No hay mejor lugar que los brazos de mamá

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Madre soltera de dos hijos con mucho estrés

La maternidad es preciosa, mis hijos son lo que más quiero en el mundo, pero a veces me supera, me agota, me siento cansada.madre soltera

Vivir con un adolescente de 14 años que sólo piensa en sí mismo es complicado. Cada día es una especie de lucha de poder. Si por él fuera, se vida consistiría en pasarse el día en el sofá enganchado al móvil y en salir con los amigos. Pero hay mucha vida aparte de eso.

En primer lugar están los estudios. Siempre ha sido un niño inteligente y capaz pero de hace un par de años hasta ahora, los estudios y el saber han pasado a segundo plano. El instituto mola sólo por estar con los amigos en el patio. Todos los profesores son un rollo que además, no les dejan hacer nada y encima, les ponen deberes. La próxima semana la tiene llena de exámenes pero de él no sale ponerse a estudiar. Tengo que estar encima, poniendo horarios, haciendo planes de estudio, pactando tiempos y aun así, a veces entro a ver cómo va y me lo encuentro leyendo o jugando con algo que esconde rápidamente. ¡Problema a la vista!

Hace algún tiempo que decidí que los castigos no servían para nada. Pasé a las consecuencias. Si haces una cosa buena, obtienes algo que quieres. Si no lo haces, no lo obtienes. Así de simple. En realidad, él lo sigue viendo como premio y castigo, aunque le insisto que el resultado final es siempre consecuencia de sus actos. ¿Quieres el móvil? Ponte a estudiar. ¿No estás estudiando? No hay móvil. Pero no lo entiende, se enfada, le parece injusto, chilla, grita y acabamos una vez más enfadados.

Otro gran problema son las responsabilidades en casa. Le molesta muchísimo tener que hacer tareas domésticas, ¡pero si ya tiene 14 años! ¿No pretenderá que le esté haciendo las cosas toda la vida? Desde bien pequeño empezó a ayudar con pequeñas cosas, igual que empieza a hacer Sara. Los días de diario le pido poco: quitar la ropa sucia del baño después de la ducha, poner y quitar la mesa en las comidas, tirar la basura, no dejar cosas tiradas por medio y hacer las cosas de clase. Pero raro es el día que no acabamos discutiendo de nuevo por lo mismo. La ropa se queda en el suelo del baño, quita las cosas de la mesa después de cenar pero lo deja todo “tirado” en la cocina, protesta cada vez que tiene que bajar la basura porque “no le parece justo”, vacía los restos de comida en el fregadero por no sacar el cubo de la basura…

Y los fines de semana….a veces son una tortura, muchas horas y mucho tiempo libre. Todos los fines de semana por la mañana las tareas domésticas son un poco mayores; una lavadora que tender, un lavavajillas que vaciar, unas sábanas que cambiar…y todos, absolutamente todos los fines de semana, tiene que protestar, que quejarse, que intentar no hacerlo. Si lo hace en un tiempo prudencial y sin enfados, tiene tiempo libre para estar con el móvil; si no lo hace, no hay móvil. ¡Qué batalla!

Luego está su hermana, esa pequeña terremoto a punto de cumplir los 4 años. Le gusta compararse con ella, pelearse con ella y bajarse a la altura de la niña. Se adoran y pasan mucho tiempo juntos compartiendo buenos momentos. Pero también se pelean muchísimo, la hace rabiar, la regaña, y acaba metiéndome a mí en medio de sus peleas absurdas. Todos los hermanos se enfadan entre ellos, es algo normal. Pero yo a veces que lo llevo fatal, sobre todo cuando es por alguna chiquillada absurda.familia

No todas las cosas de mi adolescente son malas, claro está.

Es un niño muy cariñoso, que te demuestra lo mucho que te quiere a la menor ocasión, le encanta dar besos y abrazos y dejarme notas de cariño por algún rincón escondidas.

Es muy atento y educado con el resto. Siempre que esta con otra gente pide permiso, da las gracias, ayuda a los demás, sujeta puertas. Los adultos siempre me dicen lo buen educado que es. Pregunta antes de comerse la última croqueta del plato, ofrece lo suyo a los demás.

Tiene mucha confianza conmigo. Me cuenta cosas que a veces me sorprenden y me dejan un poco descolocada, cosas de sus relaciones con el resto de la gente, historias con los amigos…aunque reconozco que a veces lo que me cuenta no me gusta, me gusta el hecho de que confíe en mí para contármelo.

Es buena persona, de verdad que lo es. Sé que las hormonas que recorren su cuerpo a veces le nublan, le hacen cambiar de humor y de personalidad, lo mismo está enfadado por algo, que está triste al momento siguiente y al instante, está contento y haciendo las paces. Está en una época de mucho cambio. Además, por desgracia, mi hijo ha tenido en su vida una serie de acontecimientos que le han marcado. Vivir sabiendo que tu padre te abandonó y que pasa de ti no debe ser nada fácil. Perder al hombre que te ha criado como padre y te ha dado esa visión masculina de un día para otro ha sido muy duro para todos. Ser hijo único durante 10 años y de pronto sentirte destronado por una niña pequeña necesita un tiempo de adaptación.

Yo entiendo estas situaciones. Pero muchas veces me desbordan. Son muchas horas al día de soledad, de no poder hablar con un adulto, de tener que sobrellevar las rabietas de la pequeña con las peleas del mayor yo sola, sin nadie que pueda mediar en la disputa. Siempre soy la mala y la buena de la película. A veces me gustaría escapar, meterme en una burbuja donde nada ni nadie pudiese molestarme. Luego me siento mal por eso, por querer salir corriendo. No soy mala madre, sólo soy una madre que está sola y que necesita ayuda. Una madre que querría salir a cenar sin niños en alguna ocasión, una madre que necesita media hora para tumbarse en el sofá a leer  un buen libro, una madre que necesita un baño de espuma y un relajante masaje, aunque sé, que media hora después del masaje ya estaría de nuevo contracturada por el estrés de la vida diaria.

Preparando los regalos de Reyes

Uy, parece que falta mucho para las Navidades, pero no, el tiempo se pasa rápido y la experiencia me ha hecho aprender que en cuestión de regalos, es mejor no dejar las cosas para última hora. Dejar las compras de Navidad para los últimos días conlleva precios más altos, mucha más gente comprando y la posibilidad de quedarte sin el juguete que estás buscando, si es algo muy demandado.

Por ese motivo, todos los años por estas fechas empiezo con los preparativos. Y es que un año, cuando Lucas era pequeño, me pilló el toro. Recuerdo que pidió un juguete de unos muñecos que por aquel entonces le gustaban un montón, había dibujos y todo en la tele, los Gormitti. Lo fui dejando, lo fui dejando y cuando fui a buscar el juguete en cuestión, estaba agotado. Me recorrí un montón de tiendas buscándolo y nada. Al final, después de mucho buscar lo encontré, pero me salió bastante caro por toda la gasolina y todo el tiempo que gasté hasta encontrarlo.

Así que desde entonces, las compras de Reyes empiezan en Octubre. Aunque cada vez me lo ponen más difícil.

Con Lucas me encuentro un poco perdida. Está a punto de cumplir 14 años y ya no le sirve cualquier cosa. Comprarle ropa dejó de ser una opción hace un par de años. Por más que siempre intento coger algo que sea acorde a sus gustos, no sé cómo me apaño que nunca acierto. Así que ya nos hemos llevado algún disgusto los dos; yo porque no le gusta lo que le he comprado y él porque se siente mal por no gustarle lo que yo le he cogido con tanto cariño. Algo con lo que seguro que sí acierto son las zapatillas. Tiene una marca favorita y un estilo que conozco de sobra, así que por ese lado acertaré seguro. Pero me sacas de las zapatillas y ya no sé qué más regalarle. Accesorios de informática y videojuegos tiene varios, vamos que en ese campo está servido. Aunque seguro que encuentro algún aparatejo que le guste. Libros tampoco puedo regalarle porque hace poco le regalé un e-reader y ya los de papel no entran en casa. Estoy abierta a escuchar ideas y consejos, ¿me ayudas a encontrar regalos para un chico de 14 años?zapatillas

Y luego está Sara. Con ella casi lo tengo todo listo. Ya he comprado varias cosas que seguro le encantan. Al final prefiero encargarme yo misma de los regalos que le van a hacer los demás. Ya me he cansado de juguetes repetidos, juguetes cuya edad recomendada es superior a la que tiene Sara o ropa que le queda pequeña o que no me gusta nada. El año pasado lo hice así. Yo compré todos los regalos y luego fui repartiendo entre los abuelos y tíos, que sólo se tenían que encargar de envolver el regalo y darme el dinero. Fácil para ellos, un acierto para ella.

El principal regalo va a ser la bici. Lleva tiempo pidiendo una. Incluso hemos pasado por una tienda a probarlas y ver cuál es la medida que le sirve. Ha elegido una con una cesta delante para llevar cosas. Y no para de hablar de la bici que le van a traer los Reyes Magos. Así que ese regalo está claro y será de mi parte. Para el resto de la familia, ya he cogido varias cosas, un maletín de médicos, pues le encanta jugar a ser enfermera como mamá y me saca las cosas del botiquín para jugar de vez en cuando.maletín médico

También le he cogido unas cuantas cosas para pintar, se puede pasar horas dibujando y pintando, nos ha salido artista la niña. Le he cogido un espirógrafo. Yo tenía uno de pequeña y me encantaba hacer dibujos con él. ¿Sabes lo que es? Es un juguete para hacer diseños geométricos, mediante distintos engranajes que encajan unos dentro de otros. Según dónde pongas el lápiz, el dibujo sale de distinta forma.Espirógrafo

Otra de las cosas que le he cogido es una caja de plástico con pinchitos de colores para hacer dibujos (uf, qué mala soy con eso, no sé cómo se llama en realidad). Con esto se fomenta la psicomotricidad fina, además de la imaginación.puzzle plástico

Ambas cosas las he comprado por internet, soy bastante dada a las compras online, como ya he comentado otras veces. Comprando desde el ordenador puedo comparar precios y ahorrar tiempo en desplazamientos. Y si encima me lo mandan a casa, te aseguro que no puedo resistirme.

Aún me faltan un par de cosillas que terminaré de comprar en unos días. Creo que una de ellas será una muñeca…aunque de eso te hablaré la semana que viene. Y tu ¿compras los regales de Reyes con antelación?

Nueva etapa educativa – ESO

Ha llegado el momento del cambio. Lucas se me hace mayor y deja el colegio, ese donde estuvo 9 años, donde todo era conocido, para irse al instituto. ¡Y no me gusta ese cambio! Educación Secundaria Obligatoria, o ESO.

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Cuando yo estudiaba, hace ya la porra de años, estábamos en el colegio dos años más. Dos años para hacernos mayores, para ser preadolescentes en el colegio, donde todos los profesores nos conocían, donde conocíamos a todos los compañeros…. Pero llegaron las reformas educativas, una, otra y otra más, cambios para «mejorar» supuestamente la educación en España. Aunque para mí que tanta reforma deja mucho que desear y la educación sigue siendo una asignatura pendiente…. Pero bueno, no voy a entrar en detalles de tanto cambio de educación, pues hasta yo me he perdido por el camino y he tenido que ir aprendiendo según nos tocaban los cambios.

Ahora salen del colegio dos años antes, con solo 12 años. Pretenden hacernos creer que el cambio es para mejor, puesto que antes la educación era obligatoria hasta los 14 años y ahora hasta los 16. Vale, hasta ahí de acuerdo, pero ¿por qué tienen que salir los peques del cole para entrar en el instituto con 12 años, con todos los cambios que eso conlleva?

Recuerdo cuando yo empecé el instituto. Tenía 14 años y me creía mayor. Cuando llegué el primer día, de pronto me sentí pequeña. Estaba rodeada de verdaderos chicos mayores, de 17,18, 19…. ¡¡¡Madre mía, que diferencia de edad!!! Pues imaginad ahora, cuando mi peque de 12 se ve al lado de uno de 18. Quieren hacerlos grandes antes de tiempo. El primer día, un chico mayor le dio una colleja. ¡¡Casi me da algo cuando me enteré!! Lucas me explicó que no había sido nada, que había sido de broma, que no le habían dado fuerte….pero yo atacada de los nervios, ya quería ir a hablar con el director del instituto. Y parece que ahí no acabó la cosa, a un amigo suyo le pusieron la zancadilla, se rieron de otros por ser pequeños…. Y eso que en el instituto nos aseguraron que estaban muy pendientes de los pequeños y que no pasaba nada. Pues yo, como madre de un niño de 12 años al que han soltado en un instituto lleno de chicos mayores que fuman en la valla en los recreos y de chicas que van enseñando más piel de la que yo considero adecuada para ir a clase, estoy un poco preocupada. Por lo menos, parece que después de una semana ya se han acostumbrado a verlos por allí y Lucas asegura que no ha vuelto a pasar nada.

Los horarios del instituto no tienen nada que ver con los del colegio, con los de la guardería ni con los de mi trabajo. Entra a las 8:25, vaya madrugón. Y sale a las 14:30 tres días a la semana y los dos restantes ¡¡¡sale a las 15:30!!! Evidentemente, con esos horarios que no son compatibles con los míos ni con los de su hermana, tiene que ir y volver solo, ¡como para no hacerle mayor! Vale que yo confío en él, que el curso pasado venía solo del cole (le llevaba yo cuando iba a trabajar y era sólo la vuelta), pero estaba más cerca. Este año tiene que cruzar dos calles-carretera de dos carriles en cada sentido, donde no hay semáforos, sólo paso de peatones que la mayoría de los coches se salta a la torera.

También cambia de aula en cada clase. Que digo yo, ¿no es más fácil que se muevan los profesores que tener que mover a una clase entera de alumnos? No digamos a las 5 clases de primero a la vez (y todas las demás). Si alguien tiene una explicación razonable para esto, me gustaría escucharla. Mogollón de niños andando por los pasillos con la mochila a cuestas hora tras hora. Los pobres van todo el rato cargados. Y en el patio, también con la mochila a cuestas. Supuestamente hay taquillas, digo supuestamente porque aún no sabemos nada. Así que en cada cambio de clase y en el recreo, carga con todos los libros, no puede dejar la mochila en clase porque luego tiene que ir a un aula diferente. Yo, en mi instituto, no me movía de clase, quizás en alguna asignatura suelta, pero eran los profesores los que se cambiaban. La verdad, no entiendo el motivo.

También me ha sorprendido MAE, Medidas de Atención al Estudio, es decir, la alternativa a religión. No voy a entrar en que sigo sin entender el motivo de que religión sea una «asignatura», que quita horas lectivas reales de materias de verdad importantes. Pues en educación secundaria nos encontramos con esto, que en el colegio llamaban «alternativa». MAE se supone que sirve para proporcionar técnicas de estudio y aprendizaje a los alumnos. En las dos semanas que lleva de clase, en la hora semanal de MAE no han hecho nada provechoso. Ponerse a hacer deberes, si les apetece. Hay un profesor, que parece que va cambiando según el día, que se sienta en clase a “vigilar” a los alumnos. Durante esa hora, Lucas me cuenta que estuvieron riéndose, haciendo bromas e incluso charlando amistosamente con el profesor sobre su vida marital y su pelo… L Pues sí, ya veo yo como ayudan a los alumnos a estudiar. Evidentemente, en una hora sin sentido, en la que no van a puntuarles nada, que no tiene peso académico…entiendo que los niños pasen de ponerse a hacer deberes o a estudiar y prefieran relajarse con juegos y risas. Y hay que decir que la clase de MAE está llena, creo que la clase de religión debe estar bastante vacía. ¡Vaya pérdida de tiempo! Ya podían usar esa hora para otras asignaturas importantes, profundizar en el inglés, repasar matemáticas, hacer ejercicio físico, o por qué no, para salir antes del instituto, total, para que pierdan el tiempo en clase, que se vengan a casa que ya lo aprovecharemos mejor.

No me gusta el cambio, ya lo he dicho. Le encuentro un poco perdido entre tanto cambio y tanta dejadez. Aún no hemos tenido ni una sola reunión de padres, para explicarnos algo, todo lo que sé, lo sé por Lucas, los padres, de momento, estamos excluidos de la educación de nuestros hijos. Yo quiero una enseñanza pública y de calidad, y esto no empieza por dejar a unos niños de 12 años solos ante tanta responsabilidad.

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