No hay mejor lugar que los brazos de mamá

Empecé a escribir esto para contar cómo era pasar un día festivo sin tu familia, pero al final se transformó en una queja a todas aquellas personas que atacan a los funcionarios.

Cuando dices funcionario, todo el mundo piensa en una señora que trabaja tras un mostrador en una oficina de atención al cliente, que abre la ventanilla a las 10, cierra a las 11 para desayunar, vuelve a las 12 y cierra a las 13 para comer. Pero la realidad va más allá, pues esos horarios no existen y si bien puede haber alguna persona en la administración que trabaje menos de lo que debería, la realidad es que cumplimos con nuestros horarios y nuestro trabajo. Funcionarios son las personas que han aprobado una oposición y tienen plaza en propiedad, pero a todas las personas que trabajan para la Administración Pública, aunque no tengan plaza, las tratan como a funcionarios. En realidad no todos los «funcionarios» tienen trabajo fijo y estable, como la gente cree. El personal laboral, los interinos y el personal eventual trabajan para la administración sin vinculación estable. El personal estatutario también se considera funcionario, pues trabaja para la administración, teniendo los mismos deberes, pero no los mismos derechos, pues no tienen plaza en propiedad. Vamos, que funcionarios reales hay muchos, pero personal no funcionario que trabaja para la administración hay muchos, muchos. Y a todos nos llaman funcionarios, así que a partir de aquí, cada vez que diga la palabra funcionario, me refiero a todas las personas que trabajan de un modo u otro para el estado.

En el año 2012 había 2.917.200 personas trabajando para la Administración Pública, pero no todas esas personas tienen un trabajo fijo, hay mucha precariedad. Los trabajadores de las Administraciones Públicas comprenden los que trabajan en diputaciones, ayuntamientos, universidades, justicia, fuerzas armadas, cuerpos de seguridad, administración general y de las comunidades autónomas, educación y sanidad, entre otros.

Hace unos cuantos años, cuando empezó la crisis en España, una de  las medidas que se tomaron fue congelar el sueldo de los funcionarios. También nos bajaron el sueldo un 5%. Desde el año 2010 todos los empleados públicos cobramos un 5% menos y nuestro salario no sube ni el IPC anual. También hemos perdido una paga extra y hemos aumentado nuestra jornada laboral. Cada vez contratan menos gente y las bajas por enfermedad casi no se cubren. En resumen, trabajamos más horas, con menos personal, lo que se traduce en más carga de trabajo y por menos sueldo. Paradójicamente, los políticos no son empleados públicos y aunque en aquella época presumiesen de haberse reducido el sueldo, la realidad es que bajaron de un sitio pero subieron de otro.

A pesar de todos estos inconvenientes, siempre hay gente que se alegra de las desgracias ajenas y se molesta de las ventajas. Cuando hay una noticia buena, por ejemplo, que las funcionarias embarazadas tendrán derecho a una baja maternal a partir de las 37 semanas, muchas personas que no trabajan para el estado insultan, se quejan, llaman vagos a todos los funcionarios…y cosas mucho peores. En vez de alegrarse por una mejora de la calidad de vida y pensar que es un pequeño paso para que las empresas privadas tomen nota e intenten mejorar, sólo saben escupir mierda. En cambio, si la noticia es que los funcionarios van a perder algún beneficio, como sueldos congelados, mucha gente se alegra y cree que nos lo merecemos.

España es un país en el que muchas veces me da vergüenza vivir. Yo no me alegro por las desgracias ajenas, me entristezco. Y yo no me enfado por las ganancias ajenas, me alegro por ellos. Es cierto que el trabajo está fatal y que muchas personas no tienen trabajo o si lo tienen es precario, pero el personal funcionario no es el culpable de la situación.

Hace unos años me enfadé con un conocido. El gobierno acababa de anunciar la bajada de sueldos a los funcionarios y también anunció una bajada de sueldos a los trabajadores del Metro. Casualmente, este conocido trabajaba en el metro y la casualidad quiso que en esos días quedásemos varios amigos para vernos y salió el tema. Ambos estábamos indignados, evidentemente. El problema fue que esta persona quería que todos los funcionarios perdiésemos parte de nuestro poder adquisitivo, pero no así los trabajadores de metro. Argumentaba que su trabajo era más importante que el mío y que nosotros nos lo merecíamos y ellos no. Después de discutir bastante y no llegar a ningún sitio, evidentemente nuestra amistad se resintió. ¿Es más importante estar en la taquilla del metro que curar a un niño con una neumonía? ¿Es más importante conducir un tren que impedir un atentado? Son comparaciones extremas, pero es lo que yo intentaba plantear. Por mi parte, creo que todos, absolutamente todos, desempeñamos un trabajo importante e igualmente válido y que ninguno deberíamos sufrir discriminación por eso. Yo no me alegraba por que los trabajadores del metro perdieran parte de su sueldo, me enfadaba con ellos. Pero hay personas con las que no merece la pena discutir.

En mi vida he conocido a mucha gente. Muchas personas que trabajan para empresas privadas. Y como en todos los trabajos, hay de todo, cosas buenas y cosas malas. Conozco a alguien que trabaja de administrativo en una empresa privada y cada día, a media mañana, apagan los ordenadores y se bajan al bar de la esquina a desayunar, su media hora no se la quita nadie. Yo trabajo en un hospital público y tenemos tanto trabajo que raro es el día que puedo hacer un descanso para tomarme un café y cuando lo hago no dura más de 10 minutos. Trabajando precariamente para la empresa pública, jamás he recibido una cesta de navidad, por poner un ejemplo; en casa de unos familiares entran dos cestas cada año. A ellos, aunque poco, les han subido el sueldo cada año, a nosotros nada. Unos tienen unas ventajas y otros, otras.

Empecé a escribir para hablar de la Nochevieja. Mucha gente tuvo que trabajar esa noche, funcionarios entre ellos. Miles de personas como yo, nos perdimos despedir el año con nuestras familias por cuidar de pacientes que estaban enfermos, por acompañar a sus familiares, por curar, por proteger, por mantener la seguridad en las calles. Pasé la noche tranquilizando a un abuelito al que habían dejado solo esa noche y que me repetía que ojalá volviese Franco, pues en aquella época se vivía mejor. Pasé la noche  dando cariño, quitando el dolor, calmando ansiedades, poniendo tratamientos, cambiando pañales y vaciando pises. Mucha gente pudo tomarse las uvas en la Plaza Mayor con seguridad gracias al dispositivo de seguridad que se había montado. Esa noche se trataron borracheras e indigestiones, cólicos nefríticos e infartos. Esa noche se curó la bronquiolitis de un bebé de 3 meses y se extirpó el apéndice de un adolescente a punto de entrar en shock. Esa noche se apagaron incendios, se evitaron reyertas, se controló que la gente no condujese borracha ni drogada, en Madrid, en Málaga y en toda España. Miles de personas, “funcionarios” (y lo pongo entre comillas para recordar que de todos esos miles de trabajadores, muchísimos no somos fijos) estuvimos al servicio del resto, aunque muchas personas sigan criticando nuestro trabajo.Nochevieja

Para mí no son importantes estas fiestas, yo no siento el espíritu navideño. Son unas fiestas muy familiares y lo paso mal, pienso mucho en Jose. Pero aunque a mí no me gusten, a los niños les encantan, y por eso las disfruto, por compartir los momentos con ellos. Este año Sara ha disfrutado de las campanadas. Cuenta mi madre que un rato antes estaba nerviosa con sus uvas preparadas. Yo le había explicado cómo se hacía y ella estaba deseosa de que empezasen las campanitas. Y se comió todas las uvas. Pero eso lo sé porque me lo contó mi madre, no porque yo viviese esa magia con ella. Yo estuve trabajando en Nochevieja, con una sonrisa en la cara y rodeada de unos pedazo de profesionales que también se perdieron una mágica noche por cuidar de los demás.

Así que por favor, la próxima vez que pienses que los funcionarios nos tocamos las narices, no trabajamos, tenemos un empleo del que no nos pueden echar (yo llevo 18 años trabajando como enfermera y no tengo trabajo fijo), y nos merecemos que nos recorten el sueldo, la próxima vez te invito a que releas esto y recuerdes que lo que hicimos en Nochevieja lo hacemos los 365 días del año y las 24 horas del día.

Comentarios en: "Funcionarios: una Nochevieja trabajando  " (46)

  1. Toda la razon!! no soy funcionaria ni tengo a nadie cercano que lo sea, pero estoy totalmente de acuerdo contigo.
    Somos unos necios porque parece que solo conocemos al funcionario de cafe de media hora + compra en el super cada día (que los hay, cierto es)

    Un abrazo y un consejo, haz una «re-nochevieja» con tus hijos, en youtube encontraras las campanadas seguro, y poner la magia de nuevo es cosa vuestra

  2. Tranquila, yo es que esos comentarios, cada vez me resbalan más, porque gente que dice eso, una de dos o realmente no lo piensa, o peor, si lo piensa ya sabemos pq.pasa lo q pasa cuando hay elecciones, q piensen una cosa, si ser funcionario fuera tan la caña, los políticos serian funcionarios, y si miras en la administración desde los niveles medio-alto ya son cargos políticos, a dedo, y los funcionarios somos los curritos, no hay cargos políticos ni a dedo en los niveles bajos, pero claro para plantearse eso hay que pensar más allá, en que a la clase política le interesa que haya esta eterna pelea, empresa privada contra pública, Madrid contra Barcelona, rojos contra azules, inmigrantes contra nativos, etc, pensarlo un poco, hay que luchar para que se aumenten los derechos de todos, no para q se quiten los de la mitad, porque así no se aumenta la otra mitad, porque nuestros dirigentes siguen la máxima de, divide y vencerás, y de momento les está llendo muy bien. Perdonar por el rollo, pero estoy hasta las narices de que nos manipulen.

    • Ya sabes, la gente egoísta prefiere que sufran unos pocos a pensar que puedan mejorar unos pocos, vergonzoso. No imaginas lo que me revienta tener que tratar con pacientes prepotentes y maleducados que creen que mi trabajo lo pagan ellos y que estoy allí para servirles, que nos tratan mal. agggg que gentuza
      Ánimo bonita, que nosotras podemos y a hacer oídos sordos

  3. virginia dijo:

    Diana. Te leo cuando subes un post. Pero he de decir que en tus textos trasmites de manera continua bastante rencor. Bastante….mal rollo. Reivindicar esta muy bien. Pero lo haces casi siempre desde el cabreo, o rabia, o rencor o a veces hasta Juicio ajeno. Y leer eso no es tan agradable. Te deseo mucha suerte en tu vida, en tu Blog y posts!

    • Bueno Virginia, como dices, es mi blog. Si crees que transmito rencor de forma continuada, creo que no me lees bien, pues transmito muchas más cosas. Por otro lado, cuando estoy cabreada o indignada lo plasmo aquí, porque es mío y porque quiero. Si no te gusta leerme, eres libre, ya sabes.
      Creo que un blog personal no sirve sólo para contar cosas bonitas, sirve para mucho más. Puedo contar cosas graciosas de mis hijos, puedo contar sus logros, puedo dar mis propias opiniones sobre productos o cosas que he probado y puedo revindicar que esta sociedad muchas veces funciona fatal. Cuando murió mi pareja escribí un post muy dolido y muy reivindicativo sobre el engaño de las parejas de hecho. Quizás a tí no te gustase leer mi dolor y mi sufrimiento, pero a muchas personas les ayudó a abrir los ojos sobre la situación que ellos mismos estaban viviendo.

  4. Feliz año y muchos besos y muy bien dicho

  5. Totalmente de acuerdo. 😉

    Sólo una puntualización: funcionarios son sólo los que han pasado las posiciones para funcionario. El resto somos también empleados públicos, pero no funcionarios 😉 De hecho nos regimos por otros convenios…

    Aunque es verdad que la gente no diferencia estas cosas y lo mete todo en el mismo saco.

    Pero sí, los empleados públicos las estamos pasando canutas. No digo peor que otros, que lamentablemente está el país tela marinera. Pero sólo se acuerdan de nosotros para difamar y ponernos a caldo, generalizando (con lo injusto que es eso), y sin tener en cuenta el trabajo y sacrificio que muchos hacen, tanto los que tiene la vida «solucionada» (que en muchos casos no es cierto) como gente inestable con contratos de 3 meses… Y lo hacemos porque nos gusta nuestro trabajo, lo hacemos encantados, no queremos echarnos flores. Pero sí que se tenga en cuenta.

    Ay, hija. Nadie se acuerda ya de la bajada de una media del 5% del 2010. Cuando comparo lo que comencé cobrando (que tampoco era una maravilla) y lo que entra ahora. ¡Con esa diferencias de sueldo puedo hacer milagros!

    ¡Feliz Navidad, feliz año, y sigue trabajando tan bien, que ayudas a muchos!

    • Hola Almu. Ya sé que funcionarios son sólo los que han pasado las oposiciones, por eso lo pongo entre comillas, porque al resto, todos los empleados públicos que no tenemos «ventajas» nos consideran así…qué pena que no valoren nuestro trabajo.
      Un abrazo y sigue tú también con tu buen trabajo!!

      • Puntualizó más, funcionario NO es el que tiene plaza en propiedad por haber aprobado oposición, es un régimen laboral: funcionario (el que normalmente tiene más derechos), estatutario ( la mayoria que trabajan en sanidad, como Diana y con menos derechos que funcionarios) empleados públicos, … Otra cosa diferente es el tipo contrato(plaza fija, interino, eventual)

    • Por cierto, he editado el post para aclarar bien lo de funcionarios, gracias 😉

  6. Noelia dijo:

    Es una gran verdad. No nos valoran y se piensan que somos ricos o algo ….. Yo estando embarazada de 30 semanas seguía trabajando ….. Y en urgencias!! A ver a que persona le entra en la cabeza eso y todo porque soy eventual y porque si me cojo la baja o me congelo en las listas por mucho tiempo me pasan muchísimas personas d mi puesto… Eso es justo???…. Yo no tengo derecho a estar embarazada? Y lo peor tener que oír comentario de supervisoras como en plan decirle yo que no puedo tratar con los citoestaticos y te diga que entonces para que aceptas contrato ? Ustedes se creen que eso es justo? Así que Olga la gente que habla así es porque es una ignorante que no sabe lo que aguantamos

    • Yo trabajaba en el turno de noches fijas embarazada de mi hijo hasta la semana 35, y porque me dieron la baja por amenaza de parto prematuro. Si leo que en la empresa «X» les dan la baja a las mujeres en la semana 20, no me ofendo ni las critico, al contrario, me alegro por todas esas mujeres que pueden y espero que esos beneficios lleguen algún día a todas partes.

  7. Mercedes dijo:

    Cuanta razón tienes, yo soy laboral interina llevo trabajando 28 años en la xunta, solamente una baja por maternidad, pase por varios puestos de trabajo en los cuales desempeñe mi trabajo al cien por cien y asi estoy que para una plaza no valgo pero para sustituir, ero se que por mis superiores soy valorada y la gente de la calle que piense lo que quiera de nosotros porque sabemos como es este mundo que por una manzana podrida se paga el pato con todo el cesto, en fin LOS FUNCIONARIOS somos y seremos siempre personas nobles, trabajadoras y lo mas importante cumpliremos con nuestras obligaciones cosa que el gobierno no hace con nosotros que es a los que nos tiene sometidos con sus recortes. Un saludo de una indignada como todo los funcionarios

  8. Carmen Zarza Verá dijo:

    Dice demasiado y es todo tan cierto. Q bonito y q bien dicho,te mereces un gran aplauso.

  9. Patricia dijo:

    A mi me mata cuando dicen «fui a un privado porque ya sabes como te tratan en la seguridad social,son todos iguales». A la última persona q me dijo eso,mi peluquera, le dije «la próxima vez me tiño el pelo en casa,ya sabes como son todos los peluqueros,se olvidan del tinte y se te quema el pelo, es que me pasó una vez y generalizo….». A mi este año me tocó Navidad y nochevieja,rodeada de niños y padres e intentando hacerles unas fiestas un poquito mas llevadera.
    Pd: la peritonitis de la adolescente fue verdad, traslado en helicóptero y operándose a las 00:30,y gracias a todo este equipazo lo puede contar

    • Un abrazo Patricia, somos muchos los que hacemos que la cosa funcione, a pesar de los recortes, del aumento de horas, de las bajadas de sueldo, de la falta de personal, de los materiales cada vez más deficientes que tenemos que usar…

  10. Alberto Morales dijo:

    Magnífico artículo. Enhorabuena

  11. Oswaldo dijo:

    Sin duda no todos los funcionarios ni personas que trabajen para la administración son vagos, es más, creo que una gran mayoría son excelentes trabajadores y sin su esfuerzo, en ocasiones con poca contraprestación, es elemental para el mantenimiento de los servicios públicos de que disfrutamos los demás.
    Dicho esto, considero igual de importante, y de responsabilidad de los mismos empleados de las administraciones, de esa mayoría eficiente, esforzada, sacrificada y poco valorada, que los que manchan el colectivo con las actitudes que se achacan generalizando a tod@s, sean señalados, acusados, corregidos y denunciados por vosotros mismos, por la gran mayoría de buenos trabajadores de la administración.

    Eso los aislaría y les haría pensarse dos veces ejercer ciertas actitudes por las que la gente tenga ese concepto injusto y distorsionado de todo el colectivo.

  12. No se puede decir más claro y de forma más educada y respetuosa. ¡¡Bravo, compañera!! Nunca te había leído pero desde hoy te leeré siempre. Gracias.

  13. Amelia dijo:

    Bravo compañera! Un abrazo

  14. Soy autonomo, queréis dar pena o envidia??

    • Ni una cosa ni otra, sólo estoy defendiendo mi trabajo y sobre todo, pidiendo que se nos valore, que no se menosprecie el trabajo que hacemos los trabajadores de la administración y que la gente no se alegre cuando se nos recortan beneficios.
      Evidentemente, muchísimas personas tienen trabajos precarios o ni siquiera los tienen, pero yo NO me alegro por ello.

  15. Pedro dijo:

    Yo soy funcionario; también trabajo en nuestra Sanidad Pública, aunque mi nivel de estudios sólo me permite ser ‘personal no sanitario’ (Aux.Advo.). Son ya 14 años, y nunca me había planteado trabajar en la Administración, me parecía algo tan inaccesible para mí, que nunca fue una opción laboral. Hasta que un verano, recién abandonado mi anterior trabajo (por no soportar más humillaciones laborales), tuve la oportunidad de trabajar los 4 meses de verano haciendo sustituciones en el servicio de Admisión de urgencias hospitalarias. Fue entonces cuando me planteé preparar las oposiciones que iban a convocarse.
    Pese a lo remoto de mis posibilidades de éxito, sin experiencia, 38 plazas para toda la provincia, todas las opiniones y entorno en contra… aposté todo mi futuro, de forma temeraria, con la única certeza de mi determinación. Comenzó todo un año de esfuerzo, sacrificio, renuncias, pérdidas, en régimen de «aislamiento monacal». Todo en pos de nada, sólo un sueño, que de momento sólo era una pesadilla que asumí como necesaria para mi propósito.
    Finalmente conseguí la décima mejor nota de la provincia, pero casi insuficiente ya que 20 personas me superaron en experiencia, pero con la suerte de ser «uno de los 38 afortunados».
    Lo había conseguido, pero fue tanto el esfuerzo, el desgaste, la incertidumbre, las renuncias y pérdidas personales durante un año de vida, que no fui capaz de sentir alegría ni alivio ni satisfacción alguna. Incluso, a día de hoy, no sé si ha merecido la pena mi experiencia, debido a que, aunque me gusta mi trabajo y me esfuerzo a diario por ser competente, y sobre todo, útil a mis conciudadanos, las condiciones de creciente precariedad en las que nos hacen trabajar, resultan muy frustrantes, y sale a costa de mi propia salud, el esfuerzo realizado para que estas carencias repercutan lo menos posible en el servicio que humildemente intento prestar a mis conciudadanos, de los que yo continúo formando parte, aunque tantos se empeñen en excluirme, cambiarme de «clase» o escalafón, al de los «privilegiados» a los que es lícito y «normal» despreciar y considerarlo inmerecedor de su situación cuestionando, incluso, la «limpieza», la honradez de sus méritos, mostrando, sin ningún tipo de pudor, que no importa tener razones cuando la única razón es el «pecado capital» de la envidia malsana, que tan triste y vergonzosa me resulta.
    Sin contar la situación personal de precariedad económica que, pese a tener trabajo, es mi pan ácido de cada día, y lo será el resto de mi vida.
    Por eso, cada vez que sufro una agresión (de todo tipo), por parte de los ciudadanos incívicos, por los que trabajo con la mayor profesionalidad y eficiencia, me planteo si ha merecido la pena, y no consigo sentirme ni un «privilegiado», ni un «enchufado», ni un «vago»… Y ni siquiera tengo derecho a reclamar lo más mínimo sin ser insultado moralmente.

  16. yo os doy las gracias por todo vuestro esfuerzo, vuestra dedicacion y siento lo que estais pasando. firmemente creo que teneis razón

  17. Yo soy funcionaria por oposición. En realidad pasé por 2 oposiciones: La primera, libre para conseguir la plaza, la segunda de promoción interna, para mejorar un poco, ya que es la única forma de ascender. No se asciende por antigüedad, ni por experiencia, ni por méritos, hay que opositar de nuevo y si acaso tienes puntos por antigüedad, que por cierto no ayuda mucho porque todos tenemos los mismos puntos, ya que tienen tope a partir de un número de años…..
    Explico esto porque también escucho con frecuencia menosprecio hacia nuestro trabajo, generalmente de personas que desconocen por completo lo que hacemos.
    Estoy de acuerdo con tu artículo. Yo no estoy en la Sanidad, pero valoro mucho vuestro trabajo y cuando oigo comentarios de lo mal que funciona la sanidad pública, siempre trato de hacer ver que , aunque haya cosas puntuales que no funcionen bien, hay muchas, muchisimas más que sí funcionan y resuelven situaciones realmente complicadas. El problema es que sólo se habla de lo que sale mal, sin tener en cuenta todo lo que se hace bien cada día y todos, todos los días. Pasé por la sanidad con familiares en varias ocasiones y es verdad que hubo alguna cosa negativa, pero me quedo con lo positivo que fue mucho más.
    Sólo quiero hacer una puntualización: No sé si habrá algún caso en que los empleados públicos que atienden ventanillas, abran a las 10, cierren a las 11, abran a las 12 y cierren a las 13. Los que yo conozco, por lo general, entran a las 7:30, realizan un montón de tareas (cada vez más, puesto que las nuevas tecnologías, en muchos casos, en lugar de facilitar la labor, la complican), abren la ventanilla a las 9, atienden debidamente al público, hacia las 11 o cuando alguien les puesa sustituir, se toman un café de 20 minutos, (a lo que tienen derecho, no es ningún privilegio) y siguen atendiendo al público hasta las 14:00. Por cierto, atender al público debidamente, no es nada fácil, más bien tienen que tener mucha paciencia. A partir de las 14:00 deben continuar con otras tareas, hasta que las terminen….porque cada vez hay menos personal y las tareas hay que terminarlas, así que no queda otra que trabajar horas y horas. Eso sí, nadie lo tiene en cuenta. Sólo nos congelan los sueldos, nos quitan pagas, nos exigen……y nos llaman vagos!!!!!!!.
    Esa es la realidad y no la que a muchos les gusta pregonar.
    Por supuesto que habrá algún empleado público que trabajé lo mínimo, pero no más que en otros colectivos. Conozco algunos de la privada que dejan bastante que desear.
    Dicho esto, te felicito por tu blog. Lo explicas muy claro.

    • Gracias Erun por explicar otra cara de la administración, la de atención al público.
      Estoy tan cansada de oír que somos unos vagos, que trabajamos poco, que merecemos los recortes… yo la mayoría de los días no tomo café, aunque en el convenio de mi hospital se contempla ese descanso. Por ejemplo, en el hospital, el personal administrativo que atiende en las ventanillas está toda la mañana dando citas y aguantando a muchos pacientes mal educados que les tratan fatal…en fin, que siempre tenemos que estar oyendo comentarios malos.
      Yo no hago comentarios sobre otros trabajadores, ni mucho menos generalizo, no me alegro cuando escucho sobre algún ERE.
      Un abrazo

  18. Alberto w dijo:

    Lo que no entiendo muy bien es que si ser funcionario es tan malo porque para una oposicion de auxiliar administrativa de la universidad que oferta 20 plazas se presentan 16000 personas y muchas con dos carreras.

    • Si lees bien, en ningún sitio digo que sea malo. Digo que funcionarios hay muchos, y muchos sólo somos contratados, no tenemos plaza en propiedad aunque a la hora de los recortes nos meten en el mismo saco. Y digo también que la gente se alegra cuando nos recortan a nosotros. Yo no me alegro por la crisis que sufre el país o por la precariedad laboral de muchísimos españoles.

  19. Estoy de acuerdo sólo en algunas cosas: cierto es que hay muchos tipos de funcionarios y no es justo meter a todos en el mismo saco pero dicho esto: ser empleado público (no funcionario) no tiene por que ser trabajo precario porque te puedan mandar a tu casa, conozco a algunos y no tienen mal sueldo. No me alegro porque bajen el sueldo a nadie pero me parece razonable que cuando en el sector privado se está despidiendo y bajando sueldos se haga lo mismo en el público si bajan los ingresos (lo privado mantiene a lo público). Habláis los funcionarios de que habéis aprobado una oposición pero olvidáis que en el sector privado se pasan oposiciones todos los días. ¿Os creéis que en las empresas privadas no se trabaja en Nochebuena y Nochevieja?? Guardas de seguridad, empresas que no pueden parar la producción porque volver a arrancar las máquinas es clarísimo, hospitales privados…
    Me parece que en muchas cosas sois muy egoístas.

    • Maria Antonia dijo:

      Tienes razón también en parte,lo público también mantiene a lo privado y viceversa,ni lo público es maravilloso,ni lo privado,de todo hay en todas partes.
      Cada uno defiende lo suyo.
      También conozco empresas privadas en las,que mucha gente entra a dedo y por ello no generalizo.
      Un saludo.

      • Maria Antonia dijo:

        Y así es,mi marido trabaja en una privada y hace noches y festivos y no es sanitario,como yo.
        Muchos profesionales de la empresa privada lo hacen,así es.

  20. Diana, gracias por recordarnos a todos que «detrás de las cámaras» hay tanta gente que se pierde días especiales con la familia por el bien de los demás. La verdad, yo no entro en si son funcionarios o no, son trabajadores. siempre he admirado esos trabajos. Lo encuentro muy duro! Yo tuve a mi hija en un terremoto, y ese día en que todo el mundo sentía la necesidad de estar con su familia y de saber que estaban bien, había montones de trabajadores en esa clinica cuidando de enfermos. Mi ginecólogo llego para relevar al de turno para que se fuera casa (y se encontro con la sorpresa), mi matrona tardó horas en comunicarse con unos de sus hijos pero me daba la mano cada contracción. Un trabajo que debería reconocerse, no criticarse, todos los días! un abrazo

    • Muchas gracias bonita, la verdad es que nos volcamos en el trabajo cada día. Como en todos sitios, siempre habrá un garbanzo negro, pero por lo general, trabajamos por amor al trabajo.
      Abrazos

  21. Sonia dijo:

    👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻👏🏻😘

  22. Montse dijo:

    AMÉN. Un saludo desde.Sevilla compañera. Una estatutaria laboral del Hospital Virgen del Rocío.

  23. Maria Antonia dijo:

    Soy enfermera como tú, trabajo en intensivos, estoy de acuerdo en parte,pero discrepo en una cosa, para,defender tu profesión no es necesario atacar a otros funcionarios,no conozco a ninguno que abra a las 11…
    Mal vamos si tiramos piedras contra otros compañeros.
    Un saludo.

  24. Raquel dijo:

    Solo voy a poner un adjetivo. BUENISIMO!!!

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