Llego al banco a pagar el numerito del coche y la contribución, lo ideal para un lunes, ¡¡¡estaba súper contenta!!! Jajaja
El señor cajero, tiene cara de pocos amigos, el lunes no le ha hecho gracia. Y eso que es él el que recibe los billetes. Me dice:
-Présteme 100 euros (cantidad ficticia, ya me gustaría a mí)
-Vale, se los presto, pero luego me los devuelve.
-¿Como? – el señor no ha pillado la broma. Vamos a empezar otra vez.
-Usted me ha dicho que le preste 100 euros para pagar, pues yo se los presto, pero luego me los devuelve otra vez.
Y, milagrosamente, una tímida sonrisilla empieza a aparecer en su cara. Yo sonrío más ampliamente, a pesar de saber que el dinero no me lo va a devolver, y acabamos riendo los dos.
¡Pon una sonrisa en tu lunes! Es fácil.
¡Feliz semana!
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