No hay mejor lugar que los brazos de mamá

Pero bueno, estoy más ancha………….¡¡¡Otro premio, no me lo puedo creer!!!

Y el premio viene de  Diario de una esperanza, un blog que conocí hace poquito, pero que me ha gustado mucho. Y al que sigo y espero sus post con alegría. ¡Muchas gracias! Los 7 pecados capitales de la lectura

Este premio es “los 7 pecados capitales de la lectura”, así que allá voy con mis respuestas:

1. Avaricia: ¿cuál es tu libro más caro y el más barato?

En cuestión de dinero, más o menos, he pagado lo normal siempre por los libros, euros arriba o abajo, un poco caros me han parecido siempre, pero no recuerdo ninguno especialmente caro. Y ahora mismo, el más barato que me he comprado ha sido “Herramientas para emprender con éxito online” de Azucena Caballero, sólo 5 euros para el kindle, un chollazo desde que me he pasado al ebook.

2. Ira: ¿con qué autor tienes una relación amor-odio?

Pues últimamente con Paulo Coelho, porque le quiero con locura, me encanta la profundidad de lo que escribe, pero el último libro que me leí me dejó un poco indiferente.

3. Gula: ¿qué libro te devoras una vez tras otra?

No soy de leerme un libro más de una vez, pero sí hay uno que me he leído varias veces, “La Torre Oscura 1”, de Stephen King, lo leí cuando lo sacó, tiempo después, lo tuve que volver a leer para enterarme de la segunda parte, y luego hizo un parón muy largo, así que decidí esperar a que los escribiera todos, y, evidentemente, me tocó volver a leerme el primero de nuevo, creo que han sido 3 veces en total.

4. Pereza: ¿Qué libro no has leído por flojera?

“La metamorfosis” de Kafka. Lo empecé en varias ocasiones, pero no he podido seguir. Muy denso para mi mente.

5. Orgullo: ¿De qué libro hablas para sonar intelectual?

Yo, ¿intelectual? No hablo de ningún libro para parecerlo, la verdad es que soy más de bestseller, y no creo que con esos lo parezca.

6. Lujuria. ¿Qué encuentras atractivo en los personajes femeninos o masculinos?

Los detalles de su físico, acabo imaginándome como serían. En un personaje másculino, que sea romántico, a la vez que inteligente y divertido, me encanta.

7. Envidia: ¿Qué libro te gustaría recibir cómo regalo?

Ahora estoy poco puesta en libros, no me llega el tiempo para enterarme de las novedades y tengo varios pendientes para leer, pero bueno, me gustaría, “La ridícula idea de no volver a verte” de Rosa Montero.

Y ahora, le tengo que entregar el premio a  blogs, a ver que nos contáis sobre vuestras lecturas:

 

Mamá Dora cacharreadora

Planeando ser padres

Things of mother

Mamá y maestra

Como llegar a Sebastopol

Gracias a madresfera y a su salita de lectura (donde podéis pasar a votar mi reseña, aquí, si os gusta), he ganado la posibilidad de leerme un libro y dar mi opinión. Y hasta que el libro no llega a casa, no sabes de cual se trata. Por suerte, a mí me gusta mucho leer, el problema es la falta de tiempo, pero un hueco he encontrado.

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Lo primero que me llamó la atención fue la portada, ella, toda retorcida llevando a un bebé en brazos, ¡¡¡que estaba berreando!!! Primero, hablar de maternidad respetuosa, crianza natural y salir sonriendo con tu hija que llora, pues a mí, como que no me gusta mucho. Luego explica el porqué de la foto, pero aun así, sigue sin gustarme. Y segundo, usa una bandolera para llevar a la niña en brazos y no estarás tan retorcida, que en el libro hablas a favor de porteo…

Empiezo a leer y al principio, solo cuenta historias de su familia y otros famosetes, a mí, la farándula, como que no me va, así que enterarme de que fulanito era amigo de menganito….

Necesitas más de 50 páginas para empezar con el embarazo (una quinta parte, que ya es decir). Y en todo momento, sigue nombrando a cantidad de personas, me abruma tanta publicidad, perdona que te diga.

El libro está narrado en primera persona, un punto interesante. Pero a mi parecer, esta chica no tiene madera de escritora, cambia constantemente de época, lo mismo es adolescente, que habla de su último embarazo, luego de cuando conoció a su novio, me parece que no sigue ningún ritmo. Y no es que los libros necesiten ser constantes, pero que me parece que se lía mucho.

Cuando ya se centra en el embarazo, hay cosas positivas, como la lactancia, el querer partos naturales, el apego. Su punto de vista me parece muy natural, es por lo que yo misma abogo, por una crianza natural. Pero ella se pasa. No es que se pase de natural, es que su naturalidad se sale de la media española. Una madre media no puede permitirse los tratamientos que se costea, las dietas, esos masajes a 4 manos (no tengo tiempo ni dinero), hora y media de gimnasia después del parto (¿de dónde saca el tiempo, jolín, si yo a veces no tengo tiempo ni de ducharme, mucho menos irme a corretear por el retiro?).

Y parir en casa, alabo a la gente que puede permitírselo. A mí no me habría importado, vamos, que si me descuido un poco, tengo un parto casero, pero sin planear. Tiene razón en que las mujeres estamos preparadas para ello y es una pena que actualmente, las mujeres tengan tanto miedo al parto. Y siempre he dicho que la humanidad tiene millones de años, y si hemos llegado hasta donde estamos, ha sido gracias a las millones de mujeres que han parido, por lo que, que tan malo no puede ser. Es cierto, deberíamos ir más preparadas mentalmente. Pero hoy en día, parir en casa, no es una opción para el bolsillo de la mayoría de las embarazadas.

Hay otro tipo de educación, claro que sí, pero todas las propuestas que hace, no son aptas, de nuevo, para los bolsillos de las madres de a pie. Que suerte haber nacido con un pan debajo del brazo.

Resumiendo, que me enrollo. Como libro de cabecera para una madre embarazada, la verdad, no lo recomendaría, porque no se adapta al modelo “normal” de embarazo y parto.

Bimba con un portabebé nada ergonómico

Bimba con un portabebé nada ergonómico

 

 

¿Este se lo habrá diseñado su amigo Delfín?

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Pues me he apuntado a un concurso, mira que tengo moral, jajaja, porque hay ya gente que tiene más de 1000 votos, ¿dónde voy yo?… Pero bueno, como siempre me han dicho, lo importante es participar y divertirse, ¿a que sí?
El concurso es la 1ª Edición de “Mis Papis Son Bloggers”. Y lo lleva a cabo Mumsprivee, un club de ventas privadas para mamás, con descuentos de hasta un 70%.

En Mumsprivee están buscando el Mejor Blog de Papas y Mamás bloggers, blogs cuya temática, sea, evidentemente, maternidad, bebés, embarazo, educación, ocio con niños o crianza. Y como yo escribo un poco de esto, pues allá vamos.

Y ahora, desde aquí os pido que os paséis a dejarme un votito, a ver si conseguimos algo, ya digo, nada de ganar, pero la ilusión que me va a hacer a mi cada vez que vea un voto nuevo…. Y claro, también podéis visitar el resto de los blogs que participan, que seguro tienen muchas cosas interesantes que decir.

http://mumsprivee.com//concurso_bloguers

Muchas gracias a todos

Hoy tengo que confesar….que adoro a Will Smith. Soy su fan desde «Fresh Prince of Bel Air». ¡Que de risas con esa serie!

Cuando en 1997 estrenaron la película, mi hermana y yo fuimos corriendo a verla y nos partíamos de la risa. Y la canción, pues hasta nos aprendimos los pasos de baile que hacen al final de vídeo, y nos marcábamos una coreografía en todas las discos, que por aquel entonces, la ponían mucho y yo salía mucho también………

Así que, os dejo esta canción, que para mí, marcó una época.

Feliz viernes



Trona de viaje

Pues siguiendo la moda de esto del handmade, y viendo que hay muchas cosas que a nosotras mismas nos gustaría tener, nos estamos lanzando de lleno a fabricar este tipo de cositas, cosas sencillas para facilitarnos un poco la tarea con los niños. Y en este caso, hemos hecho una trona de tela.

¿Cuantas veces habéis salido a comer fuera de casa, y en el restaurante de turno no tienen tronas? Ale, a comer con el niño en brazos.

O tienen una trona, llena de mierda, no sé por qué no se molestan en limpiar las sillas de los niños, ¿es que ellos tienen que sentarse encima de la porquería? Ale, a comer con el niño en brazos.

O tienen la trona asesina, esa a la que le faltan cinturones o están rotos, y sientas a tu bebé allí, tan alto, y tú cagado de miedo, comes con una mano en la mesa y otra sujetando al bebé, para que no se caiga de cabeza.

O vas a casa de algún familiar/amigo, que evidentemente, tampoco tiene trona. Ale, otra vez a comer con el niño en brazos.

Y comer con ellos es brazos no es tarea fácil. Por lo menos con mi princesa. Porque mete la mano en el plato, con riesgo de quemarse, o coger algo que no puede comer (ella come de todo, entero y en trozos, nada de puré, pero ¿y si coge una aceituna?). Y, además de evitar que meta la mano en mi comida, tienes que asegurarte que coma la suya, y como le quieras dar un puré………no ves donde tiene la boca y se lo acabas metiendo por la oreja.

¡Pues aquí está la solución!

La trona de tela felizenbrazos cabe en un bolso, se adapta a todas las sillas, tiene tres puntos de anclaje a la silla, mediante nudos. La parte delantera hace de faja, pasa entre las piernas del bebé y le sostiene por la cintura a la silla, siendo casi imposible que el bebé se salga (no sabemos que habría hecho Houdini…)

Se lava en la lavadora, como una prenda de algodón más. Y tiene una bolsita a juego para llevarla a cualquier sitio.

Y la puedes personalizar totalmente a tu gusto. Hecha artesanalmente, y por las manos de mi querida Esther.

¿Que os parece? Como madres, dadme vuestras o

opiniones sinceras.

Trona de viaje

Trona de viaje

bolsa trona

Usando la trona de tela

Esta semana, Una mamá muy feliz también nos quiere contar su punto de vista sobre el colecho.

Heyyyy que nosotros también colechamos y quiero contaros mi experiencia, igual que Diana.

No me lo había planteado hasta que mi tesoro llegó al mundo con el sueño sin configurar…¡no dormía nada!, casi todas las noches nos daban las 7 de la mañana entre pañales, llantos, teta y llantos y teta… ¿y qué? después de tanto tiempo esperándolo, teníamos que disfrutar al máximo…¡qué felicidad! ¡ya habría tiempo de dormir!

Comenzamos casi sin darnos cuenta; a la mínima que mi tesoro cerraba el ojo, me faltaba tiempo para ponerlo en su cunita y lanzarme a la cama e intentar dormir un poco antes de que se volviera a despertar, nunca después de dos horas, a pedir otra teta. Entonces me lo metía en la cama con mucho cuidado, siempre pendientes por si lo pillábamos debajo o le echábamos el nórdico encima, luchando contra el sueño, con los ojos ensangrentados por no cerrarlos…En estos momentos de teta, papá aprovechaba para dormir, después vuelta a la cuna o más bien al salón con música y entonces era yo la que dormía… las ojeras nos llegaban a los pies, ¡¡¡pero que felicidad!!!

En cuanto papá se tuvo que ir dos o tres días a trabajar sin dormir, me di cuenta que cuando me quedaba frita dándole la teta al bebé en la cama, el exagerado de papá, que en cada toma me decía -“a ver si te vas a dormir, cuando termine, lo pones en la cuna” -hacía la vista gorda, ¡¡estaba rendido el pobre!!

Conforme mi tesoro pasaba más tiempo en la cama que en la cuna, comencé a informarme, ¡jolín pero todo lo que leía era malo!. Todas las noches me comía la cabeza…¡ni que estuviera cometiendo un crimen!…nada que entre unas cosas y otras lo mío era no pegar ojo.

Todo cambió cuando conocí a Carlos, las noches para mi cambiaron por completo…eh, eh, eh, que me refiero a Carlos González y “El Libro” (Bésame mucho, un regalo para toda la vida, mi niño no me come); resulta que no hacíamos nada malo, todo lo contrario, el colecho era lo mejor y más natural para todos. También ayudó mucho a tomar esta decisión mis pérdidas de memoria y despistes por no dormir; pregunté en agosto en que caía Semana Santa y se me metió en la cabeza que mi aniversario era el 19 ¡¡en lugar del 16!!  Como veis, la cosa era grave.

Las primeras noches no fueron fáciles, soy muy comodona para dormir… ¡es con uno y me costaba!; ea, pues eso fue lo que acabó por convencerme; que llevo colechando la pila de años con un roncador profesional que me ha dado noches de auténtico insomnio, que me ha destapado continuamente y algún que otro codazo me he llevado, ¿y me estaba comiendo la cabeza por dormir con un angelito? Al que tenía que cambiar de habitación ¡¡era al león de La Metro!!

A ver, hay cosas que han cambiado. Yo que siempre he dormido desnuda, ahora me tengo que poner un camisetorro, porque el nórdico no sube más allá de mi cintura… ¡nada, que no hay quién lo tape!

Me he resfriado más este año que en mis mejores trasnochadas de juerga; el nórdico por la cintura y la camiseta asesina reliada en el cuello…¡¡cualquier noche no lo cuento!! o muero de pulmonía o ahogada por una camiseta, pero la zona central tiene que estar disponible para que mi tesoro tenga buffet libre toda la noche.

A las que hacéis colecho, ¿cómo os la apañáis para que coman de las dos tetas? Yo los primeros días saltaba por encima de él y me ponía en el otro lado…¡¡pero que trajín!! Llegaba al otro lado y me caía encima del papi, que no me dejaba hueco, mientras esperaba a que se moviera, yo a gatas encima de mi bebé, se me enganchaba como un corderillo, la camiseta reliá…¡¡ufff, me levantaba reventada!! Ahora, me quedo en mi sitio,  me retuerzo un poquito, a modo de contorsionista, para que coja le teta de arriba,  parezco la niña del exorcista; ¡soy capaz de poner el cuerpo boca abajo y la cabeza boca arriba!
Así descanso más, aunque ya voy notando escasez de pelo en la parte izquierda de la cabeza de dormir siempre de ese lado. Papá también descansa más; no se le echa encima 4 o 5 veces por noche una masa de 60 kilacos. Ahora cada uno en su sitio y mi tesoro actuando de barrera, se acabaron las noches de pasión, se pone paralelo a la almohada… ¡ocupa todo el espacio! y nosotros firmes en los largueros de la cama intentando no perder el equilibrio.

Entre una cosa y otra papá ha decidido irse a su habitación… ¡ya tiene edad para ello! Ahora toda la cama para nosotros, todos los días nos dan más de las 10 de la mañana…ahhhh, no me puedo levantar antes…. ¿y si mi tesoro se cae? No, no, no, yo lo acompaño hasta que él quiera, a veces me levanto con los riñones partíos, pero nada que no pueda soportar, todo sea por velar por el descanso de mi tesoro.

En fin, que viva el colecho, mi contractura del cuello, mi tendinitis del codo, mis ojeras y sus bolsas correspondientes, mis pezones escocidos, Carlos González y la madre que lo parió, que han hecho posible que todos los días mi tesoro me despierte con un besito, ¿qué puede tener eso de malo? ¿Eso es malcriar a un hijo?¡¡¡¡eso no tiene precio!!!!!

Chicas, a las que aun estáis a tiempo, ¡¡COLECHAD!!Hacedle ese favor a vuestros hijos y sobre todo, hacéroslo vosotras mismas. A mí el colecho me hace, hoy con lágrimas en los ojos de la emoción, Una mamá muy feliz.

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Ayer en el supermercado, nos quedamos alucinados. Estábamos por los pasillos cuando oímos a una mujer ponerse a dar voces. Y claro, miramos. Estaba regañando a un niño pequeño, de unos dos años, no sé que habría hecho el chiquitín, seguro que algo que a su madre no le había gustado, pero vamos, que no le había gustado nada de nada por el volumen de las voces. El niño, como es normal en su edad, no hizo mucho caso, y siguió  jugando y correteando por el pasillo. Y la madre, ni corta ni perezosa, se acercó  y le  dio un tremendo azote.

El niño, por supuesto, se puso a llorar, pero no dejó lo que quiera que estuviera haciendo (estábamos un poco lejos y no alcancé a verlo). Y siguió por el pasillo jugueteando. Un señor mayor que iba con ellos, imagino que el abuelo, iba detrás del peque y entonces, la madre le dijo al abuelo que le pegara, porque se estaba portando fatal……..¡¡Y el señor le dio otro azote fuerte en el culo!!

Uf, me he encendido,en ese momento, no sabía si acercarme o que, pero estaban pagando y en seguida se han ido.

No entiendo porqué la violencia contra los niños está bien vista. Ese niño, seguramente no ha aprendido hoy que «eso no se hace», pero si habrá aprendido que las cosas se arreglan pegando. Así, si esa situación continúa en el tiempo, de mayor, seguramente, le parecerá normal pegar a sus hijos.

Es cierto que los niños a veces nos sacan de quicio, quien diga lo contrario, miente. Y más en la época en la que empiezan con las rabietas. Pero las palizas no son la respuesta. Hay modos pacíficos de calmar a un niño que está teniendo una pataleta, o que no nos hace caso. Pero todos son modos basados en el amor y en el respeto.

Es normal ver a una madre con un niño pequeño teniendo una rabieta, por ejemplo, en el supermercado, porque quiere algo y mamá no se lo compra. El niño grita, chilla, hasta se tira al suelo. Y todo el mundo alrededor mira, a ver que está pasando. Lo increíble es que la gente mira al niño y a la madre y hasta comentan, «vaya niño malcriado» . Sí, el niño es malo por chillar tanto y la madre es mala por dejarle. Pero bueno, encima, esos comentarios los hacen personas que en su mayoría han tenido hijos y que en su mayoría, han vivido las pataletas de sus hijos en primera persona. ¿es que ya no se acuerdan? Porque yo sí. Recuerdo perfectamente momentos como ese, vividos con mi príncipe cuando era pequeño. Y recuerdo las miradas de la gente y las palabras desairadas.

Y ahí es donde entra la forma de educar a nuestros hijos. Si somos conscientes de que estos momentos son etapas, son formas de nuestros hijos de llamar nuestra atención, sabremos como actuar. Pero desde luego, nunca  nunca, pegando al niño, ni gritándole ni dejándolo en ridículo.

¿Habéis probado a agacharos a la altura del niño, hablar con él pausadamente y abrazarle? Os aseguro que da mucho mejor resultado que los gritos y por supuesto, que pegarle. Y a la gente que mire en el supermercado, que comente sobre lo mal criado que está nuestro hijo, o que nos insinúe si quiera por un momento que nuestro hijo necesita una torta, podéis ignorarla, o podéis decirle lo mal educados que son ellos por querer que se pegue a un niño.

Pues aquí me tenéis, emocionada de nuevo, porque esta semana he recibido un nuevo premio. Y es que, me hace muchísima ilusión, como soy novata en esto….Aunque imagino que tiempo después, un premio, seguirá emocionándome igual.

En esta ocasión, el premio viene de La jungla de tus hijos, un blog muy chulo, de una chica cordobesa que ahora es niñera, y nos cuenta su día a día y algo más. Totalmente recomendable.

Y en este caso, lo que quiere es saber las respuestas de nuestros hijos, y si aún no están en edad de hablarnos, pues qué pensarían ellos. ¡¡¡Que interesante!!!

Y voy a contaros lo que dice mi príncipe, de 11 años, que tiene mucho que decir:

1-    Estoy loco por mi hermana pequeña. Al principio, fue un poco duro verse “destronado”, 10 años siendo hijo único y ahora, mi madre estaba tan ocupada con la pequeña, que me hacía menos caso… Pero luego vi que eran imaginaciones mías, porque mamá tiene para los dos. Y mi hermana, que es preciosa, ahora está en la época que ha aprendido a dar besos y yo me  lo paso pipa con ella.

2-   Me encanta bailar. Lo he descubierto hace poco y no puedo dejarlo. En cuanto escucho música, se me van los pies. Así que, mamá, si tengo que poner la mesa pero me entretengo unos segundos haciendo un paso de baile, ¡no te enfades!

3-   Uf, la ropa, que tema más difícil. Ya no quiero que me compren nada sin que yo esté delante. Los mayores tienen que entender que mis gustos han cambiado, y si me gustan los pantalones “cagados” y las gorras planas, ¿Qué le voy a hacer?

4-   ¿Ya me tengo que ir a la cama? Jo, otro ratito más, que no tengo sueño (bostezando)

5-   Esta noche para cenar, quiero pizza, hamburguesa, jamón serrano, ¿porque no podemos cenar eso todos los días? Otra vez verduras, prrrr.

En otra ocasión, os contaré lo que, seguro, piensa mi princesa de 13 meses..

Las normas de este premio son:

Coger el logo del premio y otorgárselo a su vez a aquellos otros blogueros que tienen hijos con muchas cosas que decir. Si rompes la cadena tu hijo/a cogerá una rabieta de escándalo y dos velas verdes aflorarán de sus fosas nasales.

Y como segunda norma y última, sólo quiero que sean vuestros hijos los que se definan, los que aporten su forma de ser y pensar para tratar de entender mejor a los papás.

Y ahora, me pongo a entregar premios, que estamos en primavera y no quiero mocos…

Aprendiendo a ser padres,  me encantaría saber lo que piensa Samu, que tengo que confesar, es un niño precioso, y aunque sé por sus padres que habla mucho, a mí no me quiso decir ni una palabra. Aprovecho este huequito para agradecer a Gabi el habernos conocido, fue todo un placer. En el mundo de la blogosfera se puede conocer a gente fantástica y el sábado, fue prueba de ello. Y nuestros pequeños hicieron buenas migas, mi princesa se soltó a andar sola detrás de Samu, todo un espectáculo.

Cuestión de madres, porque entre las tres, siempre me tienen más que entretenida, a ver cual es el niño que contesta.

Y llegó M, porque desde que leí que era donante de leche, cosa que a mi me habría encantado, me gusta cada vez más. Y aunque m es muy pequeñita, seguro que su madre sabe perfectamente lo que piensa.

Diario de una esperanza, porque su lucha ha sido un poco parecida a  la mía.

Maya estaba emocionada. Mamá le había comprado un globo precioso, rojo y grande. Lo llevaba fuertemente sujeto de la cuerda, para que no se escapara.
Decidió que quería hacer un dibujo en el globo. Cogió sus rotuladores especiales y le pintó dos grandes ojos. Le puso una bonita nariz….y una fuerte ráfaga de viento, arrancó el globo de sus manos.
Maya miraba como el globo rodaba y ella no podía alcanzarlo. Corrió tras él, pero el globo corría más rápido. Unas lágrimas rodaron por su cara.
-Mamá, ayúdame a buscar mi globo, se ha perdido.
-Claro cariño, demos una vuelta por el parque.
Mientras tanto, el globo se había detenido al lado de una flor. Estaba triste, porque con Maya se divertía. La flor le propuso sujetarle con sus pétalos, para que no siguiera rodando, y esperar.
Maya le vio, y en su cara se dibujó una gran sonrisa.