No hay mejor lugar que los brazos de mamá

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Soy una súper mamá

Hoy tengo una entrada muy fácil de hacer, que hay algunas que me llevan días (como la de los piojos que estoy preparando…) Pero esta es fácil y agradable ¡por partida doble!

super-mama

Resulta que dos súper mamás, han pensado que yo también soy UNA SÚPER MAMÁ y me han otorgado un premio novedoso y chulísimo. Primero me han sorprendido desde Planeando ser padres, con unas palabras muy bonitas que me ha dedicado la nueva súper mami. Y luego, la alegría ha llegado nuevamente de parte de Mamá de un survivor . Se trata de na iniciativa del blog Piezecitos, que busca encontrar a esas súper mamás del mundo blogueril y que reza así:

Como ya sabemos, los niños pueden realmente sorprender… esto es lo que responden a la pregunta:

¿QUIÉN ES TU MAMÁ?

 Mamá es una señora que lleva en el bolso un pañuelo con mis mocos, un paquete de toallitas y un pañal de emergencia.

 Mamá es ese cohete tan rápido que va por casa disparado y que está en todas partes al mismo tiempo.

 Mamá es esa malabarista que pone lavadoras con el abrigo puesto mientras le abre la puerta al gato con la otra, sosteniendo el correo con la barbilla y apartándome de la basura con el pie.

 Mamá es esa maga que puede hacer desaparecer lágrimas con un beso.

 Mamá es esa forzuda capaz de coger  en un solo brazo mis 15 Kg mientras con el otro entra el carro lleno de compra.

 Mamá es esa campeona de atletismo capaz de llegar en décimas de segundo de 0 a 100 para evitar que me descuerne por las escaleras.

 Mamá es esa heroína que vence siempre a mis pesadillas con una caricia.

 Mamá es esa señora con el pelo de dos colores, que dice que en cuanto tengo otro huequito, solo otro, va a la pelu.

 Mamá es esa cuenta cuentos que lee e inventa historias más divertidas sólo para mí.

 Mamá es esa chef que es capaz de hacerme una cena riquísima con dos tonterías que quedaban en la nevera porque se olvidó comprar, aunque se quede ella sin cena.

 Mamá es ese médico que sabe con solo mirarme si tengo fiebre, cuánta, y lo que tiene que hacer.

 Mamá es esa economista capaz de ponerse la ropa de hace cientos de años para que yo vaya bien guapo.

 Mamá es esa cantante que todas las noches canta la canción más dulce mientras me acuna un ratito.

 Mamá es esa payasa que hace que me tronche de risa con solo mover la cara.

 Mamá es esa sonámbula que puede levantarse dormida a las 4 de la mañana, mirar si me he hecho pis, cambiarme el pañal, darme jarabe para la tos, un poco de agua y ponerme el chupete, todo a oscuras y sin despertarse.

 Mamá es esa señora que corre de un lado a otro de la casa cantando canciones inventadas a grito pelao para que yo no me sienta solo cuando no estoy cerca de ella.

 Mamá es esa mujer que se levanta a las 7 de la mañana para intentar ducharse antes de que yo me despierte y cuando son las 7 de la tarde aún no ha conseguido su objetivo.

 Mamá es esa persona que arregla todos mis llantos poniéndome una teta cerca ¡y funciona!

 Mamá es quien aguanta que todo el mundo opine sobre la forma de criarme, se calla para que nadie nos odie y cuando llega a casa hace lo que le da la gana porque ella es quien realmente sabe lo que necesito.

Mamá es esa mujer que me da la teta a cualquier hora y en cualquier lugar, sin importarle los comentarios de la gente, porque sabe que eso es lo que necesito.

 ¿Te sientes identificada? Si te has dado por aludida en al menos 3 de estas afirmaciones, tienes el don de ser ¡UNA SÚPER MAMÁ! ¿Es eso que veo una sonrisilla? ¡Ese es exactamente el objetivo de esta iniciativa! ¡Hacerte sonreír y animar a todas las mamas para que sigan haciendo el gran trabajo que hacemos día a día!

Bueno, pues me ha encantado el premio y desde luego, me ha hecho sonreir. Una alegría emocionante que alguien me considere una súper mamá, jejeje

Y, con la ilusión que me ha hecho, ahora tengo yo que repartir esta insignia a otras 5 súper mamás, así que allá va. Mamá, te regalo esta insignia para que la copies en tu blog ¡y te muestres como lo que eres!

La sonrisa de Lu – Tengo la suerte de conocer a Patricia desde hace algo más de un par de años, y puedo asegurar que es una súper mamá. Tiene una niña preciosa, es mamá emprendedora, ha montado una tienda chulísima de ropa de niños y escribe en un blog los logros de su pequeña.

Bea mamá de dos – Súper mami donde las haya, trabaja más que nadie, saca tiempo de debajo de las piedras para estar con sus hijas, se quita horas de sueño para escribir en el blog, hace fotos como nadie y tiene un corazón enorme.

La alcoba de Blanca – Otra súper mami, que está haciendo sus sueños realidad. Acaba de arrancar un súper proyecto, y desde aquí, le deseo mucha suerte.

Vacanguro –  A Rebeca la conocí cuando las dos decidimos que queríamos ser instructoras de portabebés. Se lanzó al mundo empresarial, tiene una tienda que es el referente de Tenerife y está con su pequeño Hugo en el trabajo, eso sí es conciliar.

Menuda manada –  Y Almu, otra súper mamá, con una preciosa niña de casi dos años, con la que mi peque se lo pasó de maravilla. Una mamá que compagina trabajo, lactancia y crianza respetuosa.

Ahora es vuestro turno súper mamás- Si aceptáis el reto y queréis distinguiros como Súper Mamá, estos son los pasos que debéis seguir:

1. Coge la insignia, cópiala y pega en tu blog.

2. Explica la iniciativa (puedes hacer un copia y pega) e incluye las definiciones de mamá a la lista (yo he añadido la última mía propia)

3. Regálale la insignia a 5 bloggers que creas que se lo merecen.

¡Y sigue tan SÚPER como hasta ahora!

La chulísima Nonabox de Diciembre

Como cada mes, la llegada de esta Caja provoca en mis hijos (y en mí, jejeje) una especie de ansiedad por abrirla y ver lo que hay dentro.  Cada mes, uno se encarga de abrirla e ir enseñando a los otros las cosas que hay, para darle un poco más de suspense al asunto. Este mes, además, ha llegado un poco antes, para recoger la caja que con mucho cariño yo he preparado para Navidar.

Bueno, pues este mes, ha superado nuestras expectativas y nos ha encantada más que ninguno la caja especial de Navidad. Os cuento lo que contenía la Nonabox


Cóndor calcetines de bebé-  Bueno, estos patucos la verdad es que se nos quedan un poco pequeños, jejeje. Nos habrían venido bien hace 21 meses. Pero no hay problema, ya que tengo a quien regalárselos. Son unos calcetines calados.

cóndor

Colonia Denenes- Colonia suave, de olor fresco, especialmente indicada para los bebés.

denenes

Pañales Moltex Bio-  Fabricados con fibras naturales e hipoalergénicas. Aportan una gran absorción gracias a su núcleo con celulosa y un gel formado de un compuesto natural hecho con un almidón biodegradable en menos de un año. Venían 3 pañales de muestra. Para mi gusto, siendo de la talla adecuada al peso de la pequeña, los veía demasiado estrechos en la zona de la cintura.

moltex

Vinilo para el coche Nicolasito- Un vinilo muy original para llevar en la luna trasera del coche, e indicar al resto de los conductores que viajas con niños. En cuanto lo ponga, enseño como queda.

coche

Gel de Baño y Aceite de Masaje Alquvimia- Dos muestras de 50 ml, con ingrediente naturales 100% y con un olor, que dan ganas de no dejar de usarlos. Con aceites esenciales de naranja, limón, pomelo… (Mis fragancias favoritas, me encantan los cítricos).

alquimia

Crema corporal Beginning by McLaren- Con aroma a lavanda, y manteca de karité. Sin parabenos, por lo que aunque es para mí, también se la puedo echar a mi pequeña. Otra crema con un olor genial, que deja mi piel muy hidratada después de la ducha.

begi

Jamón de Guijuelo DeMaría- Bueno, espectacular, de verdad. Un envase gourmet para un producto exquisito. Un jamón ibérico de bellota riquísimo, loncheado y envasado en un elegante paquete. Ni que decir tiene que en cuanto abrimos la Nonabox, mis dos fierecillas hambrientas a todas horas se lanzaron de cabeza hacia el jamón y tuve que hacer reparticiones para poder probarlo yo también.

jamon

Shooting Puppets de Cloud b- Sin duda, el regalo estrella. Esta marca ya la conocíamos por la OVEJA DULCES SUEÑOS de hace unos meses. Pero la mariquita ha sido especial. Este peluche suave cuenta con unas bolsitas de gel para frío y calor que sirven tanto para calmar golpes como para calmar cólicos. Las bolsitas las he quitado de momento, una está directamente dentro del congelador, por si nos hiciera falta, y la otra la he guardado. La pequeña se ha adueñado de la mariquita y ahora no la suelta para dormir, junto con los otros muñecos como comenté aquí.

cloud

No me diréis que no ha sido una gran caja la Nonabox de Diciembre. Sólo con el jamón y la mariquita, el precio está más que amortizado. Es cierto que hay meses mejores y otros peores, todos los meses no pueden ser igual de geniales, pero por lo general, yo estoy muy contenta cada mes con la llegada de las Nonabox.

Aquí está toda la información de estas cajas de suscripción mensual y si tenéis que regalar algo a una reciente mamá y no sabéis qué, la Nonabox es una genial idea.

Por cierto, antes de publicar esta entrada, me han mandado un vídeo de la campaña Navidar, en una de las casas que entregaron las cajas que nosotras y vosotras mandasteis0. Os lo dejo para que veáis el bien que hemos hecho con sólo un poquito de nuestra parte. Gracias por haber formado parte de esto.

Lactancia, medicamentos y hospitalización

¿Alguna vez os habéis planteado que pasaría si os tuvieran que ingresar en un hospital, siendo madre lactante? Imagino que sí lo habéis hecho, como todas, pero creo que no hemos pensado en todas las consecuencias.

Cuando nació la princesa, esa idea se me pasó por la cabeza varias veces, incluso lo hablábamos en mi grupo de Mamás de Marzo. Al cumplir el mes o así, empecé a extraerme leche y congelarla en bolsitas, por si, algún día me pasaba algo, que la niña no se quedase sin comer. La verdad es que tuve suerte, y nunca me hizo falta. Pero no llegué a pensar en todas las implicaciones. No, porque la niña era muy pequeña y yo no pensaba más allá de la teta como alimento. Y ni siquiera pensé que eso me pudiera pasar a mí.

Pero va pasando el tiempo. Y vas viendo como la teta es mucho más que comida. Que la teta es el lugar seguro que tienen nuestros hijos, el lugar en el que se refugian cuando tienen miedo, cuando están cansados, cuando están tristes… Es su manera de dormir, de querernos, de decir que nos echan de menos; es su diversión y su consuelo. La teta es mucho más que comida. Y entonces, de nuevo te planteas que pasaría si tuvieras que estar ingresada en un hospital, porque, aunque tengas muchas bolsas de leche congeladas, ¿quién le va a dar la teta?

Últimamente he leído varios casos de mamás que han pasado por situaciones de este tipo. Mamás que han tenido que pasar horas en urgencias, atendidas por personal que no tiene ni idea de lactancia. Y mamás que han tenido que ser ingresadas varios días, encontrándose con muchísimos problemas de todo tipo.

Ya hemos hablado muchísimas veces de que la lactancia materna es una gran desconocida en el ámbito sanitario. Como enfermera, puedo aseguraros que durante los 3 años que estudié, todo lo que aprendí de lactancia fueron unas cuantas cosas en la asignatura de obstetricia. Y ya. Nadie nos habló de las recomendaciones de la OMS. Nadie nos explicó todos los beneficios que tiene la lactancia. Nadie nos contó la cantidad de nutrientes que tiene la leche. Y, por supuesto, nadie nunca nos dijo que la teta era mucho más. Y al igual que yo, el resto del personal sanitario (médicos, enfermeras, auxiliares) no tienen ni idea de lactancia. Aquí es donde entran las ganas de cada uno de aprender. En mi caso, he hecho cursos relacionados con la lactancia. Y como eso me sabía a poco, he leído muchísimo, he comparado información y sobre todo, me he dejado llevar por mi instinto. Me encantaría seguir formándome y ser asesora de lactancia, pero de momento, económicamente, se escapa de mis posibilidades. Pero bueno, no siempre creo que haga falta un título para ser casi una “experta”.

A lo que iba. El personal sanitario tenemos en nuestras manos la posibilidad de saber más sobre lactancia. Y, en caso de no saber, deberíamos tener la decencia de delegar el cuidado de las madres lactantes a otras personas que sí sepan. Porque, es en estos casos, en el del desconocimiento, en el que muchos médicos y/o enfermeras, se cargan lactancias.

La mayoría de las madres, sobre todo, si son primerizas, tienen una confianza ciega en los pediatras (y en todos los médicos en general). Y si a una madre, le dicen que tiene que dejar el pecho, pues muchas, pensando que el médico tiene razón, lo harán. Y bruscamente. Ya comenté en este post, como la pediatra había “prescrito” a la madre que le quitara la teta de golpe al niño.

¿Y qué pasa, por ejemplo, si te tienen que ingresar? Pues pasan cosas horribles.

Una mamá, al poco de dar a luz, tuvo un problema y tenía que someterse a una cirugía. El cirujano (¿qué leche sabía ese hombre de lactancia?), le dijo que tenía que suspender la lactancia porque la anestesia pasaba a través de la leche. Y los medicamentos que iba a tener que tomar. Esa madre, con todo el dolor de su corazón, y pensando que el médico era el experto y tenía razón, destetó a su hija. Lo que resultó un trauma para todos. Porque la pequeña no entendía que de pronto no tuviera su teta. Y le metieran en la boca una tetina de goma. Y le dieran leche de fórmula que no sabía a mamá. Y le quitasen el contacto con su madre. Pasaron unos días realmente malos. Y la verdad, sin ninguna necesidad. La anestesia general tiene una vida media muy corta, es decir, se elimina rápidamente. Una vez que la madre se hubiera despertado de la anestesia, podría haberle dado el pecho a su hija, puesto que ya casi no había anestesia en su organismo. Y con respecto a los medicamentos que tenía que tomar, la mayoría de los medicamentos son compatibles con la lactancia, sobre todo, medicamentos generales como analgésicos y antibióticos. Y ante la duda, hay una web utilísima y que todos los médicos, en caso de duda, deberían consultar. E-lactancia

Otra madre, tuvo que acudir a urgencias en mitad de la noche, por una reacción alérgica. Antes de que le pusieran medicación, ella dijo que estaba lactando y que necesitaba medicamentos compatibles con la lactancia. La tacharon de loca, de inconsciente, le dijeron que su hijo ya era muy grande, que su leche no alimentaba…. La miraron mal y la trataron peor. Ella les habló de e-lactancia, pero los médicos no eran capaces de admitir su desconocimiento y al final, se fue a casa con medicamentos compatibles “bajo su responsabilidad”.

El último y más vergonzoso caso que conozco es este, donde podéis leer como trataron a una madre lactante en el hospital Can Misses de Ibiza. Esta madre sí ha tenido problemas, problemas de verdad, por la medicación, pero sobre todo, porque no querían dejar que su hijo estuviera con ella. La historia es un poco larga, pero merece la pena leerla.

Si a mí me ingresaran, ¿de qué me serviría la leche congelada? Posiblemente a estas alturas, La princesa podría pasar unos días sin el aporte calórico de mi leche, ella come mucho y de todo, así que tampoco sería un problema. Pero no es esa la cuestión. La cuestión es que mi hija me necesita para dormir (y a mí me encanta, y no me importa, aunque haya gente que no lo entienda). Mi hija necesita estar conmigo. Ella es un bebé, y separar a un bebé de su madre durante varios días, no es una opción. Un bebé debería poder ingresar con su madre, estar con ella. Se escudan en que los niños no pueden estar en el hospital por el riesgo de contraer infecciones. Pero todos los días nacen niños en los hospitales. Y todos los días hay niños ingresados y no por ello contraen infecciones nuevas. Un bebé sano puede estar en un hospital con su madre. Evidentemente, si la madre está en estado crítico o aislada por una infección, habrá que restringir las visitas. Pero sólo en casos puntuales. En el resto de los ingresos, se debería permitir estar a los bebés con sus madres, tanto rato como el estado físico de la madre le deje. Porque, siendo realistas, una madre a la que le prohíben ver a su bebé durante varios días, va a estar mucho más angustiada (y la recuperación será peor) que una madre a la que le dejan estar con su hijo, que estará más tranquila y relajada y se recuperará antes.

Es vergonzoso que pasen cosas como estas, que las madres y sus hijos tengan que sufrir destetes forzosos, malos tratos psicológicos y todo tipo de comentarios sólo por necesitar querer estar juntos.

En caso de tener que vernos en alguna de estas situaciones, es importante que sepamos que tenemos derechos. Que no nos pueden tratar mal por dar el pecho a nuestros hijos, tengan la edad que tengan; que deberían buscar alternativas a la medicación en caso de que no fuera compatible con la lactancia; y que deben dejarnos estar con nuestros hijos durante una hospitalización el mayor tiempo posible. En caso de que esto no se cumpla, debemos poner una reclamación, hablar con la persona responsable del hospital e incluso, hablar con los medios, si llega el caso. Y nunca, nunca, suspender una lactancia de golpe, sólo porque lo diga un médico. Por favor, en caso de duda, es mejor contactar con un grupo de apoyo a la lactancia o con alguna mamá experta, para poder seguir con nuestra lactancia.

Mi día de la madre

Hoy es el día de la madre. Como casi todas las fiestas de este estilo, a mí me parece que están pensadas y orientadas para el consumismo. Así que no soy de celebrar ni de regalar en eventos de este estilo, léase también, día del padre, día de los enamorados, santos, etc….

Pero, aunque no haga ni quiera regalos en este día, hoy sí me resulta especial, a mi manera. A la manera de una madre. Me encanta que mi príncipe mayor esté planeando desde hace varios días tener un detalle conmigo. La verdad es que es súper cariñoso y varias veces al día me dice lo mucho que me quiere y lo buena madre que soy (esperad, que recojo la babilla que se me está cayendo). Para una madre, que sus hijos le digan cosas bonitas, es lo mejor del mundo, ellos te quieren incondicionalmente. No hay nada comparable a las sonrisas de tus hijos, a sus besos, a sus palabras. Cuando te conviertes en madre, conoces el amor de una forma que ni siquiera sospechabas que existía.

La princesa pequeña, aún no sabe expresarse, pero el amor que desprende su mirada, sus sonrisas, los besos que comienza a darme, para mí lo son todo.

Y el príncipe, es muy de escribirme notas de amor y dejármelas para que las encuentre. Así, en casa, cada día recibo un regalo por parte de mis dos tesoros.

Pero hoy, hoy tengo regalo especial, hecho con sus propias manos. Y es mucho mejor que los regalos comprados y materiales. ¿A qué madre no le encanta tener en casa ese detalle que con tanto amor han hecho sus hijos? Yo tengo unas cuantas cositas por aquí en las estanterías. Y la nevera, llena de dibujos.

Esto es lo que me ha hecho mi tesoro. ¿A que es precioso? A mi se me han saltado las lágrimas de la emoción.

Presentación que cubría los regalos

Presentación que cubría los regalos

corazón adornado con sus manos

corazón adornado con sus manos

con este no he podido dejar de llorar

con este no he podido dejar de llorar

Pues por hoy, voy a desconectar un poco del blog, voy a disfrutar de este domingo con mis peques y voy a acercarme un ratillo a ver a mi madre, que también se merece un beso y un abrazo, y disfrutar un rato de sus nietos, que para ella, es el mejor regalo.

¡Feliz día de la madre! Disfrutad mucho de vuestros pequeños, cada día, porque son un regalo.

¿Por qué las salas de espera son tan pequeñas?

Mi querida amiga Una mamá muy feliz, me deja esta reflexión:

Que digo yo, ¿¿por qué hacen las salas de espera de los pediatras tan pequeñas?? ¡¡¡Como si los bebés fueran solos a consulta!!! El bebé, la madre del bebé, la abuela del bebé…y el cochecito, que de “ito” tienen poco.

Hay una chica en mi pueblo que se ha comprado un cochecito ¡¡¡que es un carro de combate!!! cuando la veo venir de frente… me tiro a la carretera de cabeza, va ocupando toda la acera y como va detrás del tanque no ve por donde va. Habrá pensado eso de “burro grande ande o no ande”, desde luego tiene ahí coche hasta que el niño se vaya a la universidad, eso es amortizar una compra…

Bueno, a lo que iba, llegas a la consulta, abriéndote paso entre la multitud, que esa es otra, ¿por qué están sentados más cerca de la puerta de la consulta los que tienen la cita más tarde? Aferrados a su asiento, como si se tratara una butaca de la opera de Viena que cuesta un ojo de la cara, mirándote con cara de asesinos y preguntas, “¿por qué hora va?” y nadie te contesta. Pensarán “¿se lo digo o no?. Señora, esto no es lo sabe/no lo sabe, voy a pasar de todas formas cuando me toque…

A esto, tu bebé empieza a llorar, normal, llegamos de la calle a 0ºC y nos metemos en un horno con gorro, bufanda, saco del carrito; Por cierto, la chica del carro de combate le pondrá un nórdico de cama grande al capazo… ¿Por qué pondrán la calefacción tan alta? ¡¡¡Si con la amplitud que tiene la sala de espera nos damos calor humano!!! Tienes que coger al bebé en brazos…en un portabebé por supuesto…y tienes que sentarte en las típicas sillitas que hay en todos los pediatras, se supone que son para los niños, pero, oye, que al final se sientan los mayores, porque los bebés son muy pequeños para sentarse y los grandes pasan de estar ahí sentados.

Hablando de niños grandes, ¿hasta q edad se tiene pediatra? El otro día había allí un chico ¡¡con un bigotón!!… que en lugar de con su madre,  podía haber ido con su novia. Bueno, por fin te sientas, con las rodillas en la garganta, el bebé en brazos muy feliz, y tu madre, cual moscón, diciendo: “si ya te toca, vete para la puerta, pues hasta que lleguemos a la consulta…deberíamos acercarnos”. La miras con cara de asesina, que debe ser algo intrínseco a las salas de espera y… en ese momento te llama el pediatra, y hasta que llegas a la consulta, vas espachurrando con el carrito los pies de todos los allí sentados… nada y ¡¡que no se cantean!! Pues señora, si le atropello el juanete se aguanta. Y más si lleva el cochecito la abuela, que para ella las ruedas giratorias son alta tecnología y no controla, no…yo le digo, “mamá, tu pa’lante, si esto es todo terreno, cuando llegues a la puerta apuntas para entrar sin llevarte el marco”.

¡Qué estrés!

¡¡¡¡¡¡Pero al fin estamos dentro!!!!!!!!!

Si te ha gustado esta entrada, deja un comentario, para animar a Una mamá muy feliz a seguir compartiendo su día a día como madre.

Orgullo de mamá

Mi príncipe ha probado distintas actividades extraescolares, siempre deportivas. Primero empezó con el judo, varios años y varios cinturones. También ha probado el balonmano (una sola clase), el atletismo (un par de años) y lo último fue el tenis, que ya tenía bastante control de la raqueta.

Pero, desde hace unos meses, me comentaba que quería bailar. Si, bailar, como lo oís. Y pensé, este ha salido a mí.

Porque a mí me encanta bailar. De pequeña también probé desde el ballet hasta el baile moderno y varias cosas más. Pero a mí lo que realmente me gusta es mover el esqueleto. Siempre he sido una bailonga cuando salía por las noches a las discotecas hace ya…………..ufff, ni me acuerdo.  Y siempre me han gustado los chicos que bailaban, esos que se metían en la pista a pegarse unos meneillos. Bueno, que me voy por las ramas, que estaba hablando de mi príncipe, no de mis salidas nocturnas.

Pues el príncipe, últimamente se ve todas las series y películas de baile que hay por la tele. Pero no pensaba que él quisiera probar, y sí, quería bailar.

Empezamos la tarea de buscar academia, algo de baile moderno, hip hop y eso. Y encontramos un sitio muy chulo, donde hay chicos de 16-17 años hasta un par de niñas de 9, así que él, con sus 11, no se siente desplazado, jejeje.

El día de prueba, a ver si le gustaba, estaba un pelín cortado, normal, pero al final de la clase, ya estaba atinando con los pasos correctos.  Y así lleva ya unas cuantas clases, cuando volvemos a casa me enseña pasos y está muy emocionado.

Pero hoy, hoy estamos emocionados los dos. ¡Porque tiene una actuación! Está nervioso, anoche antes de dormir lo dejó todo preparado, la ropa, el calzado y no se podía dormir. Y hoy no hablaba de otra cosa. Y no es para menos, yo también estoy contando las horas que faltan.

Van a actuar en un instituto de gastronomía, rodeados de gente importante y de otras actuaciones. Y luego, los estudiantes de allí les invitan a comer, y a eso yo no me puedo quedar, le voy a dejar allí con la gente de la escuela.

Ya tengo la cámara cargada, deseando ver lo bien que se desenvuelve mi tesoro. Porque seguro que lo hace genial.

Orgullo de madre

 

Mamá tiene unos brazos mágicos

Los brazos de mi mamá son especiales. Tienen algo, que no sé como explicar.
Cuando nací, me acogieron con dulzura. Me envolvieron suavemente, y allí me sentí segura. Me guiaron hasta su pecho y conocí el sabor de la leche. A partir de ese momento, supe que no quería estar en otro sitio.
Los brazos de mamá me llevan siempre. Ayudada por telas, siempre estoy cerca de ella.
Sus brazos me suben, me bajan, me hacen volar, me hacen cosquillas, me acarician. Sus brazos están cerca cada vez que juego a ponerme de pie, atentos por si me caigo.
Sus brazos me lavan, me peinan y me ponen guapa. Me enseñan cosas que están lejos.
Sus brazos me rodean fuerte cuando hace frío. Me ofrecen consuelo cuando estoy triste. Y en ellos me acurruco cuando quiero dormir. Si me asusto, sus brazos me quitan el miedo.
También he descubierto que sus brazos curan. Cuando estoy malita, sus brazos me cuidan, me dan mimos y consuelo y me pongo buena prontito.
Soy tan feliz en brazos. En los brazos mágicos de mamá.
Otro día os contaré la magia de sus besos….

Mamá sin arreglos

Desde que nació Sara, creo que he conseguido arreglarme y ponerme mona, una vez y me duró, a ver que piense, poco más de un ratillo.
Ya he desistido. He dejado de intentar estar guapa y simplemente, soy yo, Diana, así, como recién levantada todos los días, y me refiero, a estar con pelos de loca y sin maquillaje.
Es increíble cómo no consigo tener nunca el pelo bien. Y es que parece que mi pelo limpio tiene un imán para las manos sucias de la princesa. Aunque la lleve al baño a lavarse las manos, echando mi cabeza hacia atrás en una postura imposible para la espalda, siempre encuentra el modo de pegarme algo, no sé cómo lo hace, sus manos son más rápidas que yo. Me paso la mano por la melena y, ohhhh, ¿qué es esto?, ya tengo un mechón pegoteado de algo pegajoso…. La mandarina siempre me sienta bien, me da un toque informar y con olor a cítricos, ¿qué más se puede pedir?
Y la ropa, ¿Qué decir de la ropa? Siempre vamos sucias las dos también. Pero yo prometo que nos vestimos de limpio todos los días. Lo que pasa es que la princesa nos has salido tragonceta y en cuanto ve algo de comer, ya está con su dedito estirado pidiendo y dando grititos de alegría. ¡Cómo se alegra al ver una galleta! Y comerse en una galleta encima de mami, en el fular, es el doble de divertido. ¡A mamá se le llenan las tetillas de miguitas! Porque llevo un año sin usar jerséis de cuello vuelto. Quién me ha visto y quién me ve. Yo, la más friolera de entre las frioleras, siempre con un montón de capas de ropa y tapada hasta las orejas, ahora solo llevo cosas súper escotadas, lista para sacar la teta allá donde haga falta. Y claro, las migas, siempre se cuelan.
Y comer con ella en brazos, tiene su cosa, oye. Porque eso sólo pasa cuando no estamos en casa, así que se supone que me he arreglado un poco para salir. Y claro, el arreglo no dura nada. Entre su comida, que con sus deditos regordetes, la mitad no llega a la boca, y mi comida, que tengo que comer separada de la mesa para que ella no meta la mano en el plato y además, tengo que esquivar su boca hasta llegar a la mía, mis pantalones y su ropa terminan para ir directos a la lavadora.
Pero……….me encanta. Si poder disfrutar de cada momento único con la princesa implica ir con manchas y con el pelo enredado, no me importa, es un precio que pago encantada.

Sobre mi y también sobre las colaboraciones

Quién soy:

Soy Diana, enfermera de profesión y mamá cangura de vocación, he dejado de lado temporalmente el trabajo en el hospital para cuidar de mis dos maravillosos hijos.

Con el mayor, no pude pasar todo el tiempo que me habría gustado. 10 años después, he tenido la suerte de tener a mi princesa y he decidido aprovechar el tiempo al máximo con ella. El tiempo pasa muy deprisa y cuando nos damos cuenta, se nos han escapado las cosas sencillas y más bonitas de la vida.

Y por eso, he renunciado a un sueldo, para disfrutar de la princesa. Y he montado una tienda de portabebés, porque para mi, llevar a mi hija siempre pegadita, tocarla, olerla, besarla, es lo más bonito del mundo. Quiero que otros papás conozcan el mundo del porteo y disfruten de sus bebés en brazos.

Aunque los comienzos son muy difíciles, y si la tienda no empieza a funcionar, no sé como nos vamos a apañar. Hay días en que me desanimo bastante, pero la sonrisa de mi hija me hace continuar.

Y el blog, comenzó siendo un lugar para hablar de porteo y poner fotos y vídeos y ahora, me encanta escribir cosas que me pasan, que hacemos, opiniones….

Bienvenidos a todos.

 

Quien es Una mamá muy feliz:

Una mamá muy feliz, es una amiga que vive en alguna parte de la geografía española.

Como yo, es mamá de un tesoro que es feliz en brazos y aún más feliz con su teta. Compartimos dudas, consejos y risas, muchas risas.

Le he pedido que colabore conmigo compartiendo aquí sus dudas, para que podamos ver esos aspectos de la maternidad de los que casi nadie habla con humor y afrontarlos con una sonrisa.