La maternidad te cambia la vida, totalmente. En la inmensa mayoría de los aspectos es maravillosa, aunque la maternidad también tiene sus cosas duras.

  • Hace 14 años aprendí a amar a alguien más que a mí misma. Es cierto, cuando tienes un hijo, el amor es algo imposible de describir, a tus hijos les quieres por encima de todas las cosas, a otro nivel.
  • En estos años he aprendido que una madre puede ir por la vida con muy pocas horas de sueño. Los primero meses son agotadores, la lactancia a demanda, los despertares frecuentes, los hábitos de sueño de los bebés que nada tienen que ver con los de los adultos…Pero oye, que duermes poco y encimas tiras, con unas ojeras que te llegan hasta el suelo, claro. Recuerdo esas primeras semanas, iba a casa de mis padres varias veces a la semana a comer. O eso creían mis padres. Yo en realidad no iba por la comida, ¡iba por la cama! En cuanto Lucas terminaba de mamar, les dejaba al niño y me iba rauda y veloz a dormir hasta que mi pequeño retoño necesitase la teta de su madre otra vez.
  • Paciencia, cuando te conviertes en madre, además de un bebé ganas un plus en paciencia. Si echo la vista atrás, veo cómo me he asentado, cómo pasaba de enfadarme por muchas cosas que ahora me parecen sin sentido a tener una paciencia infinita; paciencia cuando los niños tienen rabietas sin saber por qué; paciencia para volver a cantar la misma canción por décima vez; paciencia para escuchar sus peroratas sobre algún acontecimiento importante…aunque la paciencia, como todo, se agota y ha habido muchos momentos en estos 14 años que me he quedado sin ella. Menos mal que es como un pozo sin fin, y aunque momentáneamente se haya secado, el pozo se vuelve a llenar y volvemos a empezar.
  • Regreso a la infancia. Quién me iba a decir a mí cuando tenía 26 años que me iban a importar las cosas de mi infancia…un año después llegó Lucas y de nuevo me vi recordando esas canciones que me cantaba mi abuela, jugando tirada en el suelo a hacer torres con bloques de Lego, bañándome en una bañera donde había más juguetes que agua, disfrutando de la noria, comiendo chucherías…
  • Hace 14 años el miedo y la angustia llegaron para instalarse en mi corazón y ya nunca se han ido. Tienes un hijo, el ser más adorable y al que más quieres del mundo. Y con el amor infinito, también llega el miedo a perderlo, el dolor de verlo enfermo, el sufrimiento cuando sufre. Ser madre te convierte en sufridora nata. Lucas fue un niño que de pequeño tuvo varios ingresos por bronquiolitis y neumonías. Cada vez que veía a mi pequeño con esa dificultad para respirar, con mascarilla y suero, apagado en una cama de hospital, cuando pasábamos más días en urgencias que en casa, cada vez que me decían que había que dejarle ingresado porque no mejoraba se me partía el alma. Tengo dos anécdotas con las que ahora me río, pero recuerdo lo mal que lo pasé. Una noche, Lucas tendría 7 u 8 años, estábamos jugando antes de dormir, ya en la cama, cuando sin querer se tiró hacia atrás y se dio con el pico de la mesilla de noche en la cabeza. Se hizo una herida y empezó a sangrar. Y yo, la superenfermera que se enfrenta a cosas muy feas cada día, en ese momento me volví la madre más blanda del mundo, me mareé y casi pierdo el conocimiento. Era para vernos, en el mini cuarto de baño, yo tumbada en el suelo, Lucas sangrando y Jose tapándole la herida con una mano mientras con la otra me sostenía las piernas en alto a ver si se me pasaba el mareo. La otra anécdota fue cuando vimos la película “Lo imposible”. Estábamos en casa, Lucas ya estaba dormido y llega el tsunami. Cuando a la madre la arrastra el agua con su hijo Lucas, al que pierde y trata desesperadamente de agarrar, cuando son golpeados con violencia por todas las cosas que arrastra el agua…no podía respirar, la sensación de miedo, el hecho de que el niño se llamase como hijo, el sufrimiento que estaba viendo me hicieron tener una crisis de pánico. Tuve que apagar la película e ir a tumbarme en la cama con mi hijo, que dormía plácidamente.
  • Cuando me convertí en madre pasé de pensar sólo en mí a poner a mi hijo por delante. Recuerdo cuando era pequeña y había algo rico para comer, mi madre no se lo comía por dárnoslo a nosotras. Esas cosas sólo las hace una madre (y un padre). Antepones a tus hijos a tus  necesidades. Ellos se convierten en lo primero y en lo más importante, después, si sobra, si puedes, si hay tiempo, vas tú.
  • Hace 14 años que me convertí en una leona luchadora. Como decía una casposa de esas que salen en la tele “yo por mis hijos mato” Y es así, luchas por ellos hasta tu último aliento. Como madre no permites que les hagan daño (aunque les van a hacer daño muchas veces y no podremos evitarlo y sufriremos con ellos). Como madre te sacrificas, luchas, lo haces todo por su bienestar y en su beneficio. A veces me pregunto cómo he conseguido llegar donde estoy yo sola. Porque sí, porque aquí he llegado con poca ayuda, con mi fuerza y mi tesón. Cuando Lucas tenía 6 meses su padre nos dejó, nos quedamos sin casa (menos mal que mis padres nos acogieron casi dos años), sin trabajo, sin coche, con deudas y por supuesto, él no pasaba un duro de pensión. Pero yo me busqué la vida, encontré trabajo, me compré un coche, alquilé un piso y yo sola, con un niño pequeño, lo hacía todo, lo eduqué y lo saqué adelante. Hoy puedo decir con orgullo que mi hijo es un niño maduro y responsable ¡y adolescente!, que valora todo lo que he hecho por él aunque a veces lo olvide, es un niño sensato, seguro de sí mismo, cariñoso, educado, que se preocupa por los demás. Y eso lo hemos conseguido los dos, él con su forma de ser y yo con mi lucha diaria. ¿Quién me iba a decir hace 14 años que hoy tendría dos hijos y sería single mami?cumpleaños

Seguro que hay muchas más cosas que cambiaron en mi vida hace 14 años, cambios grandes y cambios pequeños, pero todos para bien. No cambio mi vida de antes con la de ahora, a pesar de sus malos momentos. Tengo dos hijos maravillosos, con los que disfruto muchísimo, que me han enseñado a ser mejor persona, dos hijos que también a veces, estoy deseando que se vayan a dormir y me dejen un rato de tranquilidad, dos hijos que son mi mayor tesoro.

Lucas fue el que abrió el camino del cambio, el que llegó a mi vida hace 14 años y la transformó, el que me hizo ser madre. ¡Muchas felicidades hijo! Gracias por haberme elegido para acompañarte en este camino.

Hace unas semanas recibí por correo postal un cheque para probar gratis la leche Puleva Max Energía y Crecimiento, cheque que metí en el bolso y olvidé hasta el otro día, que me acordé de casualidad y cogí un paquete para llevármelo a casa.

Lo primero que me llamó la atención fue su elevado precio, 1,30€.  Por ese precio compro yo 2 litros de leche normal. Pero bueno, como era regalada, pues me la llevé.

Ya he hablado alguna vez sobre este tipo de productos y las pocas cosas buenas que he leído sobre ellos. Puedes leer mi artículo comida casera Vs comida preparada. Y una vez que he tenido un paquete en casa, puedo decir con seguridad que nunca lo compraré y que no se lo recomiendo a nadie.

Este preparado lleva de todo menos leche. Bueno, leche lleva, pero tiene tantos ingredientes que el porcentaje de leche que tomarán los niños será inferior al que tomarían con un vaso de leche normal. Si miras los ingredientes, el segundo en aparecer es agua. El orden en que se muestran los ingredientes tiene que ver con las cantidades presentes. Es decir, el primer ingrediente es el que más abunda. En este caso es la leche, pero ¡el segundo es agua! Vamos, que esta leche tiene un montón de agua. Y el tercer ingrediente es el azúcar. Luego lleva aceites, sabores, vitaminas y minerales.Puleva leche

Si lo pensamos fríamente, es como si en un vaso llenamos la mitad de leche de vaca normal, le ponemos una cantidad generosa de agua, le añadimos 1 cucharada (de las soperas) de azúcar (1 cucharada  tiene unos 15 gr de azúcar, esta leche tiene 6.7 gr por 100 ml, en un vaso de 200 ml habrá 13.4 gr azúcar), le ponemos unas gotas de aceite de oliva y de girasol, le añadimos aceite de pescado, cogemos un trozo de un comprimido polivitamínico (calcular las cantidades según prospecto) y lo echamos al vaso, lo removemos bien y se lo damos a nuestros hijos. ¿Tú lo harías? Yo tampoco.

Ojo con los niños alérgicos. Porque cada vez tenemos que tener más cuidado con las cosas que les damos. Por ejemplo, mi hijo es alérgico al pescado y no le supone ningún problema tomar leche. Pero resulta que esta fantástica horrible leche tiene aceite de pescado. Y soja. Si la hubiese bebido sin habernos fijado en la etiqueta habríamos tenido un gran problema.

La falta de leche de esta leche se hizo patente el fin de semana. Cuando vienen mis suegros de visita y preparo café, siempre los hago con espuma de leche. Tengo un espumador de leche que en 1 minuto la calienta y la deja muy cremosa. Queda genial con los cafés y a los niños les encanta que les haga leche con espuma y comérsela a cucharadas. Como andaba el paquete dando vueltas por la cocina, decidí usarlo, así entre todos se gastaría antes esa “leche” regalada. Pero cuál fue mi sorpresa cuando vi que la espuma no salía. Por más que lo intenté, por más que batí la leche, allí no salió ni una gota de espuma. ¿Será porque tiene poca leche y mucho de todo?espuma de leche

Para terminar, algo que me molesta, y mucho, es ver el sello de la Asociación Española de Pediatría en este tipo de productos. Evidentemente, la mayoría de los pediatras en su correcto desarrollo de la profesión no los recomiendan. Mi pediatra directamente recomienda la leche de vaca a partir del año (Sara estaba con la teta y no la tomó hasta más tarde). En realidad, más que la AEP recomiende esta leche, que en realidad no pone eso, son los de Puleva lo que ponen que colaboraran con ellos y plantan el sello, de modo que queda más vistoso. Pero no nos engañemos, la AEP no recomienda estos productos, sólo trabajan con determinadas marcas. Hace no mucho hubo un problema similar con unas galletas que llevaban el mismo sello de la AEP y mucha gente se unió en una petición para que la Asociación retirase el aval de estas galletas. La Asociación hizo un comunicado oficial al respecto que puedes leer integro aquí, y que se resume como “La AEP no concede avales a ningún producto y cualquier alegación en este sentido por parte de una empresa es falsa.”puleva leche

¿De verdad necesitan nuestros hijos este exceso de azúcar? La inmensa mayoría de los alimentos preparados que compramos tienen azúcar, te sorprendería ver a cuántas cosas le añaden azúcar. Bastante sobredosis de glucosa metemos ya en nuestros organismos, lo que nos pone en peligro, ahora y en el futuro. Tampoco nuestros hijos necesitan un exceso de vitaminas y minerales. Es raro encontrar a niños malnutridos en nuestra sociedad actual y los que de verdad pasan hambre, por desgracia no podrán optar a este tipo de alimentos tan caros. La solución está en una alimentación sana y equilibrada, en enseñar a nuestros hijos a comer hoy para que sean unos adultos sanos mañana.

Y tú, ¿crees que son necesarios este tipo de alimentos enriquecidos?

Seguro que conoces a alguna persona de esas que siempre tiene la autoestima por los suelos, que se quiere poco y se valora menos. Esas personas arrastran este tipo de situación desde la infancia, y esa baja autoestima les impide ser felices.

Si queremos que nuestros hijos sean personas adultas sanas emocionalmente, tenemos que sentar las bases desde la infancia. Y para eso, desde pequeños tenemos que hacerles saber lo verdaderamente importantes que son.amor

  • Amor, besos y abrazos a mogollón – Demostrar a nuestros hijos lo mucho que los queremos, sin condiciones, es un poderoso aliado. Crecer sabiéndose queridos les hace ser más seguros de sí mismos. Está claro que una infancia sana, llena de amor, de muestras de cariño, donde nuestros hijos se sienten seguros y protegidos, les hará ser más felices y de adultos sabrán dar amor. Yo a mis hijos no sólo les digo lo mucho que les quiero, también les digo lo feliz que me hacen, lo contenta que estoy de que sean mis hijos, la suerte que tengo de tenerles a mi lado.
  • Descartar los adjetivos negativos – Cuando oigo a una madre en la puerta del colegio hablar y decir lo malo que es su hijo, que se porta fatal, que su hermano era más bueno…me pongo de los nervios. ¿Qué es eso de poner un calificativo negativo a nuestro hijo? Los niños no son malos, simplemente son niños, con distintas actitudes y aptitudes, distintas formas de comportarse. Un niño movidito o más agitado que otro no es un niño malo, simplemente es quizás menos relajado que el de al lado, pero eso no es malo. Los pequeños están en edad de aprender, de explorar. Entiendo que hay pequeños terremotos que en momentos sacan de quicio a sus padres (a mí me pasa). Pero eso no lo vamos a solucionar tachando al niño de malo. Con eso sólo conseguimos que el niño acabe creyéndose que es malo, que es tonto o que es torpe. Lo mejor cuando un pequeño tiene una mala conducta no es cuestionarle a él como persona, sino al acto en sí. No es un niño malo por llevar arena en los bolsillos para luego jugar en casa; hay que explicarle que eso que ha hecho no nos gusta y el motivo, sin cuestionar su personalidad, sólo su acción.
  • Ayudarles a expresar sus sentimientos – Desde que nacen, nuestros hijos deben tener la oportunidad de poder expresarse, no sólo en casa, también en la calle con el resto de la gente. Por eso debemos ayudarles a que aprendan a comunicar qué es lo que sienten o qué necesitan para sentirse bien. O qué es lo que les disgusta. Cuando son muy pequeños no saben expresar este tipo de sentimientos y muchas veces tienen rabietas cuando se sienten frustrados. Pero poco a poco podemos ayudarles a poner en palabras eso que sienten.
  • Elegir a personas adecuadas – Esto es bastante difícil de conseguir, muchas veces nosotros mismos, siendo adultos, nos hemos rodeado de personas que no nos convenían. Pero en la infancia iremos sentando las bases para esta elección. Nuestros hijos tienen que sentirse a gusto con sus amistades, sentirse valorados y no sentirse inferiores. Hace unos días a Lucas se le rompió una muela y se la tenían que quitar. Evidentemente se llevó un disgusto. Me dijo que seguro que alguien se iba a reír de él por tener un agujero. Entonces le hice ponerse en el lugar del otro y mirarse a sí mismo. ¿Dejaría él de ser amigo de alguien porque le faltase una muela? ¿O se reiría de él? Evidentemente, no. Y si alguien le trataba diferente por eso, si alguno de sus amigos cambiase su actitud con respecto a Lucas por el hecho de faltarle una muela, eso le haría ver que esa persona no era su amiga, que no merecía la pena tener a alguien así en su vida. ¡Fuera las personas negativas!autoestima
  • Nadie el perfecto – Y nuestros hijos tampoco. Para nosotros son lo más importante del mundo, pero no son perfectos. Y eso tienen que saberlo y saber quererse con sus defectos y sus virtudes. Ellos también tienen sus límites y por desgracia, más pronto que tarde, aprenderán que las cosas no siempre salen bien. En esos momentos también tenemos que fomentar su autoestima. Cuando se sientan mal por algún motivo, tenemos que hacerles ver lo mucho que valen, ver las cosas positivas, hacerles entender que no son menos valiosos por haber perdido un partido de fútbol o por no saber hacer un dibujo tan bien como Fulanito. Animémosles para que se sientan mejor.
  • Valorar todas sus cualidades – Hay cosas que ya sabemos que nuestros hijos hacen bien. Pero hay pequeños detalles de cada día que pasamos por alto. Y esas pequeñas cosas también hay que valorarlas y hacérselas saber. Quizás nuestro pequeño esté en esa fase en la que quiere vestirse solo pero casi nunca lo consigue; pues cuando consiga ponerse sólo un calcetín es genial que le alabemos lo bien que lo ha hecho. Quizás nuestro adolescente nunca quite la mesa sin que se lo digas mil veces, y de pronto un día que hay visita se levanta y recoge las tazas del café; en ese momento una alabanza le dará una dosis extra de autoestima.
  • Valorar el esfuerzo – Hay que valorar cómo nuestros hijos se empeñan en conseguir algo, aunque luego no lo consigan. Hacerles saber lo bueno que es intentarlo, sin importar el resultado. Si jugamos a un juego de mesa, debemos enseñarles que no siempre van a ganar ellos, muchas veces también hay que perder, pero sin enfadarse. Lo importante no es ganar, sino divertirse.
  • Nosotros somos el espejo en que se miran – En todos los aspectos, nuestros hijos nos imitan, nosotros somos su principal fuente de inspiración. Por eso, una gran autoestima debe empezar por nosotros mismos.

La maternidad es preciosa, mis hijos son lo que más quiero en el mundo, pero a veces me supera, me agota, me siento cansada.madre soltera

Vivir con un adolescente de 14 años que sólo piensa en sí mismo es complicado. Cada día es una especie de lucha de poder. Si por él fuera, se vida consistiría en pasarse el día en el sofá enganchado al móvil y en salir con los amigos. Pero hay mucha vida aparte de eso.

En primer lugar están los estudios. Siempre ha sido un niño inteligente y capaz pero de hace un par de años hasta ahora, los estudios y el saber han pasado a segundo plano. El instituto mola sólo por estar con los amigos en el patio. Todos los profesores son un rollo que además, no les dejan hacer nada y encima, les ponen deberes. La próxima semana la tiene llena de exámenes pero de él no sale ponerse a estudiar. Tengo que estar encima, poniendo horarios, haciendo planes de estudio, pactando tiempos y aun así, a veces entro a ver cómo va y me lo encuentro leyendo o jugando con algo que esconde rápidamente. ¡Problema a la vista!

Hace algún tiempo que decidí que los castigos no servían para nada. Pasé a las consecuencias. Si haces una cosa buena, obtienes algo que quieres. Si no lo haces, no lo obtienes. Así de simple. En realidad, él lo sigue viendo como premio y castigo, aunque le insisto que el resultado final es siempre consecuencia de sus actos. ¿Quieres el móvil? Ponte a estudiar. ¿No estás estudiando? No hay móvil. Pero no lo entiende, se enfada, le parece injusto, chilla, grita y acabamos una vez más enfadados.

Otro gran problema son las responsabilidades en casa. Le molesta muchísimo tener que hacer tareas domésticas, ¡pero si ya tiene 14 años! ¿No pretenderá que le esté haciendo las cosas toda la vida? Desde bien pequeño empezó a ayudar con pequeñas cosas, igual que empieza a hacer Sara. Los días de diario le pido poco: quitar la ropa sucia del baño después de la ducha, poner y quitar la mesa en las comidas, tirar la basura, no dejar cosas tiradas por medio y hacer las cosas de clase. Pero raro es el día que no acabamos discutiendo de nuevo por lo mismo. La ropa se queda en el suelo del baño, quita las cosas de la mesa después de cenar pero lo deja todo “tirado” en la cocina, protesta cada vez que tiene que bajar la basura porque “no le parece justo”, vacía los restos de comida en el fregadero por no sacar el cubo de la basura…

Y los fines de semana….a veces son una tortura, muchas horas y mucho tiempo libre. Todos los fines de semana por la mañana las tareas domésticas son un poco mayores; una lavadora que tender, un lavavajillas que vaciar, unas sábanas que cambiar…y todos, absolutamente todos los fines de semana, tiene que protestar, que quejarse, que intentar no hacerlo. Si lo hace en un tiempo prudencial y sin enfados, tiene tiempo libre para estar con el móvil; si no lo hace, no hay móvil. ¡Qué batalla!

Luego está su hermana, esa pequeña terremoto a punto de cumplir los 4 años. Le gusta compararse con ella, pelearse con ella y bajarse a la altura de la niña. Se adoran y pasan mucho tiempo juntos compartiendo buenos momentos. Pero también se pelean muchísimo, la hace rabiar, la regaña, y acaba metiéndome a mí en medio de sus peleas absurdas. Todos los hermanos se enfadan entre ellos, es algo normal. Pero yo a veces que lo llevo fatal, sobre todo cuando es por alguna chiquillada absurda.familia

No todas las cosas de mi adolescente son malas, claro está.

Es un niño muy cariñoso, que te demuestra lo mucho que te quiere a la menor ocasión, le encanta dar besos y abrazos y dejarme notas de cariño por algún rincón escondidas.

Es muy atento y educado con el resto. Siempre que esta con otra gente pide permiso, da las gracias, ayuda a los demás, sujeta puertas. Los adultos siempre me dicen lo buen educado que es. Pregunta antes de comerse la última croqueta del plato, ofrece lo suyo a los demás.

Tiene mucha confianza conmigo. Me cuenta cosas que a veces me sorprenden y me dejan un poco descolocada, cosas de sus relaciones con el resto de la gente, historias con los amigos…aunque reconozco que a veces lo que me cuenta no me gusta, me gusta el hecho de que confíe en mí para contármelo.

Es buena persona, de verdad que lo es. Sé que las hormonas que recorren su cuerpo a veces le nublan, le hacen cambiar de humor y de personalidad, lo mismo está enfadado por algo, que está triste al momento siguiente y al instante, está contento y haciendo las paces. Está en una época de mucho cambio. Además, por desgracia, mi hijo ha tenido en su vida una serie de acontecimientos que le han marcado. Vivir sabiendo que tu padre te abandonó y que pasa de ti no debe ser nada fácil. Perder al hombre que te ha criado como padre y te ha dado esa visión masculina de un día para otro ha sido muy duro para todos. Ser hijo único durante 10 años y de pronto sentirte destronado por una niña pequeña necesita un tiempo de adaptación.

Yo entiendo estas situaciones. Pero muchas veces me desbordan. Son muchas horas al día de soledad, de no poder hablar con un adulto, de tener que sobrellevar las rabietas de la pequeña con las peleas del mayor yo sola, sin nadie que pueda mediar en la disputa. Siempre soy la mala y la buena de la película. A veces me gustaría escapar, meterme en una burbuja donde nada ni nadie pudiese molestarme. Luego me siento mal por eso, por querer salir corriendo. No soy mala madre, sólo soy una madre que está sola y que necesita ayuda. Una madre que querría salir a cenar sin niños en alguna ocasión, una madre que necesita media hora para tumbarse en el sofá a leer  un buen libro, una madre que necesita un baño de espuma y un relajante masaje, aunque sé, que media hora después del masaje ya estaría de nuevo contracturada por el estrés de la vida diaria.

Estábamos el domingo pasado en casa y de pronto me acordé de las ricas tortitas con nata que habíamos comido hace ya mucho tiempo. Así que en un momentito, nos pusimos manos a la obra. Hacer tortitas es muy rápido y fácil y a los niños les encantan.tortitas

Ingredientes

  • 150gr de harina
  • 50gr de mantequilla o 2 cucharadas de aceite de oliva virgen suave
  • 200 ml de leche (yo uso semidesnatada)
  • 2 huevos
  • 1 pizca de sal
  • 30gr de azúcar
  • ½ sobre de levadura

Preparación

  • Si usamos mantequilla, sacarla un rato antes de la nevera para que esté más blanda.
  • Poner todos los ingredientes en el vaso de la batidora y batir hasta conseguir una masa homogénea.
  • Dejar reposar la masa una media hora antes de su preparación. Con esa cantidad salen unos 200 ml, para unas 8 tortitas de buen tamaño.tortitas
  • En una sartén poner unas gotas de aceite, cuando esté caliente echar la cantidad deseada de masa y dejar que se cocinen hasta que empiecen a salir burbujitas, dar la vuelta y dejar que se cocinen por el otro lado (más o menos yo las tenía 2 minutos por cada lado a fuego medio)tortitas
  • Acompañar con sirope de sabores, nata montada, mermelada o lo que más nos apetezca. ¡Están buenísimas!