Felizenbrazos

En el colegio estaban preparando el regalo para el día de la madre. César pensó que su mamá era la mejor del mundo y quería hacer algo especial. Como su mami era tan friolera, su regalo tendría que ser colorido y luminoso, como los días de verano. Y llevaría algo hecho por su hermana pequeña, para que fuera el doble de bonito.

La mañana del domingo, mamá abrió su regalo, y encontró una preciosa caja con las huellas de las manos de sus dos hijos. Su cara se iluminó de felicidad, parecía tocada por el sol.

César pensó que era injusto que el día de la madre fuese solo una vez al año, su mamá hacía cosas por ellos todos los días, y él quería agradecérselo siempre. Y tuvo una idea:

Cada mañana de domingo, haría una fiesta para mamá, le regalaría un dibujo, un beso, una poesía, una sonrisa.