No hay mejor lugar que los brazos de mamá

Por fin ha llegado el verano, el calorcito (o calorazo) en su máxima expresión. Yo la verdad es que lo estaba deseando, salir a la calle a pasear sin miedo a la lluvia, poder llevar poca ropa, pero, sobre todo, sacarle el máximo partido a los portabebés. Y es que en verano, los portabebés lucen más, sin tantas capas de ropa. Y aunque la gente se piense que en verano, portear es sinónimo de calor, pues la verdad es que no. Creo que es el mejor momento para llevar a nuestros bebés. Aunque también hay que tener unas cosas en cuenta, como veremos más abajo. Si alguien piensa que llevando a un bebé en brazos, este va a pasar mucho calor, que se pare a pensar como lo debe estar pasando un bebé metido en el capazo de un carro, ahí dentro, rodeado por los 4 costados. Eso SÍ es pasar calor. Y las sillas, es cierto que son más frescas, porque van más abiertas, pero la composición de las mismas, hacen que suden como pollos, seguro que más de uno ha comprobado como saca a su bebé del carrito y está empapado en sudor. Así que, vamos al porteo.

Primero, tenemos que tener en cuenta unos consejos básicos, que son exactamente los habituales para salir a la calle en verano:
Hidratación – Tanto el bebé como el que lo lleva, deben estar bien hidratados, ofrecer al bebé líquidos con asiduidad, leche materna o agua.
Protección solar – Aplicar una crema con un alto factor de protección solar en todas las partes del cuerpo que estén expuestas a los rayos de sol.
Gorros – Cubrir la cabeza del bebé con un gorro o pañuelo, para evitar el sol directo.
Evitar las horas de máxima incidencia del sol.

5 CONSEJOS PARA USAR LOS PORTABEBÉS EN VERANO

1. Tanto el bebé como el portador, deben llevar poca ropa y a ser posible, mejor de fibras naturales. En las partes del cuerpo que estén en contacto piel con piel, por ejemplo, la cara del bebé sobre el pecho de la madre, mejor poner una gasita de algodón o un pañuelo, para que no sude en exceso.
2. En caso de fulares, utilizar nudos que lleven pocas capas, cuanto menos tela envolviendo al bebé, menos calor.
3. Evitar las fibras sintéticas, es importante leer bien la composición de los portabebés. Algunos portabebés que se venden como “ligeros”, se refieren a que no pesan, pero no a que sea frescos. Si envolvemos al bebé en nylon, por muy ligero que sea el portabebé, se nos va a cocer sí o sí.
Esto es distinto si vamos a usar el portabebé para meternos al agua a bañarnos. En este caso, las telas sintéticas se pueden mojar y se secan rápidamente, pero usarlos sólo para ese momento.
4. Los fulares elásticos, al no ofrecer un buen soporte, necesitan varias capas de tela alrededor del bebé, por lo que tampoco son una buena opción. De nada sirve  un fular elástico, si para sostener al bebé le tenemos que envolver con tres capas, a los cinco minutos de estar en la calle, estaremos deseando salir corriendo de vuelta a casa y quitarnos el fular, y después de la carrera, llegaremos más sudados todavía.
5. Utiliza siempre portabebés de tejidos naturales, que traspiran y dan menos calor. El lino, la gasa, el algodón, son telas muy frescas que ofrecen un gran soporte.

PORTABEBÉS ACONSEJADOS EN VERANO
Aquí una selección de los mejores portabebés. Pinchando en las fotos, podéis ver todos los modelos existentes en la tienda.

Bandolera de anillas – Perfecta para el verano, en su versión original de sarga, o en versiones más veraniegas, de lino o algodón orgánico. Muy fácil de poner, cómoda, ofrece un soporte correcto a la espalda del bebé desde el nacimiento, y es una sola capa de tela. bandolera Hoppediz

bandolera lino

•Fular tejido – El fular, permite hacer multitud de nudos de una sola capa, con lo que tenemos un aliado perfecto para el verano. Nudos canguro o nudos a la cadera, tipo bandolera, nos permiten disfrutar del calor y del verano sin renunciar al porteo. Los fulares tejidos con la técnica jacquard, como los Didymos, son especialmente frescos para el verano.

fular tejido

fular didymosfular didymos

• Tonga – El portabebé más fresco. Confeccionado en algodón 100%, es una redecilla tejida, pequeño y manejable, que cabe en un bolsillo. Perfecta para usarla en la playa, en la piscina, para ducharse con el bebé y que no se escurra cual pececillo. Para pequeños que quieren brazos continuamente y para mayores que se cansan y quieren aúpa. No puede faltar en tu casa.

Piscina tonga (2)tonga
Mei tais– De confección artesanal y totalmente personalizados, resultan bastante frescos, al llevar una sola capa de tela encima del cuerpo del bebé. Los laterales quedan descubiertos, por lo que el aire puede circular fácilmente. De algodón 100%, son frescos y sencillos de poner.Mei tai
Mochilas ergonómicas – Importante, elegir una mochila de las más frescas y que sea algodón 100%. Lo que más calor da, no es la mochila en sí, sino los acolchados que llevan en tirantes y cintura. Dentro de las mochilas, la Boba 3G es de las más frescas.

boba 3g
Bandolera para el agua – Este portabebé no está pensado para llevar al bebé, porque es tela de fibra sintética. Pero, es ideal para bañarse con ellos. La tela, es como los bañadores masculinos, de secado ultrarrápido y con factor de protección solar 50+. Ideal para entrar y salir de la piscina, usando las dos manos para sujetarse a la escalera, cuando se tiene más de un hijo y queremos jugar con el mayor sin peligro para el pequeño, cuando los bebés todavía no saben nadar. Un complemento indispensable para este verano.

bandolera de aguapiscina bandolera

Pues con esta selección, ya no tenéis excusa para llevar a vuestros bebés felices en brazos este verano, cómodamente, y sin pasar calor.

Hoy de nuevo, otro mes al que decirle adiós…. Y otra oportunidad más para hablar de alguien muy especial y entregarle un premio.

la foto

Este premio es el blogger del mes, que viene de Tania Sobrevilla y su blog Soy la mamá de Nico. Una iniciativa que me encanta, porque no solo consiste en entregar un premio a alguien, sino, en hablar de esa persona que te ha resultado especial, que este mes, te ha llenado completamente.

Y este mes, con mucho, muchísimo cariño, le entrego el premio a Mª José, de La alcoba de Blanca

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Una de las razones, es porque es mi gemela 2.0. Y porque he tenido la suerte de desvirtualizarla, en el famoso 8J, que podéis leer aquí. Porque es una mamá cariñosa y cercana y puedes contar con ella.

Y porque me encanta como escribe. Normalmente escribe post llenos de amor, que me encantan. Aunque el otro día cambió su registro, escribió en clave de humor, y le quedó genial. Podéis leer sus  experiencias con los parques. No tiene desperdicio.

Es una manitas, tiene un buen gusto para hacer las cosas que no veas, mirad sino como organizó los cumpleaños de sus dos pequeñas. Yo he quedado tan impresionada que le he dicho que la voy a contratar cuando me vuelva a tocar celebrar un cumple…

Estas dos entradas, donde habla de sus hijas Blanca y Claudia, me encantaron. Mirad con que cariño habla de ellas, ese amor de madre que le sale por todos los poros de su cuerpo. Desde luego, cuando las niñas sean un poco más mayores y lean estas entradas, van a estar súper orgullosas de mamá y de que hable así de ellas.

Por todo esto y por mucho más, este mes de Junio, mi blogger favorita eres tu, Mª José.

Un besazo y un abrazo

Esta semana, en este reto, no he intervenido para nada. Tengo que darle las gracias a Minerva, una amiga, que ha sido la que ha hecho posible este cuento. A pesar de estar cansada, cansadísima, más bien, porque lleva unos días que no para, todas las noches tiene un momento para inventarse una historia con unas frases que yo escribo en Facebook. Es increíble la imaginación que tiene, siempre lo borda. Y hoy, no podía ser menos.

Esta, es mi manera de darle las gracias por hacer que todas las noches disfrutemos de sus historias, poner su cuento para que todo el mundo lo lea.

Sergio se fue a la cama ese día lleno de emoción, había vivido intensamente la noche de San Juan por primera vez.

hoguera_grande

Todo el mundo decía que era una noche mágica y tenía muchas ganas de comprobarlo por sí mismo. Estaba lleno de gente y con sus padres hicieron un baile alrededor de la hoguera, y aunque hubo gente que saltó sobre ella, su madre no se lo permitió, le dijo que era muy peligroso.

Hubo cantos, risas y muchas cosas ricas de comer. Quemó sus deseos, los deseó con tanta fuerza que estaba seguro de que ningún maleficio sería capaz de impedir que se cumplieran.

 

Se preguntaba si en todos los sitios se celebraría igual, si sus amigos lo habrían vivido igual que él. Una pena que se haya terminado el cole para contárselo a los compañeros.

-¡Ha sido la noche más mágica de mi vida!- Y se durmió.

Por fin llegó el calor, las vacaciones de verano y están abiertas las piscinas municipales.

El miércoles, decidí irme a la piscina con los dos niños. Y pasamos un día genial.

piscina

Pero había algo que me daba un poco mucho de miedo. Siempre me ha dado pánico el hecho de que todos los años, se ahoga algún niño en esta época. Y la mayoría de las veces, es debido a un descuido momentáneo por parte de los cuidadores. Unos segundos de despiste, y el peque se nos va al agua. Hace unos 3 años, en una urbanización cercana, una mamá bajó sola a la piscina con sus tres hijos. Mientras el mayor, de unos 7 jugaba, ella le ponía crema al bebé de pocos meses, y nadie se dio cuenta de que el mediano, de apenas 2 años, se dirigía hacia el agua. Fueron unos segundos. Había gente alrededor. Pero nadie lo vio, hasta que fue demasiado tarde. Y eso me tiene traumatizada. Ese pánico a que pueda pasar algo. La piscina es un lugar donde divertirse, donde pasarlo bien, disfrutar del agua y de actividades al aire libre. Pero también es un lugar donde pueden ocurrir accidentes. Y como siempre digo, la mejor manera de evitarlos, es la prevención. Si queréis saber más al respecto, podéis leerlo aquí.

Ahora pensaréis que empecé a escribir diciendo que lo habíamos pasado genial y me he puesto muy seria. Pues sí, lo pasamos genial y os lo voy a contar aquí, y como, a la vez, pude jugar con el príncipe, sin dejar de prestar atención ni un segundo a la princesa. Llamadme exagerada, pero es lo que hay. Porque, no es lo mismo ir a la piscina con varios adultos, que pueden estar todos pendientes de los niños, que ir sola con dos pequeños.

Para ir a la piscina, además de todo lo imprescindible para tal menester, como toallas, bañadores, gorros, crema de protección, agua, juegos para el agua, ropa limpia, etc., me llevé dos portabebés, especialmente indicados para el verano y para la piscina.

TONGA– Es una redecilla de algodón 100%, que no ocupa nada, es muy fresquita y se puede mojar sin problema, porque se seca enseguida. Como podéis ver en las fotos, usé el Tonga para ir con la pequeña por el vestuario, porque lo único que quería era meterse en todos los baños y en todas las duchas. También lo usé para andar por fuera, por el césped. No todo el rato, claro. Por si alguien piensa que no dejaba a la niña hacer nada, no es así en absoluto. Ella estuvo correteando por la hierba, jugando y saltando, mientras yo estaba pendiente de ella. Pero los ratos en que su hermano requería atención, entonces, gordita al tonga y se acabó el peligro.

Piscina tonga

Piscina tonga (2)

BANDOLERA DE AGUA – Especialmente indicada para bañarse con el bebé. Realizada en tejido Solarweave, de secado ultrarrápido y factor de protección 50+.

bandolera de agua
Nos bañamos con la bandolera, pero también sin ella. En las fotos, podéis ver como viene genial para entrar en la piscina, sin necesidad de sujetar al bebé. No os cuento cuando hay que subir y bajar escaleras, en las piscinas más antiguas, que si tienes que sujetar al bebé, a ver cómo te sujetas a la escalerilla. Y una vez dentro del agua, podía jugar con el príncipe mayor, sin descuidar ni un segundo a la pequeña.

piscina bandolera
Evidentemente, también jugamos sin la bandolera, no se me asuste nadie. No tuve a la niña presa ni sujeta en contra de su voluntad. Estuvimos saltando desde el bordillo, dando pataditas en el agua, practicando las cosas que hemos aprendido en las clases de natación de bebés…. También, con la bandolera puesta, bailamos y jugamos a perseguir al príncipe.

La bandolera de agua tiene sus pegas. Y es que tooooodo el mundo me preguntaba por ella. Fuimos a la piscina municipal, que tiene varias piscinas. Y varios socorristas. Los socorristas hacen turnos y cambian de piscina cada X tiempo. Y todos y cada uno de ellos se me acercó a decirme que no podía meterme al agua con “el trapo este”, que porqué me metía “con un pañuelo”, y que “la tela” no se podía mojar en la piscina infantil. Y a todos y cada uno de ellos les tuve que explicar que era una bandolera especial para el agua, que era tela de bañador (e invitarles a tocarla) y que estaba diseñada para tal menester… ¡Que cansinos!

Tampoco dejaban hacer fotos, pero las hicimos de estrangis, ¿cómo iba yo sino a enseñaros el día estupendo que pasamos?

Pues eso, que pasamos un día muy divertido, estrenando la piscina, que estaba casi vacía. Y con la seguridad siempre presente.

Y vosotros, ¿habéis ido ya a la piscina?

Pues aquí un viernes más, en mi faceta más sensiblona, que mira que me encantan las canciones antiguas…

De esta se han hecho varias versiones, creo que hasta se la he oído a Britney Spears (sin comentarios).

Feliz viernes

Esta semana, bastante pillada de tiempo y escribiendo desde el móvil, casi no llego a mi cita con el diccionario de Vero, del que seguro que ya lo sabéis todo, pero por si acaso, lo podéis leer aquí.

Y mi palabra para esta semana es tacto

El tacto es otro de los 5 sentidos. Nos permite conocer características de las cosas mediante el uso de la piel, que es el órgano del cuerpo más extenso.

Cuando nos convertimos en madres, el primer contacto que tenemos con el tacto, es cuando nace nuestro bebé. De pronto, entre las manos, tenemos al ser más precioso del mundo, una cosita pequeña, tierna y adorable. Empezamos a tocarlo, y numerosas sensaciones aparecen a través del tacto. Notamos su calor, su suavidad, notamos que está blandito, nuestro cuerpo entero responde al contacto.

Tacto

Según pasan los días, el tacto es cada vez más importante en la maternidad. Con sólo tocar al bebé, sabemos si tiene fiebre, mejor que un termómetro. Aprendemos a dar masajes a nuestro bebé, pasamos nuestras manos por ese cuerpecito tan delicado, que se relaja con el contacto.

Pero el tacto no está solo en las manos. Toda nuestra piel se encarga del tacto. Cuando el bebé se tumba encima tuyo, notas esa presión, ese calor, esa suavidad, con cada poro de tu piel. ¿Y los besos? Ese roce con la piel de los labios sobre otra piel, esos momentos indescriptibles sobre los que ya escribí aquí. Los besos son la mayor expresión del tacto, a través de ellos, sentimos y expresamos muchos sentimientos, notamos la suavidad de nuestros hijos, y percibimos su olor. Vamos, que el tacto está íntimamente relacionado con el resto de los sentidos.

A mi me encanta tocar a la princesa. Mientas mama, la tengo tumbada encima mía, y le acaricio la cara, las piernas, el pelo. No puedo parar de tocarla. El tacto me tiene enganchada. Y ahora en verano, lo disfruto más si cabe. Estamos con poca ropa, y a pesar del calor, hay algo que hace mi peque que a mi me vuelve loca. Mientras está mamando, y aprovechando que yo también voy ligera de ropa, mete una de sus manitas por mi espalda o por mi tripa, y me acaricia. ¡No hace falta que os diga que a mí se me cae la baba!

El tacto me permite también manejarme a oscuras, por la noches, para no despertar a nadie, voy tanteando las cosas hasta llegar a mi destino.

Y antes de terminar, la última mención al tacto, aunque esta no tenga que ver con los sentidos.

El tacto, o mejor dicho, la falta de tacto que tienen algunas personas para decirte cosas, hacer comentarios y observaciones, críticas que como madre, molestan sobremanera. Lástima que de esas personas haya tantas, de esas que sin tacto ninguno, te dicen que a los bebés hay que dejarles llorar, que llora porque tu leche no le alimenta o que tanto cogerle en brazos lo estás mal criando. A todas esas personas, con todo el tacto del que soy capaz, les digo: «Anda y meteos en vuestros asuntos»

Las vacaciones están a la vuelta de la esquina. Y Una mamá muy feliz, ya se está preparando para el evento.  Después del vestido de gala que lució en la entrega de premios, ahora le toca el turno al bikini, que hay que lucirse también en la playa. Aquí, su experiencia con la prenda en cuestión.

¡No veo la hora de irme de vacaciones! Este año nos hemos decidido por la playa, porque como somos de secano, aquí en el interior no tenemos donde mojarnos el culo y no quiero que le pase a mi tesoro como a mi; que mucho árbol, mucho animal, mucha sierra, pero ¡no vi ni gota de agua salada hasta los 17 años! Y después no es que haya ido mucho, somos de otro tipo de turismo, pero este año con el rubio buscamos tranquilidad y disfrute sobre todo para él.

Aunque me queda más de un mes, pero yo ya voy preparado cosillas, que luego me da el agobio y para que no se me olvide nada opto por llevármelo todo, con la consecuente pelea de última hora,  que si cabe, que si no, para que te llevas esto…¡q-u-e-p-e-s-a-d-o-s-n-o-s -p-o-n-e-m-o-s!

Sin ir más lejos hoy mismo he ido al “mercaillo” y no me he podido resistir, ¡me he comprado un bikini!, ¡Anda que no le he hecho fiestas al bikini! Jajaja, y es que no me compraba uno hacía, por lo menos, siete años, me hacía falta, los que tenía ya no se adivinaba de que color eran.

Todo este tiempo post parto había pensado comprarme un bañador, si, a poder ser por debajo de la rodilla y de cuello alto, incluso con un par…o no, no mejor tres volantes que salgan de debajo del pecho hasta la cadera, y de color, por supuesto negro, que estiliza más. Pero, ¿sabéis que me ha pasado? ¡Ay que ilusa! que en este último mes y medio en el que mi peque ha empezado a caminar y el desgaste tetil que tengo, me ha hecho perder unos 3 o 4 kilillos y claro, ¡me he emocionado! Y allá que he ido yo de flamenca y me cojo una talla X, nada más ver la parte de arriba, que decepción…no no, ¡aquí no caben mis dos cántaros! Bueno, no pasa nada, una X+1 (me lo pongo así por encima)… ¿¡tampocoooooo!? ¿¡Una X+2!? Ni siquiera lo he sacado de la bolsa por miedo a eclipsar el sol, total, para lo que me ha costado, aunque sea lo usaré como toldo para las macetas. De todas formas le ponen tanto relleno que no cabe lo que tiene que caber.

Ya en casa, he puesto a mi tesoro en un lugar seguro para no correr el riesgo de perderlo entre tanta tela al sacar la prenda de la bolsa y tras un lavado exhaustivo, me lo he probado (música de concurso de TV cuando fallan una pregunta) ¡Pedazo cuerpo de trompo se me ha quedado! 

La parte de arriba… ¿donde están los tirantes? Eso me pasa por no abrirlo allí, no tiene los tirantes, bueno me ahorro las marcas del sol. Con lo que no contaba es con el efecto de la gravedad, madre mía si parece un bañador, se junta la parte de arriba con la de abajo y no precisamente porque las bragas sean altas. Menos mal que es bastante mei, no tiene broches, se ata con un nudo a la espalda, pues nada a apretar hasta que las tetorras se mantengan en su sitio, aun a riesgo de no poder respirar, pero esto sube, ¡vaya que si sube! El que va a disfrutar es mi tesoro que, con una sola maniobra de presión por la parte de abajo, la teta hará balconing, y la tendrá a su disposición tantas veces quiera.

La parte de abajo… ¡aquí hay braga para siete culos! de ancha claro está, porque lo que es de alta, casi se me ve la cicatriz de la cesárea… ¡y mira que me la hicieron baja! Y si se me ve la cicatriz, quiere decirse que no solo me tengo que depilar los laterales sino también la parte de arriba, que en mi caso, como ya sabéis, es prácticamente del ombligo para abajo (pensando mientras que estiro a ver si gano unos milímetros que me tapen lo que parece la puntilla de encaje bordado de las sábanas del ajuar de mi abuela).

PicMonkey Collage

A esto que entra el papitambiénexageradoparaopinarsobrebikinis: -“jod… eso te está…, se te van a…, vas a expl…, estás rebos…, aláaaaaaaaaaa”. Creo que tenía que haber sido una X+3 aunque hubiera tenido que ponerme relleno…en este caso en las bragas.

Diana, ¿cuela si te pido un mei bikini? telas de calidad y secado rápido, colores veraniegos, tallas combinables arriba y abajo para cuerpos amorfos como el mío, anclajes…perdón, perdón, nudos para acoplar el mei babykini del bebé, con sujetador de lactancia y braga… ¿faja?

Pues yo me veo estupenda con mi bikini. Ya os iré contando más preparativos. Por hoy me despido. Un besito con brisa de verano de Una mamá muy feliz.

En la bandolera y con su teta

En la bandolera y con su teta

La articulación de la cadera, está formada por dos huesos,  la pelvis y el fémur. La pelvis, en la zona coxal, forma un hueco, llamado acetábulo, donde encaja la cabeza del fémur, para formar la articulación.

Al nacer, las caderas de los bebés están inmaduras, están formadas por cartílago, que se va osificando paulatinamente. Si la articulación no está en su posición adecuada, podemos encontrarnos con una displasia de cadera.

La displasia de cadera se caracteriza porque ambas partes de la articulación no están en perfecto contacto, la articulación no encaja correctamente, bien porque el acetábulo esté aplanado, bien porque la cabeza del fémur se salga de su hueco. No se sabe la causa correcta de esta patología, que afecta a 3-5 bebés de cada 1000 nacimientos. Pero se conocen unos marcadores de riesgo para padecerla, que son: antecedentes de displasia de cadera, sexo femenino y gestación de nalgas.

Hips in the Womb - Normal 150pxA lo largo de la gestación, los bebés están en posición fetal. Esto implica que sus piernas están separadas y las rodillas flexionadas. Al nacer, esta es la posición ergonómica, la posición normal de los bebés. En esta postura, la cabeza del fémur está correctamente encajada dentro del acetábulo. Si forzamos a los bebés a estar estirados antes de tiempo, antes de que se “estiren” de forma natural, es más fácil que la articulación se salga. Si se fuerza esta postura a lo largo del tiempo, al ser el acetábulo todavía de cartílago, se puede deformar, aplanando la cavidad, dando lugar a una displasia de cadera, y en casos más graves, quedarse totalmente fuera de la articulación (luxación).

Durante los primeros meses de vida, el riesgo de displasia es mayor. Durante las revisiones periódicas del programa del niño sano, se revisarán las caderas en todo momento. Si en la revisión se detecta alguna anomalía, se pedirá una ecografía de cadera o una radiografía, dependiendo de la edad del bebé y si los resultados son positivos, se derivará al traumatólogo, que será el encargado del tratamiento. El tratamiento ortopédico consiste en mantener las piernas en abducción (abiertas) y las piernas flexionadas, bien mediante arneses, férulas, escayolas u otros aparatos.

Pero, ¿qué podemos hacer nosotros? PREVENCIÓN

Hemos visto que la posición ergonómica es la más saludable. Tener a los bebés estirados, tumbados todo el día, con las piernas juntas, hace que la cabeza del fémur no esté encajada en su posición correcta, aumentando el riesgo de displasia.

La posición ergonómica es la que se consigue imitando la postura fetal, las piernas separadas, abiertas, formando un ángulo aproximado de 90º y las rodillas elevadas por encima del culete. Todos los detalles están ampliamente explicados aquí.

posición ergonómica

Los portabebés ergonómicos mantienen esa posición saludable para las caderas de los bebés. Es importante vigilar que sea ergonómico, una mochila de las llamadas “colgonas”, no respeta esa postura, las piernas están estiradas y las rodillas muy bajas, las caderas no están en una posición correcta, y menos, si se utilizan largos periodos de tiempo. Estas mochilas, se deben desechar, porque contribuyen al desarrollo patológico de la cadera.

Portabebés ergonómicos en la prevención de la displasia de cadera

Llevar a los bebés correctamente colocados en un portabebé ergonómico, contribuye a que la cabeza del fémur se encaje en el acetábulo. Esta posición, también se puede conseguir sin utilizar ningún tipo de portabebé. Se consigue sentado al bebé en la cadera del adulto que lo lleva. El bebé así colocado, tiene las piernas separadas y las rodillas flexionadas. Pero, obviamente, esta postura no la podemos mantener por mucho rato, porque los bebés pesan, y que mejor que hacer uso de un portabebé.

1Para ello, debemos asegurarnos que usamos un portabebé ergonómico, y adecuado al tamaño del bebé, un portabebé donde la tela vaya de corva a corva del bebé, manteniendo sus rodillas flexionadas y por encima de la línea del culete. Y debemos comprobar que las piernas están separadas, formando un ángulo correcto. Es preferible utilizar un portabebé que no esté preformado, como fulares o bandoleras, para una posición correcta.

El uso prolongado de portabebés ergonómicos, previene la displasia de cadera.

Portabebés ergonómicos en el tratamiento de la displasia de cadera

En caso de un diagnóstico establecido de displasia de cadera, habrá que tener en cuenta el grado. En cualquier caso, es el traumatólogo el que decide el tratamiento que necesita el bebé. Pero, es conveniente comentar con el médico que queremos portear al bebé. En la mayoría de los casos, el tratamiento para la displasia se debe utilizar durante casi las 24 horas del día. En casos de arneses o férulas, que se pueden quitar, un portabebé ergonómico sería una buena opción para alternar con el arnés o la férula, pero siempre bajo consejo del especialista, que deberá valorar si el portabebé mantiene la postura adecuada.

También se puede usar un portabebé en combinación con el tratamiento ortopédico. En este caso, no serviría para sustituir, sino para mantener el contacto físico, el apego, los beneficios de llevar a los bebés en brazos. Para un bebé, estar tumbado la mayor parte del día sobre una férula rígida, no es muy cómodo, al llevarlos en brazos, se beneficiaria de todas las ventajas de los portabebés. Una vez más, aquí estaría más indicado un portabebé no preformado, que se adaptase a las medidas del bebé con su tratamiento ortopédico.

Para finalizar, recalcar de nuevo la importancia de la prevención de la displasia. El uso de portabebés ergonómicos puede evitar una lesión en las tiernas caderas de nuestros hijos.

Para más información, el Instituto internacional de displasia de cadera es un lugar muy completo, en inglés.

La madrugada del 4 de Marzo, unas pataditas me despertaron. También noté que tenía mucha hambre, así que, mientras todos dormían, me fui a la cocina a comerme los dos últimos donuts.

Para no sentirme culpable de haberles dejado sin desayuno, escribí una nota en un papel, en una libreta que encontré. Decía así:

– Hola, son las 5.20 de la mañana, no puedo dormir porque tengo contracciones y mucha hambre. Me he zampado dos bollos. ¡Lo siento, la princesa quería azúcar!

Un rato después, expulsé el tapón mucoso, sin restos de sangre. A las 4 de la tarde, tenía a mi princesa en brazos.

Por casualidad, encontré esta nota hace unos días, en una libreta perdida en un cajón. Me trajo tantos recuerdos…….

Ahora, la nota está colgada en la nevera con un imán. Cada día la veo y mi cara se ilumina con una gran sonrisa.

la foto

¡Gracias princesa!