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Espaguetis con verduras con Tefal Actifry

Cuando compré la Actifry, tenía claro que no la quería usar sólo en plan freidora, sino que tenía que sacarle más partido, está claro que el precio que tiene no es para freír patatas. Y la verdad es que le voy sacando jugo, no hay como ponerse a experimentar.

Hoy te voy a enseñar unos espaguetis sanos y ricos, que además, quedan fenomenales en la Actifry y te dejan tiempo libre.Espaguetis con verduras con Actifry

Ingredientes (para 3 personas)

  • 1 pimiento rojo
  • 1 pimiento verde
  • 1/2 cebolla
  • 1/2 calabacín
  • 3 tomates de rama maduros
  • 1 pechuga de pollo
  • 1 cucharada de aceite
  • 1 cucharada de vino
  • 70 gr de espaguetis por persona
  • Sal y orégano

Preparación

  • Trocear al tamaño deseado toda la verdura. Poner en la sartén de Actifry con una cucharada de aceite y programar 10 minutos.
  • Trocear el tomate y el pollo en trocitos pequeños. Añadir a la Actifry y programar 15 minutos más.
  • Cuando falten 5 minutos para terminar, incorporar el vino para que reduzca su nivel de alcohol.
  • Añadir la sal y el orégano.
  • Mientras se está pochando la verdura, poner en una olla grande el agua a hervir con sal y cocer la pasta hasta que está al dente.
  • Escurrir la pasta, añadir a la sartén de Tefal Actifry y programar dos minutos más, para que se incorpore todo. Y a disfrutar.Espaguetis con verduras con Actifry

Cómo he perdido 7 kilos en 3 meses

Siempre he sido una persona delgada, pero oye, los años y los embarazos no pasan en balde y el cuerpo va cambiando. Después del nacimiento de Sara me quedé con algún kilillo de más, pero no le di importancia, ya se irían. Pero no fue así. Cuando Jose falleció y empecé a tomar antidepresivos, entonces sí que los kilos acudieron a mí. Y no, ya no era como cuando era joven, que con poco esfuerzo se iban.dieta

Hacía algunos meses que no me sentía muy a gusto con mi cuerpo, pero cada vez que intentaba hacer algo de dieta, fracasaba. Eso de no poder comer determinadas cosas o pasarme el día a lechuga y pollo, pues no iba conmigo. Entonces me acordé de una amiga que a lo largo de su vida había hecho varias dietas sin resultado, hasta que hizo la dieta de los puntos y madre mía, la de peso que había perdido. Quedamos para desayunar, hablamos, me explicó, me dio unas pautas y empecé mi dieta. Sin casi esfuerzo, sin privarme de grandes cosas y controlando un poco la comida, he perdido 7 kilos en 3 meses. Y lo bueno es que aunque ahora no hago la dieta estricta, pero sí sigo comiendo bien, he cambiado mis hábitos alimenticios. Hace dos meses que dejé de contar puntos y en estos dos meses, he mantenido mi peso actual, he incluso he bajado algún gramo.

Está claro que cuando engordamos, es porque ingerimos más calorías de las que de verdad necesitamos. En la mayoría de las ocasiones, no sabemos comer y eso nos lleva al sobrepeso. Hacer dietas restrictivas nos hace tener ansiedad, por lo menos a mí.

Las dietas milagro no existen. Esas dietas que prometen perder mucho peso en poco tiempo no son nada recomendables. Además, suelen tener efecto rebote; el peso que se pierde se vuelve a recuperar rápidamente. Lo ideal para perder peso es hacerlo de forma lenta y controlada, adquiriendo nuevos y saludables hábitos.

Cómo funciona la dieta de los puntos

Esta dieta se basa en un número de puntos limitado que cada persona tiene para gastar al día. Cada alimento recibe un número de puntos y en función de esto, podemos comer cada día.

Para calcular los puntos diarios de los que disponemos, hay que conocer el sexo, la edad, el peso actual, la altura y la actividad física. Con estos datos obtendremos un número, que es el número de puntos que podemos comer al día. Los puntos disponibles para gastar habrá que recalcularlos cuando hayamos bajado unos determinados kilos, si queremos seguir perdiendo, pues seguramente hayan cambiado.

Por otro lado, están los puntos de los alimentos. Estos están calculados según la grasa que contienen, los hidratos de carbono, las proteínas y la fibra. Existen listas con los puntos de los alimentos, para facilitar el proceso. Y también existen multitud de calculadoras online y apps en las que podemos calcular los puntos de los alimentos. Por ejemplo, tener una app de estas instalada en el móvil es muy útil a la hora de hacer la compra. ¿Quieres comprar unas galletas de chocolate? Calculas con el móvil los puntos que tienen y listo. ¿No sabes qué pan de molde tiene menos puntos por rebanada? Tiras de móvil y arreando. Eso sí, los primeros días hasta que te quedas con las marcas, la compra se alarga mucho. Y quizás te miren como a la “señora loca parada en un pasillo mirando los valores nutricionales de todos los alimentos”.

En resumen, necesitamos saber nuestros puntos disponibles y necesitamos saber los puntos de cada alimento.

Dicho así, suena complicado, pero a mí me ha resultado bastante sencillo. Con la ayuda de un libro de puntos de alimentos y una báscula, calculaba los puntos que tomaba en cada comida. Y para hacerme las cosas más sencillas, cada comida que hacía calculaba los puntos y los iba apuntado en una libreta, así la siguiente vez que comiese la misma comida (preparado de la misma manera) ya sabía los puntos que eran.

Lo bueno de esta dieta es que puedes comer de todo. Si un día he tenido muchas ganas de comerme un helado, pues lo he hecho. He calculado los puntos del helado (por ejemplo, un maxibom mini vale 6 puntos) y luego me quitaba puntos de otro sitio, de la cena.

¿Qué he aprendido con esta dieta? A que comíamos mal, aunque yo pensase lo contrario. En casa siempre he sido un poco como Arguiñano, chorrito de aceite y echaba muchísimo aceite. El aceite es una grasa y las grasas aportan 9 kcal por gramo, más del doble que las proteínas y los hidratos de carbono. Ahora cocino con una cucharada sopera de aceite, que son 3 puntos. También he prescindido de embutidos grasos, el bacon lo usaba en muchas comidas, pero hace tiempo que dejé de comprarlo. Y si tengo antojo un día, pues compro chorizo de pavo, que no sabe igual pero te quita el gusanillo y tiene muchos menos puntos. Con esta dieta, además de reducir el consumo de grasas, también he reducido el consumo de azúcar. Ahora comemos mucho más sano en casa.dieta

Mi dieta de los puntos en datos

Por mi edad, sexo, peso de partida y altura tenía 22 puntos para gastar. En el desayuno gastaba unos 5 o 6, dependiendo de si al pan le ponía mermelada o tomate rayado (las frutas y verduras no tienen puntos). El café del trabajo es 1 punto (por la leche desnatada) y 0 puntos de una pieza de fruta. La comida del medio día, dependiendo de lo que fuera, estaba entre los 9 y los 12 puntos (comiendo de casi todo) y de ese modo, llegaba a la cena y ya cenaba en función de los puntos restantes. No he pasado nada de hambre, he comido en función de mis gustos y he adelgazado.

Para la dieta también me ha venido fenomenal la Actifry de Tefal. ¿Sabes cuanta cantidad de aceite absorben los fritos? En una dieta en la que cada punto cuenta, la diferencia entre freír o no es mucha. Con Tefal Actifry usas una cucharada de aceite (3 puntos) para todo el alimento, es decir, si cocinas para tres personas, la cantidad de aceite que me tocaría a mí sería sólo de 1 puntos. Sirva como ejemplo:

  • 100 gr de patatas – 2 puntos (cocidas, asadas, fritas en Actifry…)
    • 100 gr de patatas fritas en aceite – 7 puntos.
  • 1 huevo grande – 3 puntos (tortilla, cocido, escalfado)
    •  1 huevo grande frito – 6 puntos.
  • 1 filete de pechuga de pollo – 3 puntos
    • 1 filete de pechuga de pollo empanado y frito – 9 puntos.

Ahora ya no contabilizo puntos, aunque sigo cocinando con menos aceite, evitando fritos y grasa, evitando bollería industrial (eso deberíamos hacerlo todos siempre), comprando cosas sanas y marcas que sé que tenían menos grasas. Este verano he renovado mi armario, he vuelto a usar la talla 40 y me siento mejor cuando me miro al espejo. Está claro que el aspecto físico no lo es todo, que yo no aspiro a ser una modelo esquelética (me parece feísimo) y que cada uno debería valorar a sí mismo  por lo que es y por lo que vale, no por como se ve. Pero también está claro que es importante quererte. Y yo ahora me quiero un poco más, me siento más a gusto cuando me siento y no me oprimen los pantalones en la barriga.

Por supuesto, para perder peso y para mantenerlo, también es importante hacer algo de ejercicio físico, no llevar una vida sedentaria. A mi el spinning me ha enganchado 😉

 

Mi opinión sobre Tefal Actifry

En el contexto de una dieta para perder peso, de la que hablaré en unos días, y queriendo además comer más sano, hace un par de meses empecé a investigar sobre las freidoras sin aceite. En realidad, no son freidoras convencionales como las conocemos, pues no fríen. Antes de decantarme por ninguna de ellas, decidí investigar y conocer otras opiniones.

Las freidoras sin aceite no fríen; cocinan los alimentos a altas temperaturas, con sólo una cucharada de aceite, a base de aire caliente y aprovechando las grasas propias de los alimentos. Son como un mini horno con función de aire para repartir la temperatura por los alimentos. Así que no podemos esperar obtener alimentos fritos y crujientes tipo freidora. Por contrapartida, no sólo sirven para “freír”, sino que también podemos usarla para cocinar muchos más alimentos de forma más sana.

Una vez que tenía decidido que quería una de estas freidoras, llegó la hora de decidir el modelo. En el mercado hay variedad para elegir y la investigación fue ardua. La mayoría cuentan con un cestillo en el que introduces la comida y listo. Como mi idea era usarla para más cosas, prefería un modelo con “espátula” para mover los alimentos mientras se cocinan; ya que me gastaba el dinero, no quería un aparato sólo para freír. Además de investigar por internet, hablé con varias amigas y conocidas que tenían uno de estos electrodomésticos y al final me decidí por Tefal Actifry. Una de mis amigas tenía el modelo grande de Tefal y otra freidora que había ganado en un concurso y ella personalmente, habiéndolas usado las dos, prefería Actifry.

Dentro de Tefal Actifry hay varios modelos, que varían en función de la capacidad de alimento y el número de personas para el que vamos a cocinar y además tienen un modelo superior que cocina dos platos distintos a la vez.  El precio varía mucho de unos sitios a otros. Como yo soy muy aficionada a las compras por internet, evidentemente la cogí por Amazon, pues fue donde encontré el mejor precio, me la trajeron a casa al día siguiente, tienen garantía de devolución sin ningún problema y como soy Premium, no tiene gastos de envío. Si quieres comprar en Amazon por primera vez, desde este enlace tienes un periodo de prueba gratis de 30 días del servicio Premium, con el que los gastos de envío son gratis.tefal actifry

Llevo usando la Tefal Actifry dos meses ya y la verdad es que estoy contenta. Un día probé a hacer croquetas y por fuera se quedaron blancas aunque por dentro estaban bien hechas. Ese mismo día hice algún frito más, como nugets y empanadillas y aunque estos estaban más dorados, no eran ni mucho menos como si los fríes en aceite abundante. Por suerte, nosotros no solemos comer fritos, así que este aspecto no me importa mucho. Si quieres una de estas freidoras para fritos, que sepas que no van a ser ni mucho menos como hechos en freidora de aceite.

Lo que sí hago siempre son las patatas fritas. Están muy buenas, no tienen grasas y a los niños les encantan. Antes comíamos patatas fritas como mucho una vez a la semana; ahora las hago tranquilamente dos o tres veces. Pero en honor a la verdad, las patatas fritas en la Actifry no saben igual que las patatas fritas en aceite. Es lógico. El aceite de oliva virgen hace que las patatas fritas tengan un sabor especial; yo lo notaba cuando comía patatas en otro sitio y las habían hecho en aceite de girasol. Lo mismo pasa con las patatas en la Actifry, no tienen ese sabor especial del aceite. Pero están muy buenas y tienen muchísimas menos grasas, lo que hace que podamos comerlas más a menudo.

Patatas fritas en Tefal Actifry

Patatas fritas en Tefal Actifry

En la Actifry he hecho salsa para espaguetis, verduras asadas, albóndigas, atún con tomate…todo con sólo una cucharada de aceite. Mi opinión personal es satisfactoria. No la compraría si sólo la quisiera usar para hacer fritos y rebozados, pero si quiero usarla como complemento en la cocina, para las patatas fritas y para comer más sano, creo que es un dinero bien desembolsado.

Pros

  • Sano – con sólo una cucharada de aceite se cocina 1 kg de alimento.
  • No hay que estar pendiente de mover – la espátula va girando y moviendo la comida, lo que nos deja el tiempo de cocinado libre para hacer otras cosas.
  • Bajo nivel calórico – al no añadir casi aceite, los alimentos no lo absorben y las calorías ingeridas con muchas menos.
  • Limpieza – no salpica, no suelta casi humo, no desprende olor. Las piezas se pueden lavar en el lavavajillas.

Contras

  • Sabor diferente – los alimentos no tienen el sabor tradicional del aceite.
  • No están igual de crujientes – si esperamos croquetas crujientes, mejor olvidarse.
  • Aumento del tiempo de cocinado – en general los alimentos tardan algo más en hacerse, aunque depende de la cantidad de alimento y del tamaño. Teniendo esto en cuenta, se empieza a cocinar antes y listo (unos 5-10 minutos) Por contrapartida, mientras se hace la comida podemos hacer otra cosa.
  • Precio – comparada con una freidora tradicional, son bastante más caras. Si tenemos en cuenta que es un mino horno, que podemos hacer mucho más que fritos, el precio compensa.
  • Gran tamaño – ocupan bastante más espacio que una freidora tradicional.
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