No hay mejor lugar que los brazos de mamá

Respeto a la gente. Creo que eso es lo más importante. Respeto por sus creencias, por sus costumbres, por su forma de pensar y por su forma de crianza. Pero hay algo que no respeto, no puedo, me es imposible respetar a las personas que hacen daño deliberadamente a sus hijos. Y a las personas que los ponen en peligro, que son conscientes del daño que pueden llegar a causar.

Ya hablé hace algún tiempo sobre la zona de aparcamientos alrededor de los colegios y sobre cómo la gente pasaba por entre los coches sin el mínimo cuidado, llevando a los niños y dando muy mal ejemplo. Pero por si eso no fuera poco, llevo un par de días viviendo una situación que me supera.

Al recoger a Sara del cole el otro día me encontré a un niño de 3 años al lado de mi coche, solo, rodeado de coches que entraban y salían del aparcamiento. Le pregunté por su madre y al rato una mujer le llamó desde unos 50 metros y dejó que el niño fuese solo andando hasta ella. Vale, se ha despistado un momento y el niño se le ha escapado, situación normal que nos puede pasar a cualquiera…aunque yo me acercaría a recogerle, no dejaría que fuese sólo andando entre los coches. Estaba sujetando a Sara en su silla cuando el niño apareció de nuevo en mi puerta. ¿Otra vez se le ha escapado? Y de nuevo la madre le llamó a voces y dejó que el niño cruzase el aparcamiento. Pero, no acababa ahí la cosa, de pronto veo como la mujer se sube al coche, arranca y sale. Si el niño estaba a mi lado mientras yo sujetaba a Sara a su SRI, ¿cómo es posible que le haya dado tiempo a llegar hasta allí, subirle, colocarle correctamente en su silla del coche y salir antes que yo? La respuesta llegó a mis ojos en sólo un segundo, el niño iba saltando suelto en el asiento de atrás. ¡Ni que decir tiene que me entró una mala leche! ¿Cómo puede llevar a su hijo suelto en el coche, con todo el peligro que conlleva? ¿Está poniendo en peligro su vida? Me fui a casa rumiando sobre el asunto.

Pero la cosa podía empeorar, aunque yo en ese momento no me lo imaginaba.

Día siguiente, hora de salir del colegio, misma zona de aparcamiento llena de coches. Y la casualidad quiso que la señora del día anterior aparcase justo a mi lado. Llegamos a la vez a los coches, y mientras yo subía a Sara al coche, ella abrió la puerta del otro lado para dejar subir a los niños. Dos niños, no uno, dos niños subieron a su coche, uno de 3 años y otro de unos 5. Y cerró la puerta. Eso fue lo único que hizo por sus hijos, abrirles la puerta y dejar que subieran. Uno se quedó en mitad del asiento, entre los dos SRI que llevaba la señora en el coche y que evidentemente, no usaba. El otro se tumbó en el suelo a coger unos juguetes y de esa forma, salió rápidamente del aparcamiento. ¡Mi asombro no daba más de sí!seguridad coche

No lo entiendo. ¿Cómo puede una mujer, una madre, llevar a sus dos hijos así en el coche, sin ningún tipo de protección, poniendo en peligro sus vidas? ¿No son lo que más quiere del mundo? No puedo con eso, no puedo respetar esas situaciones.

He cogido el modelo y la matrícula del coche. Y voy a llamar a la policía para que estén pendientes el próximo día al salir del colegio. Espero que la vean y que le pongan una multa, una por cada niño que está poniendo en peligro. Una multa que haga que cuide la seguridad de sus hijos, que quizás le importe una mierda, pero seguro que por evitarse otra multa, la próxima vez los sienta en sus sillas, que evidentemente, tampoco eran las más adecuadas.

Padres irresponsables, padres que no cuidan de la seguridad de sus hijos. No merecen mi respeto.

¿Quieres hacer un postre pero no tienes mucha maña en la cocina? No hace falta ser un master chef para hacer cosas sencillas y vistosas, invirtiendo poco tiempo y poco dinero. Así que voy a contarte algunas recetas muy fáciles que puedes hacer usando hojaldre. Si quieres aprender a hacer mini saladitos puedes leer esta receta.

Ingredientes

  • Masa refrigerada de hojaldre
  • 1 tableta de chocolate al gusto
  • 1 huevo

Preparación

  • Precalentar el horno a 180º
  • Sacar la masa de la nevera unos minutos antes de empezar a hacer la receta. Prefiero la masa de hojaldre refrigerada, aunque también la venden congelada.
  • Desenrollar la masa en su totalidad. En el centro colocaremos la tableta de chocolate completa. También podemos colocar el chocolate a trocitos, para dejarlo más repartido. Yo lo hago con chocolate negro, pero se puede hacer con cualquier tipo de chocolate.Hojaldre chocolate
  • Enrollar la masa alrededor del chocolate, sellar los bordes, pinchar la parte superior unas veces con un tenedor y pintar con huevo.hojaldre chocolate
  • Hornear 20-30 minutos y listo.

El hojaldre está mucho más rico si lo comemos unas horas después de hecho. Si no ha pasado mucho tiempo, el chocolate seguirá derretido. Al día siguiente el chocolate ha adquirido su forma endurecida habitual, aunque los hojaldres siguen estando igual de ricos. En esta ocasión yo he dividido el hojaldre en dos mitades. Una mitad la corté en porciones más pequeñas para hacer mini hojaldres de chocolate y que los niños se los pudieran llevar al cole al día siguiente. Y como no, podemos participar todos en la cocina, los niños pueden encargarse de toda la preparación excepto de la parte del horno, cuando cocinamos con nuestros hijos, compartimos momentos familiares y a ellos les encanta saborear después el resultado.hojaldre chocolate

Si lo pruebas, cuéntame tu experiencia, ya verás cómo te encanta y sorprendes a niños y mayores.

Hasta hace muy poco tiempo, Sara dormía la siesta todos los días, ella lo necesitaba y no las rechazaba. Es más, hasta me costaba trabajo despertarla muchas veces. El problema llegaba en la noche, que le costaba mucho quedarse dormida. Los fines de semana y durante las vacaciones me daba un poco lo mismo, pues por las mañanas no había prisa por levantarse. Pero los días que teníamos que madrugar me preocupaba mucho que no durmiese lo suficiente por la noche. Así que empecé a acortarle las siestas, pero nada, que conciliar el sueño por las noches seguía siendo complicado y nos daban las 10 intentando dormir.

También hasta hace poco, dormir la siesta era más sencillo que ahora. Cuando estaba en la guardería yo tenía reducción de jornada, así que a la 1 la recogía y antes de las 2 de la tarde ya habíamos comido y estábamos casi metidas en la cama.

Pero con los nuevos horarios de trabajo y con el nuevo horario de colegio, la cosa se complica bastante.

Hay días en los que salgo a las 3 de trabajar y la recogen mis padres del cole. Como come en casa de los abuelos, no le echan la siesta, pues quiere quedarse despierta a esperar a que llegue. Y acostarla a las 3 y media me parece muy tarde, teniendo en cuenta que a las 9 de la noche me gusta acostarla. Así que esos días no hay siesta.

Los martes y los jueves Sara va a clases de baile. ¡Le encanta! El caso es que la clase empieza a las 4.15, y como sale a las 2 de clase, entre que llegamos y comemos, ya no le da tiempo a dormir un rato para poder llegar a clase después.

Vamos, que por unas cosas u otras, varios días a la semana pierde la siesta. La ventaja que le veo es que cenamos muy temprano y antes de las 9 ya está durmiendo, pone la cabeza en mi brazo y en menos de dos minutos ya ha caído. La desventaja es que hasta que llega la hora de la cena, las tardes se hacen pesadas. A media tarde empieza a acusar el cansancio, está más irascible, se enfada por todo, llora muchísimo, no quiere que le consuele, ya no sabe a qué jugar, si estamos en la calle se enfada con todos los niños, vamos, que muchas tardes son complicadas. Si tenemos una tarde entretenida, generalmente la pasa bien. Pero si tenemos una tarde tranquila, de estar en casa, lo pasa bastante mal cuando no está distraída.

Una noche tan cansada que no puede llegar ni a la cama

Una noche tan cansada que no puede llegar ni a la cama

Luego están los días en que yo no trabajo y ella no tiene baile, que comemos juntas prontito cuando sale del cole y nos podemos echar un rato. Esos días ella se duerme la siesta rápido y luego me cuesta despertarla. Intento que no duerma más de 1 hora, pero al final siempre es más tiempo porque no se quiere despertar. Y encima se despierta de mal humor, porque quería seguir durmiendo y el enfado le dura un rato. El problema está cuando llega la noche, a las 9 de la noche no quiere dormirse. Y no es que la pobre no lo intente, es que no lo consigue. Se tumba y se pone a dar vueltas. O se queda muy quieta pero con los ojos abiertos mirando al techo. Yo esos días me pongo muy nerviosa, porque veo cómo se va pasando el tiempo y pienso en que va a dormir poco esa noche. También me pongo nerviosa porque Lucas quiere nuestro ratito de mayores y yo estoy con Sara intentando que se duerma.

No paro de darle vueltas al asunto. Creo que la siesta es importante en los niños pequeños, sobre todo cuando se despiertan temprano para ir al colegio. Descansar un rato a media tarde te hace afrontar el resto del día con más energía. Yo soy la primera que si puedo me meto en la cama a dormir, y si no, me tumbo en el sofá y cierro los ojos un ratito. Pero también creo que es importante que el descanso nocturno sea satisfactorio y si se duermen tarde, restamos calidad al sueño.

No sé muy bien que hacer, ¿siesta sí y dormirse más tarde de noche? o ¿siesta no, estar cansada por la tarde y dormirse inmediatamente de noche? ¿Qué opinas?

Hace varios meses que empecé a usar otra copa menstrual, la Lily Cup. En mi afán de probar varias marcas y conocer distintas posibilidades, me topé con ella. Y al igual que he hecho en otras ocasiones, voy a hacer una comparativa con otra marca, para que puedas apreciar mejor las diferencias.Lily Cup

Este copa es de la marca intimina, una marca que además tiene ejercitadores de Kegel, ideales para fortalecer el suelo pélvico debilitado por los partos y por los años.

Como todas las copas menstruales, no absorben el flujo, sino que lo recogen, evitando así la sequedad vaginal, los restos de algodón y las posibles alergias. Está realizada en silicona médica, muy suave.

Lily Cup se presenta en dos tallas, talla A para mujeres que no han tenido hijos por vía vaginal, y talla B, para mujeres que han tenido partos vaginales o con el suelo pélvico débil. Ambas tallas son rosas. Cada copa menstrual viene acompañada de su libro de instrucciones y una bolsa a juego para guardarla.Lily Cup

En comparación con la copa Lady Cup, de la que ya te hablé aquí, el volumen de llenado es bastante similar, 32 ml Lily Cup y 34.6 ml Lady Cup. La mayor diferencia radica en el tamaño, ya que la copa Lily Cup es más larga y más estrecha. En mi caso, esto sí lo he notado una vez puesta, pues mi vagina es corta y parece que una vez puesta, se me sale. Con estas capacidades, puedes usar la copa hasta 12 horas sin necesidad de cambio, aunque esto depende de la cantidad de flujo que tengas. Lo ideal es ir probando los primeros días hasta conocer el tiempo que puedes llevarla.Lily Cup

Como ventaja con respecto a otras copas, decir que no tiene el borde pronunciado, sino que es liso, lo que hace que su extracción sea más sencilla pues no hay un reborde. En cambio, la parte interna está doblada hacia el interior, para impedir que el flujo rebose en caso de que se llene mucho.

Como en todas las copas, el manguito exterior puede recortarse en longitud sin afectar a la calidad de la misma.

El precio de la copa menstrual Lily Cup es 29.95€. Un ahorro a la larga si comparamos con el gasto en compresas y tampones. En menos de 1 año está amortizada. Con un correcto cuidado, puede durar entre 5 y 10 años. Y la ventaja de Lily Cup es que se puede encontrar en farmacias y en algunos centros comerciales, no sólo la venden por internet.

En comparación con las otras copas menstruales que uso, su forma me resulta un poco diferente a la hora de ponerla. He hablado con mujeres que nunca habían usado una copa menstrual y el primer uso con Lily Cup les ha encantado. En cambio, a mí, quizás por el hecho de haber usado antes otras marcas, me dificulta un poco el uso. Con otras marcas, una vez colocada la copa, me gusta girarla un poco dentro de la vagina, para confirmar que está abierta del todo. Con Lily Cup, la parte más larga queda en la pared posterior de la vagina, y la parte corta queda delante. Esto es porque tiene forma anatómica, pero al colocarla no puedo girarla para comprobar que está abierta del todo, sino quedaría la parte larga hacia delante.

La otra desventaja que le he encontrado a nivel personal es el tamaño tan alargado. Dependerá del cuerpo de cada mujer, quizás sea por la edad, por la falta de ejercitación del suelo pélvico, por haber tenido dos hijos o por un poco de cada cosa, mi cuello uterino está más bajo que hace años, tengo el útero más descendido. Esto se traduce en un vagina más corta y la copa Lily Cup, al ser más larga, me llega al cuello del útero. No me molesta puesta pero al hacer algún esfuerzo, la propia fuerza del útero empuja la copa hacia afuera y de pronto la noto en la vulva.

El momento de la limpieza es también diferente. A destacar que no tiene agujeros, lo que impide que quede ningún pequeño resto. Eso sí, al tener el borde anti rebosamiento, hay que fijarse bien en lavar esa zona a conciencia, no quede algo debajo.

Ventajas

  • Venta en farmacias y parafarmacias
  • Fácil extracción al no tener reborde
  • Borde hacia adentro que evita rebosamientos
  • Colores llamativos y bolsa para guardar a juego

Desventajas

  • Tamaño muy grande
  • Forma anatómica que dificulta su colocación
  • Lavado más dificultoso en la zona del bore antirebosamiento

En general, esta copa no es de mis favoritas, es una de las que menos uso. Como ya he contado otras veces, el hecho de tener más de una me da la ventaja de llevar una copa de repuesto en el bolso cuando salgo de casa, y así, si necesito un cambio, en vez de vaciar y lavar la que llevo puesta, me pongo la que llevo limpia en el bolso. A veces uso la copa Lily Cup para llevar de repuesto.

Espero que mi experiencia te sirva de ayuda a la hora de decidirte a dejar atrás compresas y tampones y ser más respetuosa con tu cuerpo, con tu bolsillo y con el medio ambiente. Si tienes alguna duda, estaré encantada de ayudarte.

Desde hace unos años está empezando a implantarse en España la moda de celebrar Halloween. Como todas estas cosas, hay gente que está a favor y gente que está en contra, respetables todas las opiniones.halloween

Pero Halloween no es un fenómeno aislado. Mucha gente se niega a aceptar una fiesta típicamente americana. La realidad es que la cultura americana lleva conviviendo con nosotros muchos años y se va metiendo en nuestros hogares. Mucha “culpa” de esto la tienen series y películas de televisión, en las que vemos celebraciones y costumbres que no son nuestras, pero que a muchos les gustaría adoptar. Así, la cantidad de restaurantes americanos que pueblan nuestras ciudades es inmensa. Y yo no reniego de la comida casera, para nada, y evito lo máximo posible la comida rápida y basura, pero no negaré que para los niños y para mí, ir a comer a un restaurante americano que nos encanta es como una fiesta, y siempre vamos a ese sitio para celebrar nuestros cumpleaños y en ocasión de algún día especial.

Del mismo modo, cuando llegan las Navidades, hace ya años que vemos adornos, figuras y actividades relacionadas con Papá Noel. Pero este señor gordo, con cara de bonachón y vestido totalmente de rojo no es producto nacional. Al contrario, cuando yo era pequeña, esperábamos ansiosos a que llegasen los Reyes Magos y desde entonces hasta ahora, Papá Noel fue llegando desde América para instalarse en nuestros hogares y dejar que los niños disfruten de sus regalos con unos días de antelación. Ahora, por el mismo precio tenemos dos personajes que traen magia y regalos a los niños.

Al fin y al cabo, es por ellos, por los niños, por los que hacemos estas cosas, al menos en mi caso.

La fiesta americana de Halloween coincide con nuestro tradicional día de los santos. La diferencia está en que en España, este día es un día triste, donde la gente va a los cementerios a llorar a sus seres queridos. Si nos paramos a pensarlo, me parece una hipocresía, ¿durante todo el año no nos acordamos y el 1 de noviembre vamos al cementerio? Cuando un ser querido se nos va, el dolor y el vacío que deja es tan grande que no necesito una fecha concreta del calendario para recordarle ni para ir a visitar su lugar de descanso, ya lo hago cada día.

Halloween es en realidad una celebración de origen celta y llegó a América a través de los inmigrantes irlandeses. Los antiguos celtas conmemoraban la festividad de Samhain, que significa fin del verano. Los antiguos celtas creían que la línea que une a este mundo con el otro mundo se estrechaba con la llegada del Samhain, permitiendo a los espíritus (tanto benévolos como malévolos) pasar a través. Los ancestros familiares eran invitados y homenajeados mientras que los espíritus dañinos eran alejados. Se cree que el uso de trajes y máscaras se debe a la necesidad de ahuyentar a los espíritus malignos. (fuente Wikipedia).

Desde hace unos años, celebrar Halloween es una costumbre que ha entrado en nuestras casas. Hacer algo diferente y divertido con los niños es lo que importa y a ellos les encanta disfrazarse y dar sustos, e incluso recibirlos. Pero como la economía no está muy sobrada últimamente, gastarse mucho dinero no entra en nuestros planes.

Fiestas de disfraces

Hace unos años Lucas llegó del colegio diciendo que iban a celebrar Halloween y que tenía que disfrazarse. Como me pilló un poco desprevenida, pasamos al plan zombi. Estrategia que hemos usado varios años más. Ser un zombi es bastante barato. Sólo nos hace falta ropa vieja y/o estropeada que tengamos por casa, ya sabemos que los zombis van siempre hechos un desastre. También necesitaremos maquillaje blanco y rojo y negro. Para el negro uso sombra de ojos y el blanco y el rojo lo puedes encontrar en tiendas de chinos, disfraces y Amazon por un par de euros.

A Sara le compré un disfraz de bruja en una tienda de chinos que me costó 8€. Lo cogí un par de tallas más grande y así tengo disfraz para varias veces. Además, como hay que ahorrar, el año pasado se puso el traje para la fiesta de la guarde, para la fiesta que hicimos nosotros y este año va por el mismo camino. ¡Amortizado!

Te enseño alguna foto de nuestros últimos disfraces caseros y baratos. Y en internet puedes encontrar muchísimas ideas.

 Halloween

Comidas y fiestas

Ya tenemos los disfraces, ahora hay que lucirlos. El año pasado hicimos una fiesta en el local de la comunidad y nos juntamos mucha gente, todos disfrazados. Decorar el lugar tampoco es caro, en las mismas tiendas de los chinos tienen decoración de todos los tipos y de todos los precios, y entre varias personas, con un par de euros  podemos comprar arañas para colgar, murciélagos y telas de araña. La idea es ambientar el lugar un poco, la animación la pone la gente.

Si hacemos una fiesta con varias personas, lo mejor es que cada uno se encargue de llevar algo de comer. Es mejor hablar esto antes del día señalado, para no juntarnos con cosas iguales. Y con un poquito de imaginación, podemos tunear la comida para que parezca de miedo. No he encontrado fotos de las cosas que he hecho yo personalmente, pero también te dejo algunas ideas.

Cortar el queso con forma de miedo y dejar que se funda sobre la hamburguesa

Cortar el queso con forma de miedo y dejar que se funda sobre la hamburguesa

Cortar tiras finas de hojaldre y enrollar las salchichas. Meter al horno y decorar

Cortar tiras finas de hojaldre y enrollar las salchichas. Meter al horno y decorar

Una alternativa a las fiestas caseras es salir a cenar en algún sitio tematizado de Halloween. Hay multitud de restaurantes que se decoran para la ocasión, crean un ambiente lúgubre y hasta los propios camareros están disfrazados.  Restaurantes de estilo americano, para no perder las costumbres propias de la tierra.

Y si no queremos perdernos la diversión de Halloween y pasarlo por todo lo alto, lo mejor son los parques de atracciones. Diversión a raudales y mucho miedo para pasar un día en grande. Todos los parques se decoran por estas fechas y suelen incluir pasajes del terror gratuitos, así como actuaciones y pasacalles de miedo. Hace unos días estuvimos en el Parque de Atracciones de Madrid, y aunque había mucha gente como es normal en este tipo de eventos, lo pasamos genial. Entramos en algún pasaje del terror y disfrutamos con la Monster Parade, un montón de seres de inframundo que salen a aterrorizar a los más valientes. Es espectacular lo bien caracterizados que están algunos. En unos días también iremos al Parque Warner, puedes leer lo bien que lo pasamos el año pasado.Halloween

Cine de terror

Y si llega la noche y no tenemos sueño, hay otro plan que no puede faltar. Ver películas de miedo. Con Sara hemos visto en un par de ocasiones Hotel Transilvania, película llena de monstruos muy graciosos con los que pasar un rato agradable. A ella le encanta Blobby, la cosa esa verde y viscosa que recoge de todo en su interior. Y estamos deseando ir a ver la segunda parte al cine. Y con Lucas, qué decir, ¡por fin le encantan las pelis de miedo! Las películas de terror son un género que siempre me ha encantado y estaba deseando poder ver algunas películas como Poltergeist con él. Ahora ya se ha aficionado y en cuanto se entera de alguna nueva de miedo, allá que vamos los dos. Eso sí, las luces no pueden estar muy apagadas y el volumen no demasiado alto, todavía no hemos llegado a ese punto. Hemos visto juntos Pesadilla en Elm Street, Insidious, Guerra mundial Z y alguna más y tengo pendiente El Resplandor y El exorcista, películas buenísimas y que a mí me encantaron en su día, pero que no sé si van a convencer del todo a Lucas por los anticuados efectos especiales, aunque tiene que ver que lo importante es la trama en sí.

Bueno, está claro que Halloween ha llegado a nuestra casa para quedarse. Los niños disfrutan y eso es lo que a mí me importa. Este año, Sara tiene fiesta en el cole y por la tarde vamos a hacer alguna cosilla para los niños de la urbanización. Lucas también tiene una fiesta por la tarde en el instituto, los alumnos van a montar un pasaje del terror. Y para poner el broche final, nos vamos a ir a cenar un montón de amigos con los niños, todos disfrazados, por supuesto.

Y tú ¿celebras Halloween? ¿Cuál es tu plan para este año?

 

Estoy abrumada por la velocidad que lleva el tiempo. ¡Pasa tan deprisa! Y no debería pillarme desprevenida, Lucas me lo ha demostrado, ya hace casi 14 años de su nacimiento, recuerdo esos momentos como si fuesen ayer…y no, no fue ayer, fue hace muchos años.

Por eso con Sara quería que el tiempo se detuviese, quería aprovechar cada momento con ella. Por eso con Sara no dejé que nadie influyese en mí con comentarios del tipo “la vas a malcriar”

Siempre lo digo, se lo digo a todo el mundo. Aprovecha cada momento con tu bebé, no va a ser pequeño siempre. Aprovecha a llevarle mucho en brazos, aprovecha a oler ese aroma especial, aprovecha y duerme con él, aprovecha y alarga la lactancia todo lo que puedas. Aprovecha, porque todo llega a su fin y lo echarás de menos.

Si hace un par de semanas te comentaba que nuestra lactancia está llegando a su fin, ahora es el uso de portabebés el que parece que se está terminando.

Desde el embarazo supe que quería llevar a Sara en brazos el mayor tiempo posible. Antes de nacer ya nos habíamos informado sobre el porteo ergonómico y nos compramos nuestro primer portabebé. Y así íbamos siempre, con Sara en brazos, primero en una caboo closer, luego con un fular tejido de segunda mano y ya llegaron todos los demás portabebés, han sido tantos y los hemos usado tanto que no sé si me acuerdo de todos. Llevar a Sara en brazos nos dio la posibilidad de ir a un montón de sitios y hacer cosas que no habríamos podido hacer. Y tanto me gustaba la sensación que decidí aprender más y ayudar a otras familias a que conociesen el mundo de los portabebés. Por eso me hice asesora de portabebés, para conciliar mi vida familiar y laboral y para hacer algo que me gustaba mucho. Y Sara siempre era mi modelo en todas las charlas y talleres que daba.

Cuando nació Sara no nos compramos silla de paseo. ¡Menos mal! Nos prestaron una que usamos en contadas ocasiones, sobre todo cuando algún miembro de la familia quería salir de paseo y empujar el carro. Y en los centros comerciales. Sí, le encontré la utilidad al carrito de bebé. Mientras Sara iba a gusto pegadita a mí, el carro servía para llevar los abrigos y las bolsas de la compra en el centro comercial.

Sara con unos días

Sara con unos días

Cuando Sara tenía 6 o 7 meses, mi padre nos regaló una silla de paseo ligera de una tienda outlet, menos mal que se gastó poco. Durante unos meses la usé en alguna ocasión como ya he dicho, para llevar cosas en algún centro comercial. Pero como no le daba mucho uso, se la presté a una prima que había tenido un niño y me olvidé de la silla hasta ahora.

Y ahora ha llegado el temido momento, el final de otra etapa. Sara tiene 3 años y medio y 17 kilos vestida y casi no porteamos. Hemos dejado de ir en brazos a todas partes. Este verano empecé a notar molestias cuando la llevaba mucho rato. Cuando salíamos por el paseo marítimo y quería brazos, la llevaba a la espalda en la mochila ergonómica. Pero no aguantaba mucho, después de unos 15 minutos me empezaban a doler las caderas al andar. Por más ajustada que la llevase, por más que intentase colocármela de otra forma, no había modo, tenía que bajar. Y eso mismo me ha pasado en alguna otra ocasión, una tarde de paseo por el parque de atracciones, una caminata hasta la clase de baile… No puedo, unos minutos después de empezar a llevarla y tengo que pedirle que se baje, del dolor que se me pone.

Es cierto que ya no uso los portabebés tanto como antes. Cuando porteas mucho, cuando lo haces desde el nacimiento, todo tu cuerpo comienza un acondicionamiento físico, tus músculos comienzan a adaptarse al peso “extra” y se va fortaleciendo. Por eso siempre digo que empezar a portear desde el nacimiento es lo mejor. Y si se empieza con niños más mayores, que ya pesan un poco más, habrá que ir acostumbrando nuestro cuerpo poco a poco, con sesiones de “entrenamiento” paulatinas. Quizás sea eso lo que me ha pasado a mí, el hecho de llevar a Sara con el portabebé sólo una o dos veces al mes, ha hecho que me vaya deshabituando.

Y aquí estamos ahora, con una niña que pesa mucho para mi espalda pero que se sigue cansando y sigue necesitando brazos. ¿Sabes cuál ha sido la solución? ¡He tenido que pedir que me devuelvan mi silla de paseo! ¡Quién me ha visto y quién me ve! Volver a usar la silla ha sido objeto de risas en unas ocasiones, también por mi parte, por supuesto, yo soy la primera que se ríe de la situación. Yo, una firme defensora de los portabebés, empujando una silla.

Por suerte desde que tengo la silla la he usado sólo en un par de ocasiones, que hemos ido andando a un sitio lejano o hemos pasado el día entero fuera de casa. Y por suerte, a pesar de que Sara no tiene recuerdo de haber ido en silla porque siempre ha ido en brazos, no ha puesto ningún reparo a la hora de sentarse y dejarse llevar.

Hazme caso, los niños crecen muy deprisa. Y dejan de hacer todas esas cosas que algunas personas aseguran que no dejarán nunca. Lleva a tu bebé en brazos todo lo que puedas y siempre que puedas. Llevar al bebé en brazos tiene múltiples beneficios, además de ventajas. Y creas un vínculo muy especial con el bebé, por esa cercanía que compartes. Aunque te digan que no lo cojas, que se acostumbra, no hagas caso, cógelo todo lo que puedas, claro que se acostumbran, se acostumbran a lo bueno, a estar cerquita de las personas que le quieren. Pero no será así siempre. Porque crecen, porque empiezan a andar y quieren explorar mundo, porque quieren correr y porque un día descubres que tu bebé es muy grande para seguir llevándole en brazos y a tu bebé no le importa. Cuando llega ese día, sabes que ha dado un paso más en su independencia, en su camino hacia otra nueva etapa. Y tú sabes que esa etapa que cierras no volverá. Y te alegras por tu bebé. Y te alegras por todo lo que has aprovechado mientras has podido. Pero también una parte de ti se queda triste por lo que ya no volverá.

Uy, parece que falta mucho para las Navidades, pero no, el tiempo se pasa rápido y la experiencia me ha hecho aprender que en cuestión de regalos, es mejor no dejar las cosas para última hora. Dejar las compras de Navidad para los últimos días conlleva precios más altos, mucha más gente comprando y la posibilidad de quedarte sin el juguete que estás buscando, si es algo muy demandado.

Por ese motivo, todos los años por estas fechas empiezo con los preparativos. Y es que un año, cuando Lucas era pequeño, me pilló el toro. Recuerdo que pidió un juguete de unos muñecos que por aquel entonces le gustaban un montón, había dibujos y todo en la tele, los Gormitti. Lo fui dejando, lo fui dejando y cuando fui a buscar el juguete en cuestión, estaba agotado. Me recorrí un montón de tiendas buscándolo y nada. Al final, después de mucho buscar lo encontré, pero me salió bastante caro por toda la gasolina y todo el tiempo que gasté hasta encontrarlo.

Así que desde entonces, las compras de Reyes empiezan en Octubre. Aunque cada vez me lo ponen más difícil.

Con Lucas me encuentro un poco perdida. Está a punto de cumplir 14 años y ya no le sirve cualquier cosa. Comprarle ropa dejó de ser una opción hace un par de años. Por más que siempre intento coger algo que sea acorde a sus gustos, no sé cómo me apaño que nunca acierto. Así que ya nos hemos llevado algún disgusto los dos; yo porque no le gusta lo que le he comprado y él porque se siente mal por no gustarle lo que yo le he cogido con tanto cariño. Algo con lo que seguro que sí acierto son las zapatillas. Tiene una marca favorita y un estilo que conozco de sobra, así que por ese lado acertaré seguro. Pero me sacas de las zapatillas y ya no sé qué más regalarle. Accesorios de informática y videojuegos tiene varios, vamos que en ese campo está servido. Aunque seguro que encuentro algún aparatejo que le guste. Libros tampoco puedo regalarle porque hace poco le regalé un e-reader y ya los de papel no entran en casa. Estoy abierta a escuchar ideas y consejos, ¿me ayudas a encontrar regalos para un chico de 14 años?zapatillas

Y luego está Sara. Con ella casi lo tengo todo listo. Ya he comprado varias cosas que seguro le encantan. Al final prefiero encargarme yo misma de los regalos que le van a hacer los demás. Ya me he cansado de juguetes repetidos, juguetes cuya edad recomendada es superior a la que tiene Sara o ropa que le queda pequeña o que no me gusta nada. El año pasado lo hice así. Yo compré todos los regalos y luego fui repartiendo entre los abuelos y tíos, que sólo se tenían que encargar de envolver el regalo y darme el dinero. Fácil para ellos, un acierto para ella.

El principal regalo va a ser la bici. Lleva tiempo pidiendo una. Incluso hemos pasado por una tienda a probarlas y ver cuál es la medida que le sirve. Ha elegido una con una cesta delante para llevar cosas. Y no para de hablar de la bici que le van a traer los Reyes Magos. Así que ese regalo está claro y será de mi parte. Para el resto de la familia, ya he cogido varias cosas, un maletín de médicos, pues le encanta jugar a ser enfermera como mamá y me saca las cosas del botiquín para jugar de vez en cuando.maletín médico

También le he cogido unas cuantas cosas para pintar, se puede pasar horas dibujando y pintando, nos ha salido artista la niña. Le he cogido un espirógrafo. Yo tenía uno de pequeña y me encantaba hacer dibujos con él. ¿Sabes lo que es? Es un juguete para hacer diseños geométricos, mediante distintos engranajes que encajan unos dentro de otros. Según dónde pongas el lápiz, el dibujo sale de distinta forma.Espirógrafo

Otra de las cosas que le he cogido es una caja de plástico con pinchitos de colores para hacer dibujos (uf, qué mala soy con eso, no sé cómo se llama en realidad). Con esto se fomenta la psicomotricidad fina, además de la imaginación.puzzle plástico

Ambas cosas las he comprado por internet, soy bastante dada a las compras online, como ya he comentado otras veces. Comprando desde el ordenador puedo comparar precios y ahorrar tiempo en desplazamientos. Y si encima me lo mandan a casa, te aseguro que no puedo resistirme.

Aún me faltan un par de cosillas que terminaré de comprar en unos días. Creo que una de ellas será una muñeca…aunque de eso te hablaré la semana que viene. Y tu ¿compras los regales de Reyes con antelación?

Lo confieso, nunca he sido muy apañada con el bricolaje y los arreglos domésticos. Siempre me he aprovechado de tener a alguien para hacer pequeñas reparaciones en casa y no he mostrado mucho interés. Pero no siempre ha sido así.

De pequeña me pasaba horas mirando a mi padre arreglar aparatos eléctricos. Todos los conocidos le llevaban pequeños aparatos para que se los arreglase y me encantaba mirar. Hubo una época, aquella de los vídeos VHS, en la que los reproductores se estropeaban con tanta frecuencia que hasta aprendí a limpiar y arreglar los cabezales ;-). Pero aparte de desmontar algún que otro “walkman” y cambiar algún enchufe, no sabía hacer mucho más.

Y ahora me veo un poco nula. No soy de pedir ayuda ni favores, me gusta apañarme y arreglarme yo sola. Pero claro, me encuentro en un momento en el que tengo que llamar a mi padre hasta para colgar un cuadro y me da mucha rabia. Así que desde hace poco, intento ser más DIY. Seguro que tú sabes de sobra lo que significa DIY, pero yo lo he aprendido hace poco, la falta de práctica. DIY son las siglas en inglés de Do It Yourself, o lo que es lo mismo, Hazlo Tú Mismo. Y esto se aplica para todo. Habrás visto blogs llenos de ideas, tutoriales, vídeos y consejos para hacer de todo, desde decorar casas, hasta hacer ropa, adornos, manualidades y actividades para los peques de la casa. Yo no pretendo llegar a esos extremos, confieso que no se me da muy bien y que tampoco es que tenga mucho tiempo ni paciencia para ponerme. Pero por lo menos, las cosas más simples, los arreglillos domésticos, sí me gustaría poder hacerlos yo misma. Y si de paso puedo ayudar a los niños con alguna manualidad, pues mejor que mejor.

Y entonces, Bosch entró en mi vida. Y me ha gustado tanto que ya me he pedido mi regalo para Reyes.

La semana pasada tuve la oportunidad de conocer la nueva versión del atornillador IXO de Bosch. Y me ha encantado. En casa tengo una pequeña caja de herramientas con 4 destornilladores, los que más uso. Y muchas veces me cuesta bastante apretar algún que otro tornillo. El día que probé IXO V de Bosch y comprobé lo fácil que era atornillar, incluso en una tabla de madera sin agujeros hechos, decidí que lo quería. Porque no solo sirve para atornillar, también para quitar tornillos, cosa que seguro que ya sabías,  otra cosa que a veces en casa me cuesta trabajo si están muy apretados.IXO V

El día de la presentación de IXO V tuve la ocasión de hacer un par de cosillas. Estas fotos son la prueba de lo bien preparado que estaba todo. Una mesa de trabajo, gafas para protegernos los ojos, guantes para las manos, el atornillador IXO, una lijadora y hasta una pistola de pegamento. De un trozo de madera conseguí una tabla de cortar alimentos pulida ¡y con nuestras iniciales hechas con tornillos!

El atornillador IXO V me encantó. Es la versión mejorada de sus antecesores, que yo nunca he conocido. Es un atornillador eléctrico pequeño, de fácil manejo con una sola mano, con batería de litio para no tener cargarlo cada dos por tres y con una luz LED que podemos dirigir al punto exacto en el que queremos trabajar, para usarlo en espacios con poca luz. ¡Hasta tiene cargador USB! Esa opción me parece interesantísima, para olvidarnos de tener tantos cables por casa. Me encanta que cada vez más aparatos eléctricos usen el mismo tipo de conexión y un solo cable sirva para todo.IXO V

Y no sólo sirve de atornillador. Pues se puede adquirir con varios complementos que ni se me habría ocurrido que existieran. Tiene un adaptador para convertirlo en taladro. Otro de corte, para llegar a rincones e incluso uno para encender barbacoas. Pero el que más me llamó la atención fue el adaptador descorchador. Pudimos probarlo y es increíblemente rápido y práctico. Descorcha una botella en un par de segundos, sin hacer ninguna fuerza y sin romper el corcho. ¡Qué inventos!IXO V

La otra herramienta que me encantó conocer y probar fue la pistola de pegamento. Y esa también va para la lista de Reyes… Cada dos por tres necesitamos pegar cosas en casa y nos damos cuenta que el pegamento está seco. Seguro que a ti también te pasa, después de un tiempo sin usarlo, adiós pegamento. Así que esta pistola de pegamento me ha encantado. Es pequeña y manejable, se usa con una mano y se puede sostener con precisión, como si fuera un bolígrafo. El funcionamiento es sencillo, unas pequeñas barras de cola se meten por detrás y la pistola las calienta y las derrite. En sólo 15 segundos se calienta y está lista para usar. No mancha ni gotea y sirve para casi cualquier superficie. Y nunca se seca, pues las barritas vuelven a pegar en cuanto se calientan. Y con estas manitas y la pistola de pegamento, hice esta corona tan bonita para Sara.IXO V

Ya no tengo excusa para hacer mis apaños en casa y ser un poco manitas. Desde ahora arreglar pequeñas cosas y ayudar a los niños en alguna manualidad va a ser mucho más sencillo. Y tú, ¿eres manitas?

Hoy leemos un libro diferente a lo que estamos acostumbrados en casa. Es un libro para niños más mayores, a partir de 9 años y es un libro íntegramente en inglés. Además de ser un libro entretenido y fácil de leer, me gusta porque aporta información sobre la literatura inglesa. Sherlock Holmes & Literay Unlimited.Sherlock Holmes & Literay

Nuestros hijos están creciendo y conociendo personajes a través de series y películas, películas que en su mayor parte toman a un personaje literario de hace años y los transforman para que al público actual le llame más la atención. Así, Lucas ha visto distintas versiones de Sherlock Holmes o de Frankenstein, pero la esencia, la historia real, se ha perdido.

Con este libro, de una forma didáctica y amena, se recuperan los personajes de antaño. Leemos por ejemplo sobre Sherlock Holmes y su autor, Sir Arthur Conan Doyle, Long John Silver, protagonista de La Isla del Tesoro (Robert Louis Stevenson) o Frankenstein, de Mary Shelley. En pocas palabras y en capítulos cortitos, nuestros hijos conocen los datos más importantes de la historia, sus personajes y sus autores. Tras cada descripción hay unos ejercicios, para ver lo que han asimilado de la obra y poner en práctica su nivel de inglés.Sherlock Holmes & Literay

De esta forma, nuestros hijos conocen a los personajes reales, tal y como los inventaron sus autores y practican su inglés, no sólo leyendo, también resolviendo cuestionarios o sopas de letras.

Particularmente me ha gustado la idea, a ver si de este modo despierto un poco más la curiosidad de Lucas por seguir aprendiendo. Y tú, ¿lees libros de inglés con tus hijos?Sherlock Holmes & Literay

Hace años,  cuando en una de las múltiples reformas educativas que se suceden en este país decidieron comenzar con el bilingüismo, el colegio de Lucas fue uno de los elegidos para empezar con el proyecto. Comenzaron en el curso 2006/2007, cuando Lucas estaba en 2º curso de Educación Infantil. Al principio todo era bastante nuevo y no sabíamos por dónde saldría el nuevo cambio.

En nuestro caso, empezaron en Educación Infantil. Poco a poco les daban algunas clases sueltas y aprendía palabras. No fue hasta 1º de Primaria cuando empezaron más en serio. Desde el principio muchos profesores comenzaron a formarse en inglés y con el tiempo, fueron llegando profesores nuevos con niveles más altos. También había profesores nativos, profesores de apoyo cuya lengua materna era el inglés.

Comenzar con una lengua extranjera desde pequeños tiene múltiples ventajas. El cerebro de los pequeños está preparado para aprender una nueva lengua. Aunque en un principio el aprendizaje pueda ser un poco más lento en todas las áreas, es sólo algo temporal y momentáneo.

Un colegio bilingüe debe impartir entre el 30% y el 50% de las horas lectivas en inglés. En el colegio de Lucas, que ahora es el de Sara, imparten un tercio del horario semanal en inglés, menos lengua y matemáticas. Además de los profesores españoles que han ido formándose en inglés, los profesores nativos les ayudan con la conversación. En pequeños grupos salen de clase para tener conversaciones íntegramente en inglés. Y con estos mismos profesores se preparan para superar los exámenes oficiales que se realizan en estos colegios.

Está claro que depende mucho del centro y de los profesores. En defensa del colegio de Lucas/Sara, tengo que decir que he visto una gran implicación por parte de los profesores. También es un colegio que ya lleva casi 10 años de andadura bilingüe y está claro que la experiencia es un grado

Años después, mi valoración es bastante positiva. Como en todos los temas, hay defensores y detractores. En nuestra defensa diré que el nivel de inglés que adquieren los niños desde pequeños es impresionante. Ha habido algunas cosas que me han gustado menos, por ejemplo, el hecho de dar ciencias naturales y sociales en inglés. Me parecía que estaba muy bien que Lucas se supiese los nombres de los órganos del cuerpo humano en inglés, pero no me parecía bien que no se los supiera en español. Ahora, ese obstáculo está superado. La educación no es algo estático, es decir, no aprenden una cosa en un curso y se acabó. Los siguientes cursos siguen estudiando lo mismo, cada vez más amplio, cada vez con más conceptos. De ese modo, lo que un año lo aprendieron en inglés, al año siguiente lo vuelven a estudiar en español o lo vuelven a repasar en inglés. Vamos, que a día de hoy, Lucas sabe lo que es el hígado, dónde está y que en inglés se llama “liver”.

Evidentemente, una de las posturas de los detractores y que veo coherente, es que si un niño tiene problemas de aprendizaje en inglés, al estudiar una asignatura en esa lengua, le costará más todavía. Y llegar a un colegio bilingüe cuando se viene de otro que no lo es también puede resultar complicado para el alumno. Pero como digo, por suerte a Lucas se le da bien y no hemos tenido problema alguno.do you speak english

Al contrario, el nivel de inglés que tiene me sorprende. Cuando terminó el colegio, como también les hacen exámenes externos, vino a casa con el título B1 europeo. Un año les examinaron de Cambridge y los últimos años del Trinity College of London, del que tiene Grade 5 (hay 10 grados) Esto significa que tiene un nivel de inglés intermedio. El MCER (Consejo de Europa) determinó una serie de niveles que van del A1 al C2.  Estos niveles de inglés son los aceptados en toda la unión europea. Por ejemplo, en la universidad, en una diplomatura, según el plan Bolonia, para conseguir el título de grado es necesario tener el nivel B2. Y mi hijo en 6º de primaria ya tenía el nivel B1.

Al llegar al instituto el plan educativo cambia un poco. No todos los niños cursan las mismas asignaturas en inglés. Dependiendo del nivel con el que lleguen del colegio, así estudiaran en la ESO. Lucas va a un instituto bilingüe también, está cursando 2º ESO. A la semana tiene 2 horas más de inglés que los institutos que no son bilingües, hay dos días a la semana que sale más tarde de clase. Además cursa Ciencias Naturales, Educación Física y Educación para la Ciudadanía en inglés. Tienen talleres de música en inglés y hacen excursiones culturales. El nivel de inglés de un chico en 2º ESO de un instituto bilingüe es equiparable al nivel de inglés de un chico de 2ª Bachillerato de un instituto no bilingüe.

El bilingüismo permite a Lucas entender la mayoría de las canciones que suenan en la radio, ver películas en inglés y leer libros, unos de los cuales os hablaré en unos días. Este año quiero además que haga un viaje cultural a un país anglosajón. Yo estoy tan convencida que Sara está siguiendo los pasos de su hermano mayor en este tema.

Y tú, ¿llevas a tus hijos a un colegio bilingüe? ¿Qué opinión te merece el bilingüismo en España?