No hay mejor lugar que los brazos de mamá

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Hemos probado Cabify Baby

Yo siempre me muevo en mi coche por todas partes, por aquello de llevar a Sara en su Sistema de Retención Infantil (SRI), a contramarcha todo el tiempo que pueda. Por suerte, en muy pocas ocasiones he necesitado usar un coche que no fuese el mío. En algunas ocasiones, Sara tiene que ir en el coche del abuelo o de la tía, pero ambos coches tienen instalado un SRI del grupo 2, que, aunque no vaya a contramarcha, es adecuado para su altura, edad y peso.

Solamente en una ocasión, me encontré sin coche y con necesidad de desplazamiento. Fue con motivo de dejar el vehículo en el taller, durante unas pocas horas, pero justo me surgió un imprevisto en ese momento y tuvimos que pedir un taxi. Y ¡oh sorpresa! El taxi no tenía SRI.

Aunque por ley, es obligatorio viajar con un SRI adecuado al hacer uso del transporte, los taxis no tienen obligación de llevar sillas para bebé. Dejando de lado la cuestión monetaria, en la que nos puede caer una multa por llevar un bebé en un taxi sin Sistema de Retención Infantil, lo más importante es la seguridad de nuestros hijos. Digo yo, si en mi coche y en el resto de los coches de la familia, Sara viaja segura, ¿por qué motivo exponerla a una lesión potencial por viajar en un taxi sin la correspondiente seguridad?

Hace unos días conocí la existencia de Cabify. Cabify es la solución para moverte por la ciudad con coche y conductor privado. A diferencia de pedir un taxi, no importa la ruta que tome el conductor o el tiempo que tardemos en llegar a nuestro destino, el precio se calcula según el número de kilómetros entre el origen y el destino. Existen diferentes tipos de coches, pero lo mejor, es que Cabify tiene a nuestra disposición Cabify Baby. Con Cabify Baby, los vehículos están adaptados con Sistemas de Retención Infantil, supuestamente de todos los grupos.

La idea me pareció muy buena para momentos en los que no podamos desplazarnos con nuestro vehículo, así que me descargué la APP y con un código que me facilitó Madresfera, nos dispusimos a probarlo.

En principio, el hecho de solicitar el coche a través de una aplicación, me resultó de los más cómodo. Y, sobre todo, el poder reservar el vehículo con antelación, de modo que el día antes de usarlo, pedí el coche para que me recogiese en la puerta de casa. Hubo una cosa que me llamó bastante la atención. Al solicitar el vehículo Baby, poniendo punto de partida y de origen, en ningún momento se preguntaba qué tipo de SRI iba a necesitar. Teniendo en cuenta que hay 4 grupos de SRI distintos, me pareció bastante extraño que los coches llevasen los 4 tipos en el maletero. Lo lógico sería poder elegir desde la misma APP el SRI que necesitamos. Como había una casilla para observaciones, puse la edad y el peso de mi hija y el tipo de SRI que necesitaba. Un mail de confirmación me avisó que al día siguiente tendría el coche en la puerta.

Unos 15 minutos antes de la hora prevista, el conductor estaba esperándonos en la puerta, la app de Cabify me avisó de ello. Antes de bajar, sabía el modelo, color y matrícula del coche y hasta el nombre de nuestro conductor. Muy amablemente, el conductor nos abrió la puerta y…me encontré con la primera pega. La silla que llevan es un grupo 1/2/3, es decir, una silla que se adapta (supuestamente) desde los 9 a los 36 kg. Dejando de lado que en una misma silla podemos montar a una amplia franja de edad, es evidente que en cuanto a seguridad se refiere, una silla que quiera abarcar tanto no puede dar lo mejor de sí. Es imposible que una silla se adapte correctamente para proteger a un bebé de 9 kilos (menos de 1 año) que a un niño de 36 kilos. El conductor no sabía muy bien cómo funcionaba la silla y pretendía que Sara metiese los brazos por los arneses, donde la niña ya no cabía. Al final, le convencí que, por su altura, deberíamos usar la silla como un grupo 2, sujeta con el propio cinturón del coche. Pero, de nuevo, el conductor no sabía cómo regular la altura del cabecero de la silla (le quedaba muy pequeña) y tuve que terminar yo adaptándola a nuestras necesidades.

cabify

Dejando de lado el inconveniente de la silla, el resto del uso fue bastante agradable. Un coche muy nuevo y muy limpio, disponibilidad de botellas de agua en cada trayecto sin coste, revistas, podíamos elegir la emisora que queríamos escuchar (la última vez que tomé un taxi, nos tocó ir todo el camino escuchando una emisora de fútbol), cualquier petición es escuchada.

Personalmente, la idea de Cabify me ha gustado en comparación con los taxis, por ejemplo, en la limpieza, el trato, el precio fijado de antemano y el hecho de poder llevar a un niño con un SRI. Pero, a mi entender, tiene bastante que mejorar:

  • Si necesitamos un grupo 0, no se puede pedir el coche de manera inmediata, hay que solicitarlo al menos con una hora de antelación y ponerlo en el espacio reservado para comentarios. Solicitar un coche con un grupo 0 supone un incremento de 5€ sobre el precio final. Igual que si solicitamos una segunda silla, también lleva este suplemento y hay que solicitarlo al menos una hora antes.
  • El tipo de SRI que llevan me parece adecuado para niños a partir de 4 años, que pueden viajar en sentido a la marcha en un grupo 2, sujetos con el cinturón de seguridad del propio coche. Para niños más pequeños, la solución que ofrecen me sigue pareciendo poco segura. Evidentemente, mejor esto que llevar al niño sin sistema de retención.
  • Los precios, dependiendo de lo que necesites, no son muy baratos. En Madrid capital es más barato que en la periferia, por ejemplo, con una gran diferencia y no entiendo el motivo, pues mi conductor me comentó que él se movía sobre todo por la zona sur de Madrid. Además, tienen unas tarifas mínimas, que también son más caras en la provincia. Por ejemplo, el trayecto que realizamos nosotras no superaba los 6€, pero debido a los importes mínimos, nos costó 15€, lo que me parece bastante caro para un trayecto tan corto. Seguramente, compensará para distancias más grandes.
  • Las reservas por anticipado también tienen un coste, el importe mínimo sube si elegimos este tipo de reserva.
  • Aunque tenía un código de regalo para probar la aplicación, desde la app me cobraron el importe del servicio, aunque posteriormente me lo devolvieron sin ningún problema.cabify2

A pesar de que el servicio Baby puede mejorar, desde luego, si necesito volver a desplazarme con la niña en un coche que no sea el mío, optaré por este servicio en vez de por un taxi, por llevarla con un Sistema de Retención Infantil.

Si quieres probar Cabify Baby con un descuento de 6€, el proceso es muy sencillo. Sólo tienes que descargarte la APP desde aquí si tienes IPhone o desde aquí si tienes Android. Al darte de alta, en el apartado promociones introduce el código     DIANAM1633         y listo. Si lo usas, me encantaría conocer tu sincera opinión.

No hay más ciego que el que no quiere ver: Sistemas de Retención Infantil

En esta ocasión voy a empezar la casa por el tejado. Tengo varios borradores pendientes sobre el tema de la seguridad infantil en los automóviles y los sistemas de retención infantil o SRI. Artículos que empiezo a escribir y no termino por falta de tiempo y luego me surge otro tema y otro…y voy acumulando multitud de cosas pendientes de terminar y publicar. Pero hoy me apetecía empezar por aquí.

Cuando nos quedamos embarazados, sobre todo la primera vez, las compras de artículos para el bebé se convierten en una vorágine de dinero que va y viene y de artículos que acabaremos casi sin usar. Muchos padres van a centros especializados donde les venden de todo, muchos productos bonitos y vistosos que en realidad no tienen mucho sentido, y el dinero se va por todos lados: minucunas carísimas que con suerte el bebé usará dos meses; carro trío último modelo, que cuesta más de lo que yo gano en un mes pero que es el último grito en moda y que al año cambiarán los padres por una silla ligera plegable, mucho más manejable, pero igualmente de marca famosa, no vaya a ser; cuna extra segura, con diseño de hipermegachachi, con colchón anti-ahogo, sensores de respiración y sábanas a juego con las cortinas; hamaca-mecedora-columpio con 5 velocidades de meneo, 15 melodías y mando a distancia… Y luego llega el tema de los SRI. Con suerte, si el dinero nos llega, los padres invertirán en una silla buena, evidentemente, la mejor del mercado según el vendedor de esa tienda. Con menos suerte, decidirán usar el capazo homologado de su carro de paseo o el maxicosi del mismo, porque también es muy bueno, que se lo ha dicho el de la tienda. Pero vamos, ni locos se van a gastar 400€ en un SRI, ¡qué locura!, si total, para lo poco que cogemos el coche…

Siempre hablo de la información, de la importancia de comparar nuestras propias ideas con las ideas de otros, de mirar estudios, necesidades reales del bebé, valorar distintas opciones… Y el tema de la seguridad infantil es algo que me importa, y mucho, a fin de cuentas es la vida de mis hijos la que está en juego. Y ellos son lo más importante de mi vida.

Hoy, como ya he dicho que empezaba la casa por el tejado, no me voy a extender mucho sobre los mejores SRI, pues eso ya lo contaré otro día. Pero sí quiero hablar de esos padres que no quieren ver las cosas y que encima se molestan si les tratas de dar consejos y explicaciones.

En España, los accidentes de tráfico aún son la principal causa externa de mortalidad infantil.

Entiendo que gastarse dinero en cosas para el bebé no es igual de fácil para unos padres que para otros. Pero me molesta muchísimo que la gente se gaste verdaderos dinerales en cosas como las que he puesto más arriba, que se pueden sustituir por unas mucho más baratas e incluso podrían dejar de comprarse, y luego, a la hora de la seguridad de sus hijos, de sus vidas, no quieran invertir dinero en lo que de verdad importa.

Cuando me quedé embarazada de Sara, era una cosa que tenía muy claro, en el coche, lo mejor de lo mejor. Con Lucas también me pasó así (hace ya 13 años) y siempre miraba comparativas cuando tenía que cambiarle de SRI. En su momento, creo que hice lo mejor. Pero tengo claro que si alguien me hubiese informado que había algo más seguro, lo habría estudiado sin pensarlo.

Estábamos Jose y yo mirando sillas para el coche, mirando estudios del RACE, cuando mi mejor amiga, que había sido mamá recientemente, empezó a hablarme de las sillas a contramarcha, o en inglés Rear Facing (mirando hacia atrás). No sabía lo que era eso, pero decidí informarme, porque ¡¡la información es poder!!

a contramarcha

A contramarcha en un grupo 0-1 con 6 meses

A partir de ese momento, con toda la información en la mano, pudiendo comparar distintos SRI, conociendo las consecuencias de llevar a un bebé tumbado en un capazo “homologado” (que no entiendo el motivo por el cual los siguen permitiendo), viendo las diferencias en accidentes con sillas mirando al frente y sillas mirando de espaldas, conociendo estadísticas de morbi-mortalidad infantil en España en tráfico comparadas con países nórdicos en los que todos los bebés van en sentido contrario a la marcha hasta al menos los 4 años, en ese momento decidimos que lo más seguro era la contramarcha para Sara, y hasta ahora, así seguimos.

En muchas de las tiendas que preguntamos nos seguían ofreciendo el famoso portabebé, huevito o maxicosi, como se conoce también, como algo seguro a la vez que cómodo, pues lo sacas del coche y lo pones en la silla de paseo… Pero esos portabebés están diseñados pensando más en la comodidad que en la seguridad. En cada tienda nos ofrecían lo mejor de lo mejor, que casualmente no solía coincidir con lo que ofrecían en la tienda de al lado, lo que sonaba totalmente a intereses económicos, claro está. Encontrar sitios donde de verdad nos ofrecieran sillas a contramarcha fue complicado, pero esos sitios existen y por suerte te saben asesorar muy bien.

Y yo me volví una defensora a ultranza de este tipo de dispositivos, SRI a contramarcha, por la seguridad de todos los bebés. Desde entonces no he parado de recomendar sillas a contramarcha a todo el mundo que preguntaba. Igual que defiendo la lactancia materna pero respeto a las madres que dan artificial y no las presiono ni critico; igual que defiendo el colecho pero respeto a la que decide dejar que su bebé aprenda a dormir solo, aunque no lo comparta; igual que animo a usar portabebés en vez de sillas de paseo pero respeto las decisiones de cada uno…en este caso, con este tema, no consigo callarme ni respetar las decisiones de unos padres que ponen en peligro la vida de sus hijos. Porque en este caso estamos hablando de vidas humanas.

Entiendo que la gente va a una tienda y les dicen que tal silla es la mejor y se lo creen y la compran. Pero no entiendo que si luego lo preguntan o comentan en un foro y otras personas, yo entre ellas, les decimos que esa silla no es buena, que es mejor ir a contramarcha, les damos datos e información, se pongan a la defensiva, ataquen y contraataquen; se defiendan diciendo que esa es la mejor porque lo dicen en su tienda y punto; hay gente que me ha llegado a decir que su silla es buenísima porque nunca ha tenido ningún problema. Leñe, y yo que me alegro que nunca lo hayas tenido, porque si hubiese habido un accidente lo mismo no estarías tan contenta. Gente que me dice que a contramarcha se pueden romper las piernas en caso de impacto (que digo yo, que si así fuera, prefiero que se rompa las piernas a que se rompa el cuello y se quede tetrapléjica o muerta). Gente que me dice que no puede gastarse 400€ en una silla porque acaba de comprarse un carrito de paseo de 1000€. Vale, los SRI a contramarcha no son baratos, pero hablamos de la vida de nuestros hijos, irán igual de felices en una silla de paseo de 500€ y un SRI en condiciones. Que alguien se ha equivocado a la hora de elegir, es respetable y entendible, pero que quieran tener la razón a costa de poner la vida de sus hijos en peligro… Entiendo que en la tienda les hayan vendido su producto estrella y después, cuando conocen las sillas a contramarcha no pueden hacer nada en ese momento…pero se dejan la información en mente para cuando tengan que volver a cambiar. Pero obcecarse con que su silla de princesas de 50€ del Almampo es la mejor y la publiciten entre otras mamis, o que digan que mejor de frente porque de espaldas no ven…No puedo, perdonadme pero no puedo con esos defensores a ultranza de lo mío es lo mejor porque es mío.

a contramarcha con 3 años

a contramarcha con 3 años

Hasta el peor SRI a contramarcha es mejor que el mejor SRI en sentido de la marcha. Pero la gente sigue sacando excusas, que si se marean, que si ellas son igual de buenas madres por llevar a sus hijos en una silla comprada en un hipermercado de marca nisu y nula seguridad… ¡¡El otro día me encontré varias madres que llevaban a sus hijos de 2 y 3 años en asientos elevadores con respaldo, sujetos sólo con el cinturón de seguridad del coche!! Pues sí, me echo las manos a la cabeza, mi conciencia no me deja estar tranquila, y les cuento, les informo, pero se sienten atacadas y se defienden con argumentos no válidos. Desde luego, no hay más ciego que el que no quiere ver. Y yo seguiré mi cruzada para concienciar a la gente de la importancia de la seguridad en el automóvil, a fin de cuentas, la vida de nuestros hijos es lo más importante para nosotros ¿no?

Para los que aún seguís llevando a vuestros hijos en SRI mirando al frente o tumbados, os dejo este artículo que merece la pena leer. Y una web de la que os hablaré más a menudo para saber más sobre las sillas a contramarcha.

Y como dicen que una imagen vale más que mil palabras, en este vídeo pordéis ver una comparativa visual sobre impactos con sillas situadas en el sentido a la marcha y sillas situadas a contramarcha.

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