Hoy he traducido un artículo que me ha parecido muy interesante. Se basa en que los bebés africanos no lloran, porque básicamente, viven colgados del pecho de sus madres, son porteados continuamente y maman a todas horas. Pertenece a este blog. Es un fragmento del libro de Niala In culture parent.
La Dra. J. Claire K. Niala es madre, escritora y osteópata que disfruta explorando las diferencias que afortunadamente todavía existen entre las diversas culturas de todo el mundo. Ella nació en Kenia y creció en Kenya, Costa de Marfil y Reino Unido. Ha trabajado y vivido en tres continentes y ha visitado al menos un nuevo país cada año desde que tenía 12 años de edad. Sus compañeras de viaje favoritas son su madre y su hija, cuyas historias e interés por los demás, la ha llevado a comprometerse con el mundo de un modo que nunca habría imaginado.
Nací y crecí en Kenia y Costa de Marfil. A los quince años me fui a vivir a Reino Unido. Sin embargo, siempre supe que quería criar a mis hijos (cuando los tuviera) en mi casa en Kenia. Y sí, asumí que los iba a tener. Soy una mujer africana moderna, con dos títulos universitarios, y la cuarta generación de mujeres trabajadoras, pero cuando se trata de niños, soy típicamente africana. La realidad es que tú no estás completa sin ellos, los niños son una bendición y hay que estar loco para evitarlos. En realidad, la cuestión ni siquiera se plantea.
Comencé mi embarazo en el Reino Unido. El deseo de dar a luz en casa era tan fuerte que dejé mis prácticas, mi nuevo negocio y me mudé de casa y de país a los cinco meses de descubrir que estaba embarazada. Hice lo que la mayoría de las madres embarazadas en el Reino Unido hacen – leí vorazmente: “Our Babies, Ourselves”, “Parenting Incondicional”, cualquier cosa de Sears – y la lista sigue. (Mi abuela comentó más adelante que los bebés no leen los libros y todo lo que realmente necesitaba era «leer2 a mi bebé). Todo lo que leía decía que los bebés africanos lloran menos que los bebés europeos. Y estaba intrigada en saber por qué.
Cuando volví a casa, observé. Busqué a madres y bebés y estaban por todas partes, aunque los bebés más pequeños, de menos de seis semanas, estaban principalmente en las casas. Lo primero que noté es que a pesar de estar en todas partes, en realidad es muy difícil «ver» a un bebé keniata. Por lo general están muy bien envueltos, antes de ser porteados por su madre (a veces el padre). Incluso los bebés mayores atados a la espalda están protegidos de la intemperie por una manta grande. Tendrías suerte de ver una extremidad, no digamos un ojo o la nariz. La envoltura es como una réplica del vientre materno. Los bebés son literalmente, protegidos en un capullo del estrés del mundo exterior en el que están entrando.
Mi segunda observación fue de índole cultural. En el Reino Unido, se entiende que los bebés lloran. En Kenia, era todo lo contrario. La normal es que los bebés no lloran. Si lo hacen, hay algo terriblemente mal y hay que hacer algo para corregirlo inmediatamente. Mi cuñada inglesa lo resumía así: «a la gente realmente no le gusta que los bebés lloren ¿verdad?»
Todo tuvo mucho más sentido cuando finalmente di a luz y mi abuela vino de la aldea para visitarnos. Dio la casualidad que mi bebé hizo lloraba mucho. Exasperada y cansada, se me olvidó todo lo que había leído y algunas veces me unía a su llanto también. La solución para mi abuela era simple, «Nyonyo amamántala! “Esa era su respuesta a cada quejido.
Hubo momentos en que se trataba de un pañal mojado, o que la había soltado, o que necesitaba eructar, pero mayormente, lo único que ella quería era estar en el pecho. No importaba si estaba comiendo o simplemente descansando. Yo la porteaba la mayoría del tiempo y dormía (colechaba) con ella, así que esto fue una extensión natural de lo que estábamos haciendo.
De repente aprendí el no tan difícil secreto del alegre silencio de los bebés africanos. Era una simbiosis sencilla entre necesidad y conocimiento, que requería la suspensión total de las ideas prefijadas de lo que debería ocurrir y el abrazo de lo que realmente estaba pasando en ese momento. La conclusión fue que mi bebé se alimentaba mucho, mucho más de lo que yo había leído, y al menos cinco veces más que algunos de los programas de alimentación más estrictos que había visto
Sobre los cuatro meses, cuando una gran cantidad de madres urbanas comienzan a introducir los alimentos sólidos como recomiendan algunas guías de alimentación para bebés, mi hija volvió a su estilo de lactancia de bebé recién nacido, mamando cada hora, lo cual fue un shock total. En los últimos cuatro meses, el tiempo entre una toma y había comenzado a espaciarse lentamente. Incluso había comenzado a tratar a pacientes sin que mis senos gotearan o la niñera de mi hija interrumpiera la sesión para hacerme saber que mi hija necesitaba mamar.
La mayoría de las madres de mi grupo de mamás y bebés había empezado a introducir arroz para bebés (para alargar las tomas) y todos los profesionales involucrados en la vida de nuestros hijos, pediatras, incluso doulas, decían que era correcto. Decían que las madres necesitaban descansar también, que lo habíamos hecho increíblemente bien por haber amamantado en exclusiva durante cuatro meses, y nos aseguraron que nuestros bebés estarían bien. Algo no me sonaba real e incluso cuando trataba, con poco entusiasmo, de mezclar un poco de papaya (la comida tradicional de destete en Kenya), con leche extraída y ofrecérsela a mi hija, ella no tomaba nada.
Así que llamé mi abuela. Ella se rio y me preguntó si había estado leyendo libros de nuevo. Con mucho cuidado, me explicó cómo la lactancia materna era cualquier cosa menos lineal. » Ella te dirá cuando esté lista para comer, y su cuerpo también lo hará. »
«¿Qué voy a hacer hasta entonces?” Estaba ansiosa por saberlo
«Haz lo que hacías antes, Nyonyo, tienes que ser regular»
Así que mi vida que mi vida se desaceleró a lo que parecía un punto muerto otra vez. Mientras muchas de las madres de mi grupo se maravillaban de cómo sus hijos dormían durante más tiempo ahora que habían introducido el arroz para bebés, e incluso se aventuraban con otros alimentos, yo me despertaba cada una o dos horas con mi hija, y tenía que decirle a mis pacientes que la vuelta al trabajo no iba a ser como lo había planeado.
Pronto me di cuenta de que, inconscientemente, me estaba convirtiendo en un servicio de apoyo informal para otras madres. Mi número de teléfono pasaba de mano en mano y muchas veces, mientras daba de mamar a mi bebé, podía oírme a mí misma diciendo: «Sí, sólo tienes que seguir amamantándola. Sí, incluso aunque acabes de darle de mamar. Sí, posiblemente no seas capaz ni de quitarte el pijama en todo el día. Sí, todavía necesitas comer y beber como un caballo… No, ahora puede que no sea el momento de volver a trabajar si puedes permitírtelo. «Y, por último, le aseguraba a las madres: » Va a ser más fácil a partir de ahora.» Yo misma tuve que creerme esto último, aunque para mí, todavía no se había vuelto más fácil.
Aproximadamente una semana antes de que mi hija cumpliera cinco meses, viajamos a Reino Unido para una boda y para que conociera a la familia y amigos. Como tenía muy pocas exigencias, podía mantener fácilmente su horario de alimentación. A pesar de las miradas desconcertadas de muchos extraños cuando alimentaba a mi hija en diferentes lugares públicos (la mayoría de las designadas salas de lactancia estaban en baños que yo no habría utilizado para mí misma), nosotras seguimos adelante.
En la boda, la gente de la mesa donde nos sentamos señalaba: «Ella es como un bebé tranquilo, aunque se alimenta mucho». Yo guardaba silencio. Otra mujer comentó, “Leí en algún sitio que los bebés africanos no lloran mucho”. No pude evitar reírme.
La sabiduría de mi abuela:
1- Ofrece el pecho a cada momento que tu bebé se sienta mal, incluso si ya lo has alimentado.
2- Colecha (duerme con tu bebé). Muchas veces puedes alimentar a tu bebé antes de que esté completamente despierto, lo que os permitirá volver a dormir más fácilmente y descansar mejor.
3- Lleva siempre una botella de agua templada a la cama, lo que te permitirá hidratarte y hacer que la leche fluya.
4- Aliméntate correctamente (sobre todo durante el periodo de crecimiento) y que toda la gente a tu alrededor te ayude en todo lo que pueda. Hay muy pocas cosas que no pueden esperar.
5- Lee a tu bebé, no leas libros. La lactancia maternal no es lineal, va arriba y abajo, e incluso en círculos. Tú eres la única experta en lo que tu bebé necesita.
Comentarios en: "¿Por qué los bebés africanos no lloran?" (21)
muy interesante
Eso me pareció a mi, interesante.
Me quedo con lo más importante: un bebé que llora, demanda auna necesidad que hay que satisfacer. Más adelante ocurre lo mismo aunque seamos adultos: entender la necesidad de la emoción y canalizarla de forma adecuada.
Un abrazo!
Mi niña no llora, y desde luego, si lo hace son los dos segundos que tardo en ir corriendo a consolarla. Yo no entiendo para nada eso de dejar llorar a los bebés…..
Yo creo que quien decide dejar a un niño tiene roto el corazón por algún motivo o se encuentra tan desesperado y falto de criterio que decide creer cualquier cosa… Habría que educar a ese adulto en sus emociones.
Mis hijos tampoco han sido de llorar, porque si saben que cuentan contigo, aprenden a tener paciencia y dar ese margen de tiempo para cubrir sus necesidades sin desbordar su necesidad de ser atendidos.
Pero es cierto que a medida que crecen, sus emociones también lo hacen, y cuando surgen necesidades de llorar hay que respetarlas y ayudarles a canalizarlas. Pero de bebé, nunca, nunca, se les puede dejar llorar.
Un abrazo!
La educación debe empezar por los propios padres, desde luego. Creo que ya lo hemos comentado más veces, eso de que dicen «tienes suerte porque tu hijos son muy buenos». No, ellos tienen «suerte» porque siempre les he escuchado y respetado y cubierto sus necesidades y por eso son así, porque son personas seguras (el mayor tiene 11 años y es la prueba de ello).
Hola!!que suerte encontrar un sitio así. No sabéis el desahogo que acabo de sentir leyendo todo esto. Mi bebé tiene un mes y 9 días y estamos en un punto complicado en el que a veces incluso desespero. Mi objetivo desde que supe que estaba embarazada, era lactancia, porteo y todas las cosas que entiendo son naturales. Pero desgraciadamente en la sociedad de hoy día no es fácil. Irai, que es el nombre de mi hijo, mama a demanda, pase el tiempo que pase, o así era asta hace 20 días aproximadamente. Una noche después de un día de visitas muy estresante, le dio como cólico, 4 horas de reloj llorando sin parar. Le ofrecía el pecho y nada cambiando posturas nada… y así mil cosas asta que desesperada, le di suplementó de leche de bote al pensar que tenia hambre y yo no tenia ya leche. Ahí empezó el calvario, ya que cada día durante un par de horas, le da el famoso cólico. Yo decidida con que puedo alimentarlo solo de mi leche, pero con todo tipo de comentarios de que no lo alimento, se queda con hambre, vicio, incluso una pediatra hoy me dice que tiene cólicos porque no puedo darle el pecho a cada rato que se los provoco yo dándole tanta teta, que no se puede estar así, que no se debe dormir con mi pecho en la boca y que soy muy cómoda e irresponsable al dormir con el en mi cama que lo puedo aplastar e incluso axfisisar sin darme cuenta. El berrinche que me lleve increíble, de ahí el alivio al leer este sitio. Y os pido ayuda, a ver que puedo hacer para que no llore más, que no se ponga así de mal. Hoy por el agobio de di otro biberon de bote, porque llevaba todo el día al pecho y no se clamaba con nada y cuando lo estaba terminando, vomito todo! Pero vamos que disparado le salió al pobre asta por la nariz! Luego de durmió tan a gusto. Ayuda por favor que hago? ????
Hola Vanesa
Muchos niños pequeños tienen los llamados “cólicos del lactante” que curiosamente, parece que sólo suceden en los países industrializados. No se sabe muy bien por qué ocurre.
Evitar que llore no podrás hacerlo. Pero sí intentar que estos episodios mejores y se reduzcan. Tienes que tener en cuenta además que los niños cambian continuamente y lo que hacía hace unos días puede no ser lo que haga ahora o lo que haga el mes que viene.
En primer lugar, paciencia. Todo pasa, estas épocas son las peores, los primeros meses, pero terminan, de verdad.
En segundo lugar, hacer oídos sordos a todos esos comentarios. Los de la familia y amigos los puedes acallar hablando directamente con ellos. Los del pediatra, puedes buscar uno que sea prolactancia y no te diga esa sarta de tonterías. Ni tu bebé llora por darle de mamar a cada rato, no eres una comodona (dormir con los bebés tiene muchos beneficios), puede dormir con tu pezón en la boca, que es mucho más natural que dormir con un chupete en la boca, y si sigues unas pequeñas medidas de seguridad, no vas a aplastar a tu hijo. De verdad, intenta cambiar de pediatra. Y no te sientas mal para nada.
En tercer lugar, cuando llegue esa hora de la noche en la que el peque se pone penoso y que más o menos ya tenéis controlado el horario, intenta seguir un ritual tranquilo, si se relaja con el baño, hazlo antes, cuando llore, acúnale, los movimientos calman bastante. Llévale en posición vertical, su abdomen junto a tu abdomen, si tienes portabebé es el mejor momento de usarlo. En esa posición echan mejor los gases, tu tripa hace masaje sobre la suya, háblale, cántale, baila, ofrécele el pecho para que se calme. Esos días pasarán pronto.
En cuarto lugar, si tu hijo crece normalmente y es un niño feliz, tu leche es lo mejor que necesita, no necesita suplementos ni nada por el estilo, lo estás haciendo fenomenal.
Un abrazo
Es un post muy bueno e impresiona conocer las enormes diferencias culturales existentes entre países. Como dices, no podemos esperar que los niños se eduquen solos o que sean el colegio o la sociedad quienes los enseñen, debe ser en casa donde se establezcan las bases de la educación y hoy en día eso parece que se ha olvidado. Nosotros tenemos una pareja de amigos que aún no tienen hijo, pero seguro que los acabarán teniendo y ella suele hacer comentarios del tipo: «Pues si cuando mi hijo sea pequeño es capaz de entrar en una juguetería y robar lo que se le antoje sin que la dependienta se de cuenta ¡pues muy bien hecho! Yo no le voy a regañar por eso, que hubiese estado la otra más pendiente de su trabajo. Porque si el niño ha sido más listo que ella…». Sin comentarios.
Madre mía con tu amiga!! El problema es que así ven las cosas muchos padres. Yo estoy cansada de que la gente se piense que no castigar, por ejemplo, significa dejar que los niños hagan lo que quieran. Pues no es así. Se puede educar sin castigos, pero no sin normas. Hay que educar a nuestros hijos desde el cariño y el respeto, y eso comienza desde que nacen, sin dejarles llorar y haciéndoles saber que estamos ahí para ellos.
Muy muy interesante. No se porque está sociedad tiende a evitar , criticar y destruir lo q por naturaleza ha sido y ha funcionado durante siglos. A mi tb me miran como a un bicho raro cd amamanto a mi bebe de 12 meses en lugares públicos o sentada en un banco en la calle pq es el momento en q él lo ha necesitado y ya estoy cansada de decir q no somos raros, somos naturales!!!!!
Claro que si Carolina, por suerte, parece que cada vez más gente se va dando cuenta de que lo natural es lo normal y viceversa.
Pésimo, dar de mamar es bueno es hermoso, pero siempre y cuando tengas personas que te ayuden. En el caso de esta mujer tenia nana. En el muchas uno debe cumplir muchos roles como mujer mas aun en casa. Un bebe requiere de tiempo y lo unico que espera es poder dormir un rato. Y no es lo mejor dar de mamar durmiendo ya que tampoco descansas pensando que puedes aplastar al bebé.
Es muy bueno para quien tiene ayuda pero reitero para el que «no», es una tarea agotadora.
Yo tengo dos hijos y a los dos le di de mamar en la cama. Al primer hijo 9 meses y al.segundo 2 anos y medio ellos solos han decidido hasta cuando han quierido mamar .yo me quede con las ganas de seguir y seguir .Nunca lo apleste. y todo el.mundo hemos descansado…Estos mommentos de mi vida no me lo va quitar nadie es algo tan hermoso. que no tiene comparacion.
Totalmente de acuerdo.
Yo trabajo. Soy mamá y esposa. Y por las noches duermo con mi bebé acurrucado para que mame lo que necesite. No importan los desvelos ni las ojeras, no puedo ser egoísta y negar este derecho que tiene por ser mi cría, una cría humana que me necesita como alimento.
Pues en mi caso yo no he tenido ninguna ayuda, ademas de una casa y un hijo mayor. Y mi nena de 2 años y medio sigue mamando y durmiendo en la cama, nunca la he aplastado y hemos descansado genial.
Los vecinos siempre me preguntaron por qué no lloraba mi bebe( ahora tiene 6 años) mi respuesta siempre fue q la maternidad me enloqueció, no la dejo llorar, a cada ratos le doy el pecho, casi siempre esta en mis brazos, deje de trabajar, en casa hago lo q puedo si ella me deja y por ultimo duermo con ella, la habitacion presiosa y q me costo muchisimo tiempo y dinero decorarla, la ocupa algunas noches mi marido.
Ahora tengo otra niña de casi tres años a la q doy el pecho hasta q ella lo quiera y sigo con esta locura fruto de la maternidad.
Precioso!!
Me ha parecido genial el mensaje final: sois tú y el bebé. Ni siquiera los pediatras (a no ser que esté enfermo). Nuestra intuición despierta durante la maternidad. Los consejos de la abuela deberían formar algo así como el decálogo de la lactancia materna.
Gracias!
Me alegra tanto encontrar este lugar. Para ser sincera era lo que necesitaba leer. He pasado por cada una de estas experiencias.