En este MI diccionario maternal, no podía faltar esta palabra. Voy a hablar de hermanos desde un punto de vista maternal, pero también del fraternal, de la relación que tengo con la mía. Empezaré por esta parte.
Mi hermana nació 2 años y medio después que yo. Siempre hemos sido como la noche y el día, siempre nos hemos peleado y llevado mal. Mi hermana siempre ha sido, y sigue siendo, una persona muy egoísta, sola mira por sí misma, solo piensa en ella misma. Durante muchos años, culpé a mis padres de la forma de ser de mi hermana, me decía que ella era así porque ellos la habían dejado. Cuando era pequeña y quería algo, si no se lo daban, se tiraba al suelo y dejaba de respirar; mis padres, asustados, consentían sus caprichos. Cuando se hizo más mayor, cambió sus tácticas de chantaje: amenazaba con hacerse daño, escribía notas sobre sí misma….; mis padres, asustados, consentían sus caprichos. Y así ha sido siempre.
Como digo, he culpado a mis padres muchos años por su forma de ser. Ahora que soy madre, ya no les culpo, incluso les entiendo. Entiendo que eran padres, con una hija más difícil de llevar, que no sabían cómo actuar, que estaban asustados y desbordados por las exigencias de una niña. Estoy convencida de que no actuaron correctamente, pero lo hicieron por desconocimiento, por creer que de esa manera lo hacían bien. Ahora entiendo, como madre que soy, que queremos lo mejor para nuestros hijos, que intentamos educarles de la mejor manera posible y a veces nos equivocamos. También creo que rectificar es de sabios, y que ellos deberían haber cambiado su forma de actuar con ella, pero ese es otro tema…
El caso es que mi hermana y yo crecimos siendo dos personas totalmente opuestas. Como digo, ella se movía por la envidia y el egoísmo. Y yo no podía soportar esas cosas. Sobre todo, cuando ya éramos más mayores y veía cómo manipulaba a la gente para conseguir lo que quería. Cómo nunca ha sido capaz de hacer un favor sin exigir algo a cambio. Cómo siempre se ha acordado de las pocas cosas que ha hecho alguna vez “altruistamente”, para rebozártelas en el momento apropiado. No os cuento detalles, porque me daría para llenar libros enteros. Pero me ha hecho muchísimo daño. Ella ha llegado a alegrarse cuando me ha visto sufrir y además, me lo ha dicho. Me ha humillado por quedar bien delante de otras personas. Han sido tantas cosas, que, evidentemente, nuestra relación de hermanas es poco más que un mero dato estadístico escrito en el libro de familia.
No tiene amigos. Por lo menos, no amigos antiguos, con el tiempo, todo el mundo veía como era y acaba huyendo de ella. Pero siempre se las ha apañado bien para conocer gente nueva, ir de tía guay por la vida y estar rodeada de gente… que irremediablemente, acaban escapando de su influjo al poco tiempo de conocerla. Lo peor de todo: nunca ha sido capaz de reconocerlo, nunca ha dado su brazo a torcer, nunca ha visto el mal que estaba haciendo, al contrario, siempre acababa culpándome a mí de todo. Y durante muchos años, he tragado y tragado, porque era mi hermana.
Y por mi padres. Cuantas veces habremos discutido por lo mismo. Mi padre siempre me decía que como yo era la hermana mayor, yo era la responsable y debía llevarme bien con ella. Daba igual lo que hubiera hecho. Ellos siempre han pensado que el hecho de ser hermanas era motivo suficiente para a llevarnos bien. El problema es que a un hermano, tú no lo eliges, te viene impuesto. De nuevo, poniéndome en mi faceta de madre, entiendo un poco a mis padres. A pesar de saber cómo es mi hermana, de su egoísmo, de su forma de tratar a la gente, de su desapego, a pesar de todo, ellos, como padres, siempre han querido tener una familia más o menos normal, no han querido que sus hijas se llevasen mal. Y siempre han intentado justificarla, “como ella es así…”Imagino lo doloroso que debe ser para unos padres. Pero ellos no imaginan lo doloroso que es para mí como hermana. Porque, evidentemente, no saben muchas de las historias que hemos pasado, historias que en el pasado, también incluyeron a mi hijo mayor y que me llevó a pasarme un año sin dirigir la palabra a mi hermana.
Y ahora, llega la parte de los hermanos en relación a mi maternidad. A la parte de mis hijos.
Mi mayor ha sido hijo único hasta los 10 años. Muchas veces he escuchado consejos de esos que no pides a la gente, sobre que un hijo no debería estar solo, que es mejor tener hermanos…y yo pensaba en la mía propia, y la verdad, si hubiese podido elegir, habría preferido ser hija única.
Una parte de mí, deseaba ser madre de nuevo, pero otra parte, tenía mucho miedo. ¿Y si mis hijos se llevaban mal, como mi hermana y yo? Para ellos iba a ser muy duro, y para mí, como madre, también. Conozco a mi mayor, sé que tiene una sensibilidad extrema, que es una bellísima persona, que da todo lo que tiene, pero, ¿y si tenía otro hijo y era egoísta, egocéntrico, manipulador? ¿Puede pasar eso? A las pruebas con mi hermana me remito. Mismos padres, mismos valores, dos personas completamente opuestas. Sigo pensando que la forma “inconscientemente” de actuar de ellos pudo hacer que el tema se agravase, pero mi hermana ya tenía eso de fondo, ya lo traía de serie.
Bueno, ahora soy feliz. Tengo dos hijos que se adoran. Son unos hermanos estupendos. Y me encanta ver lo contentos que se ponen cuando se ven después del cole, o al levantarse por las mañanas. Soy consciente de que todo eso puede cambiar, mi pequeña tiene 21 meses todavía y una personalidad que se está forjando. De momento, yo le estoy dando todo el amor que tengo, mi tiempo, mis abrazos, mis besos, todo mi cariño, estoy haciendo de ella una persona segura y confiada y espero que esto sirva para asentar las bases de un buen desarrollo. También sé que se llevan 10 años de diferencia, que el mayor todavía es un niño y se divierte con ella, pero en unos años, la diferencia de edad será más importante. Aunque eso no quiere decir nada. Llevarse poco tiempo de diferencia con tu hermano no es condicionante para tener una relación sana, solo tenemos que ver la poca relación que tenemos mi hermana y yo. Posiblemente, con 10 años de diferencia sean capaces de quererse y respetarse mucho más que nosotras.
Ojalá sea así. Ojalá mis hijos estén orgullosos de tener un hermano con el que contar. Yo siempre he echado mucho de menos el poder contar con la mía. Siempre he envidiado las relaciones sanas que tienen la mayoría de las personas con sus hermanos, la complicidad, la confianza, saber que tienes a alguien con quien poder contar en caso de necesidad. Yo no puedo hacer eso con mi hermana. Ojalá mis hijos sean los mejores hermanos del mundo. Y yo, la madre más feliz.
Comentarios en: "La maternidad de la A a la Z: H de Hermanos" (15)
Me ha encantado como has «desnudado tu alma»y se como se quieren tus hijos, yo con mis hermanas tengo muy buena relación, siento lo mal que lo has pasado pero tú eres fuerte y ahora sabes lo que NO quieres para tus hijos, un besazo
Es tan difícil las relaciones familiares … nunca se sabe si acertamos dando un hermano al mayor ni la edad en la que decidimos darselo … es una pena que no puedas llevarte bien con tu hermana, pero si la relación es tóxica mejor que sea distante… Ánimo veras que con tus hijos no tiene por que repetirse .. besos
Hola Diana! Yo soy hija única. Mis hermanas son las mejores amigas que he ido encontrando a lo largo de la vida. Y no puedo negar que me hubiera gustado tener hermanos/as y que me gustaría tener otro hijito (aunque sé que si eso ocurre no será en el corto plazo)… Pero hablando de tu post y de tu hermana, no pude dejar de pensar en otra hermana, la hermana de mi mamá. Horrible. Una relación tan horrible que si bien mi mamá le habla porque «es su hermana» y por su mamá, es una mujer a la cual yo me he hecho la promesa de no ver nunca más en mi vida. Lo cual es fácil porque ninguna de las dos vivimos en Perú, donde está el resto de la familia 🙂 Pero es tan fuerte la cosa que si mi abuela llega a los 100 años y se lo celebran, yo no voy si va ella. Como te dice Aída, si la relación es tóxica, mejor mantenerse apartado. Me alegro mucho que tus hijos sean dos hermanos felices. La historia no tiene por qué repetirse 🙂 Un besote!
Diana! Que historia más dura la de la relación con tu hermana… Conozco personas así en mi propia familia y es muy triste. Mi padrino, el hermano de mi mamá es manipulador y cruel. Sólo mira su ombligo. Siempre llevado por el egoísmo y la avaricia. Siempre humilló a mis abuelos y los hizo sentir basura. Es difícil saber si nació así o hubo algo en la crianza que forjó y agudizó esa forma de ser. Tal vez es una enfermedad no tratada. Quién sabe?
Pero yo creo que del amor no puede salir nada malo. Estoy convencida que de niños amados y felices sólo pueden salir buenas personas. Y por todo el amor y el tiempo que le dedicás a tus hijos son tan compinches a pesar de la diferencia de edad.
Amiga, este post es tu alma al desnudo. Crudo y emotivo a la vez. Yo siento que cambiaste la historia. Para vos fue un desafío darle una hermanita al príncipe, pero ya ves como se adoran… y será así siempre!!!
Un besazo,
Te quiero, che!
Yo también me he preguntado muchas veces si hay alguna enfermedad psicológica de fondo, si la aducación y la crianza fue un poco diferente o si se juntaron varios factores. Es muy duro y muy triste. Y la verdad, me pensé mucho si publicar esta entrada o no, sobre todo porque sé que ella no me lee, pero mi madre si lo hace algunas veces, y tenía miedo de nuevas «borncas», pero bueno, es mi espacio y mi blog y necesitaba hablar de ello.
En casa, cada vez estoy más convencida de que mis hijos van a ser geniales hermanos, Lucas está feliz, se sorprende de cada logro de la pequeña, la adora y ella a él, me encanta esa complicidad que tienen y ese amor que se profesan.
Besazos mi niña y abrazos y achuchones. Muaks
Diana! Que historia tan dura la de tu infancia con tu hermana. Yo tengo a mi padrino, hermano de mi mamá, que ha sido así siempre! Una persona mezquina, egocéntrica, maliciosa. Una persona capaz de humillar a sus padres de la forma más baja y ruin. Y es muy triste crecer con un hermano así. Sentir que nunca es suficiente, que por más que lo intentes esa persona no va a cambiar y cada vez se vuelve un extraño. Un enemigo por su propia elección. Es difícil saber por qué son así, si es un problema de crianza o es una enfermedad, si son celos o envidia.
Pero estoy convencida que del amor no puede surgir nada malo. Que niños amados y felices sólo pueden convertirse en buenas personas. Y vos estás contribuyendo a eso con tus peques. Basta ver cómo se aman hoy para darte cuenta que siempre va a ser así, a pesar de la diferencia de edad. Todo el amor que vos les das ellos lo comparten y reparten…
En este post desnudaste tu alma. Es crudo y emotivo. Y a la vez, esperanzador. Sos un sol.
Te quiero, amiga!
Un besazo.
Diana, creo que no hace falta que te diga lo mucho que te comprendo y suscribo lo que dices, porque lo hemos hablado muchísimas veces. Lo que está claro es que tus padres quisieron hacerlo lo mejor posible, y que tú has intentado tener una relación sana y normal con tu hermana. Creo que es imposible hacer más, así que habrá que dejar que el tiempo y la vida misma obren el milagro en ella, si es que aún hay esperanza. Ahora tienes un trabajo que hacer con tus hijos, lo estas haciendo fenomenal, y es donde tienes que centrarte. Aunque sé que si tu hermana te necesitara, tú estarías a su lado. Lo dicho… Al tiempo.
Un besazo, bonita.
Diana, aunque sabía que esa relación no era buena, nunca pensé que fuera tan mala!!!!! Ya sabes que yo soy hija única y me hubiera encantado tener un hermano. Al igual que estoy luchando para darle uno a mi hijo y ojalá, si algún día lo consigo, quiero que mi rubio sea como tu principe es para tu princesa, según lo que nos has contado en alguna ocasión y el ratito que pudimos compartir.
Besos guapa
Hola Didi,
Qué difīcil es la relación de hermanos… Creo que te animará saber que mi hermano pequeño y yo nos llevamos diez años y nos llevamos bien y mi marido con su hermano pequeño ídem, de hecho tienen una relación estrecha y cómplice que yo envidio en cierto modo porque la mía, aunque buena, no es tan estrecha.
En parte la culpa es mía porque me fui de casa cuando mis hermanos eran críos y no me preocupé mucho de mantener la relación con ellos. Con los años nuestra relación ha ido mejorando y, sobre todo con el mediano, puedo tener conversaciones de horas y tan a gusto. Eso sí, vivo de cerca la relación de mi marido con su hermana que, tristemente me recuerda a la tuya, y soy testigo del dolor que puede hacer no conseguir conectar con tu hermano.
Y creo que al igual que tú, he aprendido a saber que la culpa de que ella sea así no es de sus padres pues ellos intentaron lo mejor con ella pero las personas nacen también predeterminadas por un carácter único.
Hablaría contigo horas de este tema. A mí también me preocupa que mis hijas se lleven bien y forjen una relación fraternal de esas que dan envidia. Por eso estoy atenta a cada mal gesto, a cada disputa, a cada pequeño gesto de rivalidad e intento que esas conductas no se repitan, que reine la armonía y el respeto. Porque no hay nada más triste que unos hermanos que no se llevan bien.
Y creo que tú vas a tener suerte con tus hijos, ya lo verás.
Un besote
los hermanos, para mi son el mayor tesoro. Mis hermanas y yo (somos 4 chicas) vivimos cada una en una punta del mundo, pero aun así hablamos a diario y compartimos todo.
Ha habido momentos en los que no era así, claro, por la edad o por la diferencia de caracteres, pero la realidad es que hoy por hoy somos una piña. Y eso es lo que espero que mis hijos tengan entre ellos.
De verdad que envidio esa relación sana que tienes con tus hermanas, ojalá yo también tuviera algo así. Pero bueno,
Jo, siento de verdad escuchar cómo es tu relación con tu hermana. yo soy hija única y siempre lo he lamentado (pero bueno, no pudo ser…). Siempre he pensado, a pesar de leer estas cosas, que hubiera preferido tener la oportunidad de tener un hermano y ver si nos llavábamos bien, que no tenerlo. Porque pensaba que bueno, no siempre te llevas bien con todo el mundo. pero no creía que un hermano fuera capaz de humillar o meter a niños pequeños de por medio… me dejas helada.
Pero me alegro muchísimo de que hayas tenido dos niños para que vuelvas a creer en la unión de hermanos. Tu peque es pequeña, pero está recibiendo amor por los cuatro costados. habrá épocas en que se lleven peor por la diferencia de edad, pero son buena gente y seguro que su amor predominará por encima de todo. ¡Verás cómo lo vas a disfrutar!
Un beso grande 😀
Es muy duro, la verdad, tener que soportar algunas cosas por obligación, por ser de tu familia. Desde luego, si no fuera mi hermana, no seríamos amigas, eso lo tengo clarísimo.
Con los míos, tenía bastante miedo. Pero me voy relajando, porque veo como se adoran, la alegría en sus caras cuando se ven al despertarse, o a la salida del cole, los besos y abrazos que se dan. Yo nunca he compartido eso con mi hermana. Y he sentido «envidia» cuando veo relaciones de hermanos estupendas, pero bueno, ahora tengo mi propia familia y como dices, el amor sale por los cuatro costados.
Besazos mi niña
Cariño Didi, pensaba que te había comentado… Cómo se me había pasado hacerlo.. En fin.. Que voy como el ***…
Yo te entiendo perfectamente, sabes que hablé de la relación decepcionante que tengo con mi hermana en mi R de Relaciones. No se puede decir que discutamos, que nos llevemos mal— Pero siempre nos vemos con mi madre en medio, por iniciativa suya… Soy muy consciente de que el día en que ella falte… No hay nada que nos una. No tenemos conexión. Y eso no se puede crear de un día para otro. Cada vez que he intentado estrechar los lazos por eso de que es MI HERMANA me he dado contra la pared… una, dos y cien veces. Así que ya lo tengo asumido, como tú.
A mí me da mucha envidia las personas que tienen una relación sana con sus hermanos, pero es lo que hay. No sirve de nada culparse, ni comerse la cabeza. Creo que hay que aceptarlo. Los hermanos no se eligen y a veces ocurren estas cosas. Es doloroso pero hay veces en que la incompatibilidad de caracteres es TOTAL.
Por eso para mí, creo que como para ti, es CAPITAL que mis hijos tengan una relación sana y de cero rivalidad entre ellos. Que se tengan los unos a los otros cuando nosotros faltemos.
Gracias por abrirnos tu corazón!
Un abrazo bonita!
Es verdad, recuerdo aquella conversación un día por whatsapp y como de ahí pensé en escribir esta entrada. Es duro tener una relación así, pero como dices, ahora lo que me importa son mis hijos, la relación que tienen entre ellos y la que tenemos todos como familia.
Besazos