No hay mejor lugar que los brazos de mamá

Ser familia monoparental tiene muchas desventajas. Además de sumarse el hecho (en mi caso) del dolor por la muerte de un ser querido, te sientes muy sola la mayoría de las veces.

Adoro a mis hijos, los amo más que a nada en el mundo. Estoy con ellos cada día, las 24 horas del día, los 365 días del año, sin ayuda, yo sola. Y eso a veces abruma mucho. Intentar tener vida social es complicado, tus amigos tienen familias propias, además de otras obligaciones. A veces tenemos suerte y coincidimos con amigos para ir a cenar o a pasar el día a algún sitio chulo, así, mientras los niños se divierten, los mayores podemos charlar. Pero la mayoría de las veces estamos solos. Yo salgo muchísimo con ellos, hago muchas actividades, pero como digo, sola con los niños, sin poder interactuar con otros adultos.

Mi psicóloga me recomendó que buscase un grupo de padres con similares inquietudes para relacionarme. Así que un día me apunté a una actividad con otras familias monoparentales: fuimos al parque de atracciones. Pero no salió bien. La mayoría de los padres se conocían de antes, hicieron grupos con hijos de edades similares y yo me quedé un poco descolgada; si iba con los mayores, Sara se aburría y lo mismo sucedía con Lucas si iba a la zona infantil. Total, un día en el parque como los otros muchos que voy yo sola con mis hijos. Decidí no volver a repetir.

Las vacaciones de una madre sola con sus hijos son bastante durillas. Todos los veranos hemos salido de viaje, sobre todo por los niños, pero para mí ha sido muy duro. Una semana de hotel prácticamente sola. Todo el hotel rodeado de familias y yo no podía hablar con ningún adulto. Mis hijos disfrutaban de sus vacaciones, pero yo me sentía más sola aún.

Y de este modo llega mi experiencia de Semana Santa con un viaje en grupo de familias monoparentales. Por casualidad me llegó publicidad de un viaje a Peñíscola de una web especializada en viajes para singles, además de otras actividades. La web se llama Gruppit y vi que organizaban un viaje de 4 días para familias monoparentales. Estuve dando muchas vueltas, no sabía qué hacer. Por una parte, me apetecía probar, pero por otra, tenía miedo de que luego cada uno fuese por su sitio y volver a sentirme sola. Vi que había varios adolescentes, así que Lucas iba a estar a gusto. Y con un poco de miedo, decidí apuntarme y allí nos presentamos el jueves santo.Peñíscola

Han sido unos días geniales, de verdad. Hacía tiempo que no me reía tanto y que no lo pasaba tan bien. Al ser un viaje organizado, todos los padres íbamos más o menos perdidos, pero teníamos dos coordinadores, Emilio y Blas, que han hecho que todo fluya. Desde el principio intentaron que todos los adultos nos conociéramos, haciendo juegos de presentación y comiendo todos juntos. En total éramos unos 45 adultos, todos con sus hijos. Este viaje me ha dado la oportunidad de conocer a gente fantástica, madres y padres con las mismas inquietudes y los mismos problemas. Poder hablar con un papá con una hija de 14 años y ver que todas las dificultades que estoy pasando con Lucas las estaba pasando él de la misma manera con su hija, te hace respirar un poco más tranquila y saber que la adolescencia es así, no importa el sexo o el lugar de procedencia.Peñíscola

Hemos cantado, bailado, hecho castillos de arena y concursos deportivos. He corrido por la playa y me he bañado en el spa. Mis hijos lo han pasado maravillosamente; Lucas hizo amigos enseguida y casi no le he visto el pelo. Sara se ha relacionado con niños de su edad, niños más mayores y con padres supercariñosos. Y aunque no ha querido separarse de mí y quedarse en el miniclub, ella jugaba a mi lado con otros niños mientras yo compartía y charlaba con adultos.

Lógicamente, en un grupo tan grande y variado de gente, hay personas con las que sientes más afinidad que con otras. Por suerte para mí, he conocido personas increíbles, padrazos y madrazas que han hecho que estos días sean especiales. Me vengo con un buen sabor de boca y con grandes recuerdos. Gente que ha dejado huella en mi corazón y ojalá tenga la oportunidad de poder volver a ver. Lo único malo de este viaje ha sido la distancia que nos separa a todos, si estuviéramos más cerca seguro que ya estábamos organizando actividades con niños para el próximo fin de semana.

Por mi parte, traigo la maleta llena de recuerdos y el móvil cargado de números de teléfono. Muchas gracias a esos padres maravillosos con los que he compartido estos días. Y gracias a Emilio y Blas que me han hecho cantar y bailar y reírme un montón. Espero que este verano pueda repetir vacaciones con alguna de las personas que he conocido. Y si no se puede, desde luego que me apunto a otro viaje de familias monoparentales sin dudarlo.

Ahora que Sara ha cumplido 4 años, me apetece hacer un repaso a los aspectos que más nos importan y nos han importado.

Voy a empezar por la lactancia, que es lo primero que nos unió. Así han sido estos 4 años de teta.

La teta, fue lo primero después de separarnos tras el parto. Sólo unos segundos después de nacer, se enganchó a mi pezón y así estuvo durante horas. No quería tocarla, no quería que nadie la cogiera. Simplemente, quería que estuviese así, a mi lado, sintiendo su calor y notando como mamaba como si lo hubiese hecho siempre. Es increíble como la naturaleza es tan sabia y dota a nuestros hijos de ese conocimiento y del reflejo de succión.

Durante las 48 horas que estuvimos en el hospital, casi no me la quité del pecho. Así, antes de salir de allí, ya tenía los pechos rebosantes de leche.

4 años de lactancia en imágenes

4 años de lactancia en imágenes

Las primeras semanas fueron las más duras. Nunca tuve grietas, pero sí tenía los pezones irritados. Siempre digo que la lactancia con un agarre correcto no duele, no debe doler. Pero también es cierto que al principio, los pezones se irritan. Son una zona delicada del cuerpo, que de pronto se ve sometida a un roce y a una humedad continua y es normal una pequeña molestia hasta que se acostumbran. Si esa misma succión continua se produjese en el antebrazo, también acabaría irritado.

También tuvimos unos cuantos pequeños sustos las primeras semanas. Mi reflejo de eyección era muy potente. Tanto que Sara empezaba a mamar y la leche salía con mucha presión y en mucha cantidad y siempre se atragantaba. Fueron semanas duras, en las que intentaba vaciarme un poco el pecho antes de que empezase a mamar para disminuir ese reflejo. Pero casi todas las veces se atragantaba, estaba un par de segundos sin respirar, tosía incómoda y volvía a seguir mamando. En esas semanas, disparé leche por todos lados. Cada vez que Sara se retiraba del pecho, la leche salía disparada y le caía en la cara, en los ojos, en el pelo…e incluso en alguna persona que se ponía demasiado cerca.

También fueron duras las noches. El pecho a demanda es así, los peques maman cada vez que lo necesitan. Y por la noche mamaba muchas veces. Jose y yo nos caímos por las esquinas del sueño. Lo bueno, es que compartimos cama y de ese modo, los despertares fueron menos y más cortos. Cuando fue creciendo, muchas noches mamaba y no me enteraba, pues ella sola era capaz de buscar mi teta y engancharse. Eso sí, tenía que dormir despechada, para tener el self-service listo toda la noche.

Es estos cuatro años, la teta nos ha dado mucho consuelo. Al principio servía para calmarla, tranquilizarla, que se relajase, además de alimentarla. Con el tiempo, descubrimos que la teta era el mejor calmante. Durante todo este tiempo, la teta ha sido un potente analgésico. Cualquier dolor, cualquier herida, cualquier malestar, todos hemos conseguido reducirlos con el poder sanador de la teta. La tetanalgesia existe.

Los primeros meses estuvieron llenos de comentarios por parte de todo el mundo. Ya sabemos que en esto de la maternidad, parece que la gente de nuestro alrededor es experta y todos dan consejos sin pedirlo. De este modo, al principio todo el mundo me decía que la niña mamaba muchas veces y por eso regurgitaba, porque estaba llena. También me dijeron que posiblemente mi leche no fuese buena y se quedase con hambre, por eso pedía tan seguido. Menos mal que no hice caso de ninguno de los comentarios y seguimos felizmente lactando. Algunas veces expliqué la fisiología de la lactancia; otras, simplemente, sonreía con cara de “que sí, que lo que tú digas pero yo hago lo que me da la gana” y a seguir con la teta. Superados los 6 primeros meses, los comentarios cambiaron de rumbo. Empezó la época de “ya es muy mayor, quítale la teta” o “deja de darle el pecho que con esos dientes tiene que comer pan” o la mejor “a esa edad, ya la teta no alimenta, es sólo vicio” Si ya superas el año de lactancia, oyes verdaderas tonterías. Pero bueno, nada que no se pueda solucionar con unas palabras cortantes. Con algo más de 2 años, directamente pasaron a decirle las cosas a Sara en vez de a mí. En una ocasión le dijeron que la teta era caca; tuve unas palabritas con esa persona y al final terminó pidiendo perdón. Y así hemos seguido hasta ahora. Como ya mama muy poco y sólo en determinados momentos, lo normal es que lo hagamos en casa y no nos vea nadie, así no nos hacen comentarios.

Con estos 4 años de lactancia he proporcionado a Sara un montón de defensas. Es una niña sana y feliz, segura de sí misma y con una personalidad muy bien definida. Puede estar agarrada a mi pierna cuando conoce a alguien nuevo y estar jugando con esa persona cinco minutos después. Desde luego, alargar la lactancia el tiempo que quieran mamá y bebé no hace que los niños sean dependientes.

Pero todo lo bueno se acaba y desde hace unos meses, sé que nuestra lactancia está llegando a su fin. Cada vez mama menos, y cuando lo hace, son sólo unos segundos. Desde el día de su cumpleaños, me ha pedido teta sólo 3 veces. Lo que me alegra es que no ha sido nada impuesto, ha sido algo natural, que va llegando sin esfuerzo y sin presiones. Hace unos meses, cuando me di cuenta de lo que estaba pasando, me dio mucha pena. En este tiempo me he ido acostumbrando y sé que cualquiera puede ser la última vez. Así que estos pocos momentos que tenemos últimamente los disfruto al máximo.

Esta conversación tuvo lugar hace unos días, cuando llegamos a casa del colegio y se estaba lavando las manos para comer:

-Mamá, ¿me das tetita?

-Anda Sara, hacía muchos días que no me pedías, como ya tienes 4 años pensé que ya no querías.

-Mamá, si yo no tomo teta, ¿qué vas a hacer tú con tus tetitas? Yo no veo que tengas ningún bebé para darle teta.

Y con esta lógica infantil de mi hija, que entiende mejor que nadie que los pechos de las mujeres son para alimentar a sus hijos, me despido con una pregunta.

¿Hasta qué edad han mamado tus hijos?

Siempre intento cuidar al máximo la alimentación en casa y consumimos productos frescos y nacionales en su mayor parte. Y el Aceite de Oliva Virgen Extra ha sido uno de los alimentos con los que yo me he criado desde de pequeña. Mi padre es de un pueblo de Jaén y siempre hemos consumido el aceite de allí, de una Almazara cercana. Así que mis hijos han crecido rodeados siempre de un buen aceite.

Anda que no he sufrido yo veces al salir a comer a algún restaurante y que nos trajeran un aceite de esos casi transparentes para aliñar la ensalada. Sin un buen Aceite de Oliva Virgen Extra, ni es ensalada ni es nada.

El Aceite de Oliva Virgen Extra es un elemento cardiosaludable, con un gran contenido en ácido oleico y vitaminas A, E, D y K. Es una fuente de grasa esencial, que ayuda a regular el tránsito intestinal y previene enfermedades.

A la hora de comprar Aceite de Oliva es muy importante fijarse en la etiqueta. No todos los aceites son iguales, por tanto, su calidad tampoco. Hay que desconfiar de aquellos en el que sólo ponga Aceite de Oliva, pues en su composición llevarán aceites refinados. Cuanto más se refina un aceite, más barato es, claro, pero también menos elementos saludables tiene. Los aceites refinados se obtienen de los restos de aceitunas de las que se ha extraído el aceite de oliva virgen y/o del orujo del aceite. Son aceites de peor calidad, con un mal sabor, que se refina y se trata para obtener un sabor apto para el consumo. Siempre, siempre, debemos comprar como mínimo Aceite de Oliva Virgen.

La diferencia entre el Virgen y el Virgen Extra es pequeña, aunque no son los productores de aceite los que le ponen el nombre, sino que la denominación se obtiene por medio de catas. Ambos son aceites puros, conseguidos mediante extracción mecánica en frío y sin refinar, pero se diferencian en su grado de acidez máxima y en la puntuación obtenida. El Aceite de Oliva Virgen mantiene sus antioxidantes y sus vitaminas intactas, mientras que el Aceite de Oliva refinado ha perdido muchas de estas cualidades.

El Aceite de Oliva Virgen Extra posee alrededor del 80% de la grasa en forma de ácido oleico, un ácido graso monoinsaturado con efectos saludables. En los aceites refinados, se pierden los antioxidantes.

Hace unos días estuve en el lanzamiento de un nuevo Aceite de Oliva Virgen Extra, uno especial diseñado para los niños, Casitas de Hualdo. Pensado para introducir el Aceite en la dieta de los más pequeños, es un aceite variedad arbequina, de sabor suave, presentado en una bonita botella con un original colorido. De momento, sólo se puede encontrar en su página web y en tiendas gourmet. En la presentación, pudimos degustar varias comidas realizadas con Aceite de Oliva Virgen Extra que estaban para chuparse los dedos.

aceite de Oliva Virgen Extra

Personalmente, el aceite está buenísimo, nos pasamos un buen rato mojando pan. Pero también, personalmente, no le encuentro el sentido. Mis hijos toman aceite desde los 6 meses que empezaron la alimentación complementaria. Les encanta para desayunar en un trozo de pan tostado, pero no necesitan un embalaje especial para apreciar un sabor exquisito. Creo firmemente en las bondades del aceite y en que una alimentación saludable empieza desde casa. Si en casa todos consumimos Aceite de Oliva Virgen Extra, nuestros hijos lo tomarán igual que lo hacemos nosotros. Yo lo uso para todo, en casa no tengo ningún otro tipo de aceite. Tanto para crudo como para cocinar. Un buen aceite necesita menos cantidad de uso, por lo que la botella dura más y merece la pena la inversión. La repostería queda mucho más rica sustituyendo la mantequilla por un buen aceite, y usamos menos cantidad y grasas saludables.

 

Esta tarta llevaba rondando por mi cabeza desde hacía tiempo. Y ya tenía decidido que iba a hacerla en el cumpleaños de Sara. Pero antes de la definitiva he hecho algunas pruebas, para encontrar la perfecta. ¡Y cómo está! Además de una tarta preciosa, está muy buena.rainbow cake

La receta la he sacado del blog Whisk Kid aunque yo lo he modificado un poco, porque no me gusta la mantequilla y la he sustituido por margarina y aceite de oliva virgen extra. También modifiqué las cantidades, para hacerla un poco más pequeña. Al principio pensé que con moldes de 18 cm se me iba a quedar en poca cosa, pero después de montarla….bueno, que da para muchísimo. Más o menos con estas cantidades sale una tarta de 12 raciones. Si la quieres más grande, en el blog que he puesto arriba tienen más cantidad.

Antes de conseguir la tarta perfecta, te cuento unos truquillos que he aprendido en mis prácticas pre-cumpleaños:

    • Los huevos hacen que la masa quede bastante amarilla, lo que luego hace que sea más difícil teñirla. Para estas tartas con color, lo mejor es usar clara de huevo pasteurizada, que puedes encontrar en la sección de refrigerados de cualquier supermercado. Así, la masa queda mucho más blanca. O directamente, sólo la clara de los huevos, pero a mí eso de tirar las yemas como que me da un poco de pena.
    • Los colorantes son la parte más importante de estas tartas con color. Antes usaba colorantes líquidos, de esos de la sección de repostería de cualquier supermercado. Pero tenía que poner muchísimo para conseguir un color adecuado. Lo mejor es usar colorante en gel. Desde que descubrí estos colorantes, no uso otros. Yo tengo de la marca Wilton. He visto que en Carrefour venden un bote por 3€. Yo cogí este pack de Amazon, 8 colores por 16.40€. Tienen mucha fecha de caducidad. Te dejo un vídeo para que veas lo poco que se necesita.
  • Los moldes. Para este tipo de tartas con varias capas, hay que hornear mucho. Yo he usado moldes de aluminio desechables de 18cm de diámetro, para poder hacer varias capas a la vez. Existen moldes especiales para layer cakes o tartas de varias capas, que imagino que terminaré comprando dentro de poco, ya que me he aficionado a las tartas de capas…
  • Para cubrir la tarta se pueden hacer multitud de coberturas. Yo la he cubierto de nata, pues no me gusta el sabor de la mantequilla ni el del queso. Pero ambas son buenas opciones también.

Ingredientes para los bizcochos

  • 75 gr de margarina a temperatura ambiente
  • 50 gr aceite de oliva virgen suave
  • 225 gr azúcar
  • 4 claras de huevo
  • 2 cucharaditas de extracto de vainilla
  • 300 gr de harina
  • 1 sobre de levadura en polvo
  • 1/2 cucharadita sal
  • 300 ml de leche templada
  • Colorante en gel o pasta ( rojo, amarillo, naranja, verde, azul y violeta)

Preparación

  • Precalentar el horno a 180ºC. Engrasar los moldes.
  • Mezclar la harina, la levadura y la sal y reservar
  • Batir el azúcar con el aceite y la mantequilla, durante unos minutos hasta tener una mezcla suave. Añadir poco a poco las claras de huevo mientras seguimos batiendo.
  • Añadir el extracto de vainilla
  • Añadir la mitad de la mezcla de harina sin dejar de batir, luego la mitad de la leche, el resto de la harina y terminar con el resto de la leche.
  • Dividir la masa en partes iguales en 6 recipientes. Puedes pesar la masa total y dividirla o ir repartiéndola con un cazo. Añadir a cada masa unas gotas de colorante en gel hasta conseguir el color deseado.
  • Hornear cada capa de bizcocho unos 10 minutos (ten en cuenta que son finitos). Dejar reposar en la rejilla unos minutos antes de desmoldar. Enfriar.rainbow cake

Ingredientes para la cobertura

  • 1 litro de nata con 35% de materia grasa
  • 1 vaso de azúcar
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • 2 cucharaditas de gelatina en polvo neutra
  • 50 ml agua

Preparación de la cobertura de nata

Muchas veces he montado nata, pero nunca conseguía que me quedase realmente consistente. Ya he descubierto el truco para conseguir que la nata quede densa.

  • Tanto la nata como las cuchillas de la batidora y el vaso deben estar fríos.
  • En un recipiente apto para microondas poner el agua y espolvorear por encima la gelatina. Dejar reposar y reservar.
  • En el vaso de la batidora poner la nata, el azúcar y el extracto de vainilla y batir a velocidad alta durante 2 o 3 minutos o hasta que la nata forme picos suaves. Esto significa que al levantar las varillas de la batidora, la nata debe hacer pequeñas montañas que rápidamente vuelven a bajar.

    Fotos: Scott Phillips

    Fotos: Scott Phillips

  • Calentar durante 10 segundos el agua con la gelatina, no debe estar muy caliente para no estropear la nata pero tampoco dejar que se enfríe y solidifique. Debe estar en estado líquido.
  • Mientras seguimos batiendo la nata a velocidad media, añadir la gelatina poco a poco y volver a batir a velocidad alta, hasta que la nata forme picos firmes, es decir, al levantar las varillas, se crean pequeñas montañas que no se caen.

    Fotos: Scott Phillips

    Fotos: Scott Phillips

Montaje de la tarta

Ya sólo queda montar la tarta. Para que la nata no se derrita, es mejor que los bizcochos estén fríos.

  • Poner un poco de nata sobre el plato en el que vayamos a colocar la tarta, para que no se mueva
  • Poner el bizcocho que haya quedado más feo abajo
  • Colocar encima del bizcocho la cantidad de nata deseada. Yo usé una cuchara de servir y puse dos cucharadas
  • Ir extendiendo la nata de forma uniforme por encima del bizcocho, procurando que quede nivelada. Yo usé una espátularainbow cake
  • Colocar el siguiente bizcocho y volver a poner la misma cantidad de nata. La cuchara con la que cogemos la nata debe estar limpia, sin migas de bizcocho para no manchar. Extender y nivelar y seguir colocando capas de bizcocho y nata hasta llegar al final
  • En la capa de arriba colocar nata y extender por arriba y también por los laterales. Ojo con manchar la nata de miguitas. Ir tapando todo lo que podamos con una capa fina. Meter a la nevera durante 1 horarainbow cake
  • Añadir la nata restante y volver a extender hasta que quede toda la tarta tapada y bien nivelada. Yo hice menos de 1 litro de nata y se me quedó algo escasarainbow cake

Y ya está lista para disfrutar. Yo la llevé al cumpleaños en unos transporta-tartas que encontré en Lidl por 5€. Siempre encuentro cosas que me encantan allí.

¿Qué te ha parecido la Rainbow Cake? ¿Te atreves a hacerla y me cuentas lo mucho que te ha gustado? Como poco, sorprenderás a tus invitados.

Este año ha sido el primero que hemos celebrado el cumpleaños de Sara por todo lo alto. Hasta ahora me había parecido muy pequeña para valorar y disfrutar lo que era, así que siempre habíamos hecho una pequeña fiesta en casa, en la que ella era la protagonista, sólo con la familia. Pero este año ha sido especial, pues ella ha participado muchísimo y ha estado emocionada desde el primer día. Y por supuesto, quería que viniesen sus amigos.

Como íbamos a ser bastantes personas, hacerlo en casa quedaba descartado, pues los niños iban a estar un poco confinados. Tampoco quería el típico parque de bolas, pues los fines de semana aquello es una locura de niños y cumpleaños, así que me decanté por alquilar un local destinado a tal fin. Nosotros tenemos un local en la urbanización en el que hemos celebrado muchas fiestas y siempre ha resultado muy divertido, pero las fiestas han sido en primavera-verano, cuando el tiempo acompañaba. A primeros de marzo hace bastante frío y el local comunitario no está preparado.

En Móstoles encontré un local de alquiler completo, muy preparado, con un castillo hinchable, una cama elástica, un pequeño parque de bolas, un futbolín, sofás, mesas y sillas grandes y pequeñas, calefacción y aire acondicionado, equipo de música, dos baños y una pequeña cocina con nevera. Y allí celebramos la fiesta.cumple (2)

Durante un mes fui comprando cosas para decorar el local y dejarlo a gusto de los peques. Mucho Frozen y muchos Minions, la verdad es que no ha sido tematizado de nada, pues Sara no se decanta sólo por una cosa, así que variedad. Como soy poco manitas, también quedaba descartado hacer los adornos para la fiesta, aunque siempre es una buena idea. Esta semana ha sido el cumpleaños de la hija mayor de Lai y han tematizado el cumpleaños de Frozen, todo hecho por ellas mismas. Te dejo el enlace para que veas lo chulo que lo han dejado.

El viernes y el sábado de la fiesta fueron los días reservados para preparar la comida: tortillas de patatas, empanada de atún, empanadillas de pollo y de jamón y queso y sándwiches variados, para que nadie pasase hambre y hubiese para todos los gustos. Además de aperitivos varios. Y de postre, las dos súper tartas que de las que pondré la receta en los próximos días: Una Tarta Arcoíris o Rainbow Cake, que además de ser preciosa estaba buenísima; y una Tarta Terciopelo Rojo, o Red Velvet Layer Cake que también estaba para chuparse los dedos. Las tartas triunfaron, por su aspecto y por su sabor. Para las manualidades no soy manitas pero para la repostería, ummmm.cumple (15)

Y bueno, qué decir, que la fiesta fue todo un éxito. Los pequeños se lo pasaron genial jugando a sus anchas, hasta preparé una zona de maquillaje para todo aquél que quisiera pintarse la cara (eso sí, en plan un poco chapucero, porque yo lo de maquillaje, poco. Menos mal que casi todos querían maquillarse de Minion y fue fácil), merendaron,  jugaron y se rieron muchísimo. Hasta hubo piñata. Y los mayores tuvimos una tarde la mar de entretenida. Un día que seguro recordará Sara por mucho tiempo, pues acabó reventada de 5 horas siendo la protagonista de la fiesta.cumple (12) cumple (5)

La semana pasada estuvimos bastante ajetreadas, con sólo unos días de diferencia acudimos a dos estrenos.

El primero de los estrenos fue “Madres Forzosas” y corrió a cargo de Netflix. Madres forzosas, o Fuller House en original, es la continuación de la serie Padres Forzosos que se estrenó a finales de los 80. En aquella época yo tenía unos 14 años y recuerdo que me encantaba la serie, sobre todo el tío Jesse que estaba para mojar pan. La serie tuvo 8 temporadas aunque las últimas ya no las vi, claro, me estaba haciendo mayor y empezaban a preocuparme otras cosas…pero sí recuerdo los primeros años con cariño. Tanto, que estoy tratando de localizar la serie original para verla ahora con los niños. 29 años después, el creador original de la serie, Jeff Franklin, decidió apostar por el mismo formato y contar con los mismos protagonistas, ya bastante más creciditos.

Para el preestreno acudimos a Impact Hub Madrid, un espacio versátil que adecuaron para la ocasión. Allí pudimos encontrar una recreación de la habitación de las hermanas Tanner, llenas de poster de sus ídolos musicales del momento (ummmm, me encantó ver a George Michael), la habitación del tío Jesse y el salón de la casa, donde transcurría la mayor parte de la serie y donde pudimos posar vestidas con cazadoras de cuero, jeje. Todo ello, acompañado de una rica merienda y actividades para los más pequeños, mientras los mayores pudimos disfrutar del primer capítulo.Madres forzosas

En Madres Forzosas, la hermana mayor D.J. Tanner, madre de 3 hijos, se ha quedado viuda. Está pasando una temporada en casa de su padre con toda la familia pero llega el momento de la despedida y ya cada uno va a seguir con su vida. Cuando todos se dan cuenta de lo sola que está esta madre viuda y de todo el trabajo que tiene por delante, se ofrecen a quedarse a vivir con ella y ayudarla con la crianza de los hijos. De esta manera, su hermana Stephanie y su mejor amiga Kimmy, ahora madre soltera, se convierten en su mayor apoyo. Reconozco que hubo un momento en el que se me escapó la lagrimilla, al verme reflejada en D.J. Como esta serie me trae tantos recuerdos, quiero verla con los niños, que sea uno de esos momentos de cine familiar, los 3 juntitos en el sofá, que tanto nos gustan.

Y mientras nosotros veíamos la serie, los peques pudieron disfrutar del contenido infantil de Netflix. Netflix es una aplicación para poder ver series, películas y documentales, dónde y cómo y cuándo quieras. Puedes verlas en la televisión, en el ordenador y también en tablets y móviles. Con la ventaja de no tener publicidad, poder dejar una película a medias y retomarla por el mismo punto días después y con contenido exclusivo de la plataforma, como la serie Madres Forzosas, que sólo está disponible a través de Netflix. Además, dispone de un lugar con contenido infantil, para que nuestros peques disfruten de lo que más les gusta. Con la tranquilidad que es totalmente personalizable. Podemos controlar el contenido que ven nuestros hijos así como el tiempo de uso por sesión. Y se puede ver la aplicación en varios dispositivos a la vez. Vamos, que yo estoy pensando en ponerla.

El otro estreno de la semana corrió a cargo de Disney y se trataba de una nueva entrega del Rey León. Esta vez el protagonista es su hijo Kion, un gracioso león que nos recordará bastante a Simba cuando era pequeño. Más de 20 años después que el Rey León llegase a nuestras pantallas, La guardia del León: el Rugido del León, ha llegado a Disney Junior para hacer las delicias de los más pequeños.

Para la ocasión del preestreno, las oficinas de Disney se vistieron de fiesta para los más pequeños, con una deliciosa merienda de la que mi hija y mi sobrina dieron buena cuenta. Y es que donde haya comida… Para amenizar la tarde y antes del visionado de la película, los pequeños estuvieron haciendo manualidades y como no podía ser menos, relacionadas con el Rey León. Con tijeras, pegamento y unas cartulinas de colores, hicieron una máscara de león.Disney

Disney ha lanzado una nueva web cargada de ideas para compartir con los niños. En Disney Moments encontraremos tutoriales para hacer un montón de actividades con ellos, ya no tenemos excusas sobre nuestra nula disposición a las manualidades. Además, nos dan ideas de recetas inspiradas en personajes Disney. Con una navegación muy sencilla, podemos ir directamente a actividades relacionadas con un personaje en concreto.

A las niñas les encantó la película. A mí, bueno, no tanto, pero es que Lucas era adicto al Rey León original y la hemos visto tantas veces que no tiene comparación. Y eché de menos la voz de Mufasa que he oído tantos años y que evidentemente, ya no puede volver a ser la misma. Pero bueno, mis gustos aparte, para los niños es una película genial, porque muestra el poder de las decisiones y les muestra que se puede tener grandes amigos siendo todos diferentes.

Una semana ajetreada y muy divertida. ¿Qué te han parecido los estrenos? ¿Vas a ver alguno?

Cuando te conviertes en madre por segunda vez, parece que las cosas vienen rodadas… ¿o no? Ya no somos padres primerizos, ya no tenemos los mismos miedos e inquietudes que teníamos cuando nació nuestro primer hijo. Pero eso no significa que una segunda maternidad, o tercera, o cuarta, sea igual que la primera. Muy al contrario.

Sara nació hace hoy 4 años. Lucas tenía 10 y hasta ese momento, había sido un niño bastante fácil de llevar. Que se estaba haciendo mayor. Y llegó ella, tan pequeñita cuando nació, a enseñarme muchas cosas nuevas. Ella llegó para hacerme ver que otro tipo de maternidad es posible, una mucho más pausada, más consciente, más respetuosa. Que no quiere decir que con el mayor no fuese consciente y respetuosa, pero Sara ha llevado estas palabras a su punto máximo.

Ella es totalmente distinta a su hermano mayor, en todo, en su desarrollo y en su mentalidad. Aunque yo soy bastante dejada con mi aspecto, no me preocupo mucho de vestir a la moda, de maquillarme y las canas casi siempre asoman por mi cabeza, ella es todo lo contrario, presumida hasta límites insospechados, a pesar de que no es algo que yo fomente.

Le encanta dibujar, se puede pasar tardes pintando, coloreando, ahora intentando hacer letras y números. Le gusta todo lo que tenga que ver con las manualidades, el pegamento de barra y la plastilina son sus armas favoritas.

Tiene una imaginación desbordante, hace ya muchos meses que de pronto se pone a hablar y me cuenta unas historias que dan ganas de comérsela a besos.

Y es un torbellino. Siempre tiene algo que hacer, algo que decir, algo por lo que enfadarse, algo por lo que protestar. A sus 4 años tiene las cosas claras y tiene una personalidad desbordante. A veces me acuerdo de cuando Lucas tenía su edad, y la verdad, con él era todo más fácil, Sara me pone más obstáculos en el camino. Pero eso nos hace superarnos día a día, a las dos.

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Físicamente se parece mucho a su padre, no sólo en la cara, también en el cuerpo, tiene los mismos hombros, el mismo torso y hasta la misma forma de glúteos. Y me alegra saber que tiene tanto de él. Aunque eso también me asusta, me asusta imaginar que tenga un gen defectuoso que produce muerte súbita. O que haya heredado una alteración del gen BRCA1 del que mi cuñada y mi suegra son portadoras, nunca sabremos si Jose también lo tenía. Por desgracia, tendremos que vivir con eso y de momento, es pronto para preocuparse.

Anoche, hablando del día de su cumpleaños, me decía que yo le iba a cantar el “cumpleaños feliz”, que se lo iba a cantar Lucas, los abuelos, los primos…y me preguntó si papá no iba a cantarle. Le expliqué que papá iba a cantarle desde la estrella en la que vive y que él era muy feliz de ver que su pequeña se hace mayor. Ella se quedó conforme, pero tenía cara de pena. Es tan injusto que una niña no pueda estar en días tan especiales con alguien a quien quiere tanto…

Este año, su cumpleaños es muy especial para ella. Por primera vez es muy consciente de que va a ser la protagonista. Lleva semanas hablando del tema. Le hice un calendario en el que cada mañana tachaba un día y así podía ver más fácilmente los días que faltaban para su cumpleaños. Ha llegado al colegio con una sonrisa enorme, tan emocionada. Y este año, por primera vez, vamos a hacer una celebración especial con sus amigos, no sólo con los miembros de la familia. ¡Nos esperan unos días animados!

Cada mañana trae la luz a mi cara. Sigue iluminando así mi vida. ¡Te quiero muchísimo preciosa mía!

Madre mía, ¡qué mayor soy!

La última vez que salí una noche a cenar y tomar algo fue antes de quedarme embarazada, antes de empezar el tratamiento in vitro, así que hace unos 5 años.

Este fin de semana, he vuelto a salir por primera vez en mucho tiempo. Cuando Sara nació, ni Jose ni yo nos planteamos salir sin ella. Nos parecía tan pequeña que no queríamos ni podíamos dejarla. Sé que hay muchos padres que lo hacen y que no pasa nada por dejar a tu bebé al cuidado de los abuelos de vez en cuando, pero nosotros nunca quisimos hacerlo. No siendo ella tan pequeña. Y luego fue creciendo pero yo he estado bastante deprimida y no he tenido muchas ganas de fiesta, así que llevo años sin salir yo sola sin los niños. Hasta ahora.

El sábado salimos a cenar unos amigos y de verdad que creo que estoy muy mayor.

Problema número uno, ¿qué me pongo? Hace años que no me compro ropa arreglada pero informal. Quitando un vestido de fiesta para una boda, y que me parecía demasiado, no tengo nada más que ropa de sport, para ir a trabajar, para el día a día. Recuerdo mi armario de hace unos años, llenito a rebosar. Cuando Jose se vino a vivir conmigo, al pobre no le quedaba casi armario de tantas cosas como tenía yo. Y ahora, mi armario está casi desierto, solo hay vaqueros, camisetas y jerséis de lana. Toda la ropa de hace unos años la regalé o la reciclé, porque no cabía en ella ¡lo que ha cambiado mi cuerpo! Así que después de mirar un poco, ya que no había más donde buscar, me decidí por unos vaqueros y una camiseta de Desigual, vamos, casi casi vestida como un día de diario. Y luego el calzado…pues más de lo mismo. Sólo tengo calzado plano, de ese cómodo, de ese para llevar a los niños en portabebé y no caer en el intento, de ese para saltar en los charcos con tus hijos los días de lluvia, de ese para ir a trabajar y a hacer la compra al supermercado. Que sí, que hay madres muy molonas que llevan a sus hijos con unos taconazos de aguja y empujan el carro de la compra subidas en 10 cm, pero yo no soy de esas, yo siempre he buscado la comodidad. Hace años también tenía algún zapato de tacón, pero también lo deseché y en fin, que mis vaqueros y mi camiseta quedaron perfectas con mis botas planas negras.

Imagen de pixabay

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Después de una cena perfecta, en la que nos reímos mucho, nos fuimos a tomar algo y aquí llegó el problema número dos, ¿qué hace una chica mujer como tú en un sitio como este?

Sé que hay bares de copas y discotecas pensados para gente “madurita” pero claro, si nunca sales, es normal que no conozcas este tipo de sitios. Además, tampoco queríamos andar con el coche arriba y abajo, así que terminamos en una discoteca de la zona.

Ya en la fila, esperando para entrar, veía a la gente y pensaba que eran bastante jóvenes. Pero la chica de la puerta nos dijo que no éramos los más mayores del lugar, así que entramos. Madre mía ¡qué de juventud! Todas las chicas, de veintipico años, iban monísimas, con ropa ceñida, taconazos, escotazos…y yo con estos pelos. Los chicos…bueno alguno era tan jovencito que me recordaba a mi hijo y pensaba que en unos años él estaría ahí ¡qué mal rollo! Hace años, cuando íbamos a discotecas y andábamos entre la gente, siempre había alguien dispuesto a echarte una miradita o decirte alguna cosa. El sábado por la noche, cuando intentábamos acercarnos a la barra, no sólo no nos miraban los chicos, sino que se apartaban y todo para dejarnos pasar. Cada vez que iba al baño, me sentía la hermana mayor de todas las chicas que había allí, yo tan recatadita y ellas tan despampanantes. Pero lo peor fue la música. Canciones y canciones que no me sonaban de nada, música que no había oído nunca y no sabía ni como bailar. Y cuando una canción me sonaba, resulta que era de las clases de Zumba a las que voy. Vamos, ¡que estoy muy mayor para ir a discotecas!

Pero bueno, lo importante es que me lo pasé genial, que nos reímos muchísimo y que se nos hizo tan tarde que hasta fuimos a desayunar chocolate con churros, como en los viejos tiempos. Eso sí, a las 10 de la mañana despierta que los niños no perdonan y yo con un dolor de cabeza….La próxima vez vamos a tener que quedar para comer y tomar café.

Cuando una marca lanza un producto nuevo, nos bombardean de publicidad. Pero no siempre esa publicidad llega adecuadamente donde corresponde. Por ello, muchas marcas hacen estudios de mercado antes de lanzar una campaña publicitaria, para ver qué tal encajarían con el público en general.old el paso

Hace unos cuantos años, antes de ser madre, participé en varias ocasiones en este tipo de estudio. Por lo general íbamos a una reunión donde nos hablaban de un producto y nosotros dábamos nuestra opinión. Recuerdo un anuncio de un coche, cuando sólo era un proyecto en la mente de los publicitarios. Nos contaron de qué iba a ir y mediante imágenes y una voz en off que narraba la historia, nos imaginamos cómo sería el anuncio una vez grabado. Y ahí es donde dábamos nuestra opinión, personas normales y corrientes que opinaban sobre si el color del coche no era el adecuado o sobre si la ropa que llevaría la chica del anuncio debía ser más colorida. Reuniones que duraban dos o tres horas y por las que luego nos daban algo de dinero o un cheque para gastarlo en algún gran supermercado. Una vez que fui madre, dejé de hacer estas cosas por falta de tiempo.

Gracias a la revolución de internet y al apogeo de las redes sociales, estas cosas siguen existiendo online, aunque de manera un poco distinta. Y ahora es cuando te voy a hablar de Youzz

Youzz es una plataforma online donde poder probar nuevos productos y dar tu opinión sobre los mismos. En Youzz trabajan con muchas marcas que están a punto de lanzar algo nuevo o acaban de sacarlo a la venta y quieren conocer de primera mano la opinión de los consumidores. De vez en cuando sacan proyectos o campañas en los que podemos apuntarnos para intentar ser elegidos y tener el privilegio de probar algo y además, poder compartirlo con los amigos.

Evidentemente, para este tipo de campañas requieren personas activas en las redes sociales, que se comprometan a compartir sus opiniones en distintos medios e incluso a publicar sobre ellos. Si te seleccionan, en casa recibes un pack con varias muestras del producto en cuestión para probarlo y con muestras extras para compartir con amigos y familiares. Después de probarlo, hay que dar tu opinión y la de las personas con las que lo has compartido para que la marca pueda saber de primera mano lo que opina el público.

Gracias a Youzz en casa estamos probando la nueva gama ¡Ay, que no pica! de Old el Paso. Ya conocíamos la marca Old el Paso por las tortillas de trigo. Me resultan muy socorridas y algunas noches las preparamos para cenar. No sólo con el típico relleno para fajitas, son ideales para llenarlas con lechuga, tomate, mayonesa, atún…en plan plato frío. También las comemos con salsa boloñesa que me haya sobrado de hacer macarrones. A los niños les encanta.Old el Paso

Pues ahora han lanzado un nuevo producto, una salsa especial para acompañar a las fajitas, con ese toque especial mejicano pero que no pica, para que también les guste a los niños. Además, tienen un rebozado para pollo, para hacerlo en el horno y que quede crujiente, que está muy rico. Al ser Youzzer de la campaña ¡Ay, que no pica! en casa recibí una caja con varios paquetes de tortillas de trigo Old el Paso, varios botes de salsa mejicana que no pica, sobres para rebozar el pollo y barquitas mejicanas crujientes, para que pudiera probarlas, pero también para repartir entre mis conocidos y amigos y que ellos también puedan probarlos.

En general, la opinión sobre Old el Paso que yo tenía previamente era buena y estos nuevos productos que han sacado también nos han gustado bastante en casa, sobre todo la salsa, que antes no la compraba porque a los niños no les gustaba y ahora sí que les gusta. Y gracias a Youzz, tenemos resulta la cena de unas cuantas ocasiones.

En unos días te contaré más oportunidades para ser “probador” de productos con otras plataformas. Mientras tanto, si te apetece participar en este tipo de estudios y ser el primero en probar cosas nuevas, te invito a hacerte Youzzer y estar atento a sus próximas campañas. Para registrarte sólo tienes que seguir este enlace de Youzz.

Suena el despertador, 6.30 de la mañana. Te levantas con los ojos pegados, te lavas y te vas a la cocina a tomar tu desayuno saludable. Desayunas rápidamente, preparas el desayuno para el cole para tus hijos, te duchas, te lavas los dientes, te secas el pelo, te maquillas un poco para disimular las ojeras del sueño que tienes por la mala noche que has pasado, te vistes y recoges a tu hija pequeña dormida como un cesto de la cama. Sin que se despierte, la vistes, recuerdas que tienes que coger su desayuno, con suerte le pones el gorro y la bufanda y sales escopetada a dejar a la niña en casa de los abuelos/comedor escolar/lo que se tercie, para irte corriendo a trabajar y no llegar tarde otra vez. Si no ha habido suerte y se despierta mientras la vistes, tienes un pequeño conflicto con la ropa que se tiene que llevar al colegio (¿por qué será que siempre quiere faldas y leotardos para rebozarse por la arena del patio?), 5 minutos después has conseguido llegar a  algún acuerdo, pero ya sales tarde de casa….

Sales del trabajo y vas a buscar a tu hija pequeña a casa de los abuelos/al colegio/donde quiera que esté. En cuanto te ve te monta un pollo y enfadada te grita airada porque quiere ir sin abrigo, a pesar de haber sólo 7ºC en la calle. Nadie lo entiende, la niña es muy buena y se estaba portando fenomenal hasta que tú has llegado… (Oye, que siempre pasa lo mismo, todos los días la misma explicación, la niña lleva toda la mañana echándote de menos y como te quiere tanto y desea tanto estar contigo, cuando te ve no sabe expresar sus sentimientos y se enfada contigo, pero en realidad está deseando verte). Con mucha paciencia le explicas que hace mucho frío, le dices lo mucho que la quieres, la abrazas y consigues salir airosa de la situación con abrigo y todo. Mientras atiendes la llamada de teléfono del mayor que te pregunta si puede ir a casa de un amigo ¿¿un día de diario?? Pues va a ser que no. Anda, ¡te ha colgado enfadado!

Comes corriendo, ¿cómo es posible que engordes si sólo te comes la mitad de lo que hay en el plato? Será por engullir sin masticar. Vas a hacer la compra mientras la pequeña quiere toda la porquería poco saludable que ve por las estanterías y tú intentas evitar una rabieta mientras le ofreces un plátano y hablas de nuevo con el mayor por teléfono para recordarle que tiene que ponerse a hacer los deberes sin perder el tiempo.estres

Llegas a casa, colocas la compra mientras recuerdas al mayor por milésima vez que los platos sucios de la comida se meten al lavavajillas, cantas unas canciones con la pequeña mientras pones una lavadora, vuelves a recordar al mayor que tiene que terminar los deberes, la pequeña juega con un piano en su habitación, el mayor grita que hace mucho ruido y no se concentra, discuten, se gritan, chillan, se pelean, tú les dejas que se arreglen hasta que ambos te llaman….

-¡mamá! ¡mamá!

-¡es culpa de ella!

-¡es culpa de él!

-¡me ha pegado!

-¡me ha dicho tonta!

-¡yo no he sido!

-¡mentirosa!

Y ya la tenemos liada otra vez. Intentas aplacar a ambos sin dar la razón a ninguno mientras la alarma de la lavadora te recuerda que ya tienes la ropa lista para tender. Vuelves a la cocina a preparar la comida de mañana que tienes que dejar hecha, tiendes la ropa, encuentras calcetines sucios debajo de la mesa del salón, ¿quién los habrá dejado ahí?, el mayor te pide ayuda con las ecuaciones de segundo grado. Justo en ese momento la pequeña te pide ayuda para terminar un puzle. Le explicas que estás con su hermano haciendo cosas del instituto y que su puzle tendrá que esperar un rato pero se enfada porque su puzle también es para el colegio (¿eh?) y chilla en la habitación del hermano mientras intentas despejar la X sin morir en el intento. Por fin la pequeña se conforma y cuando terminas de las ecuaciones ya no quiere seguir haciendo puzles.

Se está haciendo tarde, consigues que la niña deje lo que quiera que esté haciendo en ese momento y os dais una ducha juntas. ¡Cómo mola! Ducharse en un plato de 60 cm con una niña que quiere lavarte el pelo y agacharte para que ella lo consiga después de los 40 es un deporte de riesgo, puedes quedarte ahí abajo encajonada. Pero ha merecido la pena, os habéis reído un montón. Mientras el mayor te hace el enorme favor de terminar de vestir a la pequeña tú vas corriendo a la cocina a terminar la cena. Oyes esas risas en el baño mientras juegan a algo y se te cae la baba de madre.

Después de cenar, rapidito al baño a lavarse los dientes para irse a dormir. ¿¡Ya son las 9 de la noche!? Vamos, vamos, deprisa que mañana hay que madrugar. Y….empieza de nuevo la juerga, la cama es el lugar ideal para hacer volteretas y dar saltos. Vale, la última y a la cama. Pero después de la última viene otra y otra y llega el ganso del mayor que tiene 14 años y también quiere hacer volteretas en la cama y los dos se parten de la risa y tú te vas poniendo nerviosa porque cada vez es más tarde y mañana se levantan temprano y ahora quieren dar saltos en la cama y tú estás agotada y cansada y piensas en las cosas que todavía tienes por hacer antes de irte a dormir y les quieres mucho, muchísimo, tus hijos son lo más maravilloso del mundo pero te preguntas:

¿Dónde tienen los niños el botón de apagado?Botón de apagado