No hay mejor lugar que los brazos de mamá

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¿Cómo se puede aumentar la producción de leche materna? (2ª parte)

A pesar de saber que lo único realmente infalible para aumentar la producción de leche es la estimulación, vamos a ver diferentes mitos que están muy extendidos, sobre remedios para aumentar la producción de leche materna. La mayoría de estos remedios no han sido probados científicamente, no hay constancia de que tengan alguna acción sobre la producción de leche.

Galactogogo- sustancia que aumenta la producción de leche materna.

Cerveza (levadura de cerveza)– Es un buen suplemento nutricional, pero no hay ninguna prueba de su eficacia como galactogogo.

Cardo mariano- Se carece de estudios que demuestren su eficacia. No se han demostrado efectos galactogogos. Se suele consumir en forma de té. Actualmente también se comercializa en forma de medicamento (promil). Dos estudios realizados con vacas y mujeres le atribuyen efectos galactogogos, pero la metodología de estudio es defectuosa.

Galega officinalis o ruda cabruna- Es una planta herbácea de la familia de las fabáceas. No hay ningún artículo científico que demuestre el aumento de la producción de leche. Es poco seguro para utilizar durante la lactancia. Dos recién nacidos se intoxicaron gravemente tras beber sus madres dos litros diarios de una mezcla de galega, regaliz, hinojo y anís.

Alholva o fenogreco- planta leguminosa, se utilizan sus semillas. No está documentado que aumente la producción de leche. No es tóxica, pero a altas dosis puede producir hipoglucemias.

Alfalfa- Recomendada en algunos herbolarios para aumentar la producción de leche. Se ha documentado como poco seguro durante la lactancia.

Hinojo– Hierba que se utiliza para aumentar la producción de leche. Contiene un alcohol que puede ser dañino para el bebé. Considerado como poco seguro.

Albahaca– Se consume en forma de té. Su uso está desaconsejado por efectos nos probados y potencial toxicidad.

Leche vaca- la producción de leche materna no tiene nada que ver con la cantidad de leche ingerida. Ningún otro mamífero consume leche de otra especie durante la lactancia.

Anís- Consumido en forma de semillas. Es poco seguro consumirlo durante la lactancia. Incluso puede disminuir la producción de leche.

Agua- La hidratación de la madre no tiene nada que ver con la cantidad de leche que se produce. Si bien es cierto que las primeras semanas, las madres suelen notar más sed al dar de mamar, no debe confundirse esto con la necesidad de agua para la lactancia.

Earth mama angel baby- Marca de tés orgánicos que venden para aumentar la producción de leche materna. Entre otros ingredientes contiene: hinojo, alholva, cardo, anís y alfalfa.

Tampoco tienen efectos probados otros métodos como leche de almendras, avena, ginseng, zarzaparrilla…. e incluso alguno de ellos tiene el efecto contrario y pueden disminuir la producción de leche.

Galactogogos farmacológicos- son medicamentos que estimulan la producción de prolactina.

Estos medicamentos se utilizan bajo supervisión médica y sólo se utilizan en casos muy concretos: Para inducir la lactancia en una madre que va a adoptar un bebé; para volver a dar de mamar después de un destete (relactar); en caso de hipogalactia real por enfermedad de la madre.

Los medicamentos que se utilizan como galactogogos no fueron creados con tal fin, sino que el aumento de prolactina es un efecto secundario. Son medicamentos galactogogos la metoclopramida, que se utiliza para nauseas y vómitos; la domperidona, que se utiliza para las nauseas y vómitos y otras molestias gástricas; y el sulpiride, que es un antipsicótico.

Datos extraídos de la web e-lactancia

 

CONCLUSIONES

  • Dar de mamar a demanda, poner el bebé al pecho cada vez que lo necesite. Ofrecerle incluso aunque no lo pida.
  • No hacer caso de consejos de NADIE que nos diga que tiene que mamar cada “X” horas o durante “X” rato.  La lactancia a demanda, es a demanda
  • Conocer cuando nuestro bebé puede tener una crisis de crecimiento, momento en el que estará unos días pidiendo mamar más a menudo, para aumentar la producción de leche y satisfacer sus necesidades diarias. Si sabemos esto, no nos agobiaremos pensando que el bebé pide más veces porque se queda con hambre.
  • No ofrecer chupetes para calmar al bebé. Es mejor ofrecer el pecho, porque estimulará la producción.
  • Un biberón introducido es una toma materna perdida. Cada vez que a un bebé se le ofrece un biberón porque parece que tiene hambre, es una vez menos que se estimula el pecho, lo que conduce a menor producción de leche materna. Esto hace entrar en un círculo vicioso, que si no se para a tiempo, puede llegar a cargarse la lactancia totalmente.
  • No se deben utilizar infusiones ni remedios caseros para aumentar la producción de leche.
  • La succión del bebé al pecho es el estímulo más potente para la secreción de prolactina y la producción de leche.

¿Cómo se puede aumentar la producción de leche materna? (1ª parte)

Esta es una pregunta a la que se han enfrentado multitud de mamás, madres que por desconocimiento, por comentarios de otras personas o por no conocer lo que le pasa a su bebé en ese momento, tienen la duda de si no tendrán suficiente leche para amamantar a su hijo. Pero no es una duda nueva. El hecho de tener poca leche, ha sido una preocupación constante a lo largo de la historia. Y multitud han sido los remedios.

La lactancia materna funciona bajo el principio de estimulación-producción. Cuanta más succión hace el bebé, más leche se produce. La pregunta es, ¿se puede tener poca leche? Pues sí, se puede, por dos motivos fundamentales.

El primer motivo, es la falta de estimulación. Si no se da el pecho frecuentemente, por dolor en los pezones, grietas, mastitis, o por ofrecer con horarios estrictos, la producción disminuye. Todo esto se soluciona, poniendo al bebé a mamar frecuentemente, buscando una postura adecuada para que el agarre sea óptimo, dejando que el bebé mame todo lo que quiera de un pecho antes de ofrecerle el otro.

El segundo motivo, y que es rarísimo, es una hipogalactia. Es una situación real de baja producción de leche, pero esto es debido a una enfermedad, por distintos motivos. En estos casos, en los que yo no voy a entrar, la madre en cuestión debería acudir a una asesora de lactancia o a un experto en el tema, donde le orienten sobre la solución a su problema.

Cuando los horarios entran a formar parte de la lactancia, es bastante fácil que esta fracase. La lactancia debe ser a demanda, sin horarios, sin presiones, sin mirar el reloj. Cada vez que el bebé lo desee. Cuando un bebé está muy hambriento, llora. Pero no hace falta llegar a ese punto, porque los bebés emiten señales que nos indican que quieren comer, como llevarse las manos a la boca, mover los labios, girar la cabeza buscando el pezón. Si madre y bebé están en estrecho contacto, es más fácil darse cuenta de todas estas señales y satisfacer la necesidad de alimento inmediatamente. Esto, se ve enormemente facilitado con el uso de portabebés, que nos permiten llevar a nuestro bebé bien cerquita, anticipándonos a sus necesidades y dándoles el pecho tan a menudo como sea necesario.

¿Y por qué hay que ofrecer el pecho con tanta frecuencia? Un bebé recién nacido, tiene el estómago del tamaño de una canica. La leche materna es de muy fácil digestión y teniendo en cuenta esas dos premisas, es fácil suponer que su estómago se vacía en seguida y necesita leche con mucha frecuencia. Para un recién nacido, sería normal mamar una media de 8-12 veces en 24 horas, aunque hay bebés que necesitan mamar con más frecuencia, sobre todo en épocas de brotes de crecimiento.

Las crisis o brotes de crecimiento son situaciones que experimentan todos los bebés, más o menos a edades similares, y que suponen un desajuste entre la oferta y la demanda. Durante esas crisis, los bebés necesitan más cantidad de leche, por lo que necesitan mamar con más frecuencia, para aumentar la producción y satisfacer sus necesidades. Si una madre está al tanto de esa crisis, sabrá que son periodos pasajeros, que se superan simplemente dando el pecho más a menudo. Pero estas crisis son una de las causas por las que una madre puede pensar que no tiene leche suficiente y empezar a complementar con biberones. Veamos más o menos cuando ocurren (son fechas orientativas, pueden variar un poco en cada bebé)

  • 15-20 días- el bebé necesita aumentar su ingesta y la única manera de conseguirlo es mamar con más frecuencia, para aumentar la producción. Ya sabemos que la lactancia funciona estimulación-producción. Esta crisis dura unos 4 días y luego el bebé vuelve a mamar de manera normal.
  • 6-7 semanas- El bebé necesita más volumen de leche y lo consigue mamando más a menudo. También se pueden dar comportamientos como que el bebé esté más intranquilo, llore al pecho, de tirones. Parece que en este periodo, cambia el sabor de la leche materna y algunos bebés lo notan y protestan. De nuevo, una vez superado este brote, el bebé volverá a mamar de su forma habitual.
  • 3 meses- es el momento en el que más madres comienzan a suplementar con lactancia artificial o dejan del todo la lactancia materna. A los 3 meses, se producen varios cambios, que llevan a muchas madres a pensar que ya no tienen leche suficiente. Estos cambios son:
    • El bebé mama de forma mucho más eficaz, lo que antes tardaba mucho rato, ahora lo consigue en pocos minutos.
    • El bebé se distrae más fácilmente.
    • La leche tarda más rato en salir, debido a un cambio en la producción. Algunos bebés se enfadan por esta espera y protestan.
  • 4 meses, 6 meses, 9 meses- pueden aparecer crisis o brotes en distintas etapas del crecimiento del bebé.

Si conocemos estos brotes y los tomamos con paciencia, amamantándolo tanto como él quiera, sin forzar, sin nervio y sin necesidad de suplementos, lograremos tener una lactancia satisfactoria.

No me cansaré de repetir, que la mejor manera para tener más leche, es la estimulación por el bebé. Pero tampoco se trata de tener más leche. Porque, si tuviéramos más leche de la que el bebé necesita, ¿qué haríamos con la leche sobrante? ¿Nos explotarían los pechos? El cuerpo y nuestras tetas son sabios, y producen la cantidad que necesita nuestro bebé.

Mañana continuaré con los mitos sobre los remedios para aumentar la producción de leche.

Miércoles mudo

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La teta es mía

Que risas pasamos ayer por la tarde mi príncipe y yo.

Estábamos jugando en el suelo del salón con la princesa. En un momento dado, ella se acercó a mi y empezó a tirarme de la camiseta, buscando su teta querida. Saqué la teta y ella puso su enorme sonrisa, es lo que hace últimamente cada vez que ve la teta, sonreír de felicidad, anticipando el momento, jejeje.

El príncipe, que estaba un poco cansado de tanta actividad que realiza, y porqué no decirlo, también estaba un poco mimoso, me dijo que él también quería teta, pero en plan graciosillo. Le ofrecí la otra y el vino a acurrucarse a mi lado, pero sin acercarse demasiado al pezón, no fuera a rozarse, que él «ya es muy mayor para eso»… En el fondo, creo que le gustaría mamar también por los momentos de complicidad que comparto con la pequeña, pero como tiene 11 años, pues piensa que es muy mayor para eso y hasta le da un poquito de vergüenza.

El caso, empezó a jugar como si fuera a mamar y la pequeña, cuando lo vió, le empujó la cara, sin soltar su teta, eso sí. Nos hizo gracia, pero pensamos que había sido una coincidencia, y volvió a «hacer» que mamaba. ¡Y la princesa me ponía la mano en la teta, tapándola! Que risa nos pasamos. Cada vez que él se acercaba, ella le empujaba o cogía mi pezón y gruñía.

Vamos, que las tetas son de ella, no se hable más. Después de 1 año teniendo las tetas de mamá en exclusiva, cualquiera le dice nada, jajaja.

Me pareció tan gracioso, y a la vez tan tierno, como ella debe pensar que mami es para ella. De momento, dejaremos que siga amando a sus tetas, sin tener que compartirlas.

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Consejos de lactancia desaconsejados

Acudimos a los pediatras y a las enfermeras de pediatría para resolver todas las dudas sobre nuestros bebés, no sólo por temas de salud. Y muchas veces nos dejamos aconsejar por ellos en temas en los que no están del todo actualizados. Yo soy enfermera y los conocimientos que tengo sobre lactancia no son precisamente los adquiridos durante la carrera. Son conocimientos que tengo porque me he interesado en aprender, porque he hecho cursos, he leído, he investigado, me he formado e informado. Así que no quiere decir que todos los pediatras y todas las enfermeras sepan mucho sobre lactancia. Sabrán lo que hayan querido aprender. Y por desgracia, en muchos casos, es bastante poco.

¿Por qué motivo, entonces, se empeñan estos mismo en decirles a las madres como debe ser su lactancia? Madres que muchas veces se sienten abrumadas ante la llegada de un bebé y se dejan aconsejar (sin saberlo) erróneamente.

A los cinco días de haber nacido mi princesa, fui a revisión con la pediatra. La pesó y había perdido 30 gr del peso de nacimiento. Lo primero que me dijo esa señora, fue que la niña estaba fatal de peso y que posiblemente, mi leche no le iba bien. Yo asistía estupefacta a las tonterías que salían por su boca, teniendo en cuenta que es normal que todos los bebés pierdan peso al nacer y que la niña estaba activa, mamaba a demanda, hacía mucho pis y caca, vamos, que yo la veía bien. Pues la pediatra en cuestión me indicó que debía pesar a la niña todos los días durante una semana y que si no había hecho “nosecuanto” peso, debía darle leche de fórmula. Evidentemente, salí de la consulta y no le hice caso, seguí con mi teta a demanda y mi hija recuperó el peso en poco tiempo y siguió creciendo activa y feliz. (Luego, por un par de comentarios desacertados más, me cambié de pediatra y ahora estamos en un centro de salud pro lactancia total).

¿Pero que habría sucedido si eso mismo se lo dice a otra mamá? ¿A una mamá que no está muy informada sobre lactancia y que cree ciegamente en los conocimientos del pediatra? Pues que se habría cargado su lactancia, así de claro. La otra madre habría salido pensando que su pobre bebé se iba a poner enfermo y le habría introducido en el mundo de la leche de fórmula.

En estos meses, he escuchado muchos comentarios de otras mamis sobre el tema, muchas recomendaciones dadas por personal sanitario que no se ajustan a las recomendaciones de las OMS o la AEPED sobre lactancia. Consejos como que a los 10 meses la teta no alimenta, que hay que sustituir tomas de pecho por comida, que hay que quitar las tomas nocturnas a partir de determinada edad….

Hoy me cuentan que en el mismo Centro de Salud donde yo tuve el problema (no sé si la misma pediatra), una mamá ha destetado a su hijo con 5 meses por orden médica, porque la madre tenía que incorporarse a trabajar y ¡¡¡¡el pediatra le dijo que ambas cosas no eran compatibles!!!! ¿Que derecho tiene esa persona a decir algo así? Está claro que es perfectamente factible compatibilizar lactancia y trabajo.

Por suerte, aunque a cámara lenta, cada vez hay más personal sanitario capacitado para asesorar de una forma real y respetuosa sobre la lactancia. Ojalá todos pudieran reciclarse y actualizarse en el tema de la lactancia. Mientras ese día llega, por favor, absténgase de hacer comentarios nefastos para la lactancia. Si un pediatra no sabe de lactancia, pues que no hable sin saber. Hay varias asociaciones de lactancia a las que podrían acudir para resolver sus dudas.