No hay mejor lugar que los brazos de mamá

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La lluvia moja

Hoy me he sentido mala madre.

Mi príncipe mayor tiene 11 años. Cuando nació la princesa, todas las mañanas tenía que despertarla temprano para llevar al cole al mayor (como hacen casi todas las mamis con dos o más hijos). Y me daba una pena….

El príncipe me insistía en que el cole estaba cerca, en que él era responsable, en que la pequeña podría dormir mas…para que le dejara irse solo por las mañanas. Y después de muchas dudas, unas pruebas y mogollón de nervios en el estómago, empecé a dejarle.

Ahora, ya es una rutina. Nos levantamos, desayunamos juntos, yo me pongo a trabajar al ordenador y él se prepara para el cole, besitos, despedidas, ten cuidado y se marcha tan contento. Y yo ya me quedo más tranquila, parece que con la costumbre, una se relaja.

Pero hoy, un poco antes de irse, la princesa se ha despertado y yo he ido corriendo a ofrecerle la teta e intentar que se durmiera otro ratito. Así que he besado rápido al príncipe y no he prestado mucha atención al clima.
Aquí es cuando llega lo de sentirme mala madre. Porque estaba diluviando. Y yo sin fijarme. No le he dicho que se abrigara bien, que se pusiera la capucha ni que cogiera el paraguas….
Y se ha puesto como una sopa. Encima, cuando estaba en la calle, no ha querido llamar al timbre para no despertar a la peque y se ha resignado a irse bajo la lluvia…..

Mi pobre cachorrillo chorreante. Si hubiera mirado por la ventana… Me lo imagino corriendo con la cabeza gacha y la arrastrando la mochila a trompicones. Y seguro que la gente le miraba pensando «pobre, su madre le deja mojarse» y mientras su madre seca, al calorcito, sentada en la cama (vamos, que me da igual lo que piense la gente, en realidad eso es lo que pienso yo, que le he dejado mojarse).
Si, ya sé que no ha sido queriendo, que he salido corriendo por la peque, pero si hubiera mirado dos segundos por la ventana….

El pobre es tan bueno que me asegura que se ha mojado poco, y me abrazaba diciendo, «mamá, no te preocupes», pero cuando le he recogido 5 horas después, el abrigo seguía mojado.

Prometo mirar por la ventana todos los días a partir de ahora.

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