La lactancia materna es el mejor alimento para todos los bebés. Sin excepción. La leche materna tiene todos los nutrientes necesarios para el correcto desarrollo de los bebés. Además, se adapta a las necesidades de cada uno, cambiando su composición según el bebé va creciendo.
La OMS y diversos organismos oficiales, recomiendan la lactancia materna en exclusiva durante los 6 primeros meses de vida del bebé y complementada, durante al menos, 2 años. La lactancia debe comenzar en la primera hora de vida del bebé y hacerse a demanda, sin horarios de ningún tipo, tanto de día como de noche.
Algunas cualidades de la leche materna:
- Es un fluido vivo, se adapta a las necesidades de cada bebé. La composición cambia en cada madre, a lo largo del día e incluso, a lo largo de cada toma.
- Contiene proteínas, en grandes cantidades durante las primeras semanas, esenciales para el desarrollo del bebé.
- Tiene lípidos o grasas, que son la mayor fuente de energía de la leche. La leche materna contiene ácidos grasos esenciales. Y disminuye el riesgo de aterosclerosis en la edad adulta
- La lactosa es el principal hidrato de carbono, se digiere fácilmente y no produce reacciones alérgicas como la lactosa de la leche de vaca (y de la leche de fórmula)
- Tiene vitaminas y minerales, como calcio, fósforo y magnesio, que cambian sus concentraciones a medida que la lactancia progresa.
- Contiene anticuerpos, que protegen al bebé de enfermedades frecuentes.
- Es gratis, siempre está disponible, no hay que manejarla, calentarla, esperar a que esté lista…
Diversos estudios demuestran que los niños alimentados con lactancia materna, tienen beneficios también en la edad adulta, como tensión arterial más baja, menos colesterol y menos sobrepeso.
En los casos en los que la madre tenga que incorporarse al trabajo antes de los 6 meses de vida del bebé, se puede seguir con la lactancia materna sin problemas. Hay que empezar a extraerse y almacenar leche, en recipientes aptos para alimentos, para tener reservas para cuando llegue el momento de la incorporación. En las horas en las que la madre esté ausente, la persona encargada del cuidado del bebé, le dará la leche al niño, y, cuando la madre llegue a casa, seguirá con la lactancia a demanda. Durante las horas de trabajo, la madre tiene derecho a hacer unas pausas durante la jornada laboral, para la extracción de la leche. (El tema de la extracción y conservación de la leche materna, lo desarrollaré la semana que viene en otro post).
A pesar de que la lactancia materna sólo tiene beneficios, muchas madres no dan el pecho a sus hijos, por desconocimiento, por malas informaciones, por problemas de grietas o mastitis, por la toma de medicamentos… Todos estos problemas tienen solución, y empiezan, desde los centros sanitarios, debería empezar desde el propio embarazo, ofreciendo información veraz y contrastada, ayuda y grupos de apoyo, para que la lactancia no fracase.
Sé que hay gente que se va a molestar con lo que voy a decir ahora. Pero este es mi blog, y es donde plasmo lo que pienso. Y no trato de atacar a nadie, cada madre decide lo que quiere hacer, siempre pensando en el bien de sus hijos, está claro. Algunas madres optarán por la fórmula, pensando en que es más cómodo que la teta (yo siempre salgo con las tetas listas, no tengo que llevar un bolso cargado con un biberón, un tarrito con la leche en polvo, un termo con agua caliente; por las noches, no tengo que cruzarme todo el pasillo hasta la cocina a calentar el biberón en mitad de la noche, mientras mi bebé da berridos, también tengo la teta lista). Otras madres llegarán al biberón tras fracasar en la lactancia, por múltiples problemas, la mayoría de ellos con solución, por falta de apoyo, conocimiento, malos comentarios…. No quiero que nadie se sienta atacado ni juzgado, no pretendo que la que fracasó en la lactancia se sienta mal de ninguna de las maneras. Sólo pretendo dejar claro que lo mejor es la leche materna y que no es lo mismo un biberón. Y si las mujeres que pronto van a ser madres o las que ahora están iniciando la lactancia, son conscientes de esto, si se informan, si buscan grupos de apoyo en caso de dudas/problemas, si consigo que alguna de esas madres tenga una lactancia feliz, este post habrá merecido la pena.
Aunque las marcas de leche de fórmula adapten sus productos para que la leche se «parezca» a la materna, no tiene nada que ver, nunca, jamás, se podrá comparar. Las fórmulas alimentan, dan de comer a los bebés, pero con muchas carencias. Es leche de vaca modificada, a la que le quitan proteínas y le añaden nutrientes. Los ácidos grasos que añaden algunas marcas, no son comparables a los presentes naturalmente en la leche materna. Ni aporta las defensas de la leche materna. Los niños criados con biberón, crecen y engordan, está claro, se les da cariño, pero NO es lo mismo. Diversos estudios demuestran que alimentar a los bebés con leche de fórmula tiene riesgos:
- Mayor riesgo de asma y alergias.
- Mayor riesgo de infección por contaminación, tanto de la leche, como a la hora de la manipulación al preparar el biberón.
- Mayor riesgo de enfermedades crónicas y de enfermedades cardiovasculares
- Menor desarrollo cognitivo.
Todos estos datos están sacados de estudios científicos, podéis leerlos al completo aquí
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