¿Alguna vez os habéis planteado que pasaría si os tuvieran que ingresar en un hospital, siendo madre lactante? Imagino que sí lo habéis hecho, como todas, pero creo que no hemos pensado en todas las consecuencias.
Cuando nació la princesa, esa idea se me pasó por la cabeza varias veces, incluso lo hablábamos en mi grupo de Mamás de Marzo. Al cumplir el mes o así, empecé a extraerme leche y congelarla en bolsitas, por si, algún día me pasaba algo, que la niña no se quedase sin comer. La verdad es que tuve suerte, y nunca me hizo falta. Pero no llegué a pensar en todas las implicaciones. No, porque la niña era muy pequeña y yo no pensaba más allá de la teta como alimento. Y ni siquiera pensé que eso me pudiera pasar a mí.
Pero va pasando el tiempo. Y vas viendo como la teta es mucho más que comida. Que la teta es el lugar seguro que tienen nuestros hijos, el lugar en el que se refugian cuando tienen miedo, cuando están cansados, cuando están tristes… Es su manera de dormir, de querernos, de decir que nos echan de menos; es su diversión y su consuelo. La teta es mucho más que comida. Y entonces, de nuevo te planteas que pasaría si tuvieras que estar ingresada en un hospital, porque, aunque tengas muchas bolsas de leche congeladas, ¿quién le va a dar la teta?
Últimamente he leído varios casos de mamás que han pasado por situaciones de este tipo. Mamás que han tenido que pasar horas en urgencias, atendidas por personal que no tiene ni idea de lactancia. Y mamás que han tenido que ser ingresadas varios días, encontrándose con muchísimos problemas de todo tipo.
Ya hemos hablado muchísimas veces de que la lactancia materna es una gran desconocida en el ámbito sanitario. Como enfermera, puedo aseguraros que durante los 3 años que estudié, todo lo que aprendí de lactancia fueron unas cuantas cosas en la asignatura de obstetricia. Y ya. Nadie nos habló de las recomendaciones de la OMS. Nadie nos explicó todos los beneficios que tiene la lactancia. Nadie nos contó la cantidad de nutrientes que tiene la leche. Y, por supuesto, nadie nunca nos dijo que la teta era mucho más. Y al igual que yo, el resto del personal sanitario (médicos, enfermeras, auxiliares) no tienen ni idea de lactancia. Aquí es donde entran las ganas de cada uno de aprender. En mi caso, he hecho cursos relacionados con la lactancia. Y como eso me sabía a poco, he leído muchísimo, he comparado información y sobre todo, me he dejado llevar por mi instinto. Me encantaría seguir formándome y ser asesora de lactancia, pero de momento, económicamente, se escapa de mis posibilidades. Pero bueno, no siempre creo que haga falta un título para ser casi una “experta”.
A lo que iba. El personal sanitario tenemos en nuestras manos la posibilidad de saber más sobre lactancia. Y, en caso de no saber, deberíamos tener la decencia de delegar el cuidado de las madres lactantes a otras personas que sí sepan. Porque, es en estos casos, en el del desconocimiento, en el que muchos médicos y/o enfermeras, se cargan lactancias.
La mayoría de las madres, sobre todo, si son primerizas, tienen una confianza ciega en los pediatras (y en todos los médicos en general). Y si a una madre, le dicen que tiene que dejar el pecho, pues muchas, pensando que el médico tiene razón, lo harán. Y bruscamente. Ya comenté en este post, como la pediatra había “prescrito” a la madre que le quitara la teta de golpe al niño.
¿Y qué pasa, por ejemplo, si te tienen que ingresar? Pues pasan cosas horribles.
Una mamá, al poco de dar a luz, tuvo un problema y tenía que someterse a una cirugía. El cirujano (¿qué leche sabía ese hombre de lactancia?), le dijo que tenía que suspender la lactancia porque la anestesia pasaba a través de la leche. Y los medicamentos que iba a tener que tomar. Esa madre, con todo el dolor de su corazón, y pensando que el médico era el experto y tenía razón, destetó a su hija. Lo que resultó un trauma para todos. Porque la pequeña no entendía que de pronto no tuviera su teta. Y le metieran en la boca una tetina de goma. Y le dieran leche de fórmula que no sabía a mamá. Y le quitasen el contacto con su madre. Pasaron unos días realmente malos. Y la verdad, sin ninguna necesidad. La anestesia general tiene una vida media muy corta, es decir, se elimina rápidamente. Una vez que la madre se hubiera despertado de la anestesia, podría haberle dado el pecho a su hija, puesto que ya casi no había anestesia en su organismo. Y con respecto a los medicamentos que tenía que tomar, la mayoría de los medicamentos son compatibles con la lactancia, sobre todo, medicamentos generales como analgésicos y antibióticos. Y ante la duda, hay una web utilísima y que todos los médicos, en caso de duda, deberían consultar. E-lactancia
Otra madre, tuvo que acudir a urgencias en mitad de la noche, por una reacción alérgica. Antes de que le pusieran medicación, ella dijo que estaba lactando y que necesitaba medicamentos compatibles con la lactancia. La tacharon de loca, de inconsciente, le dijeron que su hijo ya era muy grande, que su leche no alimentaba…. La miraron mal y la trataron peor. Ella les habló de e-lactancia, pero los médicos no eran capaces de admitir su desconocimiento y al final, se fue a casa con medicamentos compatibles “bajo su responsabilidad”.
El último y más vergonzoso caso que conozco es este, donde podéis leer como trataron a una madre lactante en el hospital Can Misses de Ibiza. Esta madre sí ha tenido problemas, problemas de verdad, por la medicación, pero sobre todo, porque no querían dejar que su hijo estuviera con ella. La historia es un poco larga, pero merece la pena leerla.
Si a mí me ingresaran, ¿de qué me serviría la leche congelada? Posiblemente a estas alturas, La princesa podría pasar unos días sin el aporte calórico de mi leche, ella come mucho y de todo, así que tampoco sería un problema. Pero no es esa la cuestión. La cuestión es que mi hija me necesita para dormir (y a mí me encanta, y no me importa, aunque haya gente que no lo entienda). Mi hija necesita estar conmigo. Ella es un bebé, y separar a un bebé de su madre durante varios días, no es una opción. Un bebé debería poder ingresar con su madre, estar con ella. Se escudan en que los niños no pueden estar en el hospital por el riesgo de contraer infecciones. Pero todos los días nacen niños en los hospitales. Y todos los días hay niños ingresados y no por ello contraen infecciones nuevas. Un bebé sano puede estar en un hospital con su madre. Evidentemente, si la madre está en estado crítico o aislada por una infección, habrá que restringir las visitas. Pero sólo en casos puntuales. En el resto de los ingresos, se debería permitir estar a los bebés con sus madres, tanto rato como el estado físico de la madre le deje. Porque, siendo realistas, una madre a la que le prohíben ver a su bebé durante varios días, va a estar mucho más angustiada (y la recuperación será peor) que una madre a la que le dejan estar con su hijo, que estará más tranquila y relajada y se recuperará antes.
Es vergonzoso que pasen cosas como estas, que las madres y sus hijos tengan que sufrir destetes forzosos, malos tratos psicológicos y todo tipo de comentarios sólo por necesitar querer estar juntos.
En caso de tener que vernos en alguna de estas situaciones, es importante que sepamos que tenemos derechos. Que no nos pueden tratar mal por dar el pecho a nuestros hijos, tengan la edad que tengan; que deberían buscar alternativas a la medicación en caso de que no fuera compatible con la lactancia; y que deben dejarnos estar con nuestros hijos durante una hospitalización el mayor tiempo posible. En caso de que esto no se cumpla, debemos poner una reclamación, hablar con la persona responsable del hospital e incluso, hablar con los medios, si llega el caso. Y nunca, nunca, suspender una lactancia de golpe, sólo porque lo diga un médico. Por favor, en caso de duda, es mejor contactar con un grupo de apoyo a la lactancia o con alguna mamá experta, para poder seguir con nuestra lactancia.
Comentarios en: "Lactancia, medicamentos y hospitalización" (14)
Genial, Diana. Me indigna enormemente el trato que se le da en general a la lactancia en este país, pero sobre todo desde el ámbito sanitario, en el que se presupone que deberían estar formados en estas lides. Es muy triste que tengas que ir defendiéndote como si estuvieras en una guerra, y soportando caras de «esta está loca». Ya basta, hombre. Un poco más de formación y de respeto.
Muy bien expuesto, como siempre 😀
¡Un abrazo!
Gracias guapa. La historia de la mamá del hospital de Ibiza pone los pelos de punta, lo que han tenido que pasar!!
Nunca me lo había planteado pero me parece fatal que no haya programas específicos para madres lactantes en hospitales.
Y voy más lejos, no solo bebés lactantes. Un bebé que tome leche de fórmula tampoco debería sufrir una separación de este estilo.
Reconozco que no lo había pensado…pero no te falta razón, puede pasar perfectamente. Muchas gracias por hacernos pensar y por darnos a conocer E-lactancia. Como siempre, aprendiendo de tí 😉
Gracias a ti por leerme. Y te aseguro que esa web, la tengo guardada en favoritos, en estos 17 meses, la he consultado unas cuantas veces.
A ti se te apareció Dios en forma de teta o algo así? Sí, la leche materna es lo mejor y lo más natural, eso lo sabemos todos, pero de ahí a decir que destetar a un niño es maltrato psicológico, que parece que sufriría las más terribles torturas por cambiarle durante unos días (por casos de fuerza mayor como sería una operación de la madre) la teta de carne por una de goma… No sé, veo en este y en otros artículos tal culto a la teta y tratado desde un fanatismo enfermizo, así como una sobreprotección exagerada del bebé, que dudo mucho que un niño pueda desarrollar una necesaria autosuficiencia a la larga, alguien incapaz de valerse por sí mismo.
Por cierto, ya que ves correcto el acaparar todo el protagonismo, puedes decirme qué pintan los padres en todo esto? De qué manera dejas que los bebés sientan que su padre es algo más que «el que puso la semillita»?
Mira Marisa, está claro que tú nunca has dado teta, porque no sabes de lo que hablas. Quitarle la teta a un bebé de forma brusca, SÍ es un duro trago psicológico que pasa el niño sin necesidad, pero vamos, que a tus ojos parezco una exagerada. Pues te pondré un ejemplo, que seguro que no te parece tan exagerado.
Muchos niños, sobre todo los que no son de teta (que raro), tienen un objeto de apego, un muñeco, una mantita o algo que usan para dormir, cuando están tristes o cuando les dejan solos. (Anda, parece que en ausencia de la teta, tienen que buscar el apego en otro sitio). A estos niños, nadie les llama viciosos de su mantita y a sus madres, no les martillean la cabeza con que les están malacostumbrando con ese peluche. Pero si la mantita o el peluche se pierden o se rompen, el bebé llorará desconsolado, durante días y no será capaz de conciliar el sueño por la noche. ¿Tú le quitarías a ese niño su objeto así, bruscamente, sin necesidad? Ah, y además de quitarle su objeto de apego, le cambias su leche de fórmula por leche de soja, por ejemplo y le explicas que eso es lo que hay, que tampoco le va a pasar nada. Pues es lo mismo, aunque tú y otras mentes estrechas no lo vean.
Pero claro, en cuanto hablamos de teta, ya estamos hablando de fanatismo. Pues déjame decirte, también, porque veo que lo desconoces, que si por una hospitalización, se suspende la lactancia bruscamente, aunque no pasara nada psicológicamente hablando (que no es así), la madre puede sufrir problemas en el pecho, como ingurgitación y mastitis, por no vaciarlo. Y una vez que le dieran el alta, si han pasado varios días, podría resultar muy difícil, e incluso, imposible, retomar la lactancia.
Con respecto a la sobreprotección, hay estudios, muchos, que demuestran que los niños criados con cariño, apego, a los que se les atiende y no se les deja llorar, esos niños son adultos más seguros de sí mismos, tienen la autoestima más alta, son psicológicamente más estables y tienen relaciones con otras personas más sanas.
Y el padre, pues mira, como no quieres leer, si te hubieras parado a leer el artículo que enlacé, verías como el padre estuvo presente en el ingreso durante todo el tiempo. Así que no, no se queda fuera. Aunque, en mi caso, y como es mi blog y yo tengo todo el protagonismo del mismo, el padre es “el que puso la semillita” y ya está. Que jodida vida esta.
Los bebés no tienen el suficiente raciocinio para asociar emociones. La mayoría de las veces un bebé llora como forma de expresión, porque no le gusta que le vistan, porque tiene sueño y le cuesta dormirse, porque quiere YA comer y no quiere esperar ni 10 segundos más etc. y en muchos casos y cuando ya son un poquito más mayores, porque saben que llorando consiguen lo que quieren y sus padres lo consienten (lo cuál, es un perfecto caldo de cultivo para esos niños dictadores que luego protagonizan eso de Hermano Mayor). Pero es ridículo interpretar siempre que el lloro de un niño es equiparable al de un adulto, quienes lloramos solo por tristeza y sufrimiento.
Así que cuando hay que lavarle el muñeco que tanto quiere porque está ya babeado o vomitado y tiene que pasar una noche sin él, pues le costará más o menos dormirse pero en efecto, «es así porque así tiene que ser». Y como el niño no va a llevar su queridísimo chupete hasta los 10 años, cuando tenga 2 o 3, se le cuenta cualquier historia como que el chupete se lo ha comido un perro y que ya se acostumbrará a estar sin él. O acaso esperas que un bebé criado en la burbuja creada por madre no va a llorar cuando vaya por primera vez al colegio y se vea sin ella? Qué haces, no escolarizarle para que no sufra esos indecibles suplicios?
Y sobre esos numerosísimos estudios que defienden la sobreprotección y que, presuntamente, hay por ahí, yo no sé si soltarlo así tan felizmente sin aportar ninguna prueba nada más que amparándote en tu supuesta sabiduría funciona con tus lectores (se vé que sí), pero fuera de la secta hace falta más que eso para apoyar y defender una opinión. De esta forma, he querido ver si tenías razón y he escrito en google «sobreprotección infantil ventajas beneficios». Pues no encontrado ni una página que lo defienda, NI UNA. Sin embargo, si cambio en el buscador «ventajas y beneficios» por «consecuencias»… voilá! (tan sólo en la primera página de la búsqueda):
http://www.conmishijos.com/ninos/ninos-educacion/sobreproteger-a-los-ninos-causas-y-consecuencias.html
http://motivacion.about.com/od/relaciones/a/Como-La-Sobreproteccion-Puede-Perjudicar-A-Los-Ninos.htm
http://www.almabelpsicologia.com/articulo.php?id=9
http://www.salud180.com/maternidad-e-infancia/consecuencias-de-la-sobreproteccion-infantil
http://www.psicoglobalia.com/la-sobreproteccion-de-nuestros-hijos-y-sus-efectos/
http://radio.rpp.com.pe/confidencias/consecuencias-de-sobreproteger-a-nuestros-hijos/
http://miriamrochadiaz.wordpress.com/2011/09/30/el-error-de-sobreproteger-a-los-hijos/
http://www.solohijos.com/html/articulo.php?idart=49
Pero sí, puedes consolarte pensando que todo el mundo está equivocado menos tú, como los cirujanos que no habrán estudiado y no saben hacer su trabajo, poniendo esos «terribles sufrimientos» que soportará el bebé por encima de la salud de la madre.
A ver, que mira que pierdo el tiempo contestándote. Que los bebés lloran porque tienen necesidades, está clarísimo. Es su única forma de comunicarse. Y como bebés que son, no entienden que tengan que esperar para comer cuando tienen hambre, simplemente quieren comer y lo necesitan. Con el tiempo, cuando sean más mayores, irán aprendiendo a esperar, pero no a base de dejarle llorar, sino con cariño y respeto. Y cuando son más mayores, evidentemente, no hay que consentirles todo. Creo que tú estás confundiendo el apego con la sobreprotección o con la permisividad. Estás muy equivocada. Mi forma de crianza, y la de muchas otras personas, no consiste en dar a los niños todo lo que quieran y en no tener normas, estás mezclando términos. En mi casa hay respeto y normas, mis hijos no son unos niños caprichosos que tienen todo lo que quieren ni que consiguen lo que quieren a base de “chantaje emocional”. Mis hijos han crecido con amor y cariño, han aprendido que hay cosas que se pueden y otras que no, pero todo desde el respeto.
Cuando un adulto está triste y llora, le gusta que le consuelen, que haya alguien ahí. Pues más motivo con un niño. Y más aún si es tu propio hijo, si has decidido traer una vida a este mundo, para amarle desinteresadamente y darle lo mejor de ti. Claro que hay madres que son desapegadas. Pues nada, si piensas que es mejor dejarle llorar, quitarle su objeto de apego porque así tiene que ser, la que parece una dictadora eres tú. Yo no quiero que mis hijos se sientan así. Tú sabrás como tratas a los tuyos, si es que los tienes, que mira que lo dudo, y si es así, pobrecitos. Porque mira, no hace falta quitarle a un niño el chupete a la fuerza y con engaños para que se acostumbre. ¿Acaso conoces tú a algún niño, de esos de gran hermano, como dices, que use chupete con 20 años? Todos lo dejarán, a su ritmo, tarde o temprano. Que manía tenéis algunos con forzar las cosas, con meter prisa. Y luego, aunque no lo quieras asociar, tendrán traumas de mayores, serán unos dictadores con sus hijos, repitiendo esquemas.
Mis hijos no están en una burbuja. Y evidentemente, llorarán cuando se tengan que separar de mí, porque yo soy su principal figura de apego, y me echarán de menos. O a lo mejor no lloran, porque estarán tranquilos y confiados. Lo mismo, cuando se separen de ti, de esa casa en la que les dejas llorar porque te manipulan, les quitas sus cosas porque sí y les mientes, en tu caso, no lloren y se vayan tan contentos al colegio.
Y para que dejes de confundir sobreprotección con apego, yo también tengo estudios para dejarte. Porque no es lo mismo. Yo les crío de una forma respetuosa.
Haz clic para acceder a La%20angustia%20de%20la%20separacin.pdf
http://www.abc.es/familia-padres-hijos/20130223/abci-otro-tema-apego-201302221316.html
http://mamikanguro.com/blog/7-beneficios-de-criar-con-apego/
http://www.mentelibre.es/?p=2113
http://www.psicodiagnosis.es/areageneral/elapego/index.php
Y mira, aquí diferencias entre términos que confundes.
http://escueladepadresprimerizos.com/blog/crianza-con-apego-y-sobreproteccion/
http://educarpetas.blogspot.com.es/2012/07/crianza-con-apego-vs-sobreproteccion.html
Mi “supuesta sabiduría”, como la llamas tú, no llega por ciencia infusa, llega de leer, estudiar, practicar, de la experiencia. Y tengo más idea que tú, porque no confundo términos, no sobreprotejo a mis hijos, los crío con respeto y forjo las bases para que sean unos adultos sanos.
Para terminar, te repito, que este es mi blog, que escribo lo que creo y lo que creen y piensan muchas madres. Que me parece totalmente normal que haya gente como tú que no esté de acuerdo, allá vosotros. Yo tampoco creo en tu forma de educar y no voy a atacarte. Que si alguna madre me lee y le gusta lo que escribo, genial. Que te guste o no, muchas personas, después de leerme, buscan información más allá de mis palabras y escogen esta forma de crianza respetuosa. Que con mis palabras, he ayudado a muchas madres en su lactancia. Y que no me gusta perder el tiempo con gente como tú. Si no te gusta lo que escribo, que ya veo que es así, deja de leerme, que seguro que tienes cosas mejores que hacer que perder el tiempo buscando cosas sin sentido en internet.
no lo había pensado, creo que es importante anticiparse, por si pasa algo…Gracias por la info 🙂
esperemos que no nos haga falta
He leído todo. Incluido el comentiario de la tal Marisa. Creo que la respuesta y la clave está en lo que esta persona pone en duda: EMOCIONES. Esto se tiene o no se tiene, como la fibra sensible y la maternidad con M MAYÚSCULA. Estudios hay por todos los lados, faltaría más, con la cantidad de intereses socioeconómicos que hay detrás de la maternidad. Pero hay algo que no se estudia: el INSTINTO y la EMOCIÓN materna.
Siento pena.
Bueno, a mi también me da pena que haya gente que se dedique a criticar la forma de crianza de otras personas y no sea capaz de mirarse su propio ombligo. Y pena me dan los hijos de gente que parece negada de sentimientos, niños a los que se les ignora y se les priva del amor para no «maleducarlos», cuando el amor y el cariño NUNCA son un exceso