No hay mejor lugar que los brazos de mamá

Que la seguridad infantil en el coche es algo que me preocupa, y mucho, no es nada nuevo. Ya he hablado en varias ocasiones sobre el tema, sobre cómo Lucas viajó en un SRI grupo 2-3 hasta que lo agotó por altura y luego sólo en el elevador hasta que también lo agotó por altura, es decir, llevó alza hasta que midió 1.50 m. Durante todos esos años, me sorprendí muchísimas veces al ver cómo la mayoría de los niños del colegio de Lucas iban sueltos en el coche, sin ningún tipo de sistema de seguridad. Padres irresponsables o poco informados, no lo sé.

Y luego llegó Sara y ya no hubo dudas, mi hija también iba a ir muy segura cada vez que viajase en coche. Con algo más de 3 años y medio va en su silla a contramarcha, la posición más segura para viajar hasta al menos los 4 años.

Vale, en coche mi hija viaja segura, pero ¿qué pasa cuando hay que viajar en otro medio de transporte? En mi caso la respuesta es fácil, Sara no va. Así de claro. En la escuela infantil yo era la madre rara, la que no dejaba que su hija fuese a las excursiones porque no quería que montase en un autobús. Y he oído muchas cosas, como que el conductor del bus era un experto en transporte escolar e iba despacio (vale, puede ser el mejor conductor de mundo y justo ese día, cruzarse con un loco al volante que hace que tengan un accidente); como que iban varios adultos en el bus para cuidar de los niños (vale, y en caso de colisión los adultos sacan sus múltiples brazos y retienen a todos los niños en sus asientos); como que el autobús estaba dotado de cinturones de seguridad (vale, los cinturones pensados para retener a un adulto). No, el transporte escolar no está preparado para llevar a niños pequeños. Es así. No hay más. Los autobuses no están diseñados para proteger a los pequeños. Los mismos niños que viajan en coche con SRI, por las mismas carreteras, a las mismas velocidades…en los autobuses van sueltos.

Vamos con algunos datos. Todos los autobuses matriculados a partir del  20 de Octubre de 2007 tienen que llevar obligatoriamente cinturones de seguridad (Real Decreto 445/2006). Eso quiere decir que los autobuses más antiguos no tienen obligación de llevar cinturón, vamos, que como no es obligatorio no se los habrán instalado a posteriori. Parece que el año 2007 está muy lejano y pensamos que el parque de autobuses se habrá actualizado desde entonces…pero la realidad no es esa. Evidentemente hay muchos autobuses nuevos, pero hay muchísimos circulando desde antes de esa fecha. Sólo tienes que mirar las matrículas de los autobuses con los que te cruces, o del autobús que lleva a tu hijo al colegio. Si la matrícula es inferior a FVZ, el autobús seguro que no lleva cinturones de seguridad. El transporte escolar puede destinar para su uso autobuses con hasta 15 años de antigüedad…

Los menores de 3 años no tienen la obligación de utilizar los cinturones de seguridad. (DGT Instrucción 06/S-87 2007).” 2-  En los vehículos de más de nueve plazas, incluido el conductor, se informará a los pasajeros de la obligación de llevar abrochados los cinturones de seguridad u otros sistemas de retención infantil homologados. Los ocupantes de tres o más años deberán utilizar sistemas de retención infantil homologados debidamente adaptados a su talla y peso. Cuando no se disponga de estos sistemas utilizarán los cinturones de seguridad, siempre que sean adecuados a su talla y peso (Real Decreto 667/2015)”. A los menores de 3 años no se les tiene en cuenta y a los mayores…siempre y cuando lo que se disponga sea adecuado, lo que significa, nada. El cinturón de seguridad es una medida de seguridad pasiva diseñada para adultos de más de 150 cm. Todas las personas menores de esa altura estarán sujetas, pero no estarán protegidas. En caso de colisión con menores instalados directamente en el asiento con un cinturón de seguridad para adultos, estos se escurrirán por debajo del cinturón. SUBMARINO seguridadEs el llamado efecto submarino, el cuerpo del niño se desplaza hacia abajo y la zona abdominal del cinturón no hará presión sobre las caderas, sino sobre el abdomen, causando daños en los órganos internos. Por otro lado, tanto el tórax como la cabeza saldrán despedidas hacia delante y chocarán con la parte baja del asiento delantero, normalmente una parte dura y rígida. Como dice el RD, cuando no se disponga de SRI adaptados a su talla y peso usarán los cinturones de seguridad, siempre que sean adecuados. Vamos, que en los autobuses no hay SRI y los que llevan cinturones no los tienen adaptados.sri autobus

No lo entiendo. La modificación de la Ley de Seguridad Vial que ha entrado en vigor el 1 de octubre de este año hace mucho hincapié en la seguridad de los más pequeños y en el uso de SRI homologados y adecuados.  Pero sólo cuando los niños viajan en coche propio. Si viajan en bus o en taxi, esas leyes son mucho más laxas y permisivas. ¿Acaso no están expuestos a esos mismos accidentes y a los mismos daños físicos y riesgo de muerte? A diario miles de niños están expuestos a accidentes por viajar en autobuses sin las medidas de seguridad necesarias.

En datos de siniestralidad, viajar en autobús es más seguro que viajar en coche. Pero eso no quiere decir que esté exento de riesgos. “Normalmente las estadísticas de tráfico se basan en la mortalidad, no en la accidentabilidad. Recientemente en EEUU han realizado un estudio basándose en este último aspecto, y realmente se han dado una desagradable sorpresa. La cantidad de menores que por un accidente (frenazo, pequeño golpe) han tenido que acudir a un hospital ha sido tres veces mayor del peor dato con el que trabajaban. El informe es dramático, globos oculares reventados, mandíbulas desencajadas, brechas, hombros, clavículas…. por un frenazo no habrá muerto (no aparece en las estadísticas), pero por una tontería ha podido perder un ojo para toda la vida o quedar con secuelas irreversibles». Datos extraídos del blog seguridad infantil.

En los casi 4 años de Sara ha montado en autobús 3 veces, en transporte público. Una de esas veces el autobús en cuestión tenía instalado un SRI en sentido contrario a la marcha. No imaginas lo feliz que me hizo sentarla allí. En las otras dos ocasiones, esperé a que el autobús fuese nuevo y tuviese cinturones de seguridad. Nos sentamos en los asientos que van a contramarcha. La senté encima de mí y nos pusimos el cinturón. Obvio que no era la forma más adecuada, pero me parecía mejor llevarla así que no llevar nada.

En Madrid ya hay autobuses que tienen SRI a contramarcha como este

En Madrid ya hay autobuses que tienen SRI a contramarcha como este

Las noticias sobre accidentes de autobús no son escasas. Hace poco hubo un accidente en Móstoles. Por suerte, no viajaban niños y los heridos, de carácter leve, fueron adultos. Pero si hubiese ido un niño no sería habría salido tan bien parado. En este otro accidente en Valencia hace un par de años sí hubo varias niñas heridas. Una menor de 5 años tuvo que ser intervenida de una fractura maxilofacil. Ningún cinturón, aunque lo hubiese llevado puesto, habría impedido que la cara de la pequeña chocase contra el asiento delantero, que seguro que fue como se rompió la cara. En Soria fallecieron 22 estudiantes en el año 2000, en un brutal accidente de autobús. En el mes de Julio, un autobus español con estudiantes dejó 34 heridos en Francia. Entre los años 2000 y 2014 hubo 8 accidentes graves con autobuses en los que un total de 99 personas fallecieron.

La solución obvia sería hacer autobuses especiales dedicados sólo al transporte escolar, con Sistemas de Retención Infantil adaptados a todas las edades y a ser posible, con las butacas orientadas a contramarcha. Cambiar la actual Ley de Seguridad Vial por una en la que se incluya nueva normativa para el transporte de menores. Algunas empresas de transporte escolar ya ofrecen este servicio. Los datos arrojan que sólo un 38% de los autobuses de transporte escolar dispone de cinturones de seguridad. En este vídeo se puede ver un crash test de un autobús. Así acabarían nuestros hijos.

Se puede observar que un par de dummies van sujetos a los asientos del autobús con un dispositivo especial. Aunque en este caso los muñecos no salen despedidos pues el arnés los sujeta, su cabeza y cuello siguen recibiendo la máxima tensión del impacto. Recientemente una empresa española ha empezado a comercializar este tipo de SRI que se adapta a las butacas de los autobuses y se regula a distintas alturas para adaptarse a todos los niños. Esto es mejor que nada, mejor que ir sueltos, aunque tampoco es la solución al problema, el arnés de 5 puntos sujeta el torso del niño al asiento y el cuello y la cabeza se llevan la peor parte. Si las butacas de los autobuses se colocasen en sentido contrario a la marcha y se dotasen de estos dispositivos, la seguridad de nuestros hijos se vería enormemente recompensada. Para los más mayores, instalar cinturones de seguridad de 3 puntos regulables en altura.

Aquí te dejo una petición en la que se pide a la DGT que mejore la seguridad en el transporte escolar. Puedes firmar en este enlace

De momento, mi hija sigue sin ir de excursión. La semana pasada tuvieron la primera salida del cole de mayores. Me cogí el día libre para quedarme en casa con ella y nos pasamos la mañana juntas. Todavía puedo hacerlo, aún es pequeña y no se queja mucho por no ir, tener un día de chicas le sirvió. Pero ¿qué va a pasar el año que viene o el próximo, cuando quiera ir de excursión con sus amigos? Con esta normativa que tenemos y que no cuida las vidas de los niños en los autobuses, tendré que dejarla subir y despedirme de ella con un nudo en el estómago, rezando para que no pase nada.

Comer tarta de manzana es siempre una delicia. Las manzanas asadas adquieren un sabor especial. Y disfrutar de un trozo de tarta una tarde tomando un café es un placer. Tartas de manzana las hay de varios tipos, yo hago una con bizcocho que está para chuparse los dedos. Pero hoy te voy a contar la receta tradicional, la que lleva una base, crema y manzanas. Y como siempre, es una receta muy fácil de preparar y muy rápida, ideal para esas personas que no tienen mucha maña en la cocina.

Ingredientes

  • Masa refrigerada de hojaldre
  • Dos manzanas reinetas
  • 1 sobre de preparado para flan
  • ½ litro de leche
  • 4 cucharadas de azúcar
  • Mermelada de albaricoque
  • 1 molde circular
  • Papel de hornear

Preparación

  • Precalentar el horno a 180º
  • Forrar el molde con el papel de hornear y extender la masa, ajustando bien por la basetarta de manzana
  • Para preparar la crema pastelera usaremos un sobre de preparado para flan. A mí me gusta la marca “Potax”, porque espesa muy rápido y así podemos poner las manzanas sin tener que esperar. Del medio litro de leche separamos un vaso y el resto lo ponemos a calentar con el azúcar. En el vaso de leche añadimos el sobre de flan y mezclamos bien. Cuando la leche empiece a hervir, añadimos el vaso con el flan y movemos con cuidado para que no se pegue. En un par de minutos está listo. Antes de que se enfríe echamos la crema por encima de la base de hojaldre.Tarta de manzana
  • Cortamos las manzanas en cuartos, quitamos el corazón y fileteamos en láminas finas. Colocamos las láminas de manzana encima de la crema, superponiendo una lámina un poco encima de la anterior, hasta cubrir toda la tarta. Este paso es sencillo para que nos ayuden los pequeños de la casa.tarta de manzana
  • Hornear 30 minutos
  • En un cazo ponemos ¼ de un bote de mermelada con dos cucharadas de agua y calentamos, moviendo lentamente hasta obtener un almíbar. Cubrimos toda la tarta con el almíbar y dejamos enfriar.tarta de manzana

Y ya está lista nuestra tarta de manzana. Buenísima y fácil. ¿Qué te ha parecido?

Ya escribí sobre este tema hace unos meses, ­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­en este post Menús para niños. Nosotros siempre que vamos a comer o cenar fuera de casa pedimos de la carta habitual, nada de menús con comidas de baja calidad para los niños.

Pues hoy quería actualizar mi experiencia con dos situaciones absurdas que he vivido hace poco con este tipo de menú.

Situación número uno – Vamos a cenar con unos amigos a un sitio de comida casera. En el menú hay croquetas caseras y pedimos una ración. El camarero, viendo que hay varios niños, ofrece la posibilidad de traer otra ración de croquetas más pequeñas, para que los niños se las coman mejor… Cuando llega la comida, las croquetas están buenísimas, se nota que son caseras. En cambio, la ración de croquetas más pequeñas, “especiales para niños” son croquetas congeladas, con un pegote de masa en su interior y sin sabor. Conclusión: mis hijos se comen las croquetas grandes, que son las que realmente están buenas. Y yo me mosqueo, ¿acaso los niños tienen un paladar insensible o menos derecho a comer comida casera? En fin…

Situación número dos – El viernes salimos del cine y nos fuimos a cenar. Los niños eligen un restaurante americano. Al entrar directamente le dan a Sara el menú infantil. Lo acepto porque tiene dibujos para colorear. Pero ni lo miro, decidimos de la carta general. Cuando llega la camarera ¡me pregunta sorprendida si la niña no va a comer del menú infantil! Y trata de hacerme ver que es una buena opción. Rápidamente la saco de su error. Sara quiere pollo empanado en trozos (fingers). Los nuggets los evitamos siempre, esa masa amorfa de «pollo» que a saber lo que lleva, de todo menos pollo seguro…» En la carta general, 8 fingers cuestan 5.50€. En el menú infantil, los fingers cuestan 7.95€ con refresco, cosa que la camarera me enfatiza. Mi hija no bebe refrescos, toma agua. Vale, una botella de agua también entra en el menú. ¿Cuántos fingers hay en el menú infantil? ¡¡4!! Desde luego, me quedo con mi primera opción, 8 fingers y un vaso de agua del grifo, más barato y más cantidad. ¿Creen que estamos tontos los padres? ¿O será que por ser niños tienen que comer menos? Vale que Sara no se comió los 8 trozos de pollo, pero sí se comió 6, con el menú infantil se habría quedado con hambre. Además de dar varios mordiscos de mi súper hamburguesa con lechuga, cebolla frita, mermelada de pimientos rojos…hamburger

Conclusión a la que llego siempre. No me gustan los menús infantiles.

¿Cuántas veces has estado en un hotel de 5 estrellas? Yo, déjame contar, esto…una, sólo una vez, un fin de semana romántico que me regaló Jose hace unos años. Y ya, la economía no está para muchas estrellas.

Así que cuando recibí la invitación para ir a merendar al Hotel Hesperia Madrid y conocer de primera mano sus instalaciones, no me lo pensé dos veces y allí que nos fuimos los niños y yo. Y ya digo que salimos bastante contentos.

El Hotel Hesperia Madrid organizó una merienda para madres blogueras junto con actividades para los niños. La idea era darnos a conocer la faceta Family Friendly, con instalaciones y servicios especializados que convierten una estancia con niños en una experiencia inolvidable para toda la familia.

En uno de sus múltiples salones organizaron la merienda para los niños, con un montón de comida gourmet, adaptada a las exigencias y paladares de los más pequeños, delicias apetitosas que entraban muy bien por los ojos y por la boca, claro está. Además, había una esquina dulce, llena de gominolas en tonos azules, de donde los niños no se despegaban. Para amenizar la tarde, unos payasos hicieron reír a los más pequeños mientras las madres pasábamos a merendar a la sala contigua.Hesperia

Y mientras los niños se lo pasaban en grande, nosotras merendamos mientras escuchábamos las novedades del Hotel Hesperia Madrid. Las mesas estaban dispuestas simulando una celebración, de modo que pudimos observar de primera mano cómo sería celebrar un evento allí. Comida y bebida y unos camareros muy atentos a nuestras necesidades.Hesperia

El hotel quiere dejar de ser un sitio exclusivo ligado solamente  a los adultos y por ello ofrecen varias alternativas familiares, donde los niños son bien recibidos. Desde habitaciones para familias, con habitaciones contiguas y detalles para los más pequeños, hasta la celebración de eventos en sus salones.

En las habitaciones familiares todo está pensado para agradar a los más pequeños y como detalle de bienvenida, los niños reciben un neceser Warner, con artículos de baño de Looney Tunes. Si lo que quieres es celebrar un evento, tipo bautizo o comunión, los salones se adaptan a tus necesidades y a  las de los más pequeños. Posibilidad de contratar decoración y animación, menús especiales para alergias e intolerancias, un bonito regalo para el homenajeado.Hesperia

Y ya, si el dinero no es un impedimento para ti, porque seamos sinceros, barato no es, puedes celebrar alguna de las múltiples fiestas de Navidad en el Hotel Hesperia Madrid. Desde comidas y cenas, hasta la posibilidad de alquilar una habitación para ver la cabalgata de Reyes desde una de sus terrazas. Yo casi prefiero lo de meterme entre medias de la gente y que los niños se lancen a coger caramelos por el suelo, pero si puedes permitirte pagar 370€ por merendar en el hotel, ver a los Reyes Magos desde su terraza y que los niños tengan unos pequeños detalles, enhorabuena. Si algún año me toca la lotería, me pido ese plan.

Y tú ¿conoces el Hotel Hesperia Madrid?

Hace algo más de 60 años nació Mariano, en una familia autoritaria, donde obedecer a los padres sin rechistar era la norma y decir “si señor” a todo era lo normal. Mariano quedó huérfano de padre siendo muy joven y se vio obligado a madurar rápidamente para cuidar de la familia. Las muestras de cariño nunca se vieron en esa casa.

Mariano creció, se casó y fundó su propia familia. Pero lejos de evitar los errores del pasado, volvió a cometerlos y en su propia casa tampoco se demostraba el amor. Tuvo una hija, Sonia, que creció en un ambiente sin besos, ni abrazos, sin cuentos antes de dormir y sin cosquillas en la cama al despertarse. A ojos de su padre, Sonia no hacía nada bien. Las cosas buenas no se valoraban en su casa, su padre sólo resaltaba las malas, aunque no fuesen importantes. Creció siendo comparada con distintas personas, todas mejor que ella. Sin obtener respuestas lógicas a sus preguntas; las cosas se hacían así porque el padre decía y punto. No fue de extrañar que la relación padre e hija no fuese muy cordial y Sonia no quisiera contarle cosas a Mariano. Lo más ilógico de todo era que pasados los años, el padre se enfadaba porque no contaba con él para nada, porque no compartía sus confidencias… ¿qué esperaba? Uno recoge lo que siembra.amor

Herencia de su infancia, a Sonia le costaba prodigarse en muestras de afecto con el resto de las personas. Eso no le impidió ser una persona risueña y extrovertida, aunque no pudiese dar abrazos.

Hasta que formó su propia familia. Al nacer su primer hijo, Bruno, sintió que todo el amor que había tenido guardado había estado allí esperando para él, para ese niño inocente y perfecto que había nacido de su ser. Y así, Sonia supo cómo demostrar el amor, dejó que lo que había en su interior saliese y Bruno creció rodeado de amor, de besos, de abrazos, de cuentos antes de dormir y de cosquillas al despertar, de palabras de ánimos y escuchando cuánto le querían continuamente. Evidentemente, Mariano no comprendía aquello y durante años, criticó a Sonia por ser tan “blanda”, por proteger tanto a su hijo, decía que en el colegio se iban a reír de él por querer tanto a su madre. A la menor oportunidad, cuando se quedaba sólo con su nieto, aprovechaba para criticar a Sonia delante del niño y hacer exactamente lo contrario de lo que ella haría. Chocaron muchas veces por ese motivo, hasta el punto de evitarle y no querer volver a verle. Pero las circunstancias de la vida hicieron que Sonia necesitase a sus padres para cuidar de su hijo en algunas ocasiones.

Lo que Mariano no esperaba era que Bruno creciese y empezase a verle igual que lo veía su hija, como un adulto que no sabía dar cariño, que sólo sabía criticar al niño que era, que nunca valoraba los logros del pequeño y que sólo le echaba en cara sus defectos. Un adulto que criticaba a su propia madre por darle cariño. ¡Ah no! Bruno también se enfadó con Mariano y empezó a distanciarse. Y Mariano, en vez de darse cuenta que la culpa era suya, culpó a Bruno por ser un malcriado, culpa que venía directamente de Sonia.

Luego nació Maya, una niña que llenó la casa de nuevo de risas, de la inocencia pura del amor, que confirmó que criar a los hijos rodeados de amor y cariño era lo mejor para ellos. Una niña que con casi 4 años tomaba teta de mamá y dormía en su cama. Mariano ardía de rabia. Y seguía con sus críticas a la forma de crianza de su hija. Y seguían discutiendo por ese motivo.amor

La vida a veces es difícil y Sonia se encontró sola criando a dos hijos, motivo por el cual tenía que echar mano de sus padres de vez en cuando. Maya no soportaba la ausencia de su madre, no quería que fuese a trabajar, despedirse de ella era un momento muy duro, la niña lloraba y abrazaba fuerte a su madre mientras ella intentaba calmarla con palabras dulces y tiernas, la llenaba de besos y le prometía que volvería pronto. Le rompía el corazón separarse de su hija y verla llorar así.

¿Cómo puede un adulto estar tan ciego? ¿Cómo puede pensar que el amor, que el cariño, que el respeto hacia los hijos les causa algún daño? Mariano sigue pensando que Maya llora cuando su madre se va al trabajo por su forma de crianza, por compartir cama con ella, por seguir dándole el pecho, por hablarle con voz tan dulce, por llenarla de besos y abrazos, por contarle cuentos antes de dormir y por llenarla de cosquillas al despertar. Mariano está ciego, no consigue ver las diferencias que consigue el amor.

Mariano fue desapegado con su hija. Consecuencia: su hija no tiene ninguna confianza con él, su hija no le da besos ni abrazos, su hija no quiere contarle las cosas, su hija casi no quiere verlo.

Sonia está muy apegada a sus hijos. Consecuencia: sus hijos no quieren que se vaya, sus hijos hacen una fiesta cuando ella vuelve, sus hijos le cuentan sus problemas e inquietudes, sus hijos la abrazan por el pasillo y le lanzan besos desde el otro lado del salón, sus hijos se tiran con ella en la cama los sábados por la mañana para compartir un momento de risas y confidencias. Sus hijos le hacen dibujos de corazones y le escriben notas de amor que cuelgan en la nevera.

Uno recoge lo que siembra. Ama a tus hijos sobre todas las cosas, hazles ver lo mucho que les quieres, lo mucho que valen, lo mucho que te importan. Apóyales en sus decisiones, aunque no sean las tuyas. Llénales de besos y de abrazos, valora su individualidad, no les compares con otras personas.

Quien siembra amor recoge amor.

Nota de la autora-Historia basada en hechos reales, aunque he cambiado los nombres 
de los protagonistas. Si alguien se da por aludido...

Llegar a casa el viernes por la noche, después de una tarde muy agradable con tus hijos, abrir internet y encontrarte con la noticia de los atentados de París, hizo que mi buen día se viniera abajo. Esta mañana he desayunado delante de la televisión, comentando con Lucas los acontecimientos. Y no he podido evitar llorar.atentados París

Las muertes no tienen sentido. Nunca. Pero si además ocurren a manos de personas que matan en nombre de una religión, mucho menos.

Más de 120 personas perdieron la vida anoche, personas con nombre y apellidos, con una vida llena de gente, con familias, personas que pretendían pasar un buen rato y murieron asustados.

El dolor de imaginar el miedo que sintieron los fallecidos dentro de la sala de fiestas, cuando supieron lo que estaba pasando y que estaban a punto de perder la vida a mano de unos crueles asesinos es inmenso.

Pero mi dolor va con todas las familias. Madres y padres que han perdido a un hijo. Mujeres que en un solo instante se han quedado viudas. Hijos que crecerán sin un padre o una madre. Hermanos que han perdido una parte de su vida. Amigos…

Cuando has vivido la pérdida de un ser querido, parece que todas estas situaciones te duelen aún más. Porque ahora me pongo en el lugar de las familias de los fallecidos. Ahora sé el dolor que están pasando. Y todo el dolor que les queda por pasar.

Para ellos, para todas esas familias destrozadas por la crueldad de unos terroristas va mi apoyo y mi fuerza, mi ánimo y mi más sentido dolor.

Desde que decidí ser enfermera, hace más de 20 años (empiezo a parecerme a Rose, de Las Chicas de Oro, recordando viejos tiempos) supe que esta profesión estaba ligada a diferentes turnos y claro, en aquella época de juventud, no me importaba nada. Ahora que soy madre no lo veo así.

Los años pasan y los turnos pesan. Y aunque no puedo quejarme sobre el tema de la conciliación como sí le pasa a mucha gente, el trabajo no es tan fantástico como debería ser. Es cierto que tener la jornada continua ayuda muchísimo. No te puedes ni imaginar lo agradecida que estoy por trabajar por la mañana de 8 a 15 y tener toda la tarde libre para hacer cosas con mis hijos. Pero cuando llegan los fines de semana y me toca trabajar ya no estoy tan agradecida. Y cuando tengo que trabajar por las noches…eso sí que me afecta como madre.

Trabajar por las noches cada vez me cuesta más. Hacer un turno de noche me afecta como persona y esto afecta a mi maternidad en mayor o menor medida.

Cuando trabajo de noche, esa misma tarde intento dormir un par de horas de siesta, para poder aguantar toda la noche despierta. Eso implica dos horas de tarde que pierdo para estar con mis hijos. Muchas tardes lo de dormir se vuelve complicado, ruidos en la calle y de los vecinos, la pequeña que no quiere echarse la siesta conmigo o la pequeña que quiere algo de mí y entra a despertarme… Me levanto, me preparo algo de cena para el trabajo y llevo a los niños a casa de los abuelos a dormir. Me voy a trabajar 10 horitas de nada y…la cosa no termina ahí. Porque aunque salga de trabajar, sigo perdiendo partes de mi maternidad. Al mayor no  le veo pues cuando llego a casa de los abuelos ya se ha ido al instituto. A la peque sí me da tiempo a darle unos besitos antes de llevarla al colegio. Me acuesto un rato, 4 horas que me saben a muy poco, pues prefiero despertarme pronto para recoger a Sara del cole.

Esta imagen pertenece al blog: http://florenciaruisenor.blogspot.com.es/

Esta imagen pertenece al blog: http://florenciaruisenor.blogspot.com.es/

Y llega la tarde después de la noche. La tarde en la que estoy muy afectada. La falta de sueño me altera bastante y estoy de mal humor toda la tarde. Después de comer intento dormitar un poco en el sofá pero resulta complicado, así que no duermo y no me aguanto ni yo. Soy como Sara cuando no duerme la siesta, estoy torcida. Me da mucha rabia porque esas tardes me enfado mucho con los niños, por cosas que normalmente no haría. Estoy deseando que pasen las horas para que se vayan a dormir y me dejen tranquila. Y me siento mal por eso.

Si consigo acostarme temprano, día superado, al día siguiente todo vuelve a la normalidad. Pero cuando tengo que trabajar dos noches seguidas, imagina esta situación duplicada. Además de pasar una tarde de mal humor por la falta de sueño, estoy de mal humor por pensar que me vuelve a tocar otra noche sin dormir. Una nueva mañana de sólo 4 horas de descanso y una nueva tarde de discusiones sin sentido con los niños.

Hay muchísimos trabajos en los que los trabajadores tienen que hacer distintos turnos y trabajar por las noches. Es necesario, lógicamente ni un hospital puede cerrarse por las noches ni la seguridad de una ciudad puede parar. Hay transporte, fábricas y muchos otros trabajos que se realizan las 24 horas del día. Pero eso no quiere decir que trabajar en ese horario sea bueno. Hay estudios que indican que trabajar en el turno de noche afecta a la persona en muchos aspectos de su vida, tanto en la salud como en la personalidad. Yo con los años cada vez lo llevo peor. Y lo peor es que en mi trabajo, hacer turnos de noche es obligatorio hasta los 55 años, momento en el que puedes decidir no hacerlo. Vamos, que una está mayor pero hasta los 55 todavía me queda mucho.

La nocturnidad afecta a mi maternidad. Y no me gusta nada la madre en que me convierte. ¿Trabajas de noche? ¿Cuáles son tus trucos para llevarlo con buen humor y no dejar que te afecte?

Hace un año se puso en marcha la primera edición de Gestionando Hijos, un evento relacionado con la educación de nuestros hijos y que contó con muchos ponentes interesantes que me dejaron un gran sabor de boca. Toda la información de lo que aprendí el año pasado la puedes leer aquí.

Debido a la buena acogida por parte de padres implicados e interesados en la educación de sus hijos, la segunda edición tuvo lugar en Barcelona hace tan solo unos meses y fue un gran éxito.GestionandoHijos

Y por fin vuelve a Madrid la tercera edición de Gestionando Hijos. Esta vez el evento principal tendrá lugar el sábado 12 de diciembre, ya que en la anterior ocasión muchos padres se quedaron con las ganas de ir al ser un día entre semana. En esta ocasión, además del evento principal, va a haber diversos talleres muy interesantes que se llevarán a cabo a lo largo de toda la semana en diferentes horarios.

Evidentemente, yo voy a ir y tomaré buena nota de todo lo que acontezca, para luego contártelo todo en el blog. Pero si quieres y puedes ir, lo mejor es estar allí en primera persona y ver cómo la educación y la crianza de nuestros hijos se ve con otros ojos contada por grandes profesionales del mundo de la educación. “La tarea más importante que tenemos en nuestra vida es educar, formar, pasárnoslo bien con nuestros hijos, hacer que sean felices y hagan felices a los demás”.

Desde hoy las entradas están a la venta en su página web por sólo 10€  La entrada a los talleres que se celebrarán durante toda la semana es gratuita, aunque hay que inscribirse para no quedarse sin plaza. Y como novedad, ¡podemos ir con nuestros hijos al evento! Para ello han pensado en un completo programa de actividades y juegos, así mientras nosotros aprendemos ellos se divierten. Toda la información de las actividades para los niños.

En su página web tienes toda la información sobre el evento y los talleres. Pero aquí paso a resumirte algunas de las que me parecen más interesantes.

Carles Capdevila ya participó en el segundo encuentro de Gestionando Hijos Barcelona. Su ponencia, Educar con humor, lleva más de un millón de visionados en YouTube. Vuelvo a compartir aquí el vídeo, por si no lo viste en Facebook. Casi media hora de risas aseguradas. Yo desde luego no me lo pierdo este año.

Javier Urra, primer Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid, con muchos libros publicados sobre la importancia de educar bien a nuestros hijos y al que ya conocí en la edición anterior.

Álvaro Bilbao, neuropsicólogo, cree que un cerebro bien cuidado puede prevenir enfermedades neurológicas y ayudar a mejorar las capacidades intelectuales y el estado de ánimo.

Lucía Galán, pediatra y autora del blog Lucía, mi pediatra, para mí uno de los blogs de obligada lectura. Lucía llevará a cabo un taller el domingo 6 de diciembre.

Y así hasta 13 ponentes a los que puedes escuchar en Gestionando Hijos. Marca el día 12 en tu agenda, yo no me voy a perder nada.

La anestesia epidural consiste en administrar anestésicos y/o analgésicos en el espacio epidural, que es una membrana que rodea la médula espinal, bloqueando las terminaciones nerviosas que pasan por esa zona y que insensibilizan de la zona lumbar hacia abajo. Se administra por un anestesista, que inserta un catéter muy fino en el espacio epidural (sistema nervioso) por el que se inyecta la anestesia.

Catéter epidural

Catéter epidural

Este tipo de anestesia se utiliza generalmente para aliviar los dolores de parto, aunque también se utiliza en otros tipos de cirugía.

La mayoría de las mujeres, cuando están embarazadas, tienen miedo al parto. Yo siempre he sido de quitarle importancia a este asunto. En mis dos embarazos, cuando alguien me decía algo, siempre les contestaba los mismo: “la humanidad tiene millones de años, si seguimos existiendo es porque las mujeres han parido toda la vida y han vuelto a repetir, así que no hay que tener miedo”. Aunque los conocidos tienden a meterte el miedo en el cuerpo con sus típicos comentarios de esos que nadie les ha pedido, yo reconozco que no me dejé influir.

Aunque la anestesia epidural se utiliza desde los años 40, ha sido en los últimos años cuando ha aumentado su utilización en los partos. Como todas las anestesias y los procedimientos médicos, usar anestesia epidural tiene riesgos, la pregunta es ¿conocen realmente las mujeres todos los riesgos de la anestesia epidural? ¿Están bien explicados? En general, creo que la respuesta es no. Por suerte, muchas mujeres buscan información extra fuera del hospital para conocer más sobre su embarazo y su parto. La mayoría de las consultas están masificadas y el tiempo de atención de las embarazadas no es muy grande. En mi primer embarazo hace 14 años no me hablaron de la epidural. En el segundo, hace 4 años, asistí a una charla que daban los anestesistas una vez al mes a un grupo de madres embarazadas. En una sala con unas 30 mujeres, dos residentes de anestesia llegaron, nos dieron una pequeña charla sobre cómo se administraba y para que servía y tocaron muy por encima los efectos secundarios. Luego nos dieron el consentimiento informado que teníamos que firmar y llevar el día del parto y salieron pitando porque no tenían tiempo de contestar las preguntas de un montón de futuras madres.

No soy anestesista, soy enfermera, soy madre y soy una fanática de la información. Los riesgos que se exponen a continuación no me los he inventado, todos estos riesgos son reales y proceden de fuentes fiables, como los consentimientos informados que dan en los hospitales, manuales de anestesia e información contrastada con ginecólogos y matronas. Estos son enlaces a los consentimientos informados de la Junta de Andalucía, del Hospital General de Ciudad Real, de los Hospitales Nisa e información de la Asociación El Parto es Nuestro.

Riesgos de la anestesia epidural

  • Punción difícil – lo que puede conllevar a varios intentos con el consiguiente dolor en la zona o a que la anestesia no haga el efecto deseado.
  • Descenso de la tensión arterial – además de producir mareos y nauseas en la madre, al disminuir la tensión también disminuye el flujo sanguíneo, por lo que llega menos sangre a la placenta y por tanto, menos sangre al bebé. Puede haber sufrimiento fetal. Por este motivo siempre hay que tener una vía con sueroterapia.
  • Temblores y escalofríos
  • Dolor de cabeza – esta complicación es bastante frecuente y se produce cuando la aguja pasa un poco más allá del espacio epidural y sale líquido cefalorraquídeo. Las cefaleas pueden ser intensas y durar hasta una semana. En casos graves hay que aplicar un parche hemático. Será necesario permanecer tumbada.
  • Retención urinaria –  muchas mujeres con anestesia epidural pierden la función urinaria normal, por lo que necesitarán un sondaje vesical intermitente para vaciar la vejiga si no orinan dos horas después del parto.
  • Infección – complicación rara pero que no se puede descartar en cualquier manipulación médica. Si se infecta la zona de punción, al tratarse del sistema nervioso central, hay riesgo de meningitis o de abscesos.
  • Pérdida de movilidad de los miembros inferiores – la anestesia epidural produce debilidad y adormecimiento de los miembros inferiores, pero en algunos casos, bien por inflamación de la zona, bien por rozar algún nervio en la punción, esta debilidad se traduce en pérdida de movilidad temporal.
  • Reacciones alérgicas
  • Ralentización del proceso del parto – muchas mujeres sufren una disminución de las contracciones tras la epidural, por lo que acaban necesitando oxitocina sintética.
  • Partos instrumentalizados – al perder la sensibilidad de las piernas, se pierden también todas las sensaciones que acompañan al parto. La mujer no tiene necesidad de pujar, por lo que tiene que seguir las indicaciones del personal sanitario. Por este motivo, aumentan las probabilidades de tener partos intervenidos, episiotomías, fórceps y cesáreas. Aquí dejo uno de los muchos estudios que hay al respecto y que concluye con estos datos: el uso de epidural aumenta más de 2 veces la posibilidad de parto intervenido.

Toda mujer embarazada debería ser correctamente informada sobre los beneficios de la epidural (disminución y/o anulación del dolor) pero también sobre todos los riesgos. No quiere decir que vayan a tener todas las complicaciones, pero deberían saberlas para decidir con toda la información en la mano. Y con esto no estoy diciendo a nadie que no elija ponerse la epidural. Pero sí que lo haga con conocimiento.

Tengo dos hijos. Y he tenido dos partos diferentes, uno con epidural, otro sin epidural.

Mi primer parto fue con epidural, llegué con 3 cm de dilatación, me cogieron una vía y me ofrecieron la epidural. De entrada dije que no, pero sin preguntar me rompieron la bolsa y me pusieron oxitocina sintética. A los 5 minutos gritaba pidiendo la epidural. A partir de ahí, mi parto no fue mío, fue de las matronas que lo controlaban. Yo no hacía nada, sólo me dejaba llevar. Cuando llegó el momento me pasaron al paritorio, con ayuda pues las piernas no me respondían. Empujaba cuando me decían, sin sentir ninguna necesidad. Una matrona se subió encima de mí y me empujó fuertemente el fondo del útero “para ayudarme”, haciéndome mucho daño (Maniobra Kristeller). Me hicieron una episiotomía enorme, que fue lo peor de las siguientes dos semanas, en las que casi no podía andar y caminar. Durante mi estancia en el paritorio tuvieron que ponerme una sonda vesical de vaciado, pues hacía horas que no orinaba. Y esperar varias horas tumbada hasta la correcta movilidad de las piernas.

Mi segundo parto fue sin epidural. Llegué con 4 cm de dilatación y de entrada pedí un parto respetado, sin medicación ni manipulación. Dilaté rápidamente y en los últimos momentos de dolor intenso pedí la epidural. Me la negaron pues no había tiempo. A partir de ahí, yo fui la dueña de mi cuerpo y de mi parto. No tuvieron que decirme qué hacer pues mi cuerpo notaba todas las señales, funcionaba solo, algo salvaje se apoderó de mí y me pedía empujar. No fuimos a paritorio, parí en la cama. Dolía, dolía mucho pero entre dolor y dolor cogía aire y volvía a dejar que mi cuerpo funcionase. Sara nació sin manipulación, nadie me empujó, nadie me cortó, fue lo más doloroso y a la vez lo más bonito que he vivido nunca. Tuve un pequeño desgarro que requirió 1 punto y que no noté nada en los días posteriores. Hice pis cuando llegué a la habitación, momento en el que me levanté tranquilamente.

Parir con epidural. Parir sin epidural. Si tuviera un tercer hijo tengo muy claro cómo pariría. Sin epidural. Sin intervención.

¿Has tenido alguna complicación en tu parto con epidural? ¿O por el contrario crees que la epidural fue maravillosa. Me encantaría que compartieras tu historia.

Siempre me ha encantado el cabello de ángel. Cuando era pequeña y alguna vez mi madre nos dejaba ir a la pastelería, me encantaba comprarme una bayonesa, de esas llenitas de cabello. Y cuando fui más mayor, aprendí a hacer las bayonesas en casa y nos chupamos los dedos.

Como otras recetas de hojaldre, las bayonesas caseras son muy fáciles, rápidas de hacer y quedan ideales para una merienda o una visita.

Ingredientes

  • Masa refrigerada de hojaldre
  • 1 bote de cabello de ángel
  • 1 huevo

Preparación

  • Precalentar el horno a 180º
  • Sacar la masa de la nevera unos minutos antes de empezar a hacer la receta.
  • Desenrollar la masa en su totalidad. Podemos hacer una bayonesa gigante o hacerlas pequeñas, tú decides. Si hacemos una grande, echamos el cabello de ángel en una mitad y doblamos la mitad restante por encima, sellando bien los bordes.bayonesa
  • Si queremos hacer porciones más pequeñas, primero cortaremos el hojaldre en varios trozos. Ponemos el cabello de ángel, cerramos con el hojaldre y apretamos los bordes
  • Pinchar la parte superior unas veces con un tenedor y pintar con huevo.bayonesa
  • Hornear 20-30 minutos y dejar enfriar antes de servir.

bayonesa

¿Qué te parece? De verdad que tienes que probarlo, porque está buenísimo. Y ya sabes que si quieres hacer más cosas con hojaldre, aquí está la receta de hojaldre de chocolate que puse el otro día. Como esta receta es tan sencilla, los niños pueden colaborar en su elaboración, luego les encanta comerse sus creaciones.

¡Que aproveche!