Me he acordado mucho de la película de Isabel Coixet estos días, “Mi vida sin mí” así que me he adueñado de su título y lo he modificado un poco para mis intenciones. Jose, hoy te escribo para contarte cómo es tu vida sin ti.
Hoy hace 2 años de tu fallecimiento. Qué caprichoso es el mes de Abril, ayer hizo 5 años de nuestro “boda”. Hace 5 años que estábamos viajando para Cuba. Vaya con los aniversarios…

Hace 5 años, el día que formalmente nos hicimos pareja
Hoy quiero contarte cómo es tu vida. Sin ti.
Tu trabajo sigue sin ti. Todos tus compañeros acudieron a tu funeral y los primeros días me llamaron alguna vez. Luego la vida siguió su curso. Al poco tiempo ya te habían encontrado sustituto. Y la verdad, dejé de saber nada de ellos, supongo que estará todo como siempre.
Tus amigos, madre mía, si supieras los cambios que ha habido. De alguno no he vuelto a tener noticias, de otros sé por las cosas que me cuenta tu madre. A alguno le he visto alguna vez, pero ya sabes, eran tus amigos de la infancia y también han seguido tu vida sin ti. Pero hay uno del que me gustaría que supieras cosas. ¿Recuerdas a tu mejor amigo, ese marchoso, que salía de marcha y parecía que nunca iba a sentar la cabeza? Hace años conoció a una chica que a todos nos caía fenomenal y los cuatro nos hemos ido juntos de viaje. ¡Pues ese amigo se casó! El día de su boda fue un poco triste, me contó tu madre que te echaron mucho de menos todos. Y no solo en la boda quedó la cosa. ¡Se embarazaron y han tenido una niña! Dos años sin ti han dado para mucho.
Tu familia ha cambiado mucho. Tus sobrinos están muy mayores, 2 años se notan una barbaridad. Tu hermana está mejor, la operaron unos días después de que tú te fueras y estuvo con tratamiento bastante tiempo. Después volvió a pasar por quirófano otras dos veces y ahora está con rehabilitación. Pero tiene el mismo ánimo que siempre y el apoyo incondicional de tu cuñado. Ojalá ya todo se quede aquí y el cáncer no vuelva a aparecer nunca. Tus padres siempre han llevado el dolor por dentro; al principio, al que más se le notaba lo mucho que sufría era a tu padre. Pero para ellos, ver a Sara, a esa parte de ti, es un consuelo y les ayuda muchísimo. Intentamos vernos una vez a la semana y que disfruten de la pequeña, contándole historias de cuando tú eras pequeño.
Tus hijos, esos sí que han cambiado. Aunque legalmente Lucas no es hijo tuyo, pero siempre vivimos en una familia como si lo fuera. Lucas fue el que peor lo pasó con tu muerte, con 12 años y en plena época de cambios, le costó muchísimo adaptarse a esta nueva situación. Ahora está en plena adolescencia, con muchos cambios hormonales. Sigue siendo ese niño de gran corazón y gran sensibilidad, aunque hay momentos en los que parece Mr. Hyde y en casa parece que se desate un combate. Menos mal que el Dr. Jekyll hace acto de presencia pronto para arreglar los desperfectos. Sara es una niña muy despierta, con una personalidad fuerte, con carácter y genio. No me recuerda en nada a mí cuando era pequeña. Y curiosamente, ¡tampoco se paree a ti cuando eras pequeño! ¡Nos ha salido especial! En dos años el cambio ha sido enorme, habla por los codos, le gusta jugar, leer cuentos, cantar y bailar; se entretiene haciendo puzles y dibujando. Y habla mucho de ti. A veces, en el columpio, me pide que la empuje muy fuerte para llegar a las estrellas, a veces se pone triste y me dice que quiere subir a una estrella para estar contigo. Te echa mucho de menos. He notado cómo en general, se lleva mejor con los hombres que con las mujeres; imagino que intenta buscar en otros padres al padre que ella ha perdido. Pero tranquilo, aunque tú no estés, nunca te olvidará, siempre seguiremos hablando de ti, contando anécdotas, explicándole lo maravillosa persona que eras y siempre te querrá muchísimo. Te prometo que siempre la voy a cuidar y proteger.
Yo vuelvo a ser más yo. Los primeros meses fueron muy duros, encerrada en mí misma, sin querer salir, sin ganas de trabajar ni de ver a nadie. Sólo salía para hacer cosas con los niños, ellos no tenían por qué quedarse en casa. Hace un año cambié de trabajo, al principio con miedo, pero me vino fenomenal. Estar rodeada de gente nueva, que no me conocía, que no conocía mi pasado y no me miraba y trataba con pena, me ayudó bastante a recuperarme. Además, mi trabajo me encanta. Aunque hay días en los que te echo tanto de menos. Cada vez que tengo que trabajar una noche o un fin de semana, tengo que dejar a los niños a dormir en casa de los abuelos. Sara siempre se queda llorando. Y yo pienso tanto en ti, en si estuvieras, en que yo podría irme a trabajar y tú quedarte en casa con ellos, en que Sara no notaría tanto el cambio… siempre la dejo llorando y siempre me voy yo llorando. Echo de menos el poder llamarte por teléfono para contarte cualquier cosa, todavía llevo tu número en el móvil y todavía, cada día, me dan ganas de marcarlo para contarte algo. Esa sensación de soledad, de no tener a mi gran amigo para hablar, es dura. Estoy intentando hacer cambios en mi vida. He empezado a cuidarme un poco más, ¡he vuelto a maquillarme y a peinarme! Y estoy intentando tener más vida social, siempre con los niños, claro.
Ya ves que tu vida sigue. Sin ti. Nada se ha detenido, aunque muchas cosas han cambiado. Intentamos ser felices, es lo que tú querrías, lo sé. Seguro que de algún modo lo notas, lo sabes, que oyes las risas y carcajadas de Sara. Y que escuchas mis pensamientos. Tu vida sigue. Sin ti. Pero aquí te seguimos queriendo.
Comentarios en: "Tu vida sin ti" (18)
Ay Diana! Cuántas cosas, cuántos sentimientos, sobre todo cuánto amor!
Me alegro de que la herida vayya cicatrizando, poco a poco.
Muchos besos
Fuerza, Sara valiente!
Gracias!
Jolín, que nudo en la garganta, que bonito todo, me quedo con la parte en que has empezado a cuidarte tu , la vida sigue, y tarde o temprano vuelves a ser la misma pero con más vivencias, y volverás a ser feliz, que como tu dices él es lo que hubiera querido, sigue así que lo estás haciendo genial, muchos besos, y a ver si organizamos algo y nos vemos!!!
Muchas gracias guapa.
Hablé con Susana el otro día de esto, de organizar alguna cosilla las que podamos.
Besos y hablamos
Mucha fuerza, ánimo siempre estará con vosotros, poco a poco la vida continua.
Gracias. Nunca se irá
Me has echo llorar hace casi 7 meses que perdí a mi marido dejándome un gran vacío , tengo 30 años y tenemos 3 hijos de 8,6 y 3 años y es muy duro pero como bien dices la vida sigue nada se detiene , un beso.
Cris, muchos, muchos abrazos. Sé exactamente lo que estás pasando. El dolor se atenúa con el tiempo pero no desaparece, es como una herida de esas que te deja una fea cicatriz. Pero por necesidad hay que seguir, más por esos tres hijos que tienes. Ellos te necesitan y necesitan que seas fuerte. Y que los hagas felices. Por tu marido.
Un abrazo enorme
Jolín Diana, qué difícil ha debido de ser!! Me alegro que vayáis mejor aunque la fata siempre estara.
Un besazo
Ya lo sabes tú. Un besazo
me he tenido que quitar las gafas y limpiarmelas. muchos besos y abrazos. eso que has escrito es precioso.
Muchas gracias Sonsoles
Ufffff….otra vez me has hecho llorar ya lo habias conseguido con otros post pero el de hoy……Solo puedo decirte k me encantas tu como persona,como madre….. Y como escribes sobre lo k sientes,lo haces genial. Te mando un millón de besos y mucha fuerza sigue así k lo estas haciendo muy bien k orgullosos estarán tus hijos de esa pedazo de madre.
Gracias a las palabras de apoyo que recibo de personas como tú, hoy me siento un poco menos sola en este trance. Gracias
Gracias a ti,sin conocerte formas parte de nuestras vidas.Me alegra k mis palabras te sirvan de apoyo,a mi las tuyas me ayudan.Te sigo desde hace tiempo pero nunca me animaba a escribir,a partir de hoy lo hare mas a menudo.De nuevo gracias.
Diana, no tengo palabras. Te mando un abrazo!
Muak