No hay mejor lugar que los brazos de mamá

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Mi blog ya tiene 3 años

¡Cómo pasa el tiempo! Hace algo más de tres años que se me terminaba la baja maternal y andábamos Jose y yo pensando qué hacer, pues no quería incorporarme a trabajar tan pronto. Entonces decidí hacerme asesora de portabebés, montar la tienda online y por supuesto, abrir el blog para compartir cosas sobre portabebés. Y así llegó diciembre del 2012 y empezó mi andadura en WordPress. Lo que empezó siendo un medio para hacer publicidad y dar a conocer los beneficios que tenía llevar a los bebés en brazos terminó siendo un espacio personal donde poder contar cosas de mi día a día, además de compartir mis nuevos conocimientos en temas de crianza, lactancia, porteo.

Hace unos días fue mi tercer cumpleblog. En estos tres años he aprendido mucho, he compartido mucho y sobre todo, he conocido a mucha gente, gente que de un modo u otro, me han aportado cosas buenas. He tenido la suerte de poder poner cara a varias personas, personas con las que he tenido una conexión especial gracias al mundo virtual. Y también he tenido la suerte de tener el apoyo de mucha gente, gente que me acompaña en silencio, que me lee cada vez que escribo, personas que están ahí y se emocionan con mis historias.

Escribir en el blog es algo que me encanta. Al principio era más como una obligación, tenía que publicar contenido con cierta asiduidad, para que Google me reconociera y tuviese una buena publicidad. Pero lo de controlar el posicionamiento en internet nunca ha sido algo que me interesase mucho y al final, dejé de escribir para obtener tráfico y visitas y empecé a escribir simplemente por el placer de hacerlo, por compartir con la gente que quería leerme. Ahora publico menos cosas a la semana, una o dos veces, pero siempre es porque me apetece.

El blog también me ha aportado distintas oportunidades. En este tiempo he aprendido que muchas marcas apuestan por los blogs personales para dar a conocer sus productos, ya que a través de nosotras obtienen opiniones reales de personas reales. Si algo he tenido claro desde el principio era que jamás me vendería por algo en lo que no creía. Así, algunas marcas han contactado conmigo y les he dicho que no, no sería muy honesto por mi parte pasarme el día hablando de los beneficios de la lactancia materna y hacer publicidad de una marca de leche de fórmula…

Ahora, voy a hablar un poco de cifras. A día de hoy, el blog tiene 7210 seguidores. En 2013 hubo 83.000 visitas; en 2014 hubo 257.000 y este año 2015 ha habido 599.000. Un día de este año, el blog recibió 49.000 visitas ¡en sólo 24 horas! Lo que la gente más leyó ese día fue esta carta de un bebé al que se está enseñando a dormir. En estos 3 años, he publicado 416 entradas, contando esta. Vaya, ¡qué montón de datos!thank-you

Y ya. No quiero aburrir a nadie con tantos datos. Sólo quiero dar la gracias, gracias a ti, que me lees desde el principio, gracias a ti que me conociste hace unos días, gracias a ti que me dejas muchos comentarios en el blog y gracias a ti, que compartes contenido que publico a menudo. Gracias a todas esas personas que han hecho posible que esto siga adelante. Simplemente, gracias por estar ahí. Espero que esta andadura continúe mucho tiempo más.

El bloqueo de la bloggera

Esta semana he estado un poco desaparecida del blog. Y en parte me he sentido un poco culpable por el abandono. Es cierto que cuando abrí el blog, lo hice principalmente para hablar de mis portabebés, contar beneficios, tipos, consejos… Y también vi que podía hablar sobre el otro tema que me apasiona, la lactancia. Nunca pensé  que fuera a leerme nadie, bueno, algunas personas sí, pero tampoco mucha gente.

Con el tiempo, empecé a conocer a gente fantástica, hice un grupo de amigas de una forma que no hubiera creído posible, y empecé a ver el blog como un medio de contar mis cosas, de sincerarme, de dejar salir lo que pasaba por mi mente, de compartir experiencias.  Y así, comencé a escribir con asiduidad, cosas que me salían del corazón, a hablar de crianza, de niños, de cosas que hacía con ellos, de la maternidad, en fin, de todo un poco.

Hubo ocasiones en las que he escribí prácticamente a diario, luego llegó el verano, la vuelta al trabajo y la cosa se complicó. Aun así, escribía dos o tres veces por semana… hasta esta semana, que he desaparecido totalmente. Y como os he comentado, me he sentido un poco culpable, porque sé que hay gente que me lee y espera mis post (aunque hay veces que escribo unas cosas, que ni yo misma me leería, jajaja)

Pero, en esta ocasión, no me ha quedado más remedio que desaparecer, y os cuento el porqué.

Primero, como ya os he comentado, se está fraguando un nuevo proyecto. No he querido dar muchos datos hasta ahora, hasta que esté todo organizado, pero creo que ya puedo contaros algunas pocas cosas. Vamos a abrir un espacio de crianza. Y digo vamos porque en este proyecto no me embarco yo sola, me acompañan Lorena y Carolina, de las que ya os daré más detalles cuando todo esté a punto. Es un sitio donde, además de tienda de portabebés y otras productos para bebés, muy de mi estilo, vamos a tener multitud de talleres, charlas, a contar con diferentes profesionales que nos van a enseñar cosas muy interesantes. Hablaremos de portabebés, de lactancia, de alimentación complementaria, habrá clases de yoga prenatal, pilates para embarazadas, cursos de primeros auxilios, masaje para bebés, actividades para niños…. Y sobre todo, será un lugar donde todas las familias serán bienvenidas, donde podremos interactuar con otros padres, intercambiar opiniones mientras tomamos un café… ¡Y hasta ahí puedo leer! Este proyecto, estos días, me está robando un montón de tiempo, como es lógico, acondicionar el local, preparar y pulir las ideas, hacer compras….y cuando llego a casa estoy bastante cansada como para ponerme a escribir.

Por otro lado, una noticia también me ha dejado un poco tocada. A un familiar le han detectado un problema de salud y eso me ha traído preocupaciones y recuerdos de otras personas que han pasado por lo mismo y que, desgraciadamente, ya no están con nosotros.

Pero, quizás, aún a riesgo de sonar extraño, lo que más me ha apartado estos días, es que me he visto saturada y desbordada. El último post que escribí, Las lágrimas de los niños ha tenido una repercusión que ni en mis mejores sueños. Es cierto que cuando alguien escribe en un blog, le encanta que la gente lo lea y haga comentarios. El día que escribí lo mal que me sentía cuando veía a un niño llorar y a unos padres regañarlo, jamás pensé que me leería tanta gente. Para que os hagáis una idea, por norma general, tengo unas 200 visitas a diario en el blog. Cuando algo se comparte mucho, he llegado a tener 800 visitas diarias. Pero el día de las lágrimas, y los días sucesivos, ¡¡¡me han visitado 8800 personas!!!!  Es el post más comentado desde que empecé mi andadura hace casi 1 año. estadistica blogAl principio, me sorprendió agradablemente, pero al poco, empezaron a llegar comentarios ofendidos y ofensivos. Es lógico que no a todo el mundo tiene que gustarle lo que escribo, faltaría más. Pero la gente debería aprender a tener respeto. Y empezaron a llegarme mensajes insultantes, que evidentemente, he borrado de los comentarios. He incluso alguna persona me llamó y mandó mensajes a mi teléfono, todo de modo anónimo, que esconderse en el anonimato parece que da rienda suelta a soltar estupideces por la boca. El móvil se quedaba sin batería rápidamente, puesto que todas las notificaciones del blog me llegan allí. Confieso que me agobié. Me pilló desprevenida y no me esperaba esa repercusión. Y desconecté. Hasta me asusté pensando que no podría volver a escribir nada más, porque ya no estaría a la altura.

Por suerte para mí, hay alguien que siempre está ahí, que tiene las palabras indicadas para cada ocasión, mi querida Nieves. Ella me enseñó que llegar a la gente es bueno, que mi blog es mi corazón y que la gente que lo aprecie es la que importa, el resto de la gente, esas personas indeseables, me tienen que dar igual. Es mi personalidad y si, gracias a esto, una sola persona, una sola, se siente ayudada, reconfortada o incluso, removida en su conciencia, yo tengo que estar orgullosa. Gracias a ella, me he sentido poderosa. Y feliz, feliz de saber que tantísima gente ha pensado en la importancia de no dejar llorar a los niños, de tratarlos con respeto y cariño, como se merecen. Los niños son el futuro y debemos cuidarlos cada día.

Así que ya estoy aquí otra vez. No os puedo prometer escribir cada día, aunque tengo tantas cosas que contar… Intentaré sacar tiempo para no dejaros abandonados tantos días. Seguiré hablando de las cosas que me importan, las que me preocupan, seguiré hablando con el corazón. Y os contaré más detalles del nuevo proyecto en cuanto todo esté a punto.

Gracias a todas las personas que estáis ahí y que hacéis esto posible.

Gracias mamás de Marzo

Hace mucho tiempo que quería hacer esto en público. Tengo muchas cosas que agradecer, a mucha gente. La lista sería muy larga.
Pero ahora, me gustaría agradecer a unas personas muy especiales, a unas mujeres que me han brindado mucho. A unas mujeres, con las que he compartido y sigo compartiendo, muchas cosas en común. Unas mujeres que empezaron este camino como yo, con el embarazo y ahora, somos madres, unas son madres primerizas, otras, como yo, ya repiten experiencia. Unas madres que ante todo, son madres, quieren lo mejor para sus hijos y para ello, no dudan en preguntar, en buscar, en investigar y tampoco dudan en aconsejar. A ellas, va dedicado mi agradecimiento. Sólo una cosa antes de empezar, quiero que me perdonéis si no os nombro a todas, una por una, porque somos muchas y entonces esto no terminaría nunca. Aunque no escriba vuestro nombre, todas sabéis que sois importantes para mí. Y así es la historia:
Hace unos años, nos embarcamos en la idea de tener un bebé. La cosa no resultó tan fácil como parecía, y después de bastante tiempo y unas cuantas peripecias, al fin, conseguí quedarme embarazada. Como todas, recibí la noticia con inmensa alegría. Y también con miedos, dudas, incertidumbres…. Aunque ya tenía un hijo, hacía 10 años de mi anterior embarazo, y para algunas cosas, me encontraba un poco “oxidada”. Estaba de baja médica por embarazo de riesgo, y las mañanas se me hacían largas, sola en casa. Así que, internet era mi salvación. Buscando, buscando, encontré un grupo que se llamaba “las mamás de marzo 2012”, y entré a ver de qué iba. Allí, algunas chicas se habían apuntado y contaban cosas del embarazo. Era Julio, estaba embarazada de pocas semanas, 5 o 6, y me pareció un modo de hablar con otras chicas en mi misma situación. Allí hablábamos de las náuseas, los mareos, los análisis de sangre, la primera ecografía. Chicas con nicks a las que no ponía cara, pero con las que compartía algunas sensaciones. Por desgracia, alguna se quedó por el camino. Y lo que empezó como un modo de pasar un ratillo cada mañana, se fue haciendo cada día más importante. Todos los días entraba al foro, a ver que contaban esas embarazadas a las que poco a poco iba conociendo. Mireia y yo buscábamos formas de conocer el sexo de nuestros bebés, a cual más rebuscada, y nos divertíamos comentando lo que nos salían las predicciones. Los embarazos seguían su curso y algunas veces, comentábamos alguna intimidad. Como el foro estaba abierto al público, nos podía leer cualquiera. Y se me ocurrió la idea de hacer un grupo en Facebook, donde estuviéramos sólo nosotras y pudiéramos hablar de cualquier cosa.
Y así llegó diciembre. Creé el grupo, sin saber si esas embarazadas querrían seguir la charla por allí. Pero sí, empezaron a venir. Y fue una grata sorpresa. Porque de pronto, todos esos nicks del foro, empezaron a tener nombre y apellidos y empezaron a tener cara. ¡¡¡Y a tener barriga!!! Todo se hizo mucho más real. Subíamos fotos de la evolución de nuestras barriguillas, las ecografías de nuestros bebés, nos ayudábamos hasta a elegir nombres. Nunca pensé que conocer a gente por internet fuera “real”. Siempre había pensado que las amistades virtuales eran “de mentira”. Pero no, aquí había mamis reales, mamis con los mismos problemas, las mismas alegrías, los mismos miedos. Mamis increíbles. Mamis que compartían todo. Gracias a ellas, me hice un plan de parto. Gracias a ellas, metí en la bolsa del hospital alguna cosa que había olvidado. Gracias a ellas, compré o dejé de comprar cosas para mi princesa. Gracias a ellas, me sentía tan guapa con mi enorme barrigota.
Y un día, empezamos a conocernos en persona. No todas, claro, ojalá pudiéramos hacerlo algún día. Porque aquí hay mamis de todas partes de España. Pero también de fuera. Hay mamis de Chile, Puerto Rico, México, Andorra y Dinamarca. Quedamos unas cuantas en un centro comercial, con nuestras enormes barrigas, y la gente nos miraba (¿os acordáis, Elvira, Paulette, Marina, Stephy?), como si el embarazo fuera contagioso, jajaja.
Y empezaron los nacimientos. Jolín, se me ponen los pelos de punta al recordarlo. Esos bebés, con los que llevaba compartiendo casi todo el embarazo, empezaban a nacer y todas lo vivíamos como si fuera algo nuestro, porque sí, para mí, todos los bebés son algo mío. Son mis sobrinos. Antes eran mis ciber-sobrinos, pero ya no, ya nada de ciber, ya son sobrinos en toda regla.
Todas nos emocionamos cuando nació Jimena, la primera, antes de tiempo. Cuando Paula se fue al hospital porque tenía unas molestias ¡y estaba de 8 cm!. Cuando el marido de Paulette se olvidaba de relatarnos como iba la cesárea. Cuando Almu nos contó su parto de los mellizos. Cuando nació mi princesa y en cuanto le hice una foto enganchada a la teta, la subí al grupo. Cuando Silvia nos presentó a su pequeño Buda. Todas sufrimos 6 días con la estancia en el hospital de Vanessa. Rocío y Susana coincidieron en el hospital. Y Mayra y Roció se pusieron de parto a la vez, y se hicieron compañía mutuamente, a través del móvil y a kilómetros de distancia…. Los bebés de Vanessa, Cintia y Blanca, decidieron hacernos sufrir, y quisieron ser bebés de Abril.
Y ya hace 11 meses que nació la princesa. Y he tenido la inmensa suerte de conocer a muchas de estas mamis y a muchos de estos bebés preciosos. Susana, que de cafelitos con magdalenas compartimos. Esther, esa merienda con la playa al fondo, que sirvió para embarcarnos en nuestro proyecto. Paula, que me has dado ánimos para hacer mi sueño realidad. Carolina, que haces que la vuelta a casa sea menos pesada, con una paradita por el camino. Y que cada día, me haces saltar las lágrimas de la risa. Esas reuniones que nos montamos, que hablamos de cualquier cosa, como si todas fuéramos amigas de siempre, y nuestros bebés empiezan a interactuar entre ellos, que ilusión me hacen… Iris, Rocío, Marina, Elvira, Susana, Mireia, Ángeles, Nure, Mayra…. Shay, que viniste de Puerto Rico y pudimos conocernos, a pesar del susto del camarero al ver tantos carros de bebés juntos. Y muchas otras grandes mujeres, a las que aún no he visto en persona, pero que me enseñan algo nuevo cada día; Jennifer, la madre más valiente de todas, Paloma, que nos enseñas que sola también se puede, Dani, que a pesar de las adversidades, siempre tienes una sonrisa en la cara y en tus palabras.
A todas, chicas, absolutamente a todas, os quiero dar las gracias. Soy consciente de que a muchas no os he nombrado, pero estáis ahí. Gracias por compartir tanto y tantos ratos, gracias por apoyarme tanto, gracias por tener siempre palabras amables, gracias por estar, a cualquier hora del día o de la noche, cualquier día del año, siempre hay alguna de vosotras dispuesta a escuchar.
Simplemente, GRACIAS. Os quiero. Y quiero a todos los bebés. Estoy orgullosa de ser mamá de Marzo.

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