No hay mejor lugar que los brazos de mamá

Edición: Anoche con el sueño y la niña encima, se me pasó hablaros del Diccionario de la Maternidad de trimadre a los 30, esa pedazo de idea que ha tenido Vero, tan acertadamente, donde nos juntamos todas las semanas a definir nuestra maternidad mediante una palabra que nos marca, y que está teniendo una gran aceptación. Si no lo conocéis, si aún no habéis leído todas las entradas, ya estáis tardando, son increíbles.

Según la RAE, portear es llevar algo de una parte a otra, por un precio convenido.

La verdad es que esta acepción, no me gusta nada. Pero es como en España se ha venido llamando al hecho de llevar a los bebés en brazos, utilizando telas, o cualquier otro medio para tener las manos más o menos libres. La palabra anglosajona para referirse a esto, me gusta muchísimo más: babywearing, palabra que aquí no tiene traducción literal, pero que significa algo así como “vestir a tu bebé”. No en el sentido de ponerle ropa al niño, no, sino, en el sentido de vestirte con tu bebé, llevar a tu bebé “puesto”.

Ahora, vamos con mi experiencia en el porteo y la maternidad.

Hace 11 años, mis compañeras de trabajo, me regalaron una mochila, de esas que llamamos colgonas. Me hizo muchísima ilusión, porque me apetecía mucho llevar a mi niño ahí. Pero tengo que confesar que la usé poquísimo, en alguna ocasión para ir en el metro, porque la mochila se me clavaba, resultaba complicada de poner y el príncipe no iba muy a gusto. Así que quedó relegada a un armario.

Cuando me quedé embarazada de la princesa, algo en mí cambió, esta maternidad me dio la vuelta. Y durante todo el embarazo, me informé muchísimo, de todo, leí libros, me empapé en internet, comparé. Como siempre digo, no hay una forma mejor que otra de hacer las cosas, lo importante es el conocimiento y la información y elegir lo que a cada uno más le conviene. Y a mí, empezó a gustarme eso de los portabebés (entre otras cosas).

Así que, antes de que naciera la princesa y después de mucho informarme, pedí un portabebé ergonómico de regalo. Y así empezó nuestra historia.

Mi peque con unos días

Mi peque con unos días

Descubrí que cuando la ponía ahí, no lloraba, se dormía, le podía dar la teta sin dejar de hacer cosas, era más cómodo para salir a hacer la compra, no llenaba el maletero del coche…..en fin, un montón de cosas que me atraían. Al principio, en mi círculo más cercano, sólo recibía críticas, que si va “espatarrada” (posición ergonómica y fisiológica, la más natural para el cuerpo de los bebés, toda la info está aquí), que si pesa, que si estará incómoda, que si mira como la llevas, que si bla, bla, bla. Pero en poco tiempo, eso cesó, al ver lo feliz que iba ella.

Y lo tremendamente feliz que iba yo. Porque podía darle cientos de besos, en cualquier momento, doblar ligeramente el cuello hacia abajo, y ahí estaba su cabecita, lista para ser besada. Sólo encontraba beneficios (también, si a alguien le interesa, están todos aquí). Pero veía mucha desinformación a mí alrededor.

Y así fue como decidí que necesitaba trasmitir todo esto, la belleza de sentir el olor de tu bebé directamente bajo tu nariz, la calidez de su cuerpo, pegado al mío, la ventaja de que nunca hubiera tenido cólicos, el ver como estaba relajada y se dormía segura de estar a mi lado. Su cara cuando salíamos a la calle y veía todo el mundo desde la misma altura que yo. Necesitaba que muchos padres conocieran todas estas ventajas y todas estas sensaciones.

Y me puse a estudiar. A asistir a cursos. A practicar. Me hice instructora de porteo. Dejé mi trabajo (en estos tiempos que corren, vaya locura, podrías pensar) y monté una tienda de portabebés. Ahora, doy talleres y cursos de porteo, y, poquito a poco, cada vez más gente empieza a conocer este mundo. Y no solo por la teoría que yo les cuento. Porque tienen la posibilidad de probar y practicar. Y es increíble ver como un bebé que llora, en una clase práctica, deja de llorar al ser colocado en un fular, cerca de su mami. Y esa madre se va tan feliz de haber conocido el porteo. Obviamente, también hay gente, que por más que lo vea y que lo pruebe, sigue pensando que un niño tiene que estar tumbado en su silla de paseo. Y yo no soy quien para llevarles la contraria. Yo les doy mis argumentos, y en base al conocimiento, cada uno elige lo que cree mejor para sus hijos, que no tiene por qué coincidir con lo que yo creo. Ante todo, respeto.

Mi pequeña va a cumplir 15 meses. Es una niña feliz y segura de sí misma. Le encanta corretear (ains, las malas lenguas que decían que no iba a andar por ir tanto en brazos…). Juega, se divierte, le gusta ir andando. Pero siempre, termina en brazos de mamá. En el portabebé se acurruca y se relaja para dormir sus siestas o por la noche. En brazos hacemos la compra o vamos de paseo. Cuando quiere bajar, me lo hace saber y la bajo. Y cuando quiere subir, lo mismo. Gracias al porteo, se siente segura. Ahora están haciendo un bloque de pisos justo pegado al nuestro. Las grúas le dan miedo, son grandes y hacen mucho ruido. Cuando tenemos que pasar por delante para ir a algún sitio, siempre quiere ir en brazos, pega su cabecita a mi cuerpo, mientras yo la beso y le susurro palabras dulces, y así, llegamos al otro lado de la obra sin ningún sobresalto.

Un último apunte. Con el mayor, no hubo porteo, hubo carro, aunque hubo muchos brazos y abrazos, y otras diferencias con la pequeña. ¿Los hace esos diferentes? Por supuesto, pero no sé si la forma de crianza tiene o no algo que ver. Al príncipe, siempre le he llenado de besos, de cariño, le he respetado, le he dicho lo mucho que le quiero y le he llevado muchísimo en brazos, partiéndome la espalda en el intento en muchas ocasiones. Y con 11 años, puedo decir que es un hombrecito maravillo, seguro y confiado, con sus cosas buenas y sus ratos no tan buenos (que también los hay….). Con el tiempo, no sé si habrá alguna diferencia en el hecho de haber llevado a la princesa todo el día pegada y al príncipe no tanto, ahora, sólo disfruto de cada momento que me da el porteo.

El porteo me ha cambiado la vida. ¡Y tanto!

De noche, encima de mamá

De noche, encima de mamá

El otro día, en el Gran Diccionario de la Maternidad, de Trimadre a los 30 escribí sobre los besos, puedes leerlo aquí. Sobre los besos que me encanta darles a mis hijos y que me encanta que me den ellos a mi.

Pero hoy, quiero hablar sobre los otros, sobre los besos por compromiso y por obligación. Porque esos me gustan menos.

Parece que cada vez que nos encontramos con algún conocido, amigo o familiar, tenemos que plantarle dos besos, como mandan las normas. Pero, ¿Qué normas? Ya os conté que yo no soy muy besucona. Y no me gusta tener que darle dos besos a mucha gente, sobre todo, si encima les veo todos los días.

Me gusta besar a mis amigos cuando los veo. Se nota cuando lo hago porque quiero, porque a veces, los besos van acompañados de abrazos. Pero hay besos, de esos que das sin besar, plas, plas, que no me gustan.

Y ¿cuándo empieza la obligación? Porque yo, desde luego, no pienso obligar a mi hija a que bese a nadie. Me niego. Es que me parece tan absurdo…….

Ya he escuchado algún comentario del tipo “no me das un beso, que mala eres” y me enciendo y me pongo de los nervios. Primero, porque ahora ella está empezando a dar besos. Y, evidentemente, se los da a quien le da la gana, porque para ella, los besos son espontáneos, no obligados. Y segundo, ¿Por qué un bebé o niño tiene que ser catalogado de malo, por no querer dar un beso? ¿Qué es un niño malo? ¿Un niño que no da besos, que no come bien, que no duerme del tirón? Noooooooo. Esta no es la definición de niño malo, es sólo la definición de niño, de una personita que se está forjando su carácter, su forma de ser, una personita que está aprendiendo a comer, a dormir y a dar besos. Niños malos, malos como tal, en el estricto sentido de la palabra, niños que hacen las cosas con maldad, debe de haber muuuuy pocos, son escasos, por suerte, porque todos los niños son buenos por naturaleza. Así que, si mi hija no quiere dar un beso NO ES MALA .

Y el otro comentario que no soporto “No me das un beso, pues ya no te quiero”, ufffffffff, mira que depende de con qué personas, me tengo que morder la lengua para no saltarles: “pues por eso mismo no te da un beso, porque tanto decir que no la quieres, ella no te quiere a ti”. Ainsss, pero como un adulto, que se supone que es más inteligente que un niño, ¿puede entrar en esos juegos, puede decir esas cosas? ¿A quien le gusta recibir algo (un beso) a cambio de presión (ya no te quiero)? Los niños crecen, y al final, si oyen esas cosas muchas veces, van a ser ellos los que no quieran nada con esa persona.

O el típico, “si no me das un beso, no te doy un caramelo”. Pues sabes que, métete el caramelo donde te quepa  en la boca.

Yo tengo una sobrina muy seria, es muy tímida, y en cuanto ve a alguien que no sean sus padres, suele retraerse y a veces, hasta esconderse detrás de mi hermana. Cada vez que la veo y hay más gente, siempre tengo que estar escuchando comentarios, hasta de sus propios padres, “esta niña, que mala, no habla, no da besos, da un beso ahora mismo, te voy a castigar…” y, evidentemente, ella se retrae aún más.  Cuando yo la veo, la dejo a su aire, nunca la presiono, muchas veces, me acerco a ella, jugando, le hago cosquillas, la cojo en brazos, la achucho y un momento después, ya se ha relajado y está tan tranquila. Otras veces, eso tampoco le apetece, pues nada, la dejo a su aire y cuando a ella le apetezca, ya vendrá. La diferencia entre tratar así a un niño y la otra manera, es increíble, ¿verdad?

Pues, por favor, mi hija da besos (y abrazos) a quien le da la gana. Si no da un beso, si no quiere recibirlo a la fuerza, no la obligues, no la llames mala, no la chantajees, ni física ni emocionalmente, porque ya me estoy cansando de tanta tontería, y un día de estos, voy a soltar alguna burrada, me da igual quien sea. Ante todo, RESPETO.

Llego al banco a pagar el numerito del coche y la contribución, lo ideal para un lunes, ¡¡¡estaba súper contenta!!! Jajaja

El señor cajero, tiene cara de pocos amigos, el lunes no le ha hecho gracia. Y eso que es él el que recibe los billetes. Me dice:

-Présteme 100 euros (cantidad ficticia, ya me gustaría a mí)

-Vale, se los presto, pero luego me los devuelve.

-¿Como? – el señor no ha pillado la broma. Vamos a empezar otra vez.

-Usted me ha dicho que le preste 100 euros para pagar, pues yo se los presto, pero luego me los devuelve otra vez.

Y, milagrosamente, una tímida sonrisilla empieza a aparecer en su cara. Yo sonrío más ampliamente, a pesar de saber que el dinero no me lo va a devolver, y acabamos riendo los dos.

¡Pon una sonrisa en tu lunes! Es fácil.

¡Feliz semana!

Hace unos días, me llegó mi primera caja Nonabox. Nonabox es una caja con productos para la embarazada y el bebé, hasta los 2 años de edad. Son productos de calidad, adaptados a las características de cada suscriptor. La caja trae entre 6 y 9 productos cada mes, productos que superan el valor de la suscripción. Y colaboran con un montón de marcas. Si queréis saber más de las marcas que podéis encontrar, os dejo el enlace de la página web de Nonabox aquí.

Y ahora, os paso a hablar de mi caja del mes de Mayo

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Lo primero que me sorprendió fue la bonita presentación de la caja. Y es que no hay nada mejor que las cosas que nos entran por los ojos (por eso, yo intento personalizar mis envíos de portabebés, poniéndoles el máximo cariño). Hasta a la pequeña le encantó ponerse a sacar cosas, como si de un tesoro se tratara.nonabox

Y todo esto es lo que había dentro:

1- Protegeslips 100% algodón, Febus postpart- 24 protegeslips, indicados (según pone) para los últimos días de embarazo. Aunque confieso que yo los uso todos los meses, con la menstruación, complementando a los tampones y para los últimos días. Son muy suaves, así que están genial.IMG_6112
2- Anti mosquitos, Chicco- Una barra calmante, para atenuar las molestias de las picaduras de insectos. Compatible con la delicada piel de los bebés. Pues genial, que empezamos la época de bichitos. Al bolso directo.nonabox
3- Horquilla para el pelo, Cuini- Una graciosa horquilla, con un lacito azul, para sujetar los pelillos de la princesa, que empiezan a crecer indomables…nonabox
4- Babero, Babidú- Precioso babero blanco, de algodón, muy suave. Este se nos ha quedado un poco pequeño, pero tenemos a quien regalárselo, para que lo aproveche.IMG_6117
5- CD música, Baby Einstein- Música clásica de Beethoven, Mozart y Bach, con canciones para ir a dormir. A mi pequeña le encanta Twinkle, Twinkle ¡y es la primera del repertorio!nonabox
6- Gel higiénico sin agua, Moltex- Un gel para llevar en el bolso, para esas ocasiones en las que no tenemos agua para lavarnos las manos. Otra cosa que ya ha ido a parar directa a mi bolso.nonabox
7- Aceite de baño y ducha, Bio care – Un aceite para el baño de los más pequeños, ideal para las pieles sensibles y atópicas. ¡Y en tamaño grande! 400 ml que dan mucho de sí con el baño de la princesa.nonabox

Pues vamos con otra receta de fin de semana. Como sabéis, muchos fines de semana, intento sacar tiempo para hacer una receta de algo chulo, y que me ayude mi príncipe, así empieza a implicarse en la cocina. La verdad es que es un pedazo de ayudante y lo pasamos genial en estos momentos juntos.

Además, aprovecho y me dejo llevar por Mà a mà, pell a pell, cor amb cor y su chula iniciativa, El ingrediente secreto de Ira, así vamos improvisando, y no hago bizcochos todos los días……

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Esta semana, el reto era más complicadillo, o eso pensé al principio. Se trata de un postre presentado en vaso. Y, enseguida, me vino a la mente una tarta de tres chocolates, que hacíamos en un molde desmontable, para que se vieran las capas. Esta misma tarta, la hemos montado sobre vasos, para seguir las instrucciones y el resultado ha sido, visualmente perfecto, y gastronómicamente delicioso.

Dos apuntes más antes de empezar:

  • A mí me enseñaron esta tarta/postre con azúcar. Pero, debido a que lleva mucho chocolate y nata, con el tiempo, decidí no añadirle nada de azúcar, que ya es bastante dulce por si sola.
  • Yo la hago con la Thermomix, pero se puede adaptar perfectamente a hacerla sin ella. (Lo iré poniendo al lado, entre paréntesis)

Pues sin más, os dejo con la receta

– 150 g de chocolate negro
– 150 g de chocolate con leche
– 150 g de chocolate blanco
– 750 ml de nata para montar
– 750 ml de leche
– 3 sobres de cuajada
– 200 gr galletas
– 90 g de mantequilla

Con estas cantidades, nos salen unos 9 vasos de postre de tamaño grande.

1. Triturar las galletas y mezclarlas con la mantequilla, 10 segundos velocidad 5,  hasta formar una pasta. Repartir la pasta por el fondo de los vasos, aplastándola con los dedos. (triturar las galletas con las manos y mezclarla con mantequilla a temperatura ambiente, en un bol).

vaso 3 chocolates1

2. Mezclar la nata con la leche y reservar.

3. Poner el chocolate blanco en la thermomix y triturar 4 segundos velocidad turbo. Bajar los restos que hayan quedado pegados en las paredes del vaso, añadir un sobre de cuajada y 500 ml de la mezcla de nata y leche. Programar 7 minutos, 90º, velocidad 4. (Poner el chocolate y la mezcla de nata y leche en un cazo a fuego medio, ir removiendo hasta que empiece a hervir. Cuando hierva, añadir el sobre de cuajada y mover hasta que vuelva a hervir de nuevo).

4. Repartir la mezcla en los vasos, encima de la masa de galletas. Meter a la nevera y dejar reposar 15 minutos, para que se endurezca un poco.

vaso 3 chocolates2

5. Poner el chocolate con leche en la thermomix y triturar 4 segundos velocidad turbo. Bajar los restos que hayan quedado pegados en las paredes del vaso, añadir un sobre de cuajada y 500 ml de la mezcla de nata y leche. Programar 7 minutos, 90º, velocidad 4. (Poner el chocolate y la mezcla de nata y leche en un cazo a fuego medio, ir removiendo hasta que empiece a hervir. Cuando hierva, añadir el sobre de cuajada y mover hasta que vuelva a hervir de nuevo).

6. Repartir la mezcla en los vasos, encima del chocolate blanco. Meter a la nevera y dejar reposar 15 minutos, para que se endurezca un poco.

vaso 3 chocolates
7. Poner el chocolate negro en la thermomix y triturar 4 segundos velocidad turbo. Bajar los restos que hayan quedado pegados en las paredes del vaso, añadir un sobre de cuajada y 500 ml de la mezcla de nata y leche. Programar 7 minutos, 90º, velocidad 4. (Poner el chocolate y la mezcla de nata y leche en un cazo a fuego medio, ir removiendo hasta que empiece a hervir. Cuando hierva, añadir el sobre de cuajada y mover hasta que vuelva a hervir de nuevo).

8. Repartir la mezcla en los vasos, encima del chocolate con leche. Meter a la nevera y dejar enfriar los vasos durante dos horas.

9. Adornar al gusto y disfrutar.

postre de tres chocolates

¿Qué os ha parecido? Espero que os guste.

Taller de porteo

Vaya, un poco justos de tiempo, pero pongo aquí la información sobre el próximo taller, por si a alguien le interesa.

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 ojo

En el cole de María, están estudiando las partes de cuerpo, y hoy es el turno del ojo.

Qué casualidad, precisamente esta tarde, tienen que ir a una revisión al oftalmólogo, así que aprovechará para preguntarle más cosas.

Al salir de la consulta, y después de responder amablemente a unas cuantas preguntas, el médico le regaló a María un imán con forma de ojo.

Al llegar a casa María muy entusiasmada puso el imán en la nevera.

-No, en la nevera no lo pegues, que ya hay muchas cosas –le dijo mamá

María se fue a pegar el imán a su armario, pero ¡vaya!, allí no pegaba. Entonces, tuvo una brillante idea.

-La miel es pegajosa, siempre se me quedan los dedos pegados, ¿se pegará el imán?

Y lo probó. Pringó bien de miel el imán y lo estampó en el armario.

¡Cómo se puso aquello!

 -¡¡María!! ¿¿¿Qué has hechoooo???

-¡Upsss!

Esta semana ha sido muy especial para mí, muy mágica, y os cuento por qué.

El día 21, a través de Twitter, me llega un mensaje de La morada de Nieves, porque me ha concedido un premio en su blog. Yo, emocionada que estoy, me voy corriendo a verlo/leerlo/comentar. Momentos después, me llega otro Twitt, de Trimadre a los 30, en el que me dice que tengo un premio!! Pufff, ¡¡que ilusión!! ¿De verdad es a mí? Voy corriendo para allá, a agradecérselo. Pero es que no me ha dado tiempo a terminar, cuando, twitt, twitt, Cuestión de madres, ¡me entrega mi 3º premio del día! Vamos, como para creérselo, ¡¡esto no es posible!! Pues sí, otro premio, estoy que no me tengo en pie de la emoción. Y…. no acaba ahí la cosa, un rato después, un nuevo mensaje me anuncia que La alcoba de Blanca me acaba de entregar mi 4º premio del día. Ahora, sí que se me ha desencajado la mandíbula. ¿Es esto normal? ¿De verdad me está pasando a mí? De pronto, empiezo a creer en #puramagia y mira que yo no soy de creer en estas cosas, pero algo tiene que haber aquí, alguna conspiración del cosmos, para que estas 4 pedazo de madres, cada una por separado, cada una sin contar con las otras, hayan pensado el mismo día y casi a la vez, en mí, para entregarme un premio.

En un alarde de sensiblería, y pensando que esto tiene que tener algo bueno escondido detrás, me voy a echar la primitiva (jajaja, que tampoco juego nunca), con los números que me han dicho mis bloggeras favoritas (que dicho sea de paso, también coinciden hasta en la elección de los números, aquí hay algo…) nunca se sabe si la suerte seguirá de mi lado. Decir que no me ha tocado nada (normal), pero me ha hecho mucha gracia la situación (aunque en el fondo, ya me estaba yo montando una película, en la que me tocaban los millones y nos íbamos las 5 de vacaciones con los churumbeles a algún paraíso tropical…….).

Pero la cosa, no ha terminado aquí. Nooo. Porque dos días después, en un concurso chulo, chulo que hizo Nieves puedes verlo todo aquí, y en el cual se decidía el ganador por el número premiado del sorteo de la ONCE, ¡¡¡ voy y gano!!! (Uf, tenía que haber comprado un décimo de estos en vez de echar la primitiva…..en fin). Entre 34 participantes, he ganado yo. Vamos, que esta semana ha sido la más extraña, en términos puramentemágicos hablando, que he tenido nunca.

Hay veces, en las que, inexplicablemente, te encuentras en este mundo 2.0 con gente con la que conectas enseguida, con gente a la que no conoces pero con la que te unen más cosas de las que imaginabas. Gente que parece que conoces desde hace tiempo, con la que te ríes, con la que compartes sueños e inquietudes, gente que te anima a seguir. Y ellas, son esa gente. Con ellas me levanto y me acuesto casi todas las noches, con ellas he empezado a “engancharme” a esto de Twitter. Y a ellas las leo todos los días, porque tienen unos blogs que me encantan (aunque no siempre tenga tiempo de dejar mis comentarios). Si no las conoces, cosa que me extraña, ya te estás pasando por sus blogs, porque vas a encontrar cosas chulísimas, a mí me han enganchado, de más de una manera.

Y después de todo el rollazo que he soltado aquí, me toca hablar de los premios que me han entregado las 4. Perdonad que no haga un post de cada uno, pero ya iba a ser demasiado cansino……jejeje, así que, aquí los recibo y los reparto todos. Algunos llevan aparejados preguntas y otros no, sólo el placer de recibirlos.

PREMIOS

Premio Lovely Blog Award

lovely blog

Para recogerlo, tenemos también que contestar estas preguntas:

¿Qué te impulsó a crear tu blog? Las ganas de escribir sobre lo que pienso, de transmitir mis valores, mis ideas, siempre respetando a todo el mundo, pero pensando en la gente que esté acorde con mis ideas, por si les sirve mi experiencia… Y una mami de Marzo, Sayda, que me dio la idea.

¿En qué te inspiras para tus posts? En mis hijos, en la pequeña, principalmente.

¿Cuánto tiempo tardas en hacer un post de tu blog? Pues depende del día y del post, algunos los escribo desde el móvil, en 15 minutos y otros con fotos y composiciones y agradecimientos, como este, tardo horas, porque entre medias, tengo que hacer pausas para atender a mis tesoros.

¿Qué te aporta tu blog? Satisfacción de ver que no se me da mal escribir, aunque haya gente que me de mil vueltas, pero teniendo en cuenta que nunca me he puesto a escribir nada en serio….

¿Qué te gusta y no te gusta de tu blog? Sólo hay algo que me gusta menos, y es la estética, pero es que no tengo tiempo de ponerme a cambiarla (ni dinero, seamos sinceros).

¿Por qué crees que hay tantos blogs de padres como los nuestros? Porque todos buscamos un sitio donde compartir nuestras experiencias,  y ver que hay gente que tiene ideas similares a las nuestras.

¿Qué crees que debería cambiar en la educación de los niños?  Debería haber más respeto, desde todos los sitios, desde casa y desde los colegios, transmitir este valorar desde la infancia, me parece uno de los más importantes.

¿Cuál es tu libro favorito? Creo que ya lo dije en otra ronda de preguntas, me llegó mucho “El alquimista”, de Paulo Coelho.

Y ¿tu película favorita? ¿Si digo Titanic, suena muy manido y sensiblero?

Dime un lugar donde nunca has estado y te gustaría ir. Pues hay muchísimos sitios, ahora mismo, y pensando en los peques, me encantaría ir a Disney World, a ver sus caras de sorpresas y a disfrutar con ellos. Aunque a Disneyland Paris también estaría genial, es un viaje que tengo pendiente con mi amiga Mireia y nuestras enanas (y enanos).

¿A qué te gustaba jugar más cuando eras niñ@?  Con las barriguitas, las metía en la bañera y me pasaba un montón de rato, hasta que el agua estaba helado y los dedos arrugados como pasas.

Premio Dardos premio DARDOS

Este no lleva preguntas, pero hay que entregarlo a 10 blogs que transmitan valores éticos, culturales y personales.

PremioVeryInspiring Blogger

 VERY INSPIRER BLOGGER

Premio Seven things about meseven-things

Aquí tengo que contar 7 cosillas de mi misma, así que allá vamos:

1-   Me muerdo las uñas, no lo puedo evitar. Llevo haciéndolo toda la vida, y mira que he intentado dejarlo, pero en cuanto estoy un poquito nerviosa, me descubro con los dedos en la boca, me relaja mogollón.

2-   No es por ser modesta, pero soy como el vino, he ido mejorando con los años. Veo fotos de cuando era más joven y ahora me veo mejor aspecto, más madura, más centrada.

3-   Me encanta comer, me encanta la pasta, debería haber nacido en Italia, ummmm.

4-   Tengo pocos amigos, pero buenos, amigas que están conmigo desde el colegio, desde el instituto, de la adolescencia, del trabajo, y ahora también, desde el embarazo de la princesa…..Amigos de esos que están ahí, para lo bueno y para lo malo, a pesar de que en muchas ocasiones, no podamos vernos tanto como nos gustaría.

5-   Tengo dos tatuajes, uno en la barriga (en un michelín, para ser más exactos) y otro en un cachete del culo, escondidos. Y he pensado ponerme el nombre de mis hijos en algún sitio, pero aún no me he decidido.

6-   Cuando era pequeña, iba con mis padres de vacaciones a Lepe. Recuerdo que fue la época en la que empezaron a hacer chistes de allí y yo no lo entendía, porque nunca vi nada de lo que decían en los chistes. Durante muchos años, alquilamos una casa allí y pasamos un mes fantástico de risas y playa. Y de aquella época, conservo unas bonitas amistades.

7-   Soy un poco desastre como “ama de casa”, soy bastante desorganizada, empiezo a hacer una cosa y la dejo para hacer otra….Eso sí, cocinar, se me da de miedo.

Premio los mejores seguidores

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Este premio ya lo tenía y ya contesté en su día a las preguntas, si queréis leerlas, podéis verlo aquí

Actualización de última hora. Hace tres horas, exactamente, Much more than I am (mucho más que yo), me ha hecho entrega de este mismo premio de nuevo. Si es que soy una ávida lectora de blogs (como voy a tener ordenada la casa….)

Y llega la hora de repartir los premios. Y esto es más difícil de lo que parece, primero, porque son un montón y segundo, porque casi todos los blogs que sigo ya los tienen. Así que, voy a hacer un batiburrillo, y los voy a repartir todos a la vez, a todo el mundo. Si ya los tienes todos, pues sólo me lo agradeces y fin. Y si hay alguno que no tienes, pues lo coges y te lo pones en la vitrina esa tan chula que tienes preparada para los premios (tu, si tú, y no pongas esa cara, que sé que tienes un rinconcito especial).

Aquí van:

Primero, a las que ya me los han dado a mi, ¡toma ya, por si os falta alguno!

La morada de Nieves

Trimadre a los 30

La alcoba de Blanca

Cuestión de madres

Much more than I am

Y ahora, a otros blogs que me gusta leer:

A mi querida Una Mamá muy feliz, que aunque no tiene blog propio, pero escribe tan bien, que la invito a pasarse por el mío todos los jueves. A ella le lanzo estos premios, para que nos conteste a todas las preguntas y podamos saber un poco más de ella.

Diario de algo especial

Mà a mà, pell a pell, cor amb cor

Mamá dora cacharreadora

Bea mamá de dos

Mamá y maestra

El rincón de Mixka

Sra. de Díaz

Planeando ser padres

Pues repartidos quedan.

Del 20 al 27 de Mayo de 2013, se celebra la Semana Mundial del Parto Respetado, con el lema “Please Do Not Disturb… Birth in Progress” (No molesten, bebé naciendo).

parto respetado

Desde aquí, quiero aportar mi granito de arena a esta iniciativa, que pretende humanizar los partos, dejar que las mujeres sean las que tomen sus tiempos, si intervenciones innecesarias, sin separar al bebé de la madre.

No voy a entrar en las cesáreas, en las que se realizan, de verdad, por motivos justificados, como un desprendimiento de placenta, o en las que se realizan innecesariamente, como ocurre aún en tantos países y en tantos hospitales. Tampoco, en las cesáreas programadas por conveniencia de la madre, pues aquí, cada una toma su propia decisión, y no soy yo quien para juzgar a nadie. Yo tengo mis propias opiniones, pero, sobre todo, RESPETO las opiniones de todo el mundo.

Quiero hablar de los partos vaginales, supuestamente, sin complicaciones. Y de las diferencias de los dos partos que he tenido.

Hace 11 años, nació mi primer hijo. Me fui al hospital después de varias horas de contracciones en casa, cuando ya las tenía muy seguidas. Iba muy tranquila, siempre he pensado que si la humanidad tiene tantos miles de años, es porque las mujeres podemos parir y que no era para tanto. Cuando llegué, me confirmaron que estaba de parto, 3 cm dilatada, pero que al ser primeriza, iba para largo.

Me pasaron a la sala de dilatación. Sin preguntar, sin pedir opinión, me rasuraron y al terminar, me pusieron un enema. Me pareció un momento bochornoso, porque compartía la sala con otra parturienta y su pareja, y yo, tuve que salir corriendo al baño, con el culo al aire. Me cogieron una vía bien gorda (soy enfermera, sé de qué hablo…) y al momento, empezaron a pasarme la oxitocina. Mientras esta hacía su labor, decidieron romperme la bolsa y monitorizar al pequeño en su cabeza (luego tenía una pequeña heridita). Todo esto, sin explicaciones, simplemente, era así y punto. Me sentí un poco perdida. Y asustada. Porque cuando todo eso empezó a hacer efecto, las contracciones eran tan brutales, que me partía del dolor, me mareaba y todo. Vino el anestesista a ponerme la epidural, menos mal, porque eso era insoportable. Y ahí, cesaron los dolores fuertes. Momentos después, sentí una presión, sólo una sensación, porque mi cuerpo estaba adormilado. Llamé y al explorarme, me dijeron que estaba en completa y que había llegado el momento. ¿Ya? ¡Si solo llevaba allí 2 horas! ¿No iba para largo?

Pasamos al paritorio, entre varias personas, me pasaron al potro. Esa sensación de no poder ni moverme, ni colaborar, no me gustó nada. El expulsivo, fue completamente guiado, porque no sentía las contracciones, me tenían que decir cuando tenía que empujar. De pronto, una matrona me dijo que me iba a ayudar un poco, y se subió encima de mi abdomen, para empujar al bebé hacia abajo. ¡Qué dolor! Una episiotomía enorme, que me llegaba hasta casi el ano, y que fue lo peor durante 10 días después. Un rato después, nacía mi tesoro. Me lo dejaron encima mientras alumbraba la placenta y se lo llevaron para ponerle vacunas, pesarle, medirle……Al rato, ya estaba conmigo, en la teta. Tenerlo en brazos, fue lo más emocionante del mundo.

Y ahora, el otro parto, este hace apenas 14 meses, cuando nació mi segunda hija. Desde que me quedé embarazada, pensé que no quería que mi parto fuera como el del niño, quería algo más natural, más controlado por mí. Leí, me informé, pregunté y preparé un plan de parto, que metí en la bolsa, para entregar cuando llegara el momento.

Cuando empezaron las contracciones, me quedé en casa, tranquila, hasta que de pronto, se aceleraron y salimos corriendo para el hospital. Al llegar, tenía 4 cm de dilatación, y me pasaron a la sala, a una sala sola, donde podía estar tranquila. Nadie se ofreció a rasurarme, a pincharme oxitocina ni a romperme la bolsa, aunque yo ya iba preparada para decir que no. Me tumbaron un rato, para monitorear a la pequeña. Mi idea, era levantarme un rato después y pasear, pero no hubo tiempo. Las contracciones empezaron a ser cada vez más seguidas, más intensas. Yo estaba sola en la sala y me puse un poco nerviosa, porque veía que el momento llegaba. De pronto, noté como se rompía la bolsa y una necesidad imperiosa de empujar. Llamé a la matrona como pude y me dijo que mi princesa estaba naciendo, allí mismo, en la cama. Fue alucinante, sin estar en una fría camilla, sin luces de quirófano ni médicos con mascarilla. Muy poca gente alrededor. La matrona, respetando mis tiempos y los de la niña, sólo me decía que me dejara llevar, que no empujara, que dejara que ella saliera sola. Y salió, perfecta, preciosa, sin intervenciones. La pusieron en mi pecho y la dejaron allí mientras alumbraba. No se la llevaron para pesarla ni medirla. Le pinzaron el cordón encima de mí. Allí mismo, le pusieron una dosis de vitamina K y le echaron gotitas en los ojos. Fue lo más bonito que he vivido nunca, fue un encuentro con mi yo interior, con mis antepasados, con todas las mujeres que han parido y que han dado vida.

Estos dos partos tan distintos, con el mismo final feliz, son mi modo de contribuir a la semana por un parto respetado.

Respetado, a mi entender, es también respetar a todas las madres, decidan lo que decidan.

Edición: Tania, de soy la mamá de Nico, ha abierto la posibilidad de enlazar los post de nuestros partos, tanto respetados como no, en esta semana por el Parto Respetado y en contra de la violencia obstétrica. Me parece muy buena idea, un punto de encuentro para tener todas nuestras vivencias juntas. Así que os animo a uniros a esta iniciativa.