No hay mejor lugar que los brazos de mamá

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Lactancia, medicamentos y hospitalización

¿Alguna vez os habéis planteado que pasaría si os tuvieran que ingresar en un hospital, siendo madre lactante? Imagino que sí lo habéis hecho, como todas, pero creo que no hemos pensado en todas las consecuencias.

Cuando nació la princesa, esa idea se me pasó por la cabeza varias veces, incluso lo hablábamos en mi grupo de Mamás de Marzo. Al cumplir el mes o así, empecé a extraerme leche y congelarla en bolsitas, por si, algún día me pasaba algo, que la niña no se quedase sin comer. La verdad es que tuve suerte, y nunca me hizo falta. Pero no llegué a pensar en todas las implicaciones. No, porque la niña era muy pequeña y yo no pensaba más allá de la teta como alimento. Y ni siquiera pensé que eso me pudiera pasar a mí.

Pero va pasando el tiempo. Y vas viendo como la teta es mucho más que comida. Que la teta es el lugar seguro que tienen nuestros hijos, el lugar en el que se refugian cuando tienen miedo, cuando están cansados, cuando están tristes… Es su manera de dormir, de querernos, de decir que nos echan de menos; es su diversión y su consuelo. La teta es mucho más que comida. Y entonces, de nuevo te planteas que pasaría si tuvieras que estar ingresada en un hospital, porque, aunque tengas muchas bolsas de leche congeladas, ¿quién le va a dar la teta?

Últimamente he leído varios casos de mamás que han pasado por situaciones de este tipo. Mamás que han tenido que pasar horas en urgencias, atendidas por personal que no tiene ni idea de lactancia. Y mamás que han tenido que ser ingresadas varios días, encontrándose con muchísimos problemas de todo tipo.

Ya hemos hablado muchísimas veces de que la lactancia materna es una gran desconocida en el ámbito sanitario. Como enfermera, puedo aseguraros que durante los 3 años que estudié, todo lo que aprendí de lactancia fueron unas cuantas cosas en la asignatura de obstetricia. Y ya. Nadie nos habló de las recomendaciones de la OMS. Nadie nos explicó todos los beneficios que tiene la lactancia. Nadie nos contó la cantidad de nutrientes que tiene la leche. Y, por supuesto, nadie nunca nos dijo que la teta era mucho más. Y al igual que yo, el resto del personal sanitario (médicos, enfermeras, auxiliares) no tienen ni idea de lactancia. Aquí es donde entran las ganas de cada uno de aprender. En mi caso, he hecho cursos relacionados con la lactancia. Y como eso me sabía a poco, he leído muchísimo, he comparado información y sobre todo, me he dejado llevar por mi instinto. Me encantaría seguir formándome y ser asesora de lactancia, pero de momento, económicamente, se escapa de mis posibilidades. Pero bueno, no siempre creo que haga falta un título para ser casi una “experta”.

A lo que iba. El personal sanitario tenemos en nuestras manos la posibilidad de saber más sobre lactancia. Y, en caso de no saber, deberíamos tener la decencia de delegar el cuidado de las madres lactantes a otras personas que sí sepan. Porque, es en estos casos, en el del desconocimiento, en el que muchos médicos y/o enfermeras, se cargan lactancias.

La mayoría de las madres, sobre todo, si son primerizas, tienen una confianza ciega en los pediatras (y en todos los médicos en general). Y si a una madre, le dicen que tiene que dejar el pecho, pues muchas, pensando que el médico tiene razón, lo harán. Y bruscamente. Ya comenté en este post, como la pediatra había “prescrito” a la madre que le quitara la teta de golpe al niño.

¿Y qué pasa, por ejemplo, si te tienen que ingresar? Pues pasan cosas horribles.

Una mamá, al poco de dar a luz, tuvo un problema y tenía que someterse a una cirugía. El cirujano (¿qué leche sabía ese hombre de lactancia?), le dijo que tenía que suspender la lactancia porque la anestesia pasaba a través de la leche. Y los medicamentos que iba a tener que tomar. Esa madre, con todo el dolor de su corazón, y pensando que el médico era el experto y tenía razón, destetó a su hija. Lo que resultó un trauma para todos. Porque la pequeña no entendía que de pronto no tuviera su teta. Y le metieran en la boca una tetina de goma. Y le dieran leche de fórmula que no sabía a mamá. Y le quitasen el contacto con su madre. Pasaron unos días realmente malos. Y la verdad, sin ninguna necesidad. La anestesia general tiene una vida media muy corta, es decir, se elimina rápidamente. Una vez que la madre se hubiera despertado de la anestesia, podría haberle dado el pecho a su hija, puesto que ya casi no había anestesia en su organismo. Y con respecto a los medicamentos que tenía que tomar, la mayoría de los medicamentos son compatibles con la lactancia, sobre todo, medicamentos generales como analgésicos y antibióticos. Y ante la duda, hay una web utilísima y que todos los médicos, en caso de duda, deberían consultar. E-lactancia

Otra madre, tuvo que acudir a urgencias en mitad de la noche, por una reacción alérgica. Antes de que le pusieran medicación, ella dijo que estaba lactando y que necesitaba medicamentos compatibles con la lactancia. La tacharon de loca, de inconsciente, le dijeron que su hijo ya era muy grande, que su leche no alimentaba…. La miraron mal y la trataron peor. Ella les habló de e-lactancia, pero los médicos no eran capaces de admitir su desconocimiento y al final, se fue a casa con medicamentos compatibles “bajo su responsabilidad”.

El último y más vergonzoso caso que conozco es este, donde podéis leer como trataron a una madre lactante en el hospital Can Misses de Ibiza. Esta madre sí ha tenido problemas, problemas de verdad, por la medicación, pero sobre todo, porque no querían dejar que su hijo estuviera con ella. La historia es un poco larga, pero merece la pena leerla.

Si a mí me ingresaran, ¿de qué me serviría la leche congelada? Posiblemente a estas alturas, La princesa podría pasar unos días sin el aporte calórico de mi leche, ella come mucho y de todo, así que tampoco sería un problema. Pero no es esa la cuestión. La cuestión es que mi hija me necesita para dormir (y a mí me encanta, y no me importa, aunque haya gente que no lo entienda). Mi hija necesita estar conmigo. Ella es un bebé, y separar a un bebé de su madre durante varios días, no es una opción. Un bebé debería poder ingresar con su madre, estar con ella. Se escudan en que los niños no pueden estar en el hospital por el riesgo de contraer infecciones. Pero todos los días nacen niños en los hospitales. Y todos los días hay niños ingresados y no por ello contraen infecciones nuevas. Un bebé sano puede estar en un hospital con su madre. Evidentemente, si la madre está en estado crítico o aislada por una infección, habrá que restringir las visitas. Pero sólo en casos puntuales. En el resto de los ingresos, se debería permitir estar a los bebés con sus madres, tanto rato como el estado físico de la madre le deje. Porque, siendo realistas, una madre a la que le prohíben ver a su bebé durante varios días, va a estar mucho más angustiada (y la recuperación será peor) que una madre a la que le dejan estar con su hijo, que estará más tranquila y relajada y se recuperará antes.

Es vergonzoso que pasen cosas como estas, que las madres y sus hijos tengan que sufrir destetes forzosos, malos tratos psicológicos y todo tipo de comentarios sólo por necesitar querer estar juntos.

En caso de tener que vernos en alguna de estas situaciones, es importante que sepamos que tenemos derechos. Que no nos pueden tratar mal por dar el pecho a nuestros hijos, tengan la edad que tengan; que deberían buscar alternativas a la medicación en caso de que no fuera compatible con la lactancia; y que deben dejarnos estar con nuestros hijos durante una hospitalización el mayor tiempo posible. En caso de que esto no se cumpla, debemos poner una reclamación, hablar con la persona responsable del hospital e incluso, hablar con los medios, si llega el caso. Y nunca, nunca, suspender una lactancia de golpe, sólo porque lo diga un médico. Por favor, en caso de duda, es mejor contactar con un grupo de apoyo a la lactancia o con alguna mamá experta, para poder seguir con nuestra lactancia.

Un nuevo caso de desconocimiento sobre lactancia

Ayer fui a la piscina con los niños y mi madre. Allí, mi madre se encontró con una amiga y se pusieron a charlar. Las típicas preguntas y ya sale el tema de los nietos. Mi madre le preguntó por el suyo y de pronto, empieza la conversación de la abuela:

Nos cuenta que TODOS lo han  pasado fatal con su nieto de 11 meses. Preguntamos qué le pasaba, pensando que habría estado malito o algo y va y nos suelta que el niño, con 11 meses estaba enviciado con la teta y no quería comer potitos, no había manera, solo quería teta y le tenían que obligar a comerse los purés, medio potito a la fuerza, con llantos y todo. Que estaba muy delgado porque la teta no le dejaba comer purés.

Aquí ya empiezo yo a poner una cara…. Y claro, intento hablar, aportar algo a la conversación. Pero la señora no me dejaba. Ella erre que erre. Yo no quiero juzgar a nadie, sabéis que ante todo, respeto. Y en este caso, como en muchos, el desconocimiento es lo malo, que de verdad creían que el niño tenía vicio. Pero lo que me sentó mal era que la señora no me dejaba hablar. Y que siguiera con el tema.

Así que ella siguió relatando:

-Qué mal lo hemos pasado todos, con tanta teta y sin comer, se iba a poner malo. Fuimos a la pediatra,  nos dijo que lo mejor era quitarle la teta de golpe, porque además, se despertaba dos veces por la noche para mamar, que vicio. Y encima, el crío un maleducado, porque en mitad de la calle le levantaba la camiseta a la madre para mamar, pero bueno, enviciado total, mira que cosas hacía.

Comprenderéis que aquí, yo ya de todos los colores, porque en este caso, la que estaba juzgando era la abuela. Y en ese oportuno momento, mi princesa decidió que quería teta, y como iba en el portabebé y yo en bikini, más fácil, imposible. La señora me puso una cara….

–“Madre mía, ¿qué tiempo tiene esta niña? Es más grande que mi nieto. ¡Qué vergüenza! ¿Y como no le quitas la teta?”-

Así que, como no me dejaba explicar nada, de los beneficios de la lactancia, directamente, me di la vuelta y la dejé con un palmo de narices, pensando en el vicio de mi hija, allí, hablando con mi madre, que ahora os cuento el final de la conversación.

 Vamos a ver, analizando la conversación tranquilamente, esto es lo que veo.

  • La abuela hace suyo un «problema» del nieto (veis que va entre comillas la palabra problema, porque desde luego, aquí no hay ningún problema). En este caso, la abuela se ha metido hasta el fondo en la lactancia de su hija y de su nieto. En ningún momento ha hablado de lo que sentía la madre de la criatura. Vamos, que me juego el cuello a que por culpa de la abuela, esta madre y este bebé han dejado la lactancia. Tantos comentarios sobre el vicio del niño, sobre que hay un problema, dice que fueron a la pediatra, ella presente en todo el proceso….. ¿Porque no puede dejar la gente en paz a las madres con sus hijos y su forma de crianza? 
  • El niño no comía nada, estaba delgado, no quería puré y le metía la comida a la fuerza- La leche materna debe ser el principal alimento del niño durante sus primeros dos años de vida, tiene todos los nutrientes necesarios para un correcto desarrollo y nutrición. Y hay que complementarla con el resto de la alimentación. Así mismo, la alimentación complementaria debe «complementar» a la leche, no sustituirla. Y nunca, jamás, se debe forzar al niño a comer, no hay que obligarle y menos, hacer que el niño llore a la hora de la comida, porque entonces, la hora de comer se va a convertir en un trauma. Si este niño no quería terminarse los potitos, podía ser por varias causas: que con la lactancia estaba satisfecho y no necesitaba más comida, que sea un niño que come menos (aquí también tengo que puntualizar, ¿que come menos que qué? ¿Qué las cantidades estipuladas por quién?, No todos los niños comen ni deben comer las mismas cantidades, y no por eso hay que etiquetarles como malos comedores) y que no le gustase el sabor de los potitos y prefiriera comerse unos cuantos macarrones. composición de la leche materna en el segundo año
  • La parte del pediatra, en la que le dice que suspenda la lactancia a la fuerza, ufff, esa me deja sin palabras. Porque volvemos al tema que ya hemos tocado más veces. Las madres se dejan aconsejar por los profesionales sanitarios, creyendo que estos son expertos en todo. Ese pediatra, debería tener más conocimientos en lactancia y haberle explicado a la madre que la leche alimenta más y mejor que un puré. Pero por lo que veo, el pediatra en cuestión no es de los que fomentan la lactancia, al contrario, es de los que creen que ¡un puré de verdura es más sano que la teta! Desde luego, en caso de que la madre quiera destetar a su hijo, por cualquier causa, nunca, jamás, vería aconsejar hacerlo a lo bestia.
  • Comenta que el niño se despertaba varias veces en la noche para mamar- Los niños pasan por distintas fases del sueño, lo lógico es que se despierten y no sepan volver a dormirse solos, para eso tiene que pasar tiempo. Y además, como al resto de los humanos, a ellos, no les gusta estar solos. Se despiertan y buscan a la madre para quedarse tranquilos, calmarse y volver a dormirse. No es por la teta, es por evolución. En contra de la creencia popular, el hecho de que un bebé tome lactancia artificial no significa que vaya a dormir toda la noche del tirón. Sí es cierto que hay estudios que demuestran que los bebés que maman, tienen más despertares nocturnos. Pero estos despertares son saludables y previenen, en muchos casos, el síndrome de muerte súbita del lactante.
  • Cuando ya habla de vicio y de que el niño era un maleducado… La teta no es solo alimento, como ya he contado más veces, es consuelo, es paz, es cariño, es amor, es un lugar donde refugiarse, es donde se calman los golpes, es donde se relajan para dormir, es un lugar para reírse. La teta sirve para todo eso y más. Un bebé que busca la teta y a su madre, no lo hace por vicio, lo hace para calmar alguna necesidad o por el simple hecho de querer contacto físico. Y ya, lo de decir que un bebé de 11 meses era un maleducado… Vamos a ver, ¿Cómo puede alguien pensar que a un niño menor de 1 año le puedes explicar que en casa se puede mamar, pero que en la calle, si tiene hambre, sueño o pupita, se tiene que aguantar, porque no está bien que mamá se saque las tetas en público? ¿y porque se empeña la gente en pensar que dar de mamar en público es algo malo y ofensivo?

Cuando mi madre volvió un momento después de la conversación con esta señora, me contó, que después de todo, al niño le quitaron la teta. Que lo pasó fatal unos días, llorando a todas horas, pero que ya se había acostumbrado (pobre mío, acostumbrarse así a lo bestia, a sufrir una pérdida). Que ahora conseguían que ya se tomara casi todo el potito de verduras pero que no quería tomar leche de fórmula. (Ahora sí que puede tener un problema de alimentación, porque está ingiriendo menos calorías de las que tomaba antes). Y que de momento, se seguía despertando varias veces en la noche, pero que en cuanto le obligaran a tomarse los biberones cargados de cereales, seguro que ya dormía del tirón (jolín, que miedo me da la palabra esa, obligación).  Vamos, que a ese niño, que estaba tan feliz con su teta, le han hecho sufrir, le han quitado su teta querida, y encima, no han conseguido solucionar ninguno de los supuestos “problemas” que tenía.

Se necesita mucha información sobre la lactancia, muchísima más de la que se dispone. Las madres necesitan conocer los beneficios reales de la lactancia materna, necesitan saber que dar de mamar 11 meses, 2 años o 4 no es nada malo, que es beneficioso tanto para el bebé como para la madre, que la leche materna sigue aportando gran cantidad de nutrientes a la alimentación del niño aunque este sea “mayor”, que mamar no es un vicio y que despertarse varias veces por la noche es totalmente normal. Las madres necesitan saber todo esto. Pero sobre todo, necesitan tener el valor de decirles a esas abuelas/vecinas/tías/amigas/desconocidas/pediatras que la lactancia es lo más sano y natural para sus hijos y que dejen de hacerles ese tipo de comentarios y de meterse en su forma de crianza.

En la televisión para celebrar la Semana Mundial de la Lactancia Materna

Hoy finaliza la Semana Mundial de la Lactancia Materna, y no quería dejar pasar este día sin hacer una última contribución. Aunque, evidentemente, yo no soy alguien muy leída o muy seguida, sí sé que siempre hay personas detrás, pocas o muchas, eso no importa, pero si algo de lo que escribo sirve para ayudar a alguna mamá en la lactancia, a empezarla con éxito, a seguir en el tiempo, a tener argumentos para defenderse contra la gente que la ataca desde la más profunda ignorancia, a solucionar alguna duda… entonces, este espacio tiene mucho sentido.

El lunes 5 de Agosto, en un programa de la Televisión Autonómica de Castilla la Mancha, que se llama, Historias con duende, hicieron un especial dedicado a la lactancia materna. Y, gracias a una amiga que trabaja en la radio, me invitaron a participar. Ni que decir tiene que no me lo pensé ni un momento, y allí que me fui de cabeza. Y me llevé mis portabebés, jejeje.

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La experiencia fue genial. El trato de todo el personal de la televisión fue increíble. En cuando vieron a la princesa, todos estuvieron pendientes de ella. Pasé por la zona de maquillaje y me dejaron…..estupenda,  aunque yo me veía un poco rara, acostumbrada a arreglarme poco. Antes de entrar al plató, me dijeron que podía dejar a la pequeña corretear por allí, que no me preocupara, así que creo que ella fue la protagonista indiscutible de todo el programa.

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Lo bueno fue que estuvimos más de 1 hora de programa hablando de lactancia, de dudas, de problemas, de mitos. De los beneficios que tiene, tanto para el bebé como para la mamá. De lo beneficiosos que son los grupos de apoyo, y por supuesto, de las ventajas de usar portabebés y su relación con la lactancia. Aunque para mi gusto, el programa se quedó corto, porque quedaron muchas cosas por hablar en el tintero, creo que fue una gran labor informativa, que conseguimos llegar a un amplio grupo de personas y que solucionamos alguna duda. Los programas en directo, es lo que tienen, que entre la publicidad y las llamadas de teléfono que entraban, el tiempo real para hablar era poco. Pero seguro que mi aportación, aunque breve, sirvió para algo. Y un poco antes de terminar, pude al fin levantarme y enseñar brevemente los portabebés que llevaba y como se puede dar de mamar en una bandolera.

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Y así, con este pequeño granito de arena, quiero despedirme de la SMLM, aunque en Octubre se celebra oficialmente en España, y espero que podamos hacer muchas más cositas.

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Si alguien tiene algún interés en verme en la tele, las caras forzadas que ponía y el amamantamiento en directo de la princesa, que creo que fue de lo mejor del programa, os dejo el link aquí mismo. A la derecha están las fechas de la emisión, es la del día 05/08/2013. Yo salgo a partir del minuto 32.

¡Feliz final de la SMLM!

 

 

Alimentación infantil: 0-6 meses, lactancia materna

La lactancia materna es el mejor alimento para todos los bebés. Sin excepción. La leche materna tiene todos los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo de los bebés. Además, se adapta a las necesidades de cada uno, cambiando su composición según el bebé va creciendo.

La OMS y diversos organismos oficiales, recomiendan la lactancia materna en exclusiva  durante los 6 primeros meses de vida del bebé y complementada, durante al menos, 2 años. La lactancia debe comenzar  en la primera hora de vida del bebé y hacerse a demanda, sin horarios de ningún tipo, tanto de día como de noche.

Algunas cualidades de la leche materna:

  • Es un fluido vivo, se adapta a las necesidades de cada bebé. La composición cambia en cada madre,  a lo largo del día e incluso, a lo largo de cada toma.
  • Contiene proteínas, en grandes cantidades durante las primeras semanas, esenciales para el desarrollo del bebé.
  • Tiene lípidos o grasas, que son la mayor fuente de energía de la leche. La leche materna contiene ácidos grasos esenciales. Y disminuye el riesgo de aterosclerosis en la edad adulta
  • La lactosa es el principal hidrato de carbono, se digiere fácilmente y no produce reacciones alérgicas como la lactosa de la leche de vaca (y de la leche de fórmula)
  • Tiene vitaminas y minerales, como calcio, fósforo y magnesio, que cambian sus concentraciones a medida que la lactancia progresa.
  • Contiene anticuerpos, que protegen al bebé de enfermedades frecuentes.
  • Es gratis, siempre está disponible, no hay que manejarla, calentarla, esperar a que esté lista…

Diversos estudios demuestran que los niños alimentados con lactancia materna, tienen beneficios también en la edad adulta, como tensión arterial más baja, menos colesterol y menos sobrepeso.

En los casos en los que la madre tenga que incorporarse al trabajo antes de los 6 meses de vida del bebé, se puede seguir con la lactancia materna sin problemas. Hay que empezar a extraerse y almacenar leche, en recipientes aptos para alimentos, para tener reservas para cuando llegue el momento de la incorporación. En las horas en las que la madre esté ausente, la persona encargada del cuidado del bebé, le dará la leche al niño, y, cuando la madre llegue a casa, seguirá con la lactancia a demanda. Durante las horas de trabajo, la madre tiene derecho a hacer unas pausas durante la jornada laboral, para la extracción de la leche. (El tema de la extracción y conservación de la leche materna, lo desarrollaré la semana que viene en otro post).

A pesar de que la lactancia materna sólo tiene beneficios, muchas madres no dan el pecho a sus hijos, por desconocimiento, por malas informaciones, por problemas de grietas o mastitis, por la toma de medicamentos… Todos estos problemas tienen solución, y empiezan, desde los centros sanitarios, debería empezar desde el propio embarazo, ofreciendo información veraz y contrastada, ayuda y grupos de apoyo, para que la lactancia no fracase.

Sé que hay gente que se va a molestar con lo que voy a decir ahora. Pero este es mi blog, y es donde plasmo lo que pienso. Y no trato de atacar a nadie, cada madre decide lo que quiere hacer, siempre pensando en el bien de sus hijos, está claro. Algunas madres optarán por la fórmula, pensando en que es más cómodo que la teta (yo siempre salgo con las tetas listas, no tengo que llevar un bolso cargado con un biberón, un tarrito con la leche en polvo, un termo con agua caliente; por las noches, no tengo que cruzarme todo el pasillo hasta la cocina a calentar el biberón en mitad de la noche, mientras mi bebé da berridos, también tengo la teta lista). Otras madres llegarán al biberón tras fracasar en la lactancia, por múltiples problemas, la mayoría de ellos con solución, por falta de apoyo, conocimiento, malos comentarios…. No quiero que nadie se sienta atacado ni juzgado, no pretendo que la que fracasó en la lactancia se sienta mal de ninguna de las maneras. Sólo pretendo dejar claro que lo mejor es la leche materna y que no es lo mismo un biberón. Y si las mujeres que pronto van a ser madres o las que ahora están iniciando la lactancia, son conscientes de esto, si se informan, si buscan grupos de apoyo en caso de dudas/problemas, si consigo que alguna de esas madres tenga una lactancia feliz, este post habrá merecido la pena.

Aunque las marcas de leche de fórmula adapten sus productos para que la leche se «parezca» a la materna, no tiene nada que ver, nunca, jamás, se podrá comparar. Las fórmulas alimentan, dan de comer a los bebés, pero con muchas carencias. Es leche de vaca modificada, a la que le quitan proteínas y le añaden nutrientes. Los ácidos grasos que añaden algunas marcas, no son comparables a los presentes naturalmente en la leche materna. Ni aporta las defensas de la leche materna. Los niños criados con biberón, crecen y engordan, está claro, se les da cariño, pero NO es lo mismo. Diversos estudios demuestran que alimentar a los bebés con leche de fórmula tiene riesgos:

  • Mayor riesgo de asma y alergias.
  • Mayor riesgo de infección por contaminación, tanto de la leche, como a la hora de la manipulación al preparar el biberón.
  • Mayor riesgo de enfermedades crónicas y de enfermedades cardiovasculares
  • Menor desarrollo cognitivo.

Todos estos datos están sacados de estudios científicos, podéis leerlos al completo aquí

 

Un folleto para los nuevos padres, sin información sobre lactancia

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Hace unos días, llegó a mi conocimiento un folleto en pdf, que el departamento de Bienestar Social y Familia de la Generalitat de Catalunya, está repartiendo entre los padres recientes. Y decidí echarle un ojo, nunca mejor dicho, porque intenté leerlo y confieso que no entendía casi nada, aunque hubo alguien muy especial que se ofreció a hacerme de traductora; gracias M. Pero decidí quedarme sólo con las imágenes, y con una carta que el pediatra, Carlos González, ha escrito al respecto.

Consta de 72 páginas en las que aparecen bebés recién nacidos solos, en muchos casos, o apegados a objetos inanimados, como chupetes, mantitas, muñecos y biberones, en vez de estar en contacto con sus padres. En las 72 páginas, sólo aparece una imagen de un bebé mamando, en contraste con las más de 10 tomando biberones. Y en la página 28, aparece un dibujo de un bebé en una mochila colgona y de cara al mundo. Y aquí es donde entra mi vena defensora de la leche materna. Y del porteo ergonómico….

Recién nacidos, todos sólos, sin sus padres

Recién nacidos, todos sólos, sin sus padres

El folleto en cuestión está patrocinado por marcas de leche de fórmula, así como otras marcas de alimentos infantiles. Evidentemente, no se posicionan a favor de la lactancia materna en ningún momento, lo dejan un poco sujeto con pinzas “es lo mejor para el bebé, pero si no se puede….” Claro, si no se puede, ya sabes que marcas de leche debes comprar. Supuestamente, no sé si en todas las Comunidades Autónomas es igual, pero no estaba permitida la publicidad de marcas de leche de fórmula en los centros sanitarios, y ¿en un folleto si?

marcas que patrocinan, sospechoso...

marcas que patrocinan, sospechoso…

Es vergonzoso como, siguiendo la corriente de las marcas y la publicidad, un organismo oficial puede llegar hasta este punto, a hacer tanta publicidad (¿gratuita?) de la lactancia artificial. Sí parece que dicen que la OMS recomienda alimentar al bebé en exclusiva con lactancia materna durante los 6 primeros meses, pero ya no hablan de continuar con alimentación complementaria al menos hasta los 2 años y lo comentan muy por encima. La lactancia materna es lo mejor para el bebé, para su salud, para sus defensas, para el apego, y también, por qué no decirlo, para la economía familiar, ¡es gratis!

En este caso, no se tiene en cuenta las necesidades de los bebés, sino que priman, por encima de todo, los intereses de marcas conocidas de alimentación y cuidado infantil.

El problema está en que muchos padres, inseguros, desconocedores de otras opciones, reciben esta información y la asimilan como válida, porque viene de donde viene. La mayoría de los padres se dejan “aconsejar” por muchos pediatras, que dan consejos erróneos, porque, la verdad, un pediatra está para cuidar y curar a nuestros hijos, pero a veces, muchas veces, se meten en el ámbito de la crianza, dando opiniones personales como si fueran verdades científicas.

Si una madre opta por la lactancia materna, pero se encuentra este folleto, donde pone que a veces la lactancia materna no es posible, y está teniendo algún tipo de dificultad en el correcto establecimiento de la misma, al leer cosas como estas, puede dejar la lactancia sin buscar asesoramiento, sólo por dejarse guiar por este folleto, supuestamente, con información correcta. No hay ningún capítulo dedicado a la lactancia, a posturas para dar de mamar, a posibles dificultades ni cómo solucionarlas, a grupos de apoyo a la lactancia. Pero sí hay un capítulo dedicado al “biberón”. Vamos, que parece que dar el biberón es lo normal y dar la teta, es lo raro.

Y de la teta, ¿dónde hablan?

Y de la teta, ¿dónde hablan?

Si queréis ver el pdf entero, os dejo aquí el enlace: http://www20.gencat.cat/docs/bsf/01Departament/08Publicacions/Ambits%20tematics/Families/24infantilusio/infant_ilusio_vincles.pdf. Los dibujitos son muy monos, eso sí, aunque no se ajusten a la realidad.

El Dr. y pediatra, Carlos González, firme defensor de la lactancia materna, así como de la crianza natural, se hace eco de este folleto, lleno de “consejos” para los nuevos padres, que nada tienen que ver con lo que en realidad es mejor para el bebé.

Carlos González (13/04/2013)
El departamento de Bienestar Social y Familia de la Generalitat ha publicado un librito titulado “¡Un niño, qué ilusión!” con el aparente propósito de ofrecer consejos a los nuevos padres.
Si busca el título en internet encontrará fácilmente el documento en PDF. Se han publicado 80.000 ejemplares, que se enviarán por correo a las familias, acompañados de una carta del presidente Mas. El librito es una serie de despropósitos. Da órdenes taxativas en aspectos sin importancia (“Haga cada noche el mismo ritual”), pero en lo que es realmente importante no se compromete mucho (“Se recomienda dar el pecho al bebé siempre que sea posible”). ¿Os lo imagináis a la inversa? “Dad el pecho” y “Se recomienda hacer el mismo ritual, siempre que sea posible”.
En las ilustraciones he contado un solo bebé que toma el pecho y nueve con el biberón, incluyendo prácticas tan peligrosas como dejar que un bebé se tome solo el biberón (sujetándolo con manos y pies), o tan frías como dar el biberón alargando el brazo, sin ni siquiera sacar al niño de la cuna (y eso que dice que pecho y biberón “son igualmente útiles para proporcionar la estimulación que debe recibir el niño durante la alimentación”).
De los autores no dice nada, y no parece que ningún grupo de madres o ninguna asociación de educadores, enfermeras o pediatras haya colaborado.
Pero la parte más oscura es la publicidad. No es que haya anuncios entre el texto, como puede haber en una revista (que ya sería sorprendente en una publicación oficial), sino que la mitad del texto está compuesto por anuncios patrocinados. Los consejos sobre el pañal son de Dodot (“Use una toallita diseñada especialmente”, y aquí tampoco lo matiza con un “siempre que sea posible”), los consejos sobre el biberón son de Blemil (“A veces la lactancia materna no es posible “), los consejos sobre las papillas son de Blevit (cinco líneas para describir las excelencias de los “cereales” para bebés, sin mencionar que contienen azúcar o que puede comer pan, macarrones o arroz hervido).
Seguimos. Los consejos sobre la introducción de nuevos alimentos son de Mi Primer Danone: “Hay productos lácteos con leche de continuación específicamente elaborados para bebés…” Los consejos sobre la hidratación son de Fontvella (“Recuerde que todavía no tiene desarrollado el sentido de la sed [!]“).
Y así hasta catorce empresas a las que la Generalitat ha vendido el derecho a acceder a los nuevos padres y decirles cómo (¡y con qué productos!) deben tener cuidado de sus hijos.
Nos han vendido y han vendido. Si recibe el librito con la carta del Tendero en Jefe, no olvide tirarlo al contenedor azul. Al menos, salvamos algo del desastre.

Colecho 1ª parte

Hoy voy a hablar del colecho. De la parte teórica, pero también, de mi experiencia, que creo que además de la teoría, siempre viene bien un punto de vista personal. Como me pasa cada vez que me pongo a escribir, me lío y me lío y al final me queda muy largo, así que lo voy a dividir en dos parte, primero la teoría y mañana la experiencia. 🙂

Últimamente, mucho se habla sobre esta práctica, o no tanto, porque en muchos casos, es una práctica “oculta”. Muchas familias duermen con sus hijos, pero no lo dicen, por miedo a las críticas. Como en todos los temas relacionados con la maternidad, parece que todo el mundo tiene derecho a opinar. Y si dices que duermes con tus hijos, te espera una crítica segura; que si le vas a aplastar; que si le estás mal acostumbrando; que si luego no lo sacas nunca de tu cama….

El colecho es dormir con los hijos. Para ello, se puede dormir en la misma cama o adosar una cuna u otra cama a la cama familiar, dependiendo del tamaño de la habitación, de la edad y del número de los hijos. Esta es una práctica normal en muchas partes de mundo, pero no en nuestra sociedad. Y a lo largo de la historia, el colecho también ha sido una práctica habitual, donde las casas eran pequeñas y tenían un solo cuarto en el que dormían todos juntos. Es en la época moderna, cuando las casas empiezan a tener más habitaciones, cuando se empieza a separar a los hijos a otros cuartos.

El colecho tiene bastantes ventajas. Y también algún pequeño inconveniente. Y hay, como en todo, firmes defensores y multitud de opositores. Si buscamos información sobre el tema, podemos encontrar de todo. Como yo digo siempre, la información es poder, así que creo que todo el mundo debería tener la opción de conocer todas las informaciones y después, decidir en función de sus gustos u opiniones.

Aquí, lo que plasmo es mi propia opinión y mi propia experiencia, que es totalmente a favor del colecho.

Primero, vamos con las desventajas, o más bien, con los inconvenientes:

Una desventaja es el peligro de aplastar o ahogar al bebé con nuestro cuerpo. El peligro existe, es cierto, aunque pensándolo bien, es bastante difícil que esto ocurra. Por lo general, una vez dormidos, no nos caemos de la cama, y del mismo modo, sería casi imposible que nos moviéramos y aplastáramos a nuestro bebé. Pero siempre hay que tener en cuenta que esto es en condiciones normales. En caso de haber ingerido drogas, alcohol o somníferos, sí que sería mejor, por precaución, no compartir la cama con un bebé. También recomiendan no colechar si se está muy obeso. En el resto de los casos, no hay mayor peligro de aplastar al bebé.

Hay que tener en cuenta una serie de normas para que el colecho sea seguro:

• No ingerir drogas, alcohol ni somníferos. • Dormir en una superficie firme, sin almohadas, sin huecos entre la pared y el colchón donde pueda meterse el bebé. • No fumar en la habitación. Los padres no deberían fumar, las primeras semanas de vida, los riesgos de síndrome de muerte súbita aumentan en caso de padres fumadores, por lo que en este caso, no se debería compartir la cama. • El bebé siempre debe dormir boca arriba. • No abrigar demasiado al bebé ni tener la habitación demasiado caliente. • La decisión de dormir con el bebé debe ser respetada por ambos padres, y ambos tienen que respetar las mismas normas de seguridad. • Los primeros días, es mejor que el bebé duerme entre la madre y la pared o la cuna, hasta que el padre sea consciente de la presencia del bebé. • Poner barreras en la cama cuando el bebé empiece a moverse, para evitar caídas fortuitas.

Como ventajas encontramos: • Dormir con el bebé, ayuda a la lactancia materna. Los bebés tienen acceso más fácilmente al pecho materno, lo que ayuda a un buen establecimiento de la lactancia. Los bebés que duermen con la madre maman muchas más veces y durante más tiempo que lo que duermen en otra habitación. • Dormir con los padres ayuda a regular la respiración de los bebés, la respiración se sincroniza con la de la madre. Hay estudios que defienden que el colecho previene la muerte súbita del lactante, porque dormir de cara a la madre, hace que el dióxido de carbono que exhala la madre en cada respiración, estimule la respiración del bebé. (James Mckenna) • También hay estudios que indican que el colecho mejora el ritmo cardíaco y la presión sanguínea. (James McKenna) • El colecho refuerza el vínculo padres-hijos. • El colecho, ayuda a atender las necesidades del bebé más rápidamente. El niño no necesita llorar para avisar a su madre de que necesita algo. Esto hace que los bebés sean más seguros. • En caso de algún peligro o problema, como vómitos, fiebre, mal estar, dormir con el bebé hace que los padres se den cuenta mucho antes de estos problemas que si el bebé durmiera en otra habitación. • Para los padres, es mucho menos cansado dormir con los bebés, porque no hay que levantarse para atenderlos, con lo que se descansa mejor.

«¡Por supuesto que los niños no quieren dormir solos! No quieren, ni deben. Los bebés recién nacidos no están preparados para un salto a la nada: a una cuna sin movimiento, sin olor, sin sonido, sin sensación de vida. Esta separación del cuerpo de la madre causa más sufrimientos de lo que podemos imaginar y establece un sinsentido en el vínculo madre-niño.» Laura Gutman

Y mañana, mi propia experiencia con mis dos hijos.

¿Cómo se puede aumentar la producción de leche materna? (1ª parte)

Esta es una pregunta a la que se han enfrentado multitud de mamás, madres que por desconocimiento, por comentarios de otras personas o por no conocer lo que le pasa a su bebé en ese momento, tienen la duda de si no tendrán suficiente leche para amamantar a su hijo. Pero no es una duda nueva. El hecho de tener poca leche, ha sido una preocupación constante a lo largo de la historia. Y multitud han sido los remedios.

La lactancia materna funciona bajo el principio de estimulación-producción. Cuanta más succión hace el bebé, más leche se produce. La pregunta es, ¿se puede tener poca leche? Pues sí, se puede, por dos motivos fundamentales.

El primer motivo, es la falta de estimulación. Si no se da el pecho frecuentemente, por dolor en los pezones, grietas, mastitis, o por ofrecer con horarios estrictos, la producción disminuye. Todo esto se soluciona, poniendo al bebé a mamar frecuentemente, buscando una postura adecuada para que el agarre sea óptimo, dejando que el bebé mame todo lo que quiera de un pecho antes de ofrecerle el otro.

El segundo motivo, y que es rarísimo, es una hipogalactia. Es una situación real de baja producción de leche, pero esto es debido a una enfermedad, por distintos motivos. En estos casos, en los que yo no voy a entrar, la madre en cuestión debería acudir a una asesora de lactancia o a un experto en el tema, donde le orienten sobre la solución a su problema.

Cuando los horarios entran a formar parte de la lactancia, es bastante fácil que esta fracase. La lactancia debe ser a demanda, sin horarios, sin presiones, sin mirar el reloj. Cada vez que el bebé lo desee. Cuando un bebé está muy hambriento, llora. Pero no hace falta llegar a ese punto, porque los bebés emiten señales que nos indican que quieren comer, como llevarse las manos a la boca, mover los labios, girar la cabeza buscando el pezón. Si madre y bebé están en estrecho contacto, es más fácil darse cuenta de todas estas señales y satisfacer la necesidad de alimento inmediatamente. Esto, se ve enormemente facilitado con el uso de portabebés, que nos permiten llevar a nuestro bebé bien cerquita, anticipándonos a sus necesidades y dándoles el pecho tan a menudo como sea necesario.

¿Y por qué hay que ofrecer el pecho con tanta frecuencia? Un bebé recién nacido, tiene el estómago del tamaño de una canica. La leche materna es de muy fácil digestión y teniendo en cuenta esas dos premisas, es fácil suponer que su estómago se vacía en seguida y necesita leche con mucha frecuencia. Para un recién nacido, sería normal mamar una media de 8-12 veces en 24 horas, aunque hay bebés que necesitan mamar con más frecuencia, sobre todo en épocas de brotes de crecimiento.

Las crisis o brotes de crecimiento son situaciones que experimentan todos los bebés, más o menos a edades similares, y que suponen un desajuste entre la oferta y la demanda. Durante esas crisis, los bebés necesitan más cantidad de leche, por lo que necesitan mamar con más frecuencia, para aumentar la producción y satisfacer sus necesidades. Si una madre está al tanto de esa crisis, sabrá que son periodos pasajeros, que se superan simplemente dando el pecho más a menudo. Pero estas crisis son una de las causas por las que una madre puede pensar que no tiene leche suficiente y empezar a complementar con biberones. Veamos más o menos cuando ocurren (son fechas orientativas, pueden variar un poco en cada bebé)

  • 15-20 días- el bebé necesita aumentar su ingesta y la única manera de conseguirlo es mamar con más frecuencia, para aumentar la producción. Ya sabemos que la lactancia funciona estimulación-producción. Esta crisis dura unos 4 días y luego el bebé vuelve a mamar de manera normal.
  • 6-7 semanas- El bebé necesita más volumen de leche y lo consigue mamando más a menudo. También se pueden dar comportamientos como que el bebé esté más intranquilo, llore al pecho, de tirones. Parece que en este periodo, cambia el sabor de la leche materna y algunos bebés lo notan y protestan. De nuevo, una vez superado este brote, el bebé volverá a mamar de su forma habitual.
  • 3 meses- es el momento en el que más madres comienzan a suplementar con lactancia artificial o dejan del todo la lactancia materna. A los 3 meses, se producen varios cambios, que llevan a muchas madres a pensar que ya no tienen leche suficiente. Estos cambios son:
    • El bebé mama de forma mucho más eficaz, lo que antes tardaba mucho rato, ahora lo consigue en pocos minutos.
    • El bebé se distrae más fácilmente.
    • La leche tarda más rato en salir, debido a un cambio en la producción. Algunos bebés se enfadan por esta espera y protestan.
  • 4 meses, 6 meses, 9 meses- pueden aparecer crisis o brotes en distintas etapas del crecimiento del bebé.

Si conocemos estos brotes y los tomamos con paciencia, amamantándolo tanto como él quiera, sin forzar, sin nervio y sin necesidad de suplementos, lograremos tener una lactancia satisfactoria.

No me cansaré de repetir, que la mejor manera para tener más leche, es la estimulación por el bebé. Pero tampoco se trata de tener más leche. Porque, si tuviéramos más leche de la que el bebé necesita, ¿qué haríamos con la leche sobrante? ¿Nos explotarían los pechos? El cuerpo y nuestras tetas son sabios, y producen la cantidad que necesita nuestro bebé.

Mañana continuaré con los mitos sobre los remedios para aumentar la producción de leche.