No hay mejor lugar que los brazos de mamá

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Vacunas: prevenir enfermedades, incidencia y efectos secundarios. La realidad en cifras

Estos días estamos oyendo mucho hablar de los padres que no vacunan a sus hijos y del movimiento antivacunas, a raíz del primer caso de difteria en España en casi 30 años. Un niño de 6 años al que sus padres decidieron no vacunar está ingresado muy grave en la Unidad de Cuidados Intensivos. A día de hoy hay 8 casos confirmados de portadores sanos de la difteria, que no enferman gracias a estar vacunados, pero que podrían transmitir la enfermedad a personas no vacunadas. Editado: el niño falleció después de un mes luchando por su vida.

La primera vacuna fue descubierta por Jenner en 1796 contra la viruela.  Haciendo un poco de historia, la viruela era tan letal que llegó a tasas de fallecimiento en torno al 30% de la población infectada. En la década de los años 50, la viruela afectaba a casi dos millones de personas por año. En esa época comenzó una campaña de vacunación  que consiguió erradicar la enfermedad en el continente americano. En 1977 se registró el último caso de viruela en el mundo y desde entonces, se considera erradicada. Esta erradicación se logró por las campañas de vacunación a nivel mundial. Mirando en la página del CDC (Centro de Control de Enfermedades) he extraído esta información sobre la vacuna de la viruela, que hace años que ya no se pone por estar erradicada.

“Por cada millón de personas vacunadas en el pasado, hasta 52 personas tuvieron una reacción a la vacuna contra la viruela que puso en peligro su vida y 2 personas murieron” Es decir, la vacuna tenía un riesgo de enfermedad grave y peligro de muerte del 0.0052% frente al 30% de muerte causada por la enfermedad real. O más claramente:

Sin vacuna morían 3 de cada 10 personas. La vacuna tenía una tasa de mortalidad de 0.00002 personas de cada 10 y 0.00052 de cada 10 tenían complicaciones graves.

Volviendo al presente y a algunas de las vacunas que se proponen actualmente en el calendario de vacunación.

Hepatitis BLa hepatitis B cursa de forma aguda durante los 6 primeros meses de la infección con fiebre, icteria, diarrea y vómitos, dolores musculares y de articulaciones y puede convertirse en crónica en el 80% de los casos, pudiendo causar enfermedades del hígado a largo plazo, como cirrosis y cáncer. La vacuna de la hepatitis B, en sus casos más graves, tiene una incidencia de 2 casos cada millón de dosis de reacción grave con riesgo de muerte.

Sin vacuna la mortalidad es menor del 1% a corto plazo y del 25% en enfermos crónicos. La vacuna produce un 0.0002% reacciones graves.

Difteria-Tétanos-Tosferina (DTaP) La difteria es una enfermedad grave causada por una toxina que dificulta la respiración, puede afectar al corazón, producir parálisis y llegar a ser mortal. En 1947 se producían 1000 casos de difteria cada 100.000. Tras la vacunación masiva la cifra disminuye a 0.1/100.000, siendo el último caso registrado en España en 1987. Hasta hace unos días, que se produce el primer caso de difteria en un niño no vacunado casi en 30 años.

El tétanos se produce por una toxina que puede llegar a ser mortal. Puede entrar en el organismo a través de una herida punzante, de una mordedura, de una quemadura o de una llaga.tétanos

La tosferina es una infección causada por la bacteria pertussis. En menores de 1 año es muy grave y puede conducir a la muerte.

Sin vacuna la mortalidad por difteria es de 10% en adultos y del 20% en niños. (2 niños de 10 mueren). Sin vacuna la mortalidad por tétanos es del 20% (2 muertes cada 10 personas). Sin vacuna la mortalidad por tosferina es de 1% (menos 1 muerto cada 100). Los efectos secundarios de la vacuna DTaP son anafilaxia en 0.002% de las dosis y encefalopatía en el 0.0001% de las vacunas administradas.

Rubeola-Sarampión-Parotiditis (Triple vírica) – La rubeola es una enfermedad de carácter leve causada por un virus. Es más grave cuando se contrae en la edad adulta y muy dañina para el feto en desarrollo (85% de los fetos infectados presentarán algún defecto congénito). Con la vacunación se pretende erradicar la rubeola congénita.

El sarampión es una enfermedad contagiosa respiratoria, que puede ser muy grave en niños menores de 5 años y adultos. En España, en el año 2011, el 20% de los infectados por sarampión necesito hospitalización y de estos, 289 casos (13.5%) tuvieron complicaciones graves. En el año 2013 murieron 145.000 personas en todo el mundo debido al sarampión.

La parotiditis o paperas está causada por un virus que produce aumento de las glándulas salivares. El 19% de los pacientes afectados de parotiditis desarrollan meningitis viriásica.

Sin vacuna 85% fetos con anomalía congénita por rubeola. Sin vacuna 13.5% casos graves sarampión. Encefalitis 1/1.000. Sin vacuna 19% meningitis por parotiditis. Reacciones graves a la vacuna: anafilaxia 1 caso cada 1.000.000 dosis (0.0001%). Encefalitis 1/1.000.000. No se ha evidenciado científicamente relación entre daño cerebral permanente y la vacuna. No hay evidencias probadas de que la vacuna triple vírica produzca autismo.

PoliomielitisCausada por un virus que ataca al sistema nervioso, puede producir parálisis permanente y ser mortal. Afecta más a menores de 5 años. Desde 2002 en Europa no hay polio, sólo se producen casos en 3 países, pero mientras no se erradique del todo, la movilidad de las personas obliga a continuar con la vacunación.

Sin vacuna 0.5 personas cada 100 tiene parálisis permanente. El 5% de estos casos fallece. La vacuna produce 1 reacción grave por cada millón de dosis administradas.

Actualmente la vacuna de la polio se administra de manera conjunta con otras vacunas, para evitar pinchazos, en combinados con difteria, tétanos, tosferina, hepatitis y/o haemóphilus.

Haemóphilus influenzae BEs una bacteria que causa varios tipos de enfermedades, como neumonía, meningitis y sepsis. La incidencia de enfermedades graves por HiB en España antes de la introducción de la vacuna era de 12.4 casos/100.000 en menores de 5 años.  La meningitis pone en riesgo la vida, produciendo 1 muerte en cada 20 infectados y 1 de cada 5 infectados tendrá daño cerebral o sordera.

Sin vacuna hay una incidencia de 0.0124%. De estos casos el 5% fallece y el 20% tienes daños permanentes. La vacuna produce 1 reacción alérgica grave/1.000.000 dosis administradas. No se han relacionado otros efectos secundarios graves con la vacuna contra Hib.

Meningococo C Bacteria que produce entre otras, meningitis y septicemia meningocócica. Las enfermedades meningocócicas tienen una letalidad del 10-15% y una tasa de discapacidad permanente del 10-20%.

Sin vacuna, mortalidad 10-15% y daño permanente 10-20%. La vacuna produce reacción alérgica  en menos de 0.01% y reacción anafiláctica 1/1.000.000 de administraciones.

Neumococo 13VEnfermedades causadas por streptococo pneumoniae, como neumonía, meningitis, bacteriemia, otitis y bronquitis. En 2005 la OMS estimó en  1.6 millones de muertes mundiales anuales, de las cuales 1 millón eran niños menores de 5 años. En España hubo 1034 casos de enfermedades invasivas por neumococo en el año 2013. La meningitis tiene una mortalidad del 20% y secuelas en el 40%.

Sin vacuna, mortalidad del 20% y secuelas del 40%. Con vacuna, anafilaxia 1/1.000.000 casos.

 vacuna

Como en todos los medicamentos, hay riesgos y efectos secundarios. Casi la totalidad de estos efectos son leves y pasajeros. En las cifras que os he facilitado, vemos que los casos graves debidos a la vacunación son muchísimos menores que los casos de muertes y daños permanentes producidos por la enfermedad en sí, con lo que, comparado, el riesgo es pequeñísimo.

Cada vez hay más padres que optan por no vacunar a sus hijos, poniendo en grave peligro su vida. Pero no solo la de sus propios hijos, también las del resto. Es cierto que la población vacunada está protegida contra determinadas infecciones, aunque en algunos pocos casos y en determinadas personas, la vacuna no hace efecto. Mucha gente vacunada produce inmunidad de grupo, lo que beneficia al colectivo que no puede vacunarse. Hay pacientes que no pueden recibir vacunas por varias causas: prematuros, embarazadas, enfermos con cáncer o inmunodeprimidos. Estos pacientes se benefician de la vacunación del resto. Pero cuanta más gente deje de vacunarse, más riesgo hay para todos.

He leído este ejemplo en la web de la AEPED que me parece muy aclaratorio: Imagínese un país pequeño con 100.000 de habitantes en el que 98 de cada 100 personas tienen paraguas y dos no. Además de las 98 personas que tienen paraguas, 1  lo tiene estropeado. Por último, en este país, las personas que tienen paraguas son muy amables y ofrecen cobijarse a 3 de cada 4 personas que no tienen paraguas. Imagínese que llueve en todo el país. Se mojarán todas las personas que no tienen paraguas y no están cobijadas bajo un paraguas de otra persona (50 personas) y todas las que lo tienen estropeado (98 personas). Si miramos los datos de forma superficial podemos decir, sin equivocarnos, que en este país imaginario, se moja más gente si tienes paraguas (98) que si no lo tienes (50). Imaginemos ahora que en este país muchas personas deciden dejar de tener paraguas por que pesa y les han convencido que la mayor parte de los que se mojan tienen paraguas. En esta nueva situación, sólo el 80 de cada 100 personas tienen paraguas y 20 de cada 100 no. El día que llueve se mojan 500 personas que no tienen paraguas y 80 personas de las que sí tienen paraguas. Las cosas han cambiado ¿no? Ahora parece que se mojan más los que no tienen paraguas (500) y además el primer día de lluvia se mojaron 148 personas y el segundo 580.

Esta situación es la misma que se produce con las vacunas. Cuando vacunamos a los niños, no sólo protegemos al niño que esta vacunándose, sino también estamos impidiendo que el agente que causa la enfermedad este presente por lo que protegemos también a aquellas personas no vacunadas. La diferencia es que en el caso de la vacunación, el resultado no es mojarse sino padecer alguna enfermedad que, en ocasiones produce secuelas graves e incluso, la muerte.”

Los padres que deciden no vacunar a sus hijos alegan que la higiene, la salubridad del agua y las mejoras sanitarias son las que han hecho disminuir las enfermedades. Esto es cierto en parte, gracias a todas esas mejoras hay menos infecciones, pero no quiere decir que no sigan estando, sólo hay que ver las cifras y los datos. La leche materna pasa anticuerpos al bebé que lo protegen de algunas enfermedades. Esto es cierto en parte, pues la inmunidad es pasajera, con lo que aunque un niño mame durante muchos años (y yo defiendo la lactancia cuanto más tiempo mejor), si entra en contacto con una cepa de un neumococo, por ejemplo, la lactancia no le protegerá de padecer una meningitis neumocócica, sólo la vacuna lo hará.vacunación

También los movimientos contra vacunas alegan que las vacunas contienen compuestos que son dañinos para el ser humano. Por ejemplo, el tiomersal, derivado del mercurio, era un compuesto usual en las vacunas y aunque no hay evidencias científicas que demuestren que las cantidades inoculadas con las vacunas puedan producir ningún tipo de intoxicación, hace años que se decidió disminuir y en muchos casos retirar de las vacunas por precaución.

A diario estamos expuestos a muchas sustancias nocivas o de las que no se tiene conocimiento a largo plazo. Podemos intentar evitar algunas usando productos ecológicos o caseros, y así disminuir el riesgo. Pero no deberíamos evitar una vacuna por contener, por ejemplo, aluminio, cuando el aluminio está presente en muchos de los alimentos que consumimos, como pescados y verduras.

Cuando una vacuna produce un efecto adverso importante, la noticia salta a los medios y corre como la pólvora. Es cierto que esos casos son muy duros, y también es cierto que en algunas ocasiones no se ha podido probar que haya sido por culpa de la vacuna. Entiendo que los padres de un niño que ha sufrido una encefalitis, tenga miedo de vacunar al resto de sus hijos, el miedo es libre. Pero deberían saber todos los riesgos a los que se exponen por no recibir las vacunas, que son mayores que la estadística de que pase algo por sí ponerla.

Es importante estar informado, pero bien informado. No sólo contar con opinión sesgada de movimientos antivacunas que rechazan la vacunación en general por los posibles efectos adversos. Habría que tener toda la información en la mano para poder tomar una decisión tan importante como la de no vacunar a nuestros hijos. Información científica y contrastada. Por eso, todos los datos que he puesto sobre incidencia y morbi-mortalidad de algunas enfermedades y sobre efectos secundarios de las vacunas, son datos extraídos de publicaciones científicas y rigurosas.  Os dejo los enlaces a continuación por si alguien quiere seguir ampliando la información.

Centro de control y prevención de enfermedades

Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría

Historia de las vacunas del colegio de Médicos de Filadelfia: efectos secundarios

Asociación Española de Pediatría

Recogida de información sobre los efectos adversos de las vacunas

Organización Mundial de la Salud

Instituto de Salud Carlos Tercero

Os copio un artículo de Carlos González para la revista ser padres:
«Es relativamente fácil encontrar familias que no quieren vacunar a sus hijos. Habitualmente han leído información incompleta, exagerada o simplemente falsa.

Difteria, tosferina, polio… esas enfermedades desaparecieron hace años, ya no hace falta vacuna.» ¡FALSO! 

Esas enfermedades casi han desaparecido en los países industrializados porque sevacuna a los niños. Pero podrían volver si se dejase de vacunar. Por eso los gobiernos siguen gastándose el dinero en vacunas. Si pudieran ahorrárselas, se las ahorrarían. En los países del Este, por ejemplo, disminuyó la tasa de vacunaciones con la caída del régimen comunista. En 1993 hubo en Rusia una epidemia de difteria, con 15.000 enfermos y 470 muertos.

Existen muchas vacunas, además de las que están en el calendario oficial de vacunación. No se administran todas, sino solo las más adecuadas a los riesgos de cada país. En España no nos vacunamos de la encefalitis japonesa (en Japón sí, por supuesto). La primera vacuna que se inventó fue la de la viruela. Resultó tan eficaz que se consiguió erradicar la enfermedad en todo el mundo. Hace décadas que no se vacuna de la viruela en ningún país del mundo, ya no es necesario. La viruela se pudo erradicar porque solo afecta al ser humano, y porque el virus no puede mantenerse vivo fuera de un individuo enfermo. Por desgracia, la mayoría de las enfermedades no cumplen estos requisitos; los microbios se pueden transmitir por animales, o permanecer durante años en el suelo, y por tanto jamás se podrán eliminar.

«Es una maniobra de las multinacionales para ganar dinero». ¡¡FALSO!!

En cualquier farmacia (y no digamos en una parafarmacia) podemos encontrar cientos de productos que no son útiles para mejorar la salud: cremas y productos de belleza, suplementos nutricionales, tónicos y reconstituyentes… Podemos comprarlos, si lo deseamos, pero ningún gobierno del mundo nos los va a regalar.

UNICEF ha preparado un interesante documento, el «Immunization summary», que contiene, entre otros datos, el calendario de vacunaciones y el porcentaje de niños vacunados en los distintos países del mundo. En este documento se observa que países como Cuba, Corea del Norte o la República Islámica de Irán tienen calendarios muy similares al nuestro y tasas de vacunación altísimas. ¿Estarán ellos también al servicio de los laboratorios farmacéuticos? Por cierto, Cuba es un importante exportador de vacunas, gracias al excelente trabajo científico del Instituto Finlay de La Habana.

«No debería vacunarse a los bebés». ¡¡FALSO!!

La edad de vacunación depende del equilibrio entre dos factores. Si se ponen demasiado pronto, a veces no son efectivas, porque el sistema inmunitario del bebé todavía no responde (si no fuera por ese problema, se pondrían todas las vacunas al nacer, en el hospital, y asunto resuelto). Si se ponen demasiado tarde, aumenta el riesgo de que el niño enferme antes de vacunarlo. Por eso los países africanossuelen poner las vacunas un poco antes que los europeos, mientras que los países nórdicos (con un excelente sistema sanitario, para atajar cualquier posible brote) se permiten el lujo de empezar un mes más tarde e incluso de poner una dosis menos de la serie básica (difteria, tétanos, tosferina y polio). Pero, en general, mes arriba o mes abajo, el calendario vacunal de todos los países del mundo es muy similar. Cuando el riesgo de infección es mayor, es preciso adelantar las vacunas.

Retrasar las vacunas o ponerlas después del año (o de los dos años) significa exponer al niño a un peligro de infección. Y las vacunas no son «demasiado fuertes» para bebés tan pequeños, y tampoco «sobrecargan» su sistema inmunitario ni nada por el estilo. En realidad, a las pocas horas de nacer un bebé ya está invadido por millones de microbios de cientos de especies distintas; las vacunas solo añaden unos pocos microbios más, y encima muertos (o «medio muertos», en el caso de la triple vírica).

La mayoría de los que enferman están vacunados. ¡¡A VECES!!

Normalmente no. En los brotes de sarampión que se dieron hace tiempo en Holanda y en Barcelona, casi todos los afectados estaban sin vacunar. Pero en algún caso podría ocurrir que una parte importante, incluso la mayoría de los enfermos en una epidemia, estuvieran vacunados. Es muy fácil esgrimir ese dato como si fuera la «prueba» de que la vacuna es inútil, incluso peligrosa. Pero unos sencillos cálculos demuestran que no es así, ni mucho menos. Supongamos que, en cierto país, el 97% de los niños están vacunados, y supongamos que la cosa está repartida uniformemente. En cualquier pueblo, en cualquier barrio, en cualquier escuela, el 97% de los niños están vacunados.

Supongamos que la vacuna es completamente inútil. Hay una epidemia. Enferman miles de niños. ¿Cuántos de ellos estarán vacunados? ¡Pues el 97%, por supuesto! Por cada 3 enfermos sin vacunar, encontramos 97 enfermos vacunados. Si en vez de un 97% encontramos un 91% de enfermos vacunados, quiere decir que la vacuna ha sido eficaz. Y no hay que pensar que se trata de «una pequeña reducción del 6%», no se calcula así. A los 9 enfermos sin vacunar, manteniendo la proporción 97:3, corresponderían 291 enfermos vacunados. Como en vez de 291 hay sólo 91, se han evitado 200 casos, y la reducción (la eficacia de la vacuna) es de casi el 69%. Una reducción así ya sería suficiente motivo para vacunar a los niños, pero, en realidad, la eficacia de las vacunas es muy superior.

¿Y si en la epidemia el 52% de los enfermos están vacunados? Por 48 casos sin vacunar hubiéramos esperado 1.552 enfermos vacunados; se han evitado 1.500 casos, y la eficacia de la vacuna supera el 96%. Muchísimos, pero todavía habrá quien diga: «La vacuna no hace nada: ¡total, la mayoría de los enfermos estaban vacunados!». La ignorancia es atrevida.

«Es malo poner tantas vacunas juntas». ¡¡FALSO!!

Antes de usar masivamente cualquier vacuna se han hecho numerosos estudios durante décadas, en el laboratorio, en animales y en voluntarios adultos para comprobar su eficacia y su seguridad. Y antes de juntar una nueva vacuna con otras ya existentes, para administrarlas al mismo tiempo, se tienen que volver a hacer nuevos estudios, para demostrar que juntas son igual de eficaces y tienen tan pocos efectos secundarios como separadas.

Las vacunas se juntan por comodidad, por motivos económicos y ecológicos (las jeringuillas también cuestan dinero y contaminan), y sobre todo, por ahorrarle algunos pinchazos al niño.

«Nos ocultan los efectos secundarios». ¡¡FALSO!!

Los efectos secundarios de las vacunas son bien conocidos, y nadie pretende ocultarlos. Sería completamente contrario a la costumbre habitual de los laboratorios farmacéuticos, que a veces parece que más que ocultar los efectos secundarios, los exageran. Leer el prospecto de cualquier simple analgésico, antibiótico o anticonceptivo casi da miedo.

Producen alergia, autismo o muerte súbita
¿Qué hay de verdad en ello?

Alergias
Puede haber, por supuesto, algunos niños alérgicos a vacunas determinadas, lo mismo que hay alérgicos al polen, a las fresas o a la leche. Es cierto que en los últimos años están aumentando las enfermedades alérgicas. Pero la causa no son las vacunas.

Se cree que dos de los principales factores que causan el aumento de las alergias son la contaminación atmosférica y el exceso de higiene: privado de microbios contra los que luchar, el sistema inmunitario se pone a luchar contra el polen, el polvo… En numerosos estudios no se ha encontrado relación entre vacunas y alergia, ni para bien ni para mal.

Muerte súbita
La muerte súbita del lactante se produce, por definición, durante el primer año. La mayoría de los casos ocurren durante los primeros seis meses. Y en ese tiempo, los niños reciben varias vacunas (más o menos una cada ocho semanas).

Si una de cada ocho semanas es «la semana después de vacunarse», es lógico que uno de cada ocho casos de muerte súbita se produzca en esa semana, por pura coincidencia. En realidad, detallados estudios científicos indican que la relación es más bien la contraria: la vacunación parece disminuir el riesgo de muerte súbita, no se sabe por qué mecanismo.

Autismo
Algunos científicos habían sugerido una posible relación entre el autismo y la vacuna triple vírica o entre el autismo y el mercurio que se usa como conservante en algunas vacunas. Rápidamente se realizaron estudios completos y detallados en distintos países, y no se ha encontrado ninguna relación entre las vacunas y el autismo. Por desgracia, los grupos que están en contra de las vacunas se apresuraron a airear las primeras alarmas, pero no se dieron por enterados del desmentido publicado en la web de FDA (Departamento americano de salud).

Stop toallitas húmedas: por la salud y el futuro de nuestros bebés

Esta es una de esas cosas que llevo meses queriendo escribir, pero siempre se me han quedado en el tintero. El viernes pasado, en una charla sobre la tecnología de los pañales Dodot a la que acudí gracias a madresfera y que podéis leer aquí, hablando con mi amiga Ángela «pequeboom» salió este tema y gracias a ella me he animado a escribirlo.toallitas humedas

Hace muuuchos meses que no uso toallitas húmedas, exactamente desde julio del 2013 cuando leí este post de Mamirami sobre el tema  Ya antes no me gustaban demasiado y en casa siempre he preferido el agua y el jabón, pero admito que para la calle siempre llevaba un paquete.

Desde antes de nacer nuestros pequeños nos llenan de muestras de productos que pensamos indispensables para ellos, y las toallitas son uno de ellos. Pero de pronto, te paras a pensarlo, a leer bien todo lo que lleva y algo que parecía una comodidad pasa a convertirse en un peligro potencial para nuestros pequeñines.

Elena, en su post sobre las toallitas tóxicas, hablaba del Phenoxyetanol. Este agente orgánico es bactericida y por ello se suele usar en lociones, cremas, perfumes y productos infantiles. En países como Japón, su uso está prohibido. Puede penetrar a través de la piel y es peor cuando no se aclara, como en las toallitas húmedas. Puede afectar a la reproducción y al desarrollo y no debería ser usado en menores de 3 años. La Agencia Francesa del Medicamento ha solicitado a la Comisión Europea una evaluación de los riesgos asociados a esta sustancia.

No voy a hablar de marcas de toallitas, sólo tenéis que ir a coger un paquete de las que tengáis por casa y echar un vistazo a ver si tienen. Muchas marcas usan este compuesto en sus toallitas. Pero si conseguimos encontrar una marca que no lo use, no podemos estar tranquilos, pues los peligros no terminan ahí. Siguen conteniendo muchos productos químicos dañinos para la salud.

Ftalatos – Compuestos químicos que se usan como disolventes y suavizantes. Pueden ser nocivos para el aparato reproductor masculino y son tóxicos para la reproducción.  Los ftalatos son carcinogénicos en seres humanos. Está prohibido su uso en juguetes que se puedan meter en la boca. Pero se siguen usando libremente en cosmética y algunas toallitas húmedas los llevan. Es frecuente encontrarlos con distintos nombres: Ftalato de dibutilo o DBP; Butilbenzil ftalato o BBP; Dimetil ftalato o DMP; Dietilexilo ftalato o DEHP.

Parabenos – Otro de los habituales en muchos productos de cosmética y toallitas. Se usan por sus propiedades bactericidas y fungicidas, y también actúan como conservantes. Se han encontrado parabenos en muestras de tumores de mama, procedentes de desodorantes y cremas, lo que hizo saltar la alarma sobre estos compuestos. Muchas marcas de productos infantiles no usan parabenos y lo promocionan en sus etiquetas, aunque desgraciadamente siguen usando muchos de los otros. Para identificarlos, sólo hay que buscar compuestos que terminen en paraben.

Polietilenglicol – Se usa como disolvente o emulsionante. Puede interferir en el desarrollo y dañar el sistema nervioso. Debido a su alto poder de penetración, se acumula en el corazón, el cerebro y los riñones, creando daños a largo plazo. Se puede encontrar con diversos nombres, como su abreviatura PEG seguida de un número, polioxietileno o como Laureth o Steareth.ingredientes-que-debemos-desechar

No voy a seguir hablando de ingredientes uno por uno porque la lista podría ser interminable. Lo que está claro es que estas sustancias, desgraciadamente, las encontramos en la mayoría de los productos de cosmética. Y los productos infantiles no se libran de ellas.

En mi afán por intentar usar menos químicos, dejé de usar toallitas húmedas. Está claro que en champús y geles siguen estando y que podríamos optar por cosmética natural o casera (cosa que intento). Pero bajo mi punto de vista, el hecho de usar las toallitas y dejar que estas sustancias se queden durante horas secándose en los culitos de nuestros pequeños, me hace verlo de modo más preocupante. Por eso pasé a hacerme mis propias toallitas. Que es de lo más fácil.

Toallitas caseras

Para hacer toallitas caseras, primero tenemos que preparar una loción para humedecerlas. Para ello hervimos un vaso de agua, a la que añadimos un chorrito de aceite de oliva, unas gotas de vinagre para lograr un pH similar al de la piel y unas gotas de jabón líquido biológico o casero. Yo también ponía unas gotas de aceite natural de almendra o limón, para obtener un mejor olor. Y listo, se deja enfriar.

Ahora tenemos que preparar las toallitas. Y podemos hacerlo de dos maneras.

Al principio, usaba un rollo de papel de cocina, uno totalmente blanco y con varias capas, para que fuese más resistente. Como el papel de cocina es grande, cortaba las hojas a la mitad. Se puede cortar el rollo por el centro con un cuchillo bien afilado y quitarle el cartón del centro. Luego lo ponemos en un recipiente grande y lo mojamos con la loción que hemos preparado, lo tapamos bien y listo, ya tenemos toallitas.

Lo malo de esto es que son muchas toallitas y se estropean pronto. Evidentemente, nuestra loción es natural y no lleva ningún tipo de conservante, con lo que en una semana o así se empiezan a estropear, así que es mejor no hacer muchas del tirón, es más sano hacer pocas una vez a la semana. También dependerá de la cantidad que usemos a diario, no es lo mismo un bebé con días que uno de un año, así que tendremos que adaptarnos a las distintas situaciones. También, en vez de hacer medio rollo, podemos coger unas cuantas hojas de papel sueltas, cortarlas a la mitad y plegarlas.

La otra opción, que es la que usaba al final, es usar toallitas de celulosa. Son más suaves y un poco más gorditas que el papel de cocina, y sobre todo, más resistentes. Y salen muy bien de precio. También las cortaba a la mitad, porque son muy grandes. Pero duran lo mismo que las otras, pensad que hay que hacer toallitas una vez a la semana.

Salir a la calle con toallitas caseras es muy sencillo. Podemos poner unas cuantas en un recipiente pequeño con cierre hermético o yo también usaba bolsas de conservación de alimentos con cierre. Ocupan poco espacio y son fáciles de llevar.

Ahora ya no las uso, porque Sara hace meses que no usa pañal, sólo para dormir y por las mañanas cuando se levanta prefiero lavarle el culete con agua.

¿Qué os parecen estas toallitas caseras? Desde luego, una opción más saludable que las toallitas que nos venden por ahí. Mirad los compuestos de las toallitas que tengáis por casa, a ver si encontráis alguna que no lleve tantos productos químicos.

Alimentación infantil 2: Comida casera vs comida preparada

Siguiendo con el tema de la alimentación, hoy quiero hablar de los preparados alimenticios para los bebés.

Hay multitud de marcas que ganan un pastón de dinero al año vendiéndonos a las madres cosas que los bebés no necesitan, desde “potitos”, pasando por papillas de cereales y llegando a leches de continuación y de crecimiento. Y nuestros bebés ¿necesitan realmente estas cosas? Vamos a analizarlas

Papillas de cereales

Una de las primeras cosas que recomiendan en los centros de salud es la introducción de las famosas papillas de cereales. Multitud de marcas y variedades podemos encontrar en las estanterías de los supermercados y de las farmacias. Y los padres se gastan bastante dinero en este tipo de cereales procesados. Seamos sinceros, en la mayoría de los casos el dinero no nos sobra, y si encima tenemos que gastar un dinero “extra” en alimentos preparados, apaga y vámonos. Pero ya no sólo es preocupante el dinero, sino la composición de dichas papillas. Pues no sólo tienen cereales, llevan otros aditivos, como azúcares y saborizantes, para que a los bebés les resulten más gratas de digerir. En este estudio realizado por la OCU de 15 tipos de papillas para bebés encontraron que  algunas se aproximaban al límite legal de contenido de azúcar y en casos puntuales encontraron micotoxinas

Los bebés tienen que comer cereales, claro, pero no existe obligatoriedad en dárselos en forma de papillas con alto contenido en azúcares. Comer cereales caseros es sencillo, más barato y más saludable. El arroz y el maíz son dos cereales sin gluten que podemos encontrar fácilmente en todas las casas. Y en cuanto introduzcamos el gluten, que será en torno a los 6-8 meses, ya no hay límites, macarrones, fideos, pan, harinas…tenemos un mundo de posibilidades a nuestro alcance, y al de los bebés. Cocer pasta o arroz es bien fácil y de este modo, los bebés comerán cereales de forma más natural. Y si ya les añadimos un sofrito de verduras, ummm. Y si alguien me dice que no van a comer todos los días arroz…. ¿no pasa nada porque coman todos los días papillas de cereales?

Tarritos de frutas y verduras

Otras de las grandes apuestas de las empresas dedicadas a la alimentación infantil son los tarritos de comidas envasadas. . Hay multitud de variedades, desde los que llevan una sólo fruta hasta los que combinan frutas con “galletas” o con “yogur”, de verduras, de carnes, de pescado y ya, lo más fuerte, los que llevan la etiqueta “buenas noches” para que el bebé “duerma mejor” ( y remirada la etiqueta no llevan nada distinto de los demás). Vale, no digo que en una ocasión especial, que os vaya a pillar fuera de casa, no los uséis, pero no por norma. Aunque ni en ocasiones especiales los he usado yo, pues Sara siempre se ha adaptado a comer cualquier cosa donde fuéramos. Alguna vez nos han dado muestras de potitos, pero creo que la peque los ha probado en un par de ocasiones y después de dos cucharadas ha dicho que se los comiera Rita. Donde esté una buena pera…

Los especialistas aconsejan usar estos tarritos de forma ocasional y no abusar de ellos. Es cierto que las leyes con respecto a los preparados de alimentos infantiles son muy estrictas, pero eso no quiere decir que no haya unos límites y que los fabricantes a veces lleguen hasta esos límites. De nuevo, en estudios de la OCU se han encontrado niveles altos de azúcares y de sodio, siempre dentro de los límites establecidos, pero mayores que si nosotros les damos comida casera sin azúcar ni sal añadida. Les sobra almidón y azúcar; y, a veces, les falta algo más de pollo o pavo”; “seis de los tarritos tienen más de la que aportan las frutas. Esto nos indica que son endulzados artificialmente.” No he podido acceder al estudio por no ser socia de OCU pero os dejo el enlace a este blog que copió todo el estudio.

Y aquí os dejo también para que leáis los comentarios de una mamá dentista y el exceso de azúcar y las caries:Mi hijo no toma chuches

En este tipo de alimentos se mezclan tantos ingredientes que los bebés difícilmente podrán distinguir sabores. ¿Quién dice que sea mejor que un bebé se coma un trozo de pera, uno de manzana, uno de naranja y uno de plátano triturado y envasado a que se coma sólo un plátano o un trozo de pera? ¿Acaso nosotros tomamos macedonia de frutas cada día? Al darle nosotros fruta en casa y de una en una, los bebés aprenderán a distinguir alimentos. Y ni que decir tiene con los preparados de carnes y verduras, que a veces llevan tantas cosas que el porcentaje de digamos, ternera, es mínimo. Y el sabor… Luego a veces algunos padres se extrañan que sus a sus hijos no les gusten muchas cosas, si es que con estos preparados no distinguen sabores.

Mucho problema hay también en caso de niños alérgicos a algún alimento. Haciendo nosotros la comida en casa, sabemos de sobra lo que lleva y lo que no. En los alimentos envasados, aunque el etiquetado siempre indica de qué están hechos, hay veces que pueden contener micro cantidades que no están obligados a poner en la etiqueta y se cubren las espaldas con eso de “puede contener trazas de…”

Vale, alguno me dirá que los tarritos preparados son más fáciles (lógico) y que no saben cocinar. Pero digo yo que el resto de la familia también come, pues el bebé puede comer lo mismo. O hacer purés especiales para ellos, no es tan difícil. (Hablo de purés para los que quieren alimentar así a sus hijos. De la alimentación libre de papillas ya hablaré la semana que viene). Un puré se puede hacer en cantidad y congelar, y hacer distintos tipos de puré para variar la alimentación.

Leches de crecimiento y yogures adaptados

Ya sabemos que lo mejor es la lactancia materna, en exclusiva hasta los 6 meses y complementada hasta los 2 años y después, todo el tiempo que se quiera. En estos casos, los bebés no suelen y no necesitan tomar leche de vaca en bastante tiempo. Pero en los bebés alimentados a fórmula, a partir del año, empiezan las dudas.

La OMS recomienda tomar leche de inicio tipo 1 hasta el año y a partir de entonces, leche de vaca entera. “Las formulaciones actuales ocasionan una ingesta excesiva de proteínas y una ingesta insuficiente de ácidos grasos esenciales, hierro, zinc y vitaminas del grupo B, respecto a las recomendaciones de la OMS para el adecuado crecimiento y desarrollo de los bebés y niños pequeños.” Extracto traducido de esta información sobre las leches de crecimiento de la OMS

A partir del año, los niños pueden tomar leche de vaca entera. Sola. Normal. Y ya está. Pero claro, las empresas de alimentos infantiles vuelven a meternos por los ojos las bondades de sus leches especiales. Una vez más, en muchas consultas de pediatría, recomiendan a los padres dar a los niños leches de continuación tipo 2 y 3, que están enriquecidas con un montón de vitaminas y minerales, supuestamente necesarios para su desarrollo. Digo supuestamente, pues los niños no sólo se alimentan de leche y las cantidades de otros nutrientes que necesitan ya las obtienen del resto de la comida.

Susana Ares Segura, médico del Servicio de Neonatología del Hospital Universitario La Paz: «Las leches llamadas ‘leches de crecimiento’(que se comercializan para niños mayores de un año) no son necesarias«. Explica que son fórmulas de transición entre la materna y la de vaca pero no suponen ninguna ventaja alimentaria para niños sanos sin necesidades especiales” La entrevista entera la podéis leer aquí.

Os dejo otra noticia sobre el motivo por el cual los niños no deberían tomar este tipo de preparados lácteos, que podéis leer en este enlace. Como ya os he comentado, tienen más azúcar y hasta tienen menos calcio.

Si os fijáis en estas imágenes comparativas, en una se ve la composición y los valores nutricionales de la leche de vaca entera y de una leche de crecimiento.

Aceites vegetales, azúcar, leche desnatada...vamos que tiene un montón de cosas además de vitaminas y minerales. Y 22 gr de azúcar en un vaso!!

Aceites vegetales, azúcar, leche desnatada…vamos que tiene un montón de cosas además de vitaminas y minerales. Y 22 gr de azúcar en un vaso!!

Una leche de vaca normal también tiene vitaminas y minerales. Con menos azúcar, y menos calorías

Una leche de vaca normal también tiene vitaminas y minerales. Con menos azúcar, y menos calorías

Con respecto a los yogures especiales para bebés, pasa lo mismo. Se recomiendan a partir de los 6 meses de edad por estar preparados con leche de continuación. Pero en un estudio de la OCU de dos marcas de yogures para bebés, constataron que NO están elaborados con leche de continuación, que les han añadido azúcar y que tienen un montón de calorías. Eso sí, para las compañías que los fabrican y los venden, el negocio es muy rentable, pues 4 yogures de este tipo cuestan en torno a 2.5€, mientras que si esperamos hasta los 9-12 meses para darle yogures al bebé, podemos darle yogures naturales sin azúcar que cuestan en torno a 1€. ¡Vaya diferencia! Aquí el estudio completo

Para terminar, el otro día leí este artículo, que si bien no habla expresamente de alimentación infantil, es uno de los “zumos envasados” que más se anuncian y que muchos padres consideran adecuados para mandar al cole de los peques. Deberías leerlo.

Y como siempre, termino diciendo que cada uno se alimenta cómo quiere, eso está claro. Ya he dicho muchas veces que yo no soy la madre más sana, pues a veces llevo a los niños a comer hamburguesas, les compro helados y chuches de vez en cuando. Pero intento evitarlo todo lo que puedo, y prefiero hacer hamburguesas y pizzas caseras, que ellos disfrutan igual y por supuesto, lo que sí hago es evitar este tipo de comida “especial para niños”. Oigo a muchos padres quejarse del dinero que cuestan los niños y luego les veo llenando los carros de alimentos preparados que en realidad no necesitan y que cuestan más de lo que se pueden gastar.

Alimentación infantil 1: Consejos del pediatra

Tengo mucho que decir sobre la alimentación infantil, así que para no extenderme demasiado, he decidido hacerlo en dos o tres capítulos, y así centro más mi atención en lo que me interesa.

Hoy empiezo por los consejos de los pediatras y las enfermeras de pediatría sobre las pautas de alimentación infantil. También la madre, la suegra y la vecina del quinto dan consejos al respecto, pero sobre esos no tenemos control y deberíamos, simplemente, ignorarlos. Las tres recomendaciones más habituales y de las que voy a hablar son: sustitución de la lactancia materna, la edad de introducción de alimentos y la pauta de introducción de alimentos. (No estoy atacando al colectivo sanitario de pediatría, ni muchísimo menos, me consta que hay un montón de profesionales de la salud cualificados, que promueven la lactancia, que no se adelantan en la introducción de alimentos y que dejan libertad a los padres a la hora de introducir alimentos, siempre siguiendo unas recomendaciones básicas de seguridad)

La OMS, Organización Mundial de la Salud es la autoridad responsable de los asuntos sanitarios mundiales, investiga, estableces pautas y normas y vigila tendencias sanitarias entre otras cosas. Está formada por multitud de expertos  y asesores y las recomendaciones que hace son rigurosamente científicas.

La AEPED, Asociación Española de Pediatría, es una asociación que cuenta con más de 9000 pediatras y cirujanos pediátricos cuya finalidad es, entre otras, velar por la salud y calidad de vida del niño en todos sus aspectos, asesorar a instituciones y organismos en temas de salud infantil e investigar sobre nuevos avances

1- Sustitución o suspensión de la Lactancia Materna

La OMS recomienda la lactancia materna exclusiva durante seis meses, la introducción de alimentos apropiados para la edad y seguros a partir de entonces, y el mantenimiento de la lactancia materna hasta los 2 años o más. La lactancia es el alimento fundamental durante los 6 primeros meses de vida. Más información aquí

La AEPED también se posiciona a este respecto, recomendando que “durante los 6 primeros meses de vida el bebé solamente necesita tomar leche. La materna es la mejor. Porque asegura un crecimiento adecuado, aporta defensas y contribuye al vínculo”. Podéis leer más en este enlace.

Si lo ideal y lo que promueven las organizaciones sanitarias es la Lactancia Materna Exclusiva durante 6 meses ¿por qué dan normas como estas?

suspender lactancia

Lactancia exclusiva hasta los 5 meses y controlada con horarios y descanso nocturno

De manera gradual se aconseja sustituir una de las tomas de leche por una de papilla de cereales

De manera gradual se aconseja sustituir una de las tomas de leche por una de papilla de cereales

Esta es muy fuerte. A una mamá de LME, le dicen que tiene que comprar ESTA marca de leche de fórmula para darle cereales

Esta es muy fuerte. A una mamá de LME, le dicen que tiene que comprar ESTA marca de leche de fórmula para darle cereales

Esta es increíble, con 6 meses el bebé SÓLO hace 4 comidas al día y SÓLO  2 tomas de pecho. Más lactancias fracasadas

Esta es increíble, con 6 meses el bebé SÓLO hace 4 comidas al día y SÓLO 2 tomas de pecho. Más lactancias fracasadas

Sustituir lactancia por purés

Sustituir lactancia por purés

2- Edad de inicio de la Alimentación Complementaria

La OMS “recomienda que los lactantes empiecen a recibir alimentos complementarios a los 6 meses, primero unas dos o tres veces al día entre los 6 y los 8 meses, y después, entre los 9 a 11 meses y los 12 a 24 meses, unas tres o cuatro veces al día, añadiéndoles aperitivos nutritivos una o dos veces al día, según se desee”. Más sobre AC en este enlace.

En 1998, la OMS denominó Alimentación Complementaria (AC) al proceso que se inicia con la introducción gradual y paulatina de alimentos diferentes a la leche materna, para satisfacer las necesidades nutrimentales del niño y no necesariamente para destetarlo, hasta integrarlo a la dieta de su familia.

La AEPED dice al respecto de la introducción de alimentos: “La situación ideal es que el niño permanezca los 6 primeros meses con lactancia materna exclusiva. Pasado este periodo las necesidades nutricionales se modifican, está agotando sus reservas de hierro y es necesario que tome alimentos que contienen más hierro. Además, a los 6 meses ya está preparado desde el punto de vista psicomotor (se sienta o está a punto de hacerlo, se interesa por las cosas que le rodean, echando las manos a lo que le llama la atención) y es un buen momento para iniciar la administración de alimentos que complementan la lactancia materna.”  Información extraída de aquí.

Teniendo presentes las recomendaciones de la OMS y de la AEPED, tenemos claro que la alimentación complementaria no debería introducirse hasta los 6 meses de edad. Entonces, ¿por qué muchos pediatras y enfermeras de pediatría recomiendan introducir alimentos a los 4 o 5 meses? Muchas madres, pensando que si algo lo dice el pediatra será porque es lo mejor, lo siguen al pie de la letra y dan a los bebés alimentos antes de tiempo y lo que es peor, algunas cambian tomas de pecho por purés o papillas.

Aquí con 4 meses ya empiezan con la alimentación

Aquí con 4 meses ya empiezan con la alimentación

Y otra que con 4 meses empiezan la alimentación complementaria

Y otra que con 4 meses empiezan la alimentación complementaria

Con 2 meses ya están ofreciendo alimentos!!! Consejos extraídos de la web http://www.pormibebe.org/2011/02/descubriendo-nuevos-sabores/

Con 2 meses ya están ofreciendo alimentos!!! Consejos extraídos de la web http://www.pormibebe.org/2011/02/descubriendo-nuevos-sabores/

3- Pautas de introducción de alimentos

Según la OMS,  no hay que olvidar que los niños, particularmente durante el primer año de vida, constituyen una población muy vulnerable, su alimentación depende totalmente de la decisión de los adultos, influenciados por los profesionales de la salud, los medios de comunicación masivos y la industria que procesa alimentos para niños lactantes.

Para la AEPED, el orden de introducción de alimentos da igual, pero conviene empezar poco a poco, para comprobar que los alimentos le sientan bien, uno o dos alimentos nuevos cada semana. Hay que tener en cuenta las preferencias y costumbres familiares. De forma progresiva se aumenta la variedad de los alimentos: más verduras, legumbres y frutas; las carnes, los cereales, el pescado, los huevos. Estos nuevos alimentos “complementan” a la leche materna (o al preparado para lactantes) que durante todo el primer año son esenciales.”  

Pues también nos queda claro que no se posicionan sobre qué alimento hay que introducir primero. Habrá que tener en cuenta los gustos y preferencias familiares. No es mejor dar primero cereales, o dar primero fruta o dar primero verdura… No es obligatorio que con X meses coman pescado o huevo o legumbres… Lo ideal es ir dando alimentos nuevos, para que puedan ir probándolos, sin forzar y sin necesidad de seguir pautas extrictas. Pero también encontramos pautas como estas:

Cereales, fruta y verduras, en ese orden

Cereales, fruta y verduras, en ese orden

 

Cereales, fruta y verduras y la tabla bien pegada a la nevera para seguir unas instrucciones tan estrictas y conseguir que al año YA coma huevo

Cereales, fruta y verduras y la tabla bien pegada a la nevera para seguir unas instrucciones tan estrictas y conseguir que al año YA coma huevo

Primero zumo, luego cereales, verdura... Me hacen gracia las prohibiciones, según el sitio prohiben unas cosas u otras

Primero zumo, luego cereales, verdura… Me hacen gracia las prohibiciones, según el sitio prohiben unas cosas u otras

Aquí el huevo con 8 meses y en otra con 10. ¿Quien tiene razón?

Aquí el huevo con 8 meses y en otra con 10. ¿Quien tiene razón?

Vamos, que las mamis se deben volver locas cuando van al Centro de Salud y les dan recomendaciones como estas, que algunas siguen al pie de la letra (con razón, se lo ha dicho el pediatra…) y entonces lo comentan con otra mami que les cuenta otra cosa totalmente diferente y que también tiene razón supuestamente. Desde los centros de salud, se debería promover la lactancia en exclusiva hasta los 6 meses y luego dejar que los padres introduzcan la alimentación en base a sus gustos y necesidades, sin hacerles sentir culplables porque el bebé no coma exactamente lo que pone en el papel y sin obligarles a comprar alimentos que no necesitan. Navegando por internet se pueden encontrar multitud de pautas distintas, y «supuestamente» todas tienen razón. ¿A quien hacen los padres caso entonces? Para padres preocupados por la alimentación de sus bebés, recomiendo leer el libro de Carlos Gonzalez, «Mi niño no me come».

No quería terminar sin agradecer a las todas las personas que me han ayudado a escribir esto, mandándome las pautas que les han dado en sus Centros de Salud, repartidos por toda la geografía.

Enfermedades respiratorias en la infancia

Esto que os voy a contar seguro que no os resulta nuevo a muchos padres y madres. Todos los inviernos es frecuente escuchar casos de bebés ingresados por bronquiolitis, bronquitis, asma y neumonías. En casa, por desgracia, hemos sufrido y seguimos sufriendo este problema.

Antes de que Lucas cumpliese un año, nos tocó el primer ingreso. En esa ocasión el diagnóstico fue bronquiolitis. Por suerte para muchos niños, la mayoría de las veces se queda en un caso aislado. Pero por desgracia para nosotros, nuestro camino por las afecciones respiratorias no quedó ahí. Cada invierno, coincidiendo siempre con algún resfriado, los mocos obstruían los bronquios de Lucas y acabábamos en urgencias más veces de las deseadas, terminando ingresado en algunas ocasiones. Desde luego, si habéis pasado por momentos así, coincidiréis conmigo en lo mal que se pasa, ver a tu pequeño con dificultad respiratoria, con oxígeno y mascarilla, cansado y apagado es frustrante.

Con el paso de los años y su maduración y desarrollo, estos episodios tan graves fueron quedando atrás, aunque en su caso, el asma nunca le ha abandonado. Y aunque ya hace unos 5 años que no vamos a urgencias ni ingresa por este motivo, vive casi enganchado a los inhaladores, medicación que le ayuda a prevenir los episodios de asma y a tratarlo cuando aparece.

Para tratar los casos de bronquiolitis, bronquitis y asma se usan medicamentos específicos, como broncodilatadores, que abren los bronquios y ayudan a que el oxígeno llegue mejor y corticoides, que desinflaman los bronquios, previniendo su obstrucción. Y para administrar estos medicamentos existen dos formas distintas, que es lo que os voy a explicar aquí. Aunque también existen en jarabes, está claro que la vía inhalada es la más adecuada, pues llega directa al árbol bronquial y tiene menos efectos secundarios.

Inhaladores – Son aparatos portátiles que liberan una dosis de medicación, bien en forma presurizada, que se libera al apretar el inhalador, bien en forma de polvo seco, que se libera al inhalar profundamente el medicamentos del dispositivo.

Inhaladores

 

Nebulizadores– Son aparatos eléctricos o a pilas que trasforman el medicamento en pequeñas gotas que se inhalan a través de una boquilla.

Nebulizador

Mr. Hippo, nuevo aerosol de PIC Solution para los más pequeños de la casa, para que los nebulizadores sean como un juego

Ambos dispositivos sirven para tratar o en su caso, prevenir afecciones respiratorias.

Basándome en mi experiencia, tanto como madre de un niño asmático como enfermera, os quiero contar un poco las diferencias entre ambos dispositivos.

En España, en general, se tiende a usar más los inhaladores en el ámbito domiciliario. No así en el hospital, donde la aerosolterapia está más difundida.

Inhaladores

Ventajas

  • Tamaño pequeño, se puede llevar a cualquier parte
  • Rapidez de uso, en caso de necesidad no hay que preparar nada.
  • Los inhaladores de polvo seco son más fáciles de usar que los cartuchos presurizados y se pueden usar más o menos a partir de los 6-7 años, lo que facilita el uso por parte del niño en el colegio.
  • Precio, es bastante más barato que un nebulizador, hay cámaras de inhalación que las receta el seguro.

Inconvenientes

  • Mal uso de los cartuchos presurizados si se aplican de forma directa en la boca. Hay que usarlos con cámara espaciadora durante la infancia.
  • Mal uso incluso con cámara espaciadora. Por mi experiencia profesional, más de la mitad de los padres aplican el inhalador de forma incorrecta, tanto en tiempo como en número de dosis. Necesaria la educación por parte de personal cualificado.
  • Elección incorrecta de la cámara espaciadora. Hay varios tamaños y hay que elegir una cámara adecuada a la edad del niño. Usar una cámara más grande impedirá el correcto tratamiento.

Nebulizadores

Ventajas

  • Fácil uso, incluso en niños muy pequeños que no colaboran, sólo hay que situar la mascarilla en la boca y nariz, no hay que realizar ninguna coordinación
  • Indicada en situaciones de broncoespasmo agudo, cuando no se pueden hacer inhalaciones profundas.
  • Se pueden usar sin medicación, sólo con suero fisiológico para mantener las vías aéreas humedecidas, ayudando a la fluidificación y expulsión del moco.
  • Se pueden usar para toda la familia, en caso de resfriados, siempre manteniendo unas estrictas normas de higiene.

Inconvenientes

  • Ocupan gran espacio, es difícil salir con ellos a la calle.
  • Hacen ruido, por lo que algunos niños pueden asustarse al principio.
  • Hay que invertir unos 10-15 minutos para administrar la medicación, lo que supone estar sentado y tranquilo todo ese tiempo.
  • Precio, es bastante más elevado que una cámara de inhalación.

En caso de necesitar usar medicaciones para el asma o para el tratamiento de la bronquitis, es necesario consultar con el pediatra o con el alergólogo las diferencias de estos dispositivos y ver cuál sería el más indicado en cada caso. Cada uno de ellos tiene sus ventajas e incovenientes y habrá que valorar cúal es el método de elección más adecuado.

La salud bucodental de nuestros hijos

¿Desde cuándo laváis los dientes de vuestros peques? ¿Cuándo fue la primera vez que fueron al dentista? Muchas veces tenemos dudas sobre cuando tenemos que empezar a lavar los dientes a los niños o pensamos que acudir al dentista debe ser algo para cuando sean más mayores, y lo dejamos estar. Pues bien, gracias a Unidental, el otro día pude aclarar varias de las dudas que tenía a este respecto y confirmar que lo estaba haciendo bien, jeje.

unidental

Cepillos de dientes

Portacepillos de mi baño, con cuatro cepillos de Sara, que elige según le apetezca en ese momento.

La salud dental de los más pequeños es muy importante. Desde que comienzan a salir los dientes, tenemos que prestarle un especial cuidado, para evitar problemas futuros. El cuidado de los primeros dientes es muy importante y desde que salen, hay que empezar con su higiene. Está claro que a un bebé de 6-7 meses no le vamos a lavar los dientes con crema dentífrica, pero sí podemos empezar a usar un cepillo de dientes acorde a su tamaño, mojado sólo en agua, para ir quitando suciedad y sobre todo, para ir inculcando el hábito de lavado. Sara se sentaba conmigo en el lavabo mientras nosotros nos lavábamos los dientes y de ese modo, comenzó a interesarse por los cepillos y jugaba a lavárselos ella también. Le gustaban tanto que se los llevaba por toda la casa y a la hora de ir a usarlos, teníamos que coger un cepillo nuevo porque no los encontrábamos. Luego, aparecían un día todos juntos en el cesto de la ropa, dentro de la lavadora o en algún juguete, jeje. Poco a poco, fuimos cogiendo la costumbre y ahora, con 2 años y medio, ya ha aprendido a escupir la pasta de dientes y se los lava después de cada comida ella sola, hasta que al final yo le hago un repaso. Y le siguen encantando los cepillos, tanto que tiene varios y cada vez elige uno.

Las caries pueden salir desde bien temprano, sobre todo si en la boca existe un exceso de azúcares. Tomar azúcar o golosinas en su justa medida no es malo, lo malo para los dientes es no lavarlos después. Es importante lavar los dientes después de cada comida, especialmente importante es el cepillado después de cenar, pues acostarse con los dientes sucios, tomar leche o zumos con azúcares antes de dormir y no limpiarlos aumenta el riesgo de aparición de caries.

Aquí os dejo unos consejos para una buena salud bucodental:

  • Cepillarse los dientes dos minutos después de cada comida, con movimientos suaves de arriba hacia abajo para arrastrar la placa.
  • En los niños hay que elegir un cepillo de dientes de cerdas suaves y de tamaño pequeño. En los adultos, mejor un cepillo de dureza media.
  • Cambiar el cepillo cada dos meses.
  • Cepillarse la lengua pues acumula bacterias que causan el mal aliento.
  • Usar el hilo dental al menos antes de acostarse, que es cuando más puede atacar la placa a nuestros dientes y encías. Una persona que usa hilo dental elimina un 30% más de placa que otra que no lo hace.
  • Evitar el colutorio de forma regular, sólo debe usarse cuando lo recomiende el dentista y por tiempo limitado. Su uso continuado también es nocivo para la salud bucodental.
  • Si por alguna circunstancia no podemos lavarnos los dientes, podemos mascar chicles sin azúcar, pues generan saliva que ayuda a prevenir la caries.
  • Acudir al dentista a partir de que salga el primer diente

También hablamos sobre la ortodoncia. Es cierto que cada vez más personas se preocupan por tener unos dientes bien alineados. Y no sólo los niños, yo misma me sometí a un tratamiento de ortodoncia hace 10 años. Y no fue solo por estética. El hecho de tener los dientes mal posicionados puede suponer algunos problemas, como dolores de cabeza por la tensión mandibular, caries por la dificultad de lavarse los dientes apiñados o dificultad para masticar al tener los dientes mal alineados.

Por todo ello, es muy importante empezar a cuidar la boca y la sonrisa de los más pequeños desde el principio. Nosotros somos asiduos al dentista. Sara, por desgracia, tuvo un traumatismo en un diente este verano (gracias a todos los que os preocupasteis conmigo esos días) y al final terminó perdiéndolo. Ahora vamos a revisión con la odontopediatra cada tres meses. Y Lucas lleva ortodoncia desde hace un par de años, pues colocaba la lengua en los incisivos superiores y los estaba empujando hacia afuera. Así que están siempre controlados.

Y ahora, gracias a Unidental y su campaña de salud infantil, durante el mes de noviembre podemos llevar a los niños a que les hagan una revisión de forma totalmente gratuita. ¿A qué esperas para empezar a cuidar sus bocas? La sonrisa de los más pequeños comienza a dibujarse ahora.

Cómo hacer cookies de chocolate y conservarlas en recipientes de vidrio

Antes de contaros las galletas que hicimos el domingo, os quiero preguntar ¿cómo conserváis los alimentos?.

Hace ya algún tiempo que me preocupo cada vez más por el medio ambiente y por lo que comemos en casa. No voy a decir que todo sea sano y casero, que a veces también nos saltamos las buenas prácticas, pero por lo general, me gusta tener cuidado. Y una de las cosas que me preocupan son los envases de plástico. Muchos de los recipientes de plástico que usamos contienen BPA (Bisfenol A), que puede ser dañino para nuestra salud. En este enlace podéis encontrar más información. En 2011 se consiguió retirar este producto en la fabricación de biberones, pero aparte de eso, muchos envases siguen usándolo, ya que su comercialización no está prohibida. Para comprar envases sin BPA, hay que mirar bien la etiqueta. Por ese motivo, empecé a deshacerme de los envases de plástico. Y no sólo por eso. ¿Cuántos envases no se habrán estropeado por poner salsas de tomate o por usar los cubiertos…? Por eso, me pasé al vidrio. Como digo, no estrictamente, sigo teniendo un par de botellas de plástico reciclado y sin BPA para que Sara pueda llevar zumo o lácteos que yo preparo a la guardería. Y algún envase pequeño para cuando tengo que mandarle fruta. Pero el resto, lo que cambiado todo.

Hace unos días estuve en una charla sobre salud alimentaria y conservación de alimentos en vidrio. “El vidrio ha demostrado que no cede ninguna sustancia química y por tanto garantiza que tanto los alimentos como la salud no se van a ver alterados.” “El vidrio es el único material de envasado que es 100% inerte y 100% reciclable. A diferencia de otros envases que pueden ceder sustancias químicas a su contenido, sustancias que son perjudiciales para tu salud y que alteran su sabor; el vidrio conserva y protege tus alimentos sin añadir nada. Y no sólo eso, el vidrio se crea a partir de materia prima natural y es reciclable infinitas veces sin pérdida de calidad ni cantidad, un verdadero reciclado integral.” Información sacada de friend of glass. Friend os glass es un movimiento de personas que creen que el vidrio es salud para toda la familia, y por ello, promueven su uso.

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En la charla, además de hablarnos de nutrición, los niños tuvieron oportunidad de hacer cookies de chocolate, sólo la masa, que luego nos trajimos a casa en frascos de vidrio y el domingo amasamos y horneamos.

Cookies (6)

Las madres también tuvimos oportunidad de demostrar nuestras dotes culinarias, preparando una ensalada en un frasco de cristal. ¿Lo habías hecho alguna vez? Llevarse una ensalada en un envase de plástico, a mí me suponía tener que llevar el aliño a parte y luego traerme a casa el envase aceitoso y arañado del tenedor. Pero hacer la ensalada en vidrio es fácil y sobre todo, más sano. Es importante poner en el fondo el aliño, de ese modo no se mezclará con el resto de los ingredientes hasta que vayamos a comerla. Después, ir añadiendo los ingredientes de la ensalada, siempre empezando por las cosas más duras: pollo, manzana, aceitunas, pepino…luego proteínas y pasta y terminar por la lechuga. Además de sano, queda bonito.Cookies (5)

 

Bueno, y ahora sí, os dejo la receta para que os animéis a hacerlas un día, son facilísimas y están muy ricas.

Cookies (3)

INGREDIENTES

  • 300 gr de harina
  • 120 gr de mantequilla a temperatura ambiente
  • 1 cucharada de levadura
  • 100 gr de azúcar
  • 100 gr de azúcar moreno
  • 1 huevo
  • 150 gr de chips de chocolate

 

PREPARACIÓN

Precalentar el horno a 180º

Lavarse bien las manos y recogerse el pelo (esto no lo pone en la receta, lo he añadido yo, pero me parece muy importante).

Coger un bol grande y poner todos los ingredientes menos los chips de chocolate. Meter las manos en la masa y mover y mover hasta que todos los ingredientes estén bien mezclados y tengamos una masa. Sara disfrutó muchísimo manchándose las manos. Si el recipiente no es muy grande, también podemos trabajar la masa en una superficie lisa y limpia. Por último, con todo amasado, añadir los chips de chocolate y seguir mezclando con las manos hasta que se hayan incorporado a la masa.

Coger porciones de masa de más o menos el tamaño de una pelota pequeña. Hacer bolitas y aplastarlas un poco sobre la mesa. En una bandeja de horno con papel de hornear, colocar las bolitas, dejando una separación entre ellas, pues crecen en el horno.

Hornear unos 10-12 minutos, hasta que estén sólo un poco doradas. Las galletas se quedan un poco blandas, pero se endurecen al enfriarse. Mejor sacarlas antes de que estén doradas del todo, sino quedarán muy duras.

Dejar enfriar las galletas antes de guardarlas. Y una vez frías, se pueden guardar en frascos de vidrio bien tapadas, donde las podemos conservar durante una semana.

Cookies (4)

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